lunes, 3 de octubre de 2011

APOCALIPSIS. (155)

Miró hacia arriba y vio una mujer vestida de sol con la luna a sus pies y sobre la cabeza una corona de doce estrellas.Estaba encinta y gritaba por los dolores del parto. Apareció otra señal en el cielo:un enorme dragón rojo como el fuego con siete cabezas y diez cuernos. Con la cola arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la Tierra. El dragón se colocó delante de la mujer a punto de dar a luz, dispuesto a devorar al niño en cuanto naciera.

 La mujer dio a luz un hijo varón destinado a ser el pastor de todas las naciones. El niño fue arrebatado hacia Dios y a su trono. La mujer huyó al desierto. Entonces estalló la guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. El enorme dragón, la antigua serpiente conocida como el diablo o Satanás, el seductor del mundo entero fue arrojado con sus secuaces a la tierra.
. . . . . . . . . . 

¿Por qué tenemos miedo? Ella está con nosotros, su misión es aplastar la cabeza de la serpiente que se enrosca en torno al mundo. No hay hombre capaz de resistírsele sin ayuda divina. El Señor ha conferido a la mujer un papel en el Juicio Final que ningún otro ser humano sería capaz de cumplir.

Nuestro Señor cargó con la Cruz y la convirtió en el mayor de los signos, aquel que el diablo odia por encima de todos.
. . . . . . . . . . 

La Iglesia está edificada sobre una roca, pero sufre ataques de Satanás y sus siervos a lo largo de la historia: Arrianos, Cátaros, Papas de Aviñón, Protestantes y Anglicanos, Masones, Marxistas, Nazis, etc.

Desde el final de la Segunda guerra mundial un poder global masónico trata de implantar una espiritualidad sincrética (Nueva Era) que destruya a la Iglesia católica. Es necesario identificar a los anticristos que pretenden un nuevo apocalipsis que les permita alcanzar el gobierno mundial.


EL BEATO DE LIÉBANA
Este religioso fue abad del monasterio de Valcavado y también consejero y confesor de la reina Adosinda. Defensor de la ortodoxia católica, combatió con su obra literaria el adopcionismo, una herejía según la cual Jesucristo sólo es hijo adoptivo de Dios.



Los Comentarios al Apocalipsis se componen básicamente de un prólogo, un resumen y los 12 libros del núcleo de la obra.