miércoles, 23 de abril de 2014

El himno Nacional en el funeral de Suárez: Rosa Díez de UPyD en contra, favorece a VOX y Ciudadanos (1313)



El Mundo-Orbyt-Federico JIMÉNEZ LOSANTOS (02/04/2014): ROSA DÍEZ, en gesto electoral que agradecerán VOX y Ciudadanos, se ha puesto como una fiera porque en el funeral de Estado de Suárez sonase el himno nacional. Ay, Rosa. Que a la entrada de los Reyes en un acto suene el himno nacional es, sencillamente, protocolario. Cuando el Rey va a un estadio de fútbol a presidir la final de la Copa que lleva su nombre, antes el del Generalísimo, antes el de la República y antes el de su abuelo, suena el himno. 

Y precisamente por ser un símbolo de la nación española, para cuya defensa creíamos que había nacido UPyD, lo pitan los hinchas separatistas del Barça o el Athletic de Bilbao. Y pese al actual descrédito de la Corona –anterior al libro de Pilar Urbano– si la final la juegan el Real Madrid, el Atlético, el Sevilla, el Zaragoza o el Valencia, las dos aficiones aplauden, aunque no les guste el cazador de Botsuana. Lo mismo pasa en Las Ventas cuando el Rey entra en el palco Real. Si va a barrera, no. Allí se mira mucho el protocolo. 

«Cuando reinaba Carolo», o sea, Carlos III, al himno se le llamó Marcha Granadera y luego Marcha Real pero hace siglos que representa, sencillamente, a España. En el franquismo se cantaban el Cara al sol falangista y el Oriamendi carlista, pero no el himno nacional pese a que la letra, esa que dicen que no tiene y que es anterior a la Guerra Civil, era de Pemán. 

Sin embargo, cuando juega la selección nacional de fútbol, mal llamada La Roja, la gente se empeña en acompañar el himno en plan «lo-lo-lo-lo» y sigue con el «yo soy español, español», tan anónimo y popular. A mí me gusta que el himno nacional no se cante, porque las letras de los himnos, empezando por La Marsellesa, son llamadas a la degollina; y, sobre todo, porque desde niño he visto en mi pueblo, con arrobo y respeto, que el Día de la Virgen sonaba el himno nacional cuando la imagen entraba en la ermita y volvía a sonar en la Consagración. 

En los pueblos sin banda de música tocan el himno con flautas, bandurrias y lo que sea. Igual que en el de Suárez sonó el himno en el funeral de Estado de Calvo Sotelo y en el del 11-M. Como dice UPyD que lo del 11-M ya está claro –como el 23-F–, pues que deje de sonar. Para los progres, el himno y la bandera son como para los ayatolás los versos satánicos del Corán. Rouco es su Satán pero quieren que sea Salman Rushdie.

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