(Blog Clavijo)
El Occidental (16/7/2013): Un 16 de julio de 1212, provincia de Jaén; es aquí, donde tiene lugar uno de los episodios más importantes para la historia de nuestra nación y nuestro continente, en lo que fue una batalla por la defensa de la religión cristiana y los reinos hispanos ante el avance de los musulmanes.
El imperio almohade, con capital en Marruecos, se había impuesto en gran parte de la península, en lo que denominaron Al-Andalus. Sin embargo, el emir al-Nasir tenía unas pretensiones mucho más ambiciosas y mandó un innumerable ejército sobre la sierra de Despeñaperros para intentar expandirse por el resto del territorio peninsular. El rey castellano Alfonso VIII pidió ayuda a Roma para que considerara la batalla a librar como una cruzada por la importancia superlativa que este enfrentamiento iba a tener para el mantenimiento de la religión de Europa: el cristianismo.
El ejército cristiano libró en el campo de Las Navas de Tolosa el mayor enfrentamiento por el futuro de nuestra religión y raza, con una notable inferioridad numérica. Los 70.000 cristianos bajo el pendón de Castilla y la Cruz de Santiago lograron romper las líneas enemigas de los más de 100.000 musulmanes. El ejército almohade fue derrotado y el emir huyó a lomos de un burro. La victoria fue decisiva, los musulmanes quedaron sin esperanza de lograr recuperar el terreno perdido y Europa respiró tranquila ante lo que hubiera sido una amenaza para la conservación de nuestra cultura.
Recordemos por tanto, hoy y siempre, este glorioso acontecimiento, como europeos y como españoles. Con el orgullo, a veces olvidado, pero siempre presente de nuestro pueblo, hoy en la deriva, pero heredera de una Historia tan grande, que sólo ella es capaz de devolvernos los valores de nuestros antepasados para afrontar el futuro en estos difíciles momentos