- Reducir el costo social de las personas con baja “calidad de vida” por edad avanzada o enfermedad grave.
- Reducir la población que conserva memoria de los paradigmas morales de épocas mejores.
La Ortonasia consiste en dejar morir a su tiempo, con dignidad y en paz, sin usar medios desproporcionados o extraordinarios. La ambigüedad de esta definición es objetada por los creyentes en los milagros y por los que conocen casos de recuperación, al cabo de meses o años, en situaciones de coma profundo. La legalización de la Eutanasia (próximo proyecto del gobierno socialmasónico) acarreará graves consecuencias sociales. Los más débiles están más desamparados, los ancianos y los enfermos podrían ser fácilmente eliminados sin su consentimiento. Y se introduciría un factor de desconfianza en el sistema sanitario por parte de enfermos, familiares y médicos, como es el caso de Holanda donde prefieren dirigirse a hospitales de Alemania, que no ha legalizado la eutanasia.
La vida es digna porque tiene su origen y destino en Dios, su carácter es transcendente como el de la libertad. No podemos renunciar dignamente ni a la vida ni a la libertad.
Se escucha frecuentemente que la vida ya no es digna si no tiene calidad, identificando calidad con bienestar físico y prestigio social.
El movimiento pro-eutanasia de la izquierda masónica tiene una estrategia en cuatro etapas:
- Testamento en vida por el que el firmante autoriza a que le sea practicada la eutanasia.
- Eutanasia pasiva: privar al enfermo de comida, agua y oxígeno, produciendo una agonía de semanas.
- Suicidio asistido: o Eutanasia activa voluntaria.
- Eutanasia involuntaria
La verdadera alternativa a la eutanasia y al encarnizamiento terapéutico (sin probabilidad de éxito) es la humanización de la muerte.
Cuando Zapatero llegó al gobierno, gracias al atentado de Atocha (11/M) teledirigido por el Poder en la Sombra, asistió al estreno de la película “Mar adentro” de Amenábar, que tergiversó la realidad de un caso de eutanasia poniendo de manifiesto sus planes políticos contra la vida.
Fuente: José González Horrillo. Católicos sin complejos. Sekotia.