jueves, 14 de marzo de 2013

Nacionalismo Pagano versus Patriotismo Cristiano (781)


El Nacionalismo es una Idolatría

El Nacionalismo pagano es una ideología perversa que ve en la Patria, la raza, o la etnia un fin en si mismo, es por tanto una ideología pecaminosa porque hace de estos conceptos un culto idolátrico, si se menciona a Dios o a la Religión es siempre para instrumentalizarlo al servicio de esa idolatría. El Patriotismo católico no ve en la Patria un fin en sí mismo, sino un medio para poner a toda una comunidad de hombres con vínculos fraternales, culturales, históricos, y sobre todo religiosos, al servicio de Dios y de la Evangelización del Mundo, buen ejemplo de esto es lo que España ha representado durante toda su historia.


El Nacionalismo pagano es siempre excluyente, fomenta la soberbia, el odio y el sometimiento de otros pueblos, a los que se considera de inferior dignidad por motivos puramente materialistas, como puede ser el origen biológico, la lengua, el desarrollo económico, etc. El Patriotismo cristiano es siempre integrador, civilizador y evangelizador, su objetivo no es expandir el sometimiento o la esclavitud, sino la luz de la Fe, no exalta los más bajos instintos del hombre, sino las más altas virtudes de heroicidad, entrega y amor. El Nacionalismo pagano se ha traducido a lo largo de la historia en genocidio, devastación, y decadencia. El Patriotismo Cristiano se ha traducido en el florecimiento de ricas civilizaciones y conceptos trascendentales como la Hispanidad.

El fortalecimiento del Nacionalismo pagano es directamente proporcional a la debilitación del Patriotismo cristiano, buena muestra de ello la tenemos en España, donde el Nacionalismo soberbio, excluyente y maligno aumenta conforme disminuye el sano patriotismo integrador y unificador de España. 
En resumidas cuentas, el Nacionalismo pagano es una perversa imitación diabólica del patriotismo, que es una de las más altas virtudes que un cristiano debe tener.

La VIRTUD del PATRIOTISMO 


Santo Tomás de Aquino nos dice que "después de Dios, son también principios de nuestro ser y gobierno, los padres, ya que de ellos hemos nacido, y la Patria, puesto que en ella nos hemos criado. Por tanto, después de Dios, a los padres y a la Patria es a quienes más debemos". 

La Virgen en La Salette, también advirtió que el desamor por la Patria sería una de las señales de la degradación universal que se sufriría al final de los tiempos: “Por todas partes se verán homicidios, odio, envidia, mentira y discordia, sin amor por la Patria ni por la familia...”. 

Al igual que las personas, las Naciones también tienen su ángel guardián. 

La Virgen en Fátima, exhortaba a los tres pastorcitos a ofrecer oraciones por la paz de su Patria. Al igual que un País puede ser puesto al servicio de Dios, también puede ser puesta al servicio de Satanás, así la Virgen mandó consagrar a su Inmaculado Corazón a Rusia que había caído bajo el dominio total del Maligno y estaba siendo instrumentalizada para expandir sus errores a todo el mundo. 

Al igual que el pueblo de Israel tenía una misión específica como fue preparar la llegada del Mesías al mundo, cada Nación tiene una misión específica a lo largo de su historia, la de España fue llevar la Fe a América y otras partes del Mundo, y defender la Tradición Católica frente a las herejías y el cismatismo, pero como las personas, una Nación puede o no ser fiel a su designio divino. 

Cuidado por tanto con ese susurro satánico que anima a las personas a ser tibios con el amor a su Patria porque se puede incurrir en un pecado mortal contra el cuarto mandamiento y en una falta de caridad para con el prójimo. 

Cuidado con los que dicen que es mejor rezar por el Mundo como excusa para descuidar la oración por su Patria mientras esta está tomada por el mal, porque caen en aquello de “fijarse en la paja ajena y no mirar la viga propia”, convierte primero a tu Nación, y cuando esto sea así, tu Nación será instrumento para convertir al Mundo entero. 

Como las almas, cada Nación recibirá su retribución al final de los tiempos, según su fidelidad a los designios de Dios. “Y las naciones andarán a su luz, y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria”(Apocalipsis 21:24). 

No tengamos pues, ningún reparo a la hora de amar a Dios sobre todas las cosas y a España por encima de nosotros mismos.


Fuente: Blog "Pensamiento Disidente"(Antonio M.R. 1/2/2013)