martes, 17 de marzo de 2015

NACIONALISMO Católico: Santo Tomás de Aquino, León XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII y San Juan XXIII. P.Julio Meinvielle: "El judío en el misterio de la Historia" y P.Alfredo Sáenz: "La Masonería y la Iglesia" (1743)



Wikipedia: El Nacionalismo Católico es una doctrina y un movimiento político nacionalista y católico fundado en la Filosofía Tomista, la Doctrina Social de la Iglesia y el Catolicismo Social. Sus posiciones coinciden con las de la Iglesia Católica y con la visión social y política de los Papas León XIII, San Pío X, Pío XI, Pío XII y Juan XXIII:
-Valora positivamente el legado grecolatino, el medioevo y la hispanidad.
-Es iusnaturalista.
-Sostiene que la vida humana se inicia durante la concepción, por lo cual rechaza el aborto.
-Tiene una concepción tradicional de la familia, por lo que se opone al divorcio vincular y a que se considere matrimonio a la unión de personas del mismo sexo.
-Reconoce y defiende el derecho a la propiedad privada.
-Proclama enfáticamente los principios de primacía del bien común y de subsidiariedad del Estado.
-Aunque es "accidentalista" en materia política, prefiere un gobierno "fuerte" a la anarquía.
-No esconde su desagrado ante el sistema democrático liberal en general y la forma de la partidocracia en particular, considerándola como una corrupción en la gestión del bien común, generadora de tiranía y anarquía y de caos social, así como un medio proclive a cualquier forma de degeneración social.
-Favorece la existencia de sociedades intermedias (ver gremialismo).
-Propicia un corporativismo horizontal.
-Declara su preferencia por las formas mixtas de Gobierno, en las cuales se encuentren presentes y garantizados la autoridad y la unidad política, el mérito y la representación popular corporativa.
-Es anticomunista.
-Se opone al relativismo moral y al laicismo.
-Es partidario de posibilitar la enseñanza religiosa en las escuelas (o de mantenerla en aquellos países en que se realiza).
-En el período de entreguerras, algunos nacionalistas católicos consideraron la posibilidad de que otros movimientos nacionalistas (como el fascismo) pudieran ser aliados frente al comunismo.
-Algunos nacionalistas católicos han criticado el sionismo.
-No existe en el nacionalismo católico nada parecido a la doctrina racial del nazismo. Cualquier duda sería despejada, desde que el Papa Pío XI condenara al nacional-socialismo en la encíclica "Mit brennender Sorge", dirigida al episcopado alemán en 1937, que tuvo gran repercusión. Por ejemplo, Meinvielle consideraba que el fascismo constituía la traducción política del panteísmo hegeliano y también -siguiendo las enseñanzas del documento- caracterizaba al nacionalsocialismo como un movimiento cultural formalmente precristiano y esencialmente pagano, en su pretensión de recrear los mitos nórdicos de las antiguas divinidades germánicas. El nacionalismo católico sigue las enseñanzas de la Iglesia también en este aspecto.
-No tiene ninguna relación con el separatismo.
-En la actualidad, no se definen ellos mismos como nacionalistas católicos, puesto que el nacionalismo como ideología, entendido como exaltación de lo propio frente a lo extranjero, es rechazado por la Iglesia, contraponiéndosele la virtud cristiana del patriotismo, que obliga al servicio a la comunidad.
Wikipedia: Julio Meinvielle (Buenos Aires 1905-1973): Sacerdote argentino y Filósofo tomista. Sus libros fueron muy influyentes en el nacionalismo católico argentino. Se doctoró en teología y filosofía en Roma y pronto comenzó su prolífica obra sobre historia y economía. En 1934 participó en la creación de la Acción Católica Argentina. Promovió la creación de la Unión Scouts Católicos Argentinos (USCA), reconocida por el cardenal Copello, obispo primado de la Argentina, como asociación privada de fieles de la Iglesia católica.
En los años sesenta, el padre Meinvielle fue el guía espiritual del grupo antisionista Tacuara. Uno de los discípulos de Meinvielle fue el escritor Jordán Bruno Genta, autor de "Guerra contrarrevolucionaria: doctrina política". Otros discípulos de Meinvielle fueron el ideólogo nacionalista católico argentino Alberto Buela Lamas y su hermano, el sacerdote Carlos Buela, que en 1984 fundaría el Instituto del Verbo Encarnado. En 1973 murió por el atropello de una camioneta de la municipalidad de Lanús mientras cruzaba la avenida Nueve de Julio. Interpretaba la historia como un proceso de declive y decadencia de los valores católicos, que vendría determinado por tres eventos catastróficos para la Iglesia: Martin Lutero y las Revoluciónes francesa y bolchevique.
Crítico acérrimo de lo que percibía como "retrocesos" en los niveles de la educación católica. En 1936, cuando visitó Argentina por primera vez el filósofo católico tomista francés Jacques Maritain ―y fue bien recibido por una parte de la jerarquía eclesiástica― Meinvielle lo criticó fuertemente. Entre otras cosas, Meinvielle afirmaba que la Guerra civil española era una «guerra santa». En 1937 publicó un libro titulado "Qué saldrá de la España que sangra".
Su obra "De Lammenais a Maritain" supuso una crítica a las ideas del segundo Maritain; sostenía que defendía la falta de fe de la sociedad moderna, dado su apoyo al liberalismo. Expuso que la obra de Maritain se asentaba en las de Lamennais, Sangnier y Le Sillon; afirmó que el antropocentrismo de estos autores era incompatible con la fe católica.
Condenó el capitalismo y el marxismo y trató de buscar paralelos entre los dos, sosteniendo que el materialismo era la base de ambos. Abogó por un sistema económico basado en la Doctrina Social de la Iglesia, en el que el consumo regulase la producción y en el que la creación de riqueza fuese permitida siempre que se reinvirtiera.
Al igual que Rodolfo Irazusta fue un furibundo crítico de la usura, de la que culpó "a los judíos", citando como inspirador al economista Werner Sombart, perteneciente a la escuela histórica alemana.
Arguyó que el judaísmo tenía como objetivo la destrucción del cristianismo y sostuvo que todo tipo de males que le sucediesen a la Iglesia tendrían su base en la acción judaica. Aunque no repitió libelos de sangre, afirmó que el comunismo y el capitalismo eran creaciones judías como parte de su plan para dominar el mundo.
Fuerte opositor al nazismo, lo criticó desde el catolicismo integral en su obra "El nazismo y la Iglesia católica" en la cual detalla las persecuciones que el III Reich infligió a la Iglesia. Asimismo criticó el racismo por su positivismo y cientificismo exacerbado y anticristiano. Expuso estas tesis en su obra "El judío en el misterio de la Historia" (1936), y dio a su pensamiento una dimensión argentina, al considerar a Buenos Aires, una Babilonia moderna, dominada por el lobby judío de las finanzas.
Julio Meinvielle: ¿Quién puede ocuparse del judío sin un sentimiento de admiración o de desprecio, o de ambos a la vez? Pueblo que un día nos trajo a Cristo, pueblo que le rechazó, pueblo que se infiltra en medio de otros pueblos, no para convivir con ellos, sino para devorar insensiblemente su substancia; pueblo siempre dominado, pero pueblo lleno siempre de un deseo insolente de dominación. [...] Los judíos dominan a nuestros gobiernos como los acreedores a sus deudores. [...] Esta dominación se hace sentir en los ministerios de Instrucción Pública, en los planes de enseñanza, en la formación de los maestros, en la mentalidad de los universitarios; el dominio judío se ejerce sobre la banca y sobre los consorcios financieros, y todo el complicado mecanismo del oro, de las divisas, de los pagos, se desenvuelve irremediablemente bajo este poderoso dominio; los judíos dominan las agencias de información mundial, los rotativos, las revistas, los folletos, de suerte que la masa de gente va forjando su mentalidad de acuerdo a moldes judaicos; los judíos dominan en el amplio sector de las diversiones, y así ellos imponen las modas, controlan los lupanares, monopolizan el cine y las estaciones de radio, de modo que las costumbres de los cristianos se van modelando de acuerdo a sus imposiciones. ¿Dónde no domina el judío? Aquí, en nuestro país, ¿qué punto vital hay de nuestra zona donde el judío no se esté beneficiando con lo mejor de nuestra riqueza al mismo tiempo que está envenenando nuestro pueblo con lo más nefasto de las ideas y diversiones? Buenos Aires, esta gran Babilonia, nos ofrece un ejemplo típico. Cada día es mayor su progreso, cada día es mayor también en ella el poder judaico. Los judíos controlan aquí nuestro dinero, nuestro trigo, nuestro maíz, nuestro lino, nuestras carnes, nuestro pan, nuestra leche, nuestras incipientes industrias, todo cuanto puede reportar utilidad, y al mismo tiempo son ellos quienes siembran y fomentan las ideas disolventes contra nuestra Religión, contra nuestra Patria y contra nuestros Hogares; son ellos quienes fomentan el odio entre patrones y obreros cristianos, entre burgueses y proletarios; son ellos los más apasionados agentes del socialismo y comunismo; son ellos los más poderosos capitalistas de cuanto dáncing y cabaret infecta la ciudad.
Diríase que todo el dinero que nos arrebatan los judíos de la fertilidad de nuestro suelo y del trabajo de nuestros brazos será luego invertido en envenenar nuestras inteligencias Y lo que aquí observamos se observa en todo lugar y tiempo. Siempre el judío, llevado por el frenesí de la dominación mundial, arrebata las riquezas de los pueblos y siembra la desolación. Dos mil años lleva en esta tarea la tenacidad de su raza, y ahora está a punto de lograr una efectiva dominación universal.
Bibliografía:
El comunismo en la revolución anticristiana
Prólogo y comentarios a la carta encíclica «Pacem in Terris»
Concepción católica de la economía
Concepción católica de la política
Discurso del padre Julio Meinvielle en la Sociedad Rural
Entre la Iglesia y el Tercer reich
Iglesia y mundo moderno
De Lamennais a Maritain
Crítica de la concepción de Maritain sobre la persona humana
El judío en el misterio de la Historia5
Qué saldrá de la España que sangra
En torno al progresismo cristiano
Das Judentum im Geheimnis der Geschichte (traducción al alemán de su El judío en el misterio de la Historia).
La libertad religiosa
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