jueves, 6 de marzo de 2014

Roberto Centeno: No hubo debate alguno en el Parlamento sobre el estado político, social y cultural de una nación que se está desintegrando; sólo se habló de economía, y lo que se afirmó fue una auténtica farsa (1268)


Sin debate de la Nación y farsa en economía

Alerta Digital-Roberto Centeno (4/3/2014): El debate del estado de la nación, como viene siendo habitual en este tipo de esperpentos, fue hurtado a los españoles. No hubo debate alguno sobre el estado político, social y cultural de una nación que se está desintegrando; sólo se habló de economía, y lo que se afirmó fue una auténtica farsa. Mariano Rajoy mintió descaradamente en todas sus afirmaciones, hablando de un futuro que sólo está en su imaginación, con la única y exclusiva intención de volver a engañar a los súbditos del Estado.

Mendacidad, necedad y prepotencia fueron las características principales de la intervención de Rajoy. Carece de plan económico alguno. Sus dos anuncios estrella son una vulgar estafa; sus habituales promesas de futuro, el cuento infantil de la lechera. Y Alfredo Pérez Rubalcaba, residuo de la ruina española que causó junto con Zapatero con un Gobierno que parecía sacado de una escombrera, continúa empeñado en recordarnos que nunca supo por qué España subía y mucho menos por qué luego su hundía. ¿Y que este espécimen todavía se atreva a hablar en público?

Si no hubo debate no sería por falta de motivos: la economía ha destruido las expectativas de futuro de varias generaciones; permitido el mayor nivel de corrupción política e institucional de Europa y de nuestra Historia; regiones enteras están fuera de la ley y el Gobierno lo tolera; se está al borde de la ruptura de la nación más vieja de Europa y el presidente y el Príncipe lo alientan (el Príncipe acaba de decir en Barcelona, ante un separatista maleducado, que la unidad de España y la separación de Cataluña no son asunto suyo, algo más que suficiente para descalificarlo como futuro rey); el poder judicial y todas las instituciones del Estado están politizadas y corrompidas hasta la médula, etc. De nada de esto se habló.

El objetivo de Rajoy no es ni la unidad de España ni el bienestar de los españoles, sino ocultar su desastrosa gestión y mentir descaradamente diciendo que la economía mejora para no ser derrotado por el ruinoso Rubalcaba en las europeas, lo cual significaría el principio de su fin. Y para Rubalcaba, esas elecciones representan la última oportunidad de mantenerse al frente de la podredumbre que es hoy el PSOE, que, además de carecer de ideales, ha corrompido absolutamente la conciencia de la unidad de España. Aparte estos dos irresponsables apátridas, a la mayoría de acompañantes, PNV, CiU y toda la autodenominada izquierda, no es que les importe o les preocupe el estado de la nación, es que su objetivo primordial es su aniquilación.

La desvergüenza de Mariano Rajoy

En su desesperado intento por no perder las elecciones europeas, Rajoy ha batido todos lo récords de mendacidad y triunfalismo vano, lo que ya es difícil. Pero esta vez ha ido más lejos, tanto que o en lugar de un puro había fumado crack o su salud mental está seriamente afectada. Me refiero a su afirmación de que España será pronto la nueva Alemania, una estupidez de mayor calibre aún que la de Zapatero cuando aseguraba que España jugaba en la Champions League, ya que lo que Rajoy afirma es que vamos a disputar la final con Alemania.

Lo siguiente tropelía del personaje han sido sus anuncios estrella: exención del IRPF para rentas hasta 12.000 euros anuales y tarifa plana de 100 euros como cotización a las Seguridad Social. La primera reflexión es que Rajoy está convencido de que los españoles somos imbéciles y nos trata como a tales. La segunda, que está absolutamente desesperado por presentar medidas electoralistas que le permitan ganar las europeas. Muy mal deben de estar las cuentas públicas (y lo están) para presentar dos medidas absolutamente ridículas.

La exención del IRPF hasta 12.000 euros es una tomadura de pelo tan clara y medible que uno no sale de su asombro. Sólo afecta al 8% de las personas que están por debajo de ese nivel de renta, es decir, a 120.000 de 1,5 millones, ya que el resto, 1,38 millones, están ya exentos. Y a los 120.000 beneficiarios les supone 166 euros anuales de media. Vamos, el despiporre: 20 millones en total, la décima parte de lo que se gasta la ínclita señora Botella en asesores que ni asesoran ni fichan.

La tarifa plana de 100 euros para nuevos contratos de carácter fijo se ha desmoronado en 48 horas. Se suponía que era para crear empleo, pero ahora resulta que las empresas pueden beneficiarse de la tarifa plana sin crearlo. Estos insensatos les permiten beneficiarse de la ayuda para sustituir empleados antiguos por empleados nuevos y también para convertir trabajadores temporales en fijos. Realmente inaudito. Reducirán los ingresos de una Seguridad Social quebrada y no crearán ni un solo empleo nuevo. ¿Pero es que se han vuelto locos?

Pero si las medidas son un bluff, la explicación de los motivos de las mismas fue de aurora boreal. La exención de impuestos era debida a la mejora de las cuentas públicas y el primer paso a una bajada generalizada de impuestos. Pero vamos a ver, Mariano, ¿de qué mejora hablas? ¿De no cumplir ni de lejos el compromiso de déficit público ni en 2013 ni en 2014? ¿De que hasta noviembre de 2013 los ingresos del Estado habían caído un 0,5%, los gastos subido un 6,9%, y el déficit de caja ascendido un 35,9%? Realmente sus afirmaciones no hay por dónde cogerlas.

La tarifa plana era debida a que las cuentas de la Seguridad Social habían mejorado gracias a su brillante gestión y ello hacía posible tal rebaja. Las cuentas de la Seguridad Social no sólo no han mejorado, es que se han desplomado. Las cotizaciones sociales han caído un 4% en 2012 y un 2,8% hasta noviembre en 2013, mientras que los gastos en prestaciones han subido un 4% en 2012 y un 4,9% hasta noviembre en 2013. Y esto no es una mejora: es un hundimiento total.

Y Mariano sueña que cruza el cabo de Hornos

La principal afirmación de Rajoy fue que “ya hemos cruzado el cabo de Hornos”, una chorrada igual a que España será la próxima Alemania. Tal cruce implicaría cambios de sentido en las variables macroeconómicas esenciales y en todas estas variables la situación va a peor, no a mejor.

1.-Deuda pública: Tanto la computable como la total han crecido exponencialmente bajo su mandato, las cifras más elevadas en más de un siglo. El crecimiento en 2013 superó en más de un 40% lo previsto en los Presupuestos de 2013, la cifra para 2014 superará los 80.000 millones y la emisión de deuda bruta –vencimientos y deuda nueva– superará los 260.000 millones de euros, una cifra casi inimaginable. Durante los años siguientes, la deuda seguirá creciendo sin pausa, a lo que habrá que añadir un nuevo rescate bancario ya que el sistema financiero en su conjunto es crecientemente insolvente.

2.- Renta disponible de las familias: Las rentas salariales que constituyen el grueso de la renta disponible de las familias han caído un 4,8% en 2012 y un 4% en 2013, más de 40.000 millones de euros de pérdida en comparación con los 29.000 millones perdidos entre 2008 y 2011. La reducción de las rentas salariales ha sido brutal con Rajoy, muy superior a la de los años más duros de la recesión. La previsión para 2014 es que no se ha cruzado el cabo de Hornos, sino que esta reducción continuará con fuerza. La caída de las ventas de grandes empresas y del índice del comercio minorista hacen temer lo peor. Y para acabar de darle la puntilla, dos analistas del Banco de España acaban de publicar un estudio que demuestra que los salarios reales caen el doble de lo señalan las cifras del Instituto Nacional de Estadística.

3.- El paro juvenil -menores de 25 años- es el más alto del mundo y no para de crecer. Nada menos que Obama le señaló a Rajoy que este factor era el punto más negro de la economía española, claro que al de la barba esto se la trae al pairo. Sin embargo lo es, ya que significa que la próxima generación carece de esperanza de trabajo y los que lo consigan ganarán en su mayoría sueldos miserables. La destrucción del futuro de nuestros hijos, junto con la deuda que nunca se podrá pagar, es sin duda algo por lo que la partidocracia oligárquica en general, y Rajoy en particular, no tienen perdón de Dios.

4.- Distribución de la renta y la riqueza: la distribución de la renta es la fase final y más importante de todo el proceso económico. Tenemos la distribución de la renta y la riqueza más injusta de toda Europa, algo que a Rajoy le importa un pimiento porque su insensibilidad ante el sufrimiento de los demás es pavorosa. Pero fuera de la ética y de la justicia, que no sabe lo que es, esto le ha llevado a una asignación de los recursos públicos absolutamente desastrosa, tanto que, de los 250.000 millones de deuda nueva contraídos por este irresponsable, ni un sólo euro ha sido dedicado a la economía productiva o al beneficio de los ciudadanos. Sólo a despilfarro político y ayuda a la oligarquía financiera.

5.- Las exportaciones se habían convertido en la demostración de su “excelente gestión”, aunque no tuvieran ni arte ni parte en ello. Y la mayoría de la gente se lo creyó. Bien, en 2013 han crecido un 5,2%, pero con la desgracia nacional que era Zapatero, crecieron por encima del 11% en sus dos últimos años de mandato, o sea que lo hace la mitad de bien que el indigente mental. Pero eso no es lo malo: el problema es que a partir del tercer trimestre las exportaciones comenzaron a caer, y en el último dato de diciembre se han desplomado hasta el 1%. Como las importaciones han comenzado a crecer, el déficit comercial fue un 18% superior al del mismo periodo del año anterior. No hace falta ser adivino para ver que la recuperación marianil de 2014 es pura fantasía. Y la entrada de capitales es cierta, pero vienen a comprar España a precio de saldo, no a crear riqueza y empleo.

6.- Las cifras oficiales de crecimiento del INE han sido una broma. Todos los analistas saben que el crecimiento en el cuarto trimestre de 2013 ha sido inferior al del tercer trimestre y el INE, siguiendo órdenes, publicó un crecimiento del 0,3% que era un escándalo. Como consecuencia, ha tenido que bajarlo al 0,2%, cuando el margen de error es superior a esta cifra, lo que significa que ha podido ser eso o cero. Pero es que, además, tienen una cara inaudita en unos profesionales. El consumo público, que es el 20% del PIB, ha caído en el cuarto trimestre un 19,1% y el INE, con un par de narices, ha considerado un descenso del deflactor de este agregado del 5,3%. Como explica Ángel Laborda, de FUNCAS, para que el PIB no saliera negativo “el INE ha tenido que hacer milagros (léase trampas) con otros agregados. El crecimiento del consumo privado, la inversión y las exportaciones parecen exagerados, a tenor de los indicadores disponibles para los mismos”. Resumen, después de un mísero “repunte” por debajo del margen de error en el tercer trimestre de 2013, la economía ha vuelto a caer en el cuarto trimestre, lo que se agudiza en 2014, según los pocos datos aún disponibles.

El resumen es que todo el discurso triunfalista de Rajoy es un ‘bluff’ de la A a la Z, y como esto se va a ir sabiendo poco a poco antes de las elecciones europeas –y no digamos de las autonómicas y de las generales–, el PP acabará como UCD, ‘delenda est Marianum’.

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