viernes, 3 de mayo de 2013

Meditación Trascendental, Esoterismo y Sincretismo en la Herejía NUEVA ERA (836)


RIES Nº 274 (9/4/2013):

1. Monseñor Munilla: “hoy se llevan el sincretismo y el esoterismo como espiritualidad”.
2. ¿Es bueno practicar la Meditación Trascendental?
3. Monseñor Munilla: “lo esencial del Evangelio no es la espiritualidad de la relajación o la autosuperación”.

1. Sincretismo y esoterismo

El obispo de San Sebastián, D. José Ignacio Munilla, reflexiona en su último artículo, del pasado Domingo de Resurrección, 31 de marzo, sobre las teorías de la Nueva Era que ponen en entredicho el valor de las religiones, y más concretamente de la religión católica, para explicar el Misterio de Dios. El prelado donostiarra sale al paso de lo que dicen estas teorías para las que lo importante es la “espiritualidad” y no la religión. Lo reproducimos de la web del Obispado de San Sebastián.

El vaso, el agua y el elefante

La Iglesia Católica se encuentra en plena celebración del Año de la Fe. Los obispos hemos recibido el ministerio de guardar la integridad de la fe. Se trata de una encomienda que abarca tres niveles: Tener una fe coherente, predicar con pedagogía y rebatir los errores contrarios. Pues bien, tengo que confesar que me preocupa cómo se difunden en nuestros días algunas imágenes sobre la religiosidad y la espiritualidad, que son claramente incompatibles con nuestra fe católica. Me refiero en concreto a las dos siguientes:

“El vaso y el agua”: Se pretende diferenciar entre la religión y la espiritualidad sirviéndose del referido símil. Las religiones serían como el vaso (hay muchos vasos); mientras que la espiritualidad sería como el agua. Se puede beber agua en diversos tipos de vasos o sin necesidad de ellos. Así ocurriría también con las religiones; todas ellas serían igualmente válidas para beber el agua de la espiritualidad.

“El elefante”: Se representa a un elefante rodeado de una serie de personajes vestidos con los atuendos típicos de diferentes religiones; todos ellos con los ojos totalmente vendados: Un obispo católico toca con sus manos la trompa; un monje budista palpa un colmillo del elefante; un imán acaricia una de las patas traseras; un rabino manosea una de las orejas del elefante… Y en la parte baja inferior de esta viñeta se puede leer: “Dios es mayor que lo que las religiones dicen sobre Él”. Es obvio que la conclusión a la que pretende hacernos llegar esta imagen del elefante es que todas las religiones se reducen a un intento infructuoso del hombre de alcanzar a Dios.

Alguien dijo que el relativismo es el ’santo y seña’ más característico de la cultura occidental secularizada. Y sin lugar a dudas, la reflexión teológica no está al margen de este riesgo. La teoría del “pluralismo religioso” -es decir, la presentación de todas las religiones como igualmente verdaderas- no es sino la lectura del hecho religioso a la luz del relativismo. La Nueva Era ha resultado ser una aliada inestimable para la penetración del relativismo en el campo religioso. Lo que hoy en día se lleva es el sincretismo y el esoterismo, como distintivo de una espiritualidad que está abierta a “todo", sin necesidad de creer en “nada” en concreto.

Sin embargo, quienes piensan que por este camino están descubriendo una espiritualidad moderna, están muy equivocados. En el fondo, nos encontramos ante una reedición del paganismo del Imperio Romano con el que se tuvo que enfrentar el cristianismo. Pongo un ejemplo ilustrativo muy concreto; el debate entreSimanco y San Ambrosio en el siglo IV:

Un presidente del Senado romano, de nombre Simanco, colocó un “ara de la Victoria” en el aula del Senado. Cada uno de los senadores debía quemar incienso en ese altar, independientemente de sus creencias, porque a juicio de Simanco tanto el cristianismo como el paganismo eran igualmente válidos. En su opinión todas las religiones son igualmente válidas al tratarse de caminos de búsqueda de una realidad que nos supera y que nunca podremos alcanzar. Su disertación se resume en la siguiente frase: “A tan gran Misterio es imposible que se pueda llegar por un solo camino”.

Los cristianos se negaron en redondo a quemar incienso en ese altar pagano. San Ambrosio, obispo de Milán, fue el encargado de responder a Simanco: Ciertamente el misterio de Dios es inaccesible al ser humano por sus solas fuerzas, pero este misterio se nos ha hecho accesible por la Revelación de Dios. La religión cristiana no es el camino del hombre a Dios, sino el camino de Dios al hombre. Por lo tanto, en palabras de San Ambrosio, los caminos de acceso a Dios no son múltiples, sino uno solo: el camino por el que Dios se ha acercado al hombre.

El senador pagano Simanco -y con él, los defensores del pluralismo religioso en nuestros días- piensan que “a tan gran Misterio es imposible que se pueda llegar por un solo camino”. Sin embargo, San Ambrosio mantiene que el politeísmo es irracional, y que Dios nos ha librado de él gracias a la Revelación. A diferencia de otras religiones, la religión cristiana no es una gnosis, una salvación por el conocimiento, sino que nace del hecho histórico de la Encarnación, Muerte y Resurrección de Cristo, gracias a las cuales Dios nos ha abierto el camino de acceso a su Misterio de vida. Aquí reside la originalidad del cristianismo: El acontecimiento central de la historia humana ha sido la venida de Dios, quien en Cristo, ha salido al encuentro del hombre.

La teoría del pluralismo religioso es totalmente incompatible con nuestra fe en la Encarnación. Las tendencias relativistas y sincretistas ligadas en mayor o menor medida a la Nueva Era, tienen muy poco de “nuevas", ya que en el fondo son una reedición del paganismo romano, que no podía soportar que Jesucristo fuese presentado como el “único mediador entre Dios y los hombres” (1 Tm 2, 5). Y es que, después de dos mil años de historia, ¡es muy difícil inventar una herejía original!

Pasados cincuenta años, estamos ante una buena oportunidad de redescubrir el Concilio Vaticano II, en el que de una forma muy equilibrada, se afirma por una parte, que en las diversas religiones podemos encontrar semillas de verdad, e incluso una cierta preparación para el Evangelio (cfr. LG 16). Pero al mismo tiempo se recuerda que solamente en Cristo y en su Iglesia se pueden encontrar la Revelación de Dios y la plenitud de los medios de la salvación (cfr. UR 3).

En definitiva, Jesucristo no solo es el agua, sino que también es el vaso. Y es que, en el cristianismo no se puede distinguir entre religiosidad y espiritualidad; de la misma forma que en el ser humano no se pueden separar las venas de la carne, sin acabar con su vida.

2. Meditación Trascendental 

El importante portal Aleteia continúa publicando artículos que aclaran la postura cristiana ante cuestiones diversas del mundo de las sectas y de la nueva religiosidad. Recientemente ha sido el experto argentinoRoberto A. Federigo, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), el responsable de explicar en qué consiste la Meditación Trascendental. Reproducimos su artículo a continuación.

1. ¿Qué sería la meditación trascendental (MT) y cómo se practica?

Sería una técnica mental y simple que se realizaría sin ningún esfuerzo. Serviría para reducir el estrés y desarrollar el pleno potencial mental y físico del individuo. Se aprendería fácilmente y se practicaría durante 15-20 minutos dos veces al día, sentándose cómodamente con los ojos cerrados (1). Quienes practican la MT dicen que “no es un culto, religión ni filosofía”. (2)

Maharishi enseña que aquel que se inicia en MT, debe sentarse en una posición correcta y repetir un mantra personal “que cada individuo recibe previo pago de la tasa requerida” (3). “En junio de 1997 varios de Burgos (España) tuvieron que abonar 70.000 pts. cada uno para recibir su mantra, tomado de una colección de ellos, hecha sin conocer a sus destinatarios” (4).

“En el estadio más adelantado de MT, gracias al programa ‘Siddhis MT’ (su importe total asciende a más de un millón de pesetas), dicen que se aprenden técnicas secretas en orden a realizar la levitación, la invisibilidad e inmortalidad” (5).

2. ¿Quién inventó la meditación trascendental?

Fue creada por Maharishi Yogi (1911-2008) en 1958. Maharishi nació en Jabalpur, en el norte de la India. Su verdadero nombre era Mahesh Brasad Warma. Estudió en la Universidad de Allahabad y se licenció en física en 1942. Poco después conoció a Guru Dev, discípulo de Saraswati. En la década de los 50 se convirtió en su discípulo y luego de la muerte de Dev, en 1953, se retiró por dos años a una cueva del Himalaya.

En 1958 llevó la técnica, desarrollada en su retiro de dos años, a Los Ángeles, California. Pronto creó el llamado Movimiento de la Regeneración Espiritual. Al principio, este movimiento-técnica, no contaba con muchos seguidores, no obstante, la década de los 60 cambiaría drásticamente su destino; la aparición delhippismo sería fundamental para su desarrollo y expansión.

Entre otras personalidades de la época, los integrantes de The Beatles fueron seguidores de Maharishi “…hasta que llegaron a la conclusión de que el gurú era un fraude. John Lennon le llamó ‘un lascivo mujeriego’” (6). De regreso a la India, cambió el nombre de sus enseñanzas, eliminando toda terminología religiosa; las llamó Ciencia de la Inteligencia Creativa.

En 1975 proclamó que había comenzado la era de la iluminación y en 1977 el Tribunal Federal de Nueva Jersey decretó que MT era una religión y prohibieron su enseñanza en los colegios de Nueva Jersey y de otros estados.

A nivel organizativo, los grupos y técnicas relacionadas con la MT son muchos y de variados nombres. Algunos son: Meditación Trascendental, Centros Védicos Maharishi, Centros de Invencibilidad Maharishi, Universidades Védicas Maharishi, Programa Maharishi Purusha de Mil Cabezas, Programa para la Eliminación de la Pobreza, Centros Médicos Maharishi, Colegio Maharishi de Medicina Védica, CentroMaharishi para la Salud Perfecta y Paz Mundial, Universidad a Distancia Maharishi, Universidad Maharishide Administración, Instituto para la Medicina Natural y Prevención, Escuela Maharishi de la Era de la Iluminación, Construcción Mundial Maharishi, Sthapatya Veda Maharishi, Una selección de casas, Recursos Sthapatya Veda, El Programa Maharishi de Desarrollo Corporativo, El Centro Maharishi para la Excelencia en la Administración.

3. La cosmovisión espiritual de MT es básicamente hinduista

Sería básicamente hinduista. La visión de Dios en la MT es principalmente panteísta, al igual que en el hinduismo, es decir que Dios sería el universo mismo. “La MT también adopta la trinidad hindú. Dios se manifiesta como Brahman, Visnú y Siva” (7).

La MT también propone que la salvación “consiste en librarse de las reencarnaciones. Uno alcanza la salvación en la MT cuando se libera de la ley del karma y así se hace capaz de entrar en unión con la Inteligencia Creativa. Esto se alcanza mediante la meditación y recitación del mantra propio” (8).

Considera que la naturaleza pecadora del hombre no es el problema, sino que el problema sería la ignorancia del hombre (como falta de conocimiento), conocimiento que se adquiriría siguiendo las enseñanzas de Maharishi y recitando los dos mantras diarios.

4. Dice ser una técnica para reducir el estrés, pero es mucho más.

MT dice entonces ser una técnica para reducir el estrés y asimismo liberarse de la ley del karma, es decir que manifiesta una posibilidad que podría ser comprobable desde lo físico, con una teoría metafísica de las religiones hinduistas.

Desde el plano físico es sabido que toda relajación, produce una reducción en la tensión arterial, que puede ser uno de los factores causantes del estrés. Así que tanto un mantra para el individuo que gusta de recitarlo, como por ejemplo cantar cualquier tipo de estilo (que no tenga que ver con lo religioso, inclusive) para la persona que sienta placer por ello, sería lo mismo.

La ley del karma se basa en la creencia del alma, en la reencarnación de esta y en los actos personales, sería una ley cósmica de retribución, de causa y efecto.

MT sería un tipo de “…secta de inspiración hindú, presentada como una técnica psico-terapéutica: ‘La MT es un nuevo hinduismo. Es el anuncio de una nueva era espiritual; quiere hacer conocer al Occidente enfermo las fuerzas salvadoras de la autorrealización de sí mismo por la meditación’” (9). Entonces considerando su contenido de espiritualidad, su parte terapéutica, tan directamente enfatizada, sería a sí misma, incompatible y contradictoria.

5. Pero entonces… ¿Qué es meditación trascendental?

“La Audiencia Administrativa de Colonia (6.8.1980) permite al Gobierno Federal de Alemania afirmar que la MT es una secta que puede dañar psíquicamente a quienes la practican” (10). La ampliación del juicio puede verse en el sitio de la AGPF (Aktion für Geistige und Psychische Freiheit) (11). Respecto a si es un culto o una simple técnica, se ha observado que en algunos estados de Estados Unidos es tomado como culto religioso. La ampliación en el sitio de Behind the TM facade (12).

Para quien sigue las creencias hinduistas o neo-hinduistas, el alma sería una chispa del Espíritu Divino (Atman), de ese todo universal del que todos formaríamos parte y del cual por ende seríamos una parte. Esa fuerza o energía solitaria, sin creación, se contemplaría a sí misma al igual que sus chispas al contemplarse a sí mismas contemplarían al todo. Esto lleva al individualismo espiritual y a una especie deautorredención vista como autoconocimiento.

Algunos dicen también que se presentaría como una técnica psicoterapéutica, no obstante, en sus bastas líneas no existe una psicoterapia sin un psicoterapeuta como tampoco una corriente en la que se relacione la psicoterapia con la creencia religiosa; sea ésta hindú, budista, cristiana, etc.

6. ¿Por qué La Iglesia no apoya la práctica de meditación trascendental?

“La psicología se utiliza para explicar la expansión de la mente como experiencia «mística». El yoga, el zen, la meditación trascendental y los ejercicios tántricos conducen a una experiencia de plenitud del yo o iluminación. Se cree que las «experiencias cumbre» (volver a vivir el propio nacimiento, viajar hasta las puertas de la muerte, el biofeedback, la danza e incluso las drogas, cualquier cosa que pueda provocar un estado de conciencia alterado) conducen a la unidad y a la iluminación.

Como sólo hay una Mente, algunas personas pueden ser canales, cauces para los seres superiores. Cada parte de este único ser universal está en contacto con todas las demás partes. El enfoque clásico de la Nueva Era es la psicología transpersonal, cuyos conceptos básicos son la Mente Universal, el Yo Superior, el inconsciente colectivo y personal y el ego individual. El Ser Superior es nuestra identidad real, un puente entre Dios como Mente divina y la humanidad.

El desarrollo espiritual consiste en el contacto con el Ser Superior, que supera todas las formas de dualismo entre el sujeto y el objeto, la vida y la muerte, la psique y el soma, el yo y los aspectos fragmentarios de ese mismo yo. Nuestra personalidad limitada es como una sombra o un sueño creados por el yo real. El Ser Superior contiene los recuerdos de las (re-)encarnaciones anteriores” (13).

“El componente psicológico de este tipo de espiritualidad procede del encuentro entre la cultura esotérica y la psicología (cf. 2.3.2). La Nueva Era se convierte así en una experiencia de trasformación psico-espiritual personal, que se contempla como algo análogo a la experiencia religiosa, después de una crisis personal o una larga búsqueda espiritual. Para otros procede del uso de la meditación o de algún tipo de terapia, o de experiencias paranormales que alteran los estados de conciencia y proporcionan una penetración en la unidad de la realidad” (14).

“Todas las técnicas de meditación necesitan purificarse de la presunción y de la ostentación. La oración cristiana no es un ejercicio de contemplación de sí mismo, quietud y vaciamiento de sí, sino un diálogo de amor, que «implica una actitud de conversión, un éxodo del yo del hombre hacia el Tú de Dios». Conduce a un sometimiento cada vez más completo a la voluntad de Dios, mediante el cual se nos invita a una solidaridad profunda y auténtica con nuestros hermanos y hermanas” (15).

“«El objetivo de las técnicas de la Nueva Era es reproducir los estados místicos a voluntad, como si fueran un asunto de material de laboratorio. El renacer, el biofeedback, el aislamiento sensorial, los mantras, el ayuno, la privación de sueño y la meditación trascendental, son intentos para controlar esos estados y experimentarlos continuamente».

Todas estas prácticas crean una atmósfera de debilidad (y vulnerabilidad) psíquica. Cuando el objeto del ejercicio consiste en reinventarnos a nosotros mismos, se plantea realmente la pregunta acerca de quién soy «yo». El «Dios interior» y la unión holística con todo el cosmos subrayan esta pregunta. Las personalidades individuales aisladas serían patológicas para la Nueva Era (según su particular psicologíatranspersonal). Pero «el verdadero peligro es el paradigma holístico. La Nueva Era es un pensamiento basado sobre una unidad totalitaria y precisamente por eso es un peligro…»” (16).

3. Espiritualidad de la 
relajación o la autosuperación 

En la homilía que pronunció el obispo de San Sebastián, D. José Ignacio Munilla Aguirre, en la Misa de la Cena del Señor del pasado Jueves Santo (28 de marzo) que presidió en la Catedral del Buen Pastor de la capital donostiarra, hizo una clara referencia a las espiritualidades que centran todo en el sujeto y en suautosuperación, propias de la Nueva Era, aunque no nombrara a este movimiento. Cosa que sí ha hecho, en la misma Semana Santa, en su artículo publicado el Domingo de Resurrección sobre la Nueva Era como sustentadora del relativismo religioso, y que hemos reproducido más arriba.

Después de explicar el sentido del Jueves Santo desde la institución por parte de Cristo de los sacramentos de la eucaristía y del orden sacerdotal, el obispo dijo que también “es el día en el que el Señor nos encomienda el mandamiento del amor al prójimo”. Para monseñor Munilla, el gesto litúrgico del lavatorio de los pies es “un gesto de la auténtica religiosidad”. Y, refiriéndose al Papa Francisco en la homilía de su primera Misa Crismal como pontífice, el prelado donostiarra afirmó que “la auténtica religiosidad no se encuentra en aquellos que buscan una autoexperiencia o una introspección”.

Porque “existe hoy en día el error de entender que la religiosidad es una especie de ‘un curso de autoayuda’, que busca una relajación por la relajación, o una especie de técnica de búsqueda de paz interior. Y decía el Santo Padre: esa es una falsa religiosidad, la que busca la autoexperiencia, el sentirse bien”.

Frente a esto, monseñor Munilla señaló que “la religiosidad no es un producto de consumo que, bajo la excusa de que queremos humanizarnos, en el fondo reduce la salvación eterna a un sentirse bien con nosotros mismos, relajación, paz… en medio del estrés que vivimos. Esa es una falsa religiosidad”. Jesús dice que el que se busque a sí mismo se perderá, recordó el obispo. La caridad, subrayó, “no es poner nuestra libertad al servicio del bienestar, sino poner nuestra libertad al servicio del amor. Eso es la caridad”.

Porque “ante Dios el hombre se olvida de sí mismo; ante la caridad el hombre se olvida de sí mismo. El Evangelio no dice ‘conócete a ti mismo’, relájate, siéntete bien contigo mismo… no; sino ‘mira a Dios, olvídate de ti mismo y entrégate al prójimo’. Lo esencial del Evangelio no es la espiritualidad de la relajación, ni siquiera la de la autosuperación. Sino que lo esencial del Evangelio es la espiritualidad de la ofrenda de nosotros mismos al Padre, unidos a la cruz de Cristo, en la entrega al prójimo. Esa es la esencia del Evangelio: ofrecer nuestra vida en un sacrificio agradable al Padre, unidos a la cruz de Cristo. ¿Y cómo? Amando al prójimo de una manera muy concreta, muy práctica, muy cercana”.