martes, 12 de febrero de 2013

Universidad Complutense, martes 12: visita del icono peregrino de la Virgen de Czestochowa (750)



«España sigue queriendo a la Virgen»... y la Virgen sigue mimando a España. La Virgen de Czestochowa ha venido a nuestro país dentro de su peregrinación De océano a océano, para mostrar que para defender la vida, rezar juntos es imprescindible. En todas partes, la gente se vuelca; pero nadie gana a María en cariño, y ya está cambiando vidas. A su llegada a Madrid, este jueves a las 20 horas, la recibirá el obispo auxiliar, monseñor César Franco, en la Colegiata de San Isidro. Dentro del programa de actos -que se puede consultar al final de esta noticia-, destaca una visita a la Universidad Complutense, el martes por la mañana, varias vigilias de oración, y encuentros con la Iglesia ortodoxa y la comunidad polaca en Madrid

Alfa y Omega-Noticia digital (06-II-2013)

Cuando se planteó la peregrinación del icono de la Virgen de Czestochowa De océano a océano, desde Vladivostok (Rusia) hasta Fátima (Portugal), la idea se extendió como el aceite. Al saber que venía a España, «nos llovieron llamadas de todo el país -cuenta Alicia Latorre, Presidenta de la Federación Provida y coordinadora de la peregrinación-. Todo ha sido totalmente providencial, la Virgen ha ido abriendo caminos». Tanto, que su estancia en España dura dos meses y medio, hasta finales de febrero; más que en ningún otro país, incluida Rusia. La acogida es fantástica: «Algunos sacerdotes -cuenta Alicia- nunca habían visto tanta gente en sus iglesias; hay muchas confesiones», y la gente sale con gran «paz y alegría». Hoy a las 20 horas, el icono llega a Madrid. Está prevista una semana llena de actos, que comenzará con la acogida por parte del obispo auxiliar, monseñor César Franco, en la Colegiata de San Isidro.

En una de sus últimas paradas, Cádiz, el icono ha sido «un regalazo» , y ha mostrado que «es la Virgen la que lleva nuestra labor en defensa de la vida». Lo explica Emilio Alegre, coordinador de esta etapa y responsable de la asociación Proyecto David, vinculada al Secretariado diocesano de Familia y Vida. «Después de un tiempo ayudando a embarazadas, nos dimos cuenta de que esta labor necesitaba basarse en la oración comunitaria», entre otras cosas para no caer en el desánimo. Por ello, desde hace más de un año, «organizamos una oración mensual, y tenemos un grupo de intercesión». La devoción del Beato Juan Pablo II al icono atrae a muchos, pero «lo importante es que ahora nos llaman entusiasmados» por la idea de rezar por la vida. 

A lo largo de los 6.000 kilómetros recorridos en España -el total roza los 40.000-, Juan José Rodríguez no se ha separado de la Virgen. Este conquense de 41 años, soltero y en paro, colabora con Provida desde muy joven, y aceptó gustoso la misión de acompañar a la imagen. «Los organizadores -cuenta- se asombran con la respuesta de la gente. España sigue queriendo mucho a la Virgen», y ni un minuto se pierde: «Si vemos que sobra algún rato, llevamos el icono a algún santuario o monasterio donde puedan venerarlo»

María deja huella

En su camino, la Virgen no ha dejado de visitar lugares marcados por el dolor. «El icono estuvo unas horas en Lorca», en sitios afectados por el terremoto de 2011 -recuerda Alicia-. «Y en Mallorca, visitó a una señora con cáncer terminal». Y su mano se ha dejado sentir. Uno de los testimonios que más ha impactado a Juan José es el de una pareja de Cádiz que, al final del acto de acogida, «salió a dar gracias a la Virgen con su niña, nacida» unas semanas antes. «Había sufrido falta de oxígeno durante el parto, y les habían dicho que, si vivía, iba a tener secuelas». La madre es polaca y, como sabían que el icono estaba peregrinando por España, «se encomendaron a la Virgen de Czestochowa. La niña está estupendamente».

En otras ocasiones, la Virgen actúa de forma menos visible. También en Cádiz, «me llamó una mujer que tiene problemas familiares -recuerda Emilio-. Se encontró el icono por la calle, entró en la catedral siguiéndolo, y durante la oración se sintió muy consolada. Incluso tuvo fuerzas para hablar a una mujer, de la que sabía que había abortado, que su hijo estaba en el Cielo intercediendo por ella».
María Martínez López

Programa de la visita del icono en Madrid (7-14 de febrero):

La Colegiata de San Isidro (calle Toledo, 37) acogerá el icono el día 7, donde a las 20,00 horas se celebrará una solemne Eucaristía, presidida por Mons. César Franco, Obispo Auxiliar de Madrid.

El viernes 8 visitará la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (calle Bravo Murillo, 93), que está celebrando un Año Jubilar con motivo del Centenario de su Consagración. A las 20,00 horas se rezará un Rosario por la Vida con Exposición del Santísimo, a las 20,30 horas Eucaristía, y a las 21,00 horas dará comienzo una Vigilia de oración para jóvenes, a cargo de la Delegación de Infancia y Juventud.

El Templo Eucarístico de San Martín de Tours (calle Desengaño, 26) será el siguiente templo en acoger el icono, el sábado 9. A las 12,00 y 19,00 horas habrá celebraciones eucarísticas, y oración litúrgica y Rosario durante todo el día. Ese mismo día, la imagen de la Virgen será trasladada a la capilla Cachito de Cielo (Travesía de Belén, 1) donde a las 21,00 horas dará comienzo una Adoración al Santísimo, y evangelización. La Vigilia se prolongará durante toda la noche, y concluirá a las 09,00 horas de la mañana siguiente con una oración ecuménica.

El domingo 10, el icono visitará la Iglesia Ortodoxa Rusa (calle Gregorio Vacas, 16) donde a las 10,00 horas se celebrará la Eucaristía seguida de Adoración. A continuación, pasará al Primer Monasterio de la Visitación (Salesas) de la calle Santa Engracia, 20, donde a las 18,00 horas dará comienzo la Exposición del Santísimo, Vísperas cantadas, Rosario y Bendición.

La Basílica de la Virgen de Atocha (Avenida de la Ciudad de Barcelona, 1) acogerá el icono el lunes 11, donde a las 12,00 y a las 20,00 horas se celebrará la Santa Misa. 

El martes 12 será en la Capilla de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense (Ciudad Universitaria, s/n) donde se celebre a las 10,30 horas una oración de Acogida al icono, a las 12,45 y 16,30 horas un Rosario por la vida, y a las 13,30 y 17,45 horas la Misa.

La Comunidad Polaca (Iglesia de San Valentín y San Casimiro, en la calle Villajimena, 75) acogerá el icono en su peregrinación por la diócesis el martes 12 de febrero. En ella, a las 19,30 horas se celebrará la Misa, y a las 20,30 horas una Vigilia de Oración y Adoración.

La Basílica de la Virgen Milagrosa (calle García de Paredes, 45) será la siguiente parada del icono, prevista para el miércoles 13. A las 10,00 horas se celebrará la Misa de acogida, a las 13,00 horas Misa para colegios, a las 15,30 horas un Acto mariano y encuentro con niños, a las 18,10 horas un Rosario por la vida, y a las 21,30 horas una Vigilia de oración mariana.

El último día de la peregrinación por la diócesis, jueves 14, el icono visitará la Casa de Acogida de Embarazadas Mater Admirabilis (Esclavas de la Virgen Dolorosa, c/ García Martín 25, de Pozuelo), donde a las 10,00 horas dará comienzo la ceremonia de acogida, y la oración con madres.


Patrona de Polonia
( "La Madonna Negra" de Jasna Gora)


No se conoce el origen de ésta imagen milagrosa que por muchos siglos ha estado íntimamente relacionada con la historia del pueblo polaco. Según una leyenda, después de la crucifixión de Jesús, cuando la Virgen María se trasladó a la casa de San Juan, llevó consigo algunos artículos personales, entre ellos una mesa hecha por el mismo Redentor en el taller de San José. Se cuenta que, cuando las mujeres piadosas de Jerusalén le pidieron a San Lucas que hiciese una pintura de la Madre de Dios; fue la parte superior de esta mesa la que el Apóstol utilizó para pintar la imagen. Mientras aplicaba los broches y la pintura, San Lucas escuchó con atención como la Madre de Jesús hablaba de la vida de su Hijo; muchos de estos hechos fueron plasmados en su Evangelio.

La leyenda cuenta que la imagen permaneció en los alrededores de Jerusalén hasta que fue descubierta por Santa Elena, en el siglo cuarto. El cuadro, junto con otras reliquias, fue trasladado a la ciudad de Constantinopla, donde el hijo de Santa Elena, el Emperador Constantino el Grande, erigió una Iglesia para su entronización. La imagen de la Madre de Dios y el Niño fue honrada por el pueblo. 

Cuando los Saracenos invadieron la ciudad, los senadores y ciudadanos cargaron la preciada imagen en procesión por las calles. Los Saracenos se llenaron de pánico y huyeron en consternación.

Más tarde, durante el terrible reinado del Emperador Izauryn, quien rechazaba los objetos sagrados y había destruido muchos a fuego, la imagen fue salvada por su esposa, la Emperatriz Irene, quien demostró una gran astucia al esconder la imagen de la Virgen en el palacio del Emperador, lugar donde los enemigos de Nuestra Señora nunca pensarían en buscarla.

La imagen permaneció en Constantinopla por quinientos años, hasta que se convirtió en objeto de varios dotes y así fue, eventualmente, a parar en Rusia y la región rusa que más tarde se convirtió en la actual Polonia.

Después de que la imagen vino a formar parte de las posesiones del príncipe polaco, San Ladislao, fue instalada en un lugar especial de su palacio en Belz. Poco tiempo después, cuando el castillo fue asediado por los Tártaros, una flecha enemiga penetró en la Capilla por una ventana hasta el icono, causando un rasguño en la garganta de la Virgen María. La lesión permanece hasta el día de hoy, a pesar de los muchos intentos hechos a través de los años para repararla.

Las crónicas narran que San Ladislao se determinó a salvaguardar la imagen de las subsecuentes invasiones de los Tártaros trasladándola a Opala, su ciudad natal, donde estaría más segura. Este viaje lo llevó hasta Czestochowa, lugar donde decidió pasar la noche. Durante esta breve pausa de su viaje, la imagen fue trasladada a Jasna Gora (que significa "colina luminosa"). Ahí fue colocada en una pequeñaIglesia de madera llamada La Asunción. A la mañana siguiente, después de haber colocado la imagen con sumo cuidado en su vagón correspondiente, los caballos se rehusaban a moverse. Aceptando esto como una señal del cielo de que la imagen había de permanecer en Czestochowa, San Ladislao hizo regresar la imagen solemnemente, a la Iglesia de la Asunción. Esto ocurrió el día 26 de agosto de 1382, día que aún se observa como fiesta de la imagen de Nuestra Señora. Dado que fue el deseo de San Ladislao que la imagen fuese custodiada por los más santos varones, ordenó la construcción de una Iglesia y monasterio de los Padres Paulinos, quienes devotamente se han encargado de su cuidado por los últimos seis siglos.

Habiendo escapado de la furia del Emperador Izauryn, y el daño causado por la flecha de los tártaros en la garganta de la Virgen María, la imagen fue puesta en peligro por los husitas, quienes abrazaron herejías extravagantes. Estos últimos invadieron el monasterio de los Padres Paulinos en 1430 y saquearon el suntuoso santuario. Entre los objetos robados estaba la imagen de Nuestra Señora. Después de haberla colocado en el vagón, los husitas avanzaron tan sólo una corta distancia antes de que los caballos se rehusaran a caminar. Recordando que un incidente similar había ocurrido a San Ladislao hacía unos cincuenta años atrás, y dándose cuenta de que la imagen había sido la causa, los herejes arrojaron la imagen al suelo. Ésta se quebró en tres pedazos. Uno de los ladrones sacó su espada, golpeó la imagen y le causó dos cortaduras profundas. Cuando se preparaba para golpearla por tercera vez, cayó al suelo y se retorció en agonía, hasta que murió. Las dos cortaduras en la mejilla de la Virgen, junto con el daño causado anteriormente por la lanza en su garganta, han reaparecido siempre a pesar de los repetidos intentos de restauración.

La imagen estuvo nuevamente en peligro en el año 1655. En aquel entonces, 12,000 suecos se enfrentaron a los 300 hombres que protegían el santuario. Aunque grandemente superados en número, los protectores de la Virgen lograron un gran éxito derrotando a los enemigos. Al año siguiente, la Virgen María fue aclamada como Reina de Polonia.

Cercano a nuestros tiempos, el día 14 de septiembre de 1920, cuando el ejército ruso se estableció en el Río Vístula y se preparaba para invadir la ciudad de Varsovia, el pueblo recurrió a la Virgen María. Al día siguiente, fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, el ejército ruso se retiró después que la imagen de la Virgen apareció en una nube sobre la ciudad. En la historia de Polonia, ésta victoria es conocida como El Milagro de Vístula.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes invadieron y capturaron Polonia. Después de haberse tomado la ciudad de Varsovia, una de las órdenes de Hitler fue la de suspender y cancelar todas las peregrinaciones ya que estas fortalecían al pueblo polaco. En demostración al amor por Nuestra Señora y la confianza en su protección, medio millón de polacos secretamente viajaron hasta el santuarioen contra de las órdenes de Hitler. Después de la liberación de la ciudad en el año 1945, un millón y medio de personas expresaron su gratitud a Nuestra Señora rezando frente a su imagen milagrosa.

Veintiocho años después del primer intento del ejército ruso por capturar la ciudad, lograron esclavizar al país completo a partir del año 1948. Sin embargo, durante ese año, más de 800,000 personas valientes peregrinaron al santuario durante la fiesta de la Asunción, una de las tres fiestas de la imagen, aunque pasaron bajo la mirada de los soldados comunistas que rutinariamente patrullaban las calles. Hoy día, el pueblo continúa rindiendo honores a la venerada imagen de Nuestra Señora y el Niño, especialmente el día 26 de agosto, día que ha sido reservado para su celebración desde tiempos del Príncipe Ladislao.

Dado el color tan oscuro de la cara y las manos de Nuestra Señora, la imagen ha sido afectuosamente llamada "la Madona Negra", frase que nos recuerda del Cantar de los Cantares, "Soy morena pero bella". Su oscuridad se atribuye a varias condiciones, de las cuales la edad es la primordial. Otro factor es las pobres condiciones de los lugares donde fue escondida para salvaguardarla; además, infinidad de velas han sido quemadas ante ella, causando que estuviese constantemente rodeada de humo; y ha sido tocada por multitudes.

Sin contar el marco, la imagen es de aproximadamente 19 pulgadas de alto, unas 13 pulgadas de ancho y casi media pulgada de grueso. Hay una tela detrás del cuadro con dibujos y representaciones de su historia y de algunos milagros obtenidos a través de la intercesión de Nuestra Señora.

Los milagros atribuidos a la intercesión de Nuestra Señora de Czestochowa son numerosos y espectaculares. La documentación de estos milagros y curaciones se encuentra preservada en los archivos de los Padres Paulinos en Jasna Gora.

La imagen milagrosa fue reconocida oficialmente por el Papa Clemente XI en el año 1717. La corona dada por el Papa fue utilizada durante la primera coronación oficial de la imagen, pero este símbolo del reinado de Nuestra Señora fue robado en el año 1909. La corona fue reemplazada por una de oro incrustada con joyas, regalada por el Papa San Pío X.

Jan Casmir, Rey de Polonia, quien peregrinó allá en el año 1656. Después de haber colocado su corona a los pies del altar de la Virgen, prometió, "Yo, Jan Casmir, Rey de Polonia, os tomo a Vos como Reina y Patrona de mi reino; coloco a mi pueblo y a mi ejército bajo vuestra protección..." Mayo 3, el día en que se hizo este voto, fue designado por el Papa Pío XI con la fiesta de María bajo el titulo de "Reina de Polonia".

En tiempos modernos, el Papa Juan Pablo II, ha visitado varias veces a la Virgen de Czestochowa, siendo la primera en el año1979, pocos meses después de haber sido elegido Papa. También el Papa tiene una réplica de su querida Virgen de Czestochowa en el altar de su capilla privada donde cada día pasa horas en oración.

La Virgen de Czestochowa, herida en el cuello y en su rostro por sus enemigos, es una elocuente invitación a entregar nuestras vidas para reparar por tantas injurias que se siguen cometiendo contra nuestra Madre Amadísima.

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