martes, 9 de octubre de 2012

Elecciones Vascas (21 octubre): 2/3 de escaños independentistas, sin contar los socialistas (575)

InterEconomia
Blog "Prohibido pisar las flores"
Aleix Vidal-Quadras
(09 SEP 2012)

Dilema sin solución

El próximo 21 de octubre los ciudadanos del País Vasco elegirán a sus representantes en la Cámara autonómica. Todos los sondeos apuntan a un Parlamento con dos tercios de escaños independentistas en sus dos versiones, la asesina y la connivente con la asesina, y a un retroceso significativo de los dos grandes partidos nacionales, que perderán presencia e influencia. Como es natural, una mayoría tan aplastante de secesionistas se traducirá de inmediato en acciones políticas agresivas a favor de la autodeterminación, poniendo al Gobierno central en una situación comprometida. Si utiliza los mecanismos constitucionales a su alcance para frenar una más que probable ofensiva separatista, alimentará el victimismo nacionalista y aparecerá como el opresor de la libre voluntad de los vascos; si cede ante los hechos consumados, el resto de España puede reaccionar de manera imprevisible. Por tanto, dentro de dos meses nos encontraremos ante un dilema sin solución.

Sin embargo, no hemos llegado a este desastre de la noche a la mañana. Los momentos límite en los que las naciones ven en peligro su misma existencia son el fruto de muchos años de errores, cobardías, oportunismos y carencia de convicciones. El auge de los particularismos divisivos no habría alcanzado el punto de no retorno en el que nos debatimos si los máximos responsables de las dos principales formaciones de centro-derecha y centro-izquierda hubieran comprendido desde que se inició la Transición la verdadera naturaleza del problema al que se enfrentaban y obrado en consecuencia. No ha sido así y durante más tres décadas se han dedicado a alimentar al monstruo proporcionándole cada vez más instrumentos institucionales, culturales y financieros hasta que la criatura ha crecido tanto que se ha vuelto incontrolable. El carácter abierto de la Constitución, las sucesivas reformas estatutarias, los pactos de legislatura para gobernar en los que se iban dejando jirones de la soberanía nacional, la ignominiosa negociación con ETA y, sobre todo, la renuncia al combate de las ideas tratando patéticamente de neutralizar la amenaza a base de infravalorar su magnitud y de aceptar parcialmente sus tesis nos han arrastrado hasta el borde del abismo que nos tragará el 21 de octubre.

La política, también la democrática, es un juego de poder y gana aquel que dispone de más y mejores medios para poner a la opinión pública de su lado y para doblegar a su adversario. Solamente los necios o los suicidas hacen política entregando de forma continua y creciente armas a su peor oponente para que las pueda utilizar en su contra. Todos los dirigentes del PP y del PSOE que han intentado enfrentarse sin complejos a los nacionalistas han sido eliminados o marginados por sus propias organizaciones. Se recoge lo que se siembra.