viernes, 14 de junio de 2013

Máster de Formación para el Matrimonio: No basta un Cursillo de 3 días para ser Felíz. Es mucho más complicado que triunfar en la Profesión (912)




372 El hombre y la mujer están hechos "el uno para el otro": no que Dios los haya hecho "a medias" e "incompletos"; los ha creado para una comunión de personas, en la que cada uno puede ser "ayuda" para el otro porque son a la vez iguales en cuanto personas ("hueso de mis huesos...") y complementarios en cuanto masculino y femenino (cf. Mulieris dignitatem, 7). En el matrimonio, Dios los une de manera que, formando "una sola carne" (Gn 2,24), puedan transmitir la vida humana: "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra" (Gn 1,28). Al trasmitir a sus descendientes la vida humana, el hombre y la mujer, como esposos y padres, cooperan de una manera única en la obra del Creador 


Liturgia del Matrimonio

Queridos hermanos que hoy acompañáis a NN y NN en la celebración de su Matrimonio en el Señor, sed bienvenidos. La Iglesia, Esposa fiel de Jesucristo, invita hoy a estos novios a significar y participar en el misterio pascual del Señor, que dio su vida en amor y fidelidad por ella.

El Espíritu Santo, fuente de vida, ayuda desde hoy a estos novios a entregarse mutuamente y con amor indiviso a su proyecto esponsal y de paternidad. Con su gracia les será más llevadero el pacto de amor que hoy rubrican, manteniéndose unidos y fieles en los gozos y adversidades. El mismo Espíritu les ayudará a descubrir también su papel de colaboradores con los hijos que Dios le quiera dar.

Escucha nuestras súplicas, Señor,
derrama tu gracia sobre estos hijos tuyos
que se unen junto a tu altar,
y hazlos fuertes en la mutua caridad.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.


Liturgia de la Palabra

Primera Lectura: Tb 8, 4b-8
Salmo Responsorial: Salmo 137
Segunda Lectura: 1 Co12, 31. 13, 8a
Evangelio: Jn 15, 12-16


Celebración del Matrimonio

Monición: Estamos aquí, junto al altar, para que Dios garantice con su gracia vuestra voluntad de contraer Matrimonio ante el ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida. Cristo bendice copiosamente vuestro amor conyugal, y él, que os consagró un día con el santo Bautismo, os enriquece hoy y os da fuerza con un Sacramento peculiar para que os guardéis mutua y perpetua fidelidad y podáis cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, ante esta asamblea, os pregunto sobre vuestra intención.

Escrutinio: ¿Venís a contraer Matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?
¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?
¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsablemente y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?

Consentimiento: Así, pues, ya que queréis contraer santo Matrimonio, unid vuestras manos, y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Yo, NN, te recibo a ti, NN, como esposa y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Yo, NN, te recibo a ti, NN, como esposo y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Confirmación del consentimiento: El Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, el Dios que unió a nuestros primeros padres en el paraíso confirme este consentimiento ante la Iglesia y, en Cristo, os dé su bendición, de forma que los que Dios ha unido, no lo separe el hombre. Bendigamos al Señor.

Bendición y entrega de los anillos: El Señor bendiga † estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. NN, recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Bendición y entrega de las arras: Bendice †, Señor, estas arras, que NN y NN se entregan,
y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes.

Oración de los fieles: Oremos, hermanos, por las necesidades de la santa Iglesia y de todo el mundo, y encomendemos especialmente a nuestros hermanos NN y NN, que acaban de celebrar con gozo su Matrimonio.

Por la santa Iglesia: para que Dios le conceda ser siempre la esposa fiel de Jesucristo. Roguemos al Señor.
Por los nuevos esposos NN y NN: para que el Espíritu Santo los llene con su gracia y haga de su unión un signo vivo del amor de Jesucristo a su Iglesia. Roguemos al Señor.
Por nuestro hermano NN: para que sea siempre fiel al Señor como Abrahán y admirable por su piedad y honradez como Tobías. Roguemos al Señor.
Por nuestra hermana NN: para que sea siempre irreprensible en su conducta, brille por su dulzura y pureza, humildad y prudencia. Roguemos al Señor.
Por todos los Matrimonios: para que, en el amor mutuo y en la fidelidad constante, sean en nuestra sociedad fermento de paz y unidad. Roguemos al Señor.
Por los miembros de nuestro familia que han muerto en la esperanza de la resurrección: para que Cristo los acoja en su reino y los revista de gloria y de inmortalidad. Roguemos al Señor.

Escucha, Padre de bondad, nuestra oración y concede a tus siervos, que confían en ti,
conseguir los dones de tu gracia, conservar el amor en la unidad y llegar con su descendencia, después de esta vida, al reino eterno. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Credo

Liturgia Eucarística

Presentación de dones: cantamos: Bendito seas Señor.
Oración sobre las ofrendas: Recibe en tu bondad, Señor, los dones que te presentamos con alegría,y guarda con amor de Padre a quienes has unido en alianza sacramental. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Prefacio: Que con el yugo suave del amor y el vínculo indisoluble de la unidad, hiciste más fuerte la alianza nupcial, para que aumenten los hijos de tu adopción
por la honesta fecundidad de los esposos. Tu providencia, Señor, y tu amor lo dispuso así de modo tan admirable, que el nacer llena la tierra y el amanecer aumenta tu Iglesia, por Cristo, Señor nuestro. Por eso, con los ángeles y los santos, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Plegaria eucarística: Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos, de los nuevos esposos NN y NN y de toda tu familia santa, que hoy intercede por ellos; y ya que les has concedido llegar al día de los desposorios, otórgales también
el gozo de una ansiada descendencia y de una larga vida.Por Cristo, nuestro Señor. Amén.

Padre Nuestro

Bendición nupcial

Queridos hermanos, roguemos humildemente al Señor que derrame la gracia de su bendición sobre estos hijos suyos, que acaban de contraer Matrimonio en Cristo, y a los que unió en santa alianza, por el Sacramento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo
que van a recibir los haga perseverar en un mismo amor.

Oh Dios, que con tu poder creaste de la nada, y, desde el comienzo de la creación, hiciste al hombre a tu imagen y le diste la ayuda inseparable de la mujer, de modo que ya no fuesen dos, sino una sola carne, enseñándonos que nunca será lícito separar lo que quisiste fuera una sola cosa.

Oh Dios, que consagraste la alianza matrimonial con un gran Misterio y has querido prefigurar en el Matrimonio la unión de Cristo con la Iglesia.

Oh Dios, que unes la mujer al varón y otorgas a esta unión, establecida desde el principio, la única bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio.

Mira con bondad a estos hijos tuyos, que, unidos en Matrimonio, piden ser fortalecidos con tu bendición: Envía sobre ellos la gracia del Espíritu Santo, para que tu amor, derramado en sus corazones, los haga permanecer fieles en la alianza conyugal.

Abunde en tu hija NN el don del amor y de la paz, e imite los ejemplos de las santas mujeres, cuyas alabanzas proclaman la Escritura. Confíe en ella el corazón de su esposo, teniéndola por partícipe y coheredera de una misma gracia y una misma vida, la respete y ame siempre como Cristo ama a su Iglesia.

Y ahora, Señor, te pedimos también que estos hijos tuyos: permanezcan en la fe y amen tus preceptos;
que, unidos en Matrimonio, sean ejemplo por la integridad de sus costumbres; y, fortalecidos con el poder del Evangelio, manifiesten a todos el testimonio de Cristo; que su unión sea fecunda, sean padres de probada virtud, vean ambos los hijos de sus hijos y, después de una feliz ancianidad, lleguen a la vida de los bienaventurados en el reino celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Rito de la paz: Oración después de la comunión: Por medio de este sacrificio, Señor, guarda con tu providencia y haz vivir en un mismo amor a quienes has unido en santo Matrimonio y alimentado con un mismo pan y un mismo cáliz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Conclusión de la celebración: Nuestro Señor Jesucristo, que santificó con su presencia las bodas de Caná, os conceda a vosotros, y a vuestros familiares y amigos, su bendición. Amén.

Nuestro Señor Jesucristo, que amó a su Iglesia hasta el extremo, os conceda amaros el uno al otro de la misma manera. Amén.

Nuestro Señor Jesucristo os conceda ser testigos fieles de su resurrección en el mundo y esperar con alegría su venida gloriosa. Amén.

Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes, os bendiga Dios Todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo. Amén.

Consagración a la Virgen

Rito de despedida: Compañera te doy, y no sierva: ámala como Cristo ama a su Iglesia. Hermanos: en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, id en paz. Demos gracias a Dios.