martes, 26 de mayo de 2015

BioNeuroEmoción-NUEVA ERA: Psicoterapia espiritual de carácter gnóstico y panteísta, sanación por nuestra energía interior o con la energía cósmica. Totalmente desaconsejable por la Iglesia Católica. Condenado por la Justicia en algunos países. Riesgos para la salud física y psíquica (1818)


BioNeuroEmoción
“psicoterapia espiritual de carácter sectario”
InfoCatólica-Luis Santamaría (19.05.15): Algunas personas y colectivos están dando a conocer las actividades de la denominada “Bioneuroemoción” y su creador, el español Enric Corbera, acusándolos de intrusismo profesional y de penetración en ámbitos de la salud, la universidad y hasta las ONG e instituciones benéficas.
Lo último que se ha sabido es la realización de un curso de Bioneuroemoción en una universidad española, tal como ha publicado recientemente Info-RIES (La universidad de Alcalá organiza un curso de “Bioneuroemoción”, InfoCatólica, 15/05/15).
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Se trata de una terapia válida?
Resumimos a continuación un artículo que responde a estas cuestiones, y que ha elaborado Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) para el portal católico Aleteia.
Enric Corbera y la “nueva medicina”
En el origen y en el centro de estas supuestas terapias se encuentra Enric Corbera. Para entender su propuesta terapéutica hay que referirse a la denominada “Nueva Medicina Germánica”, una doctrina cuyo mayor representante es el médico alemán Ryke Geerd Hamer y que encuentra el origen de todas las enfermedades en los conflictos emocionales o en los desequilibrios espirituales.
Según sus defensores, el proceso de curación consiste en tomar conciencia de estos conflictos o desequilibrios. Hamer ha sido condenado por la Justicia en algunos países. Y la Liga Suiza contra el Cáncer afirmó en el año 2001 que su medicina es “peligrosa, especialmente porque da a los pacientes una falsa sensación de seguridad, por lo que abandonan los tratamientos efectivos”.
Dictado por los espíritus
Junto a todo esto, no hay que olvidar que Enric Corbera utiliza el método de la Nueva Era denominado “Un Curso de Milagros”, que se basa en un libro del mismo nombre canalizado por escritura automática y que es totalmente incompatible con la fe cristiana por su carácter gnóstico y panteísta. El líder de la Bioneuroemoción afirma que todo su proyecto empezó con la lectura de esta obra.
En una de sus obras Corbera explica su convicción de que “todo lo que vivimos en este mundo es falso, que no hay nada por lo que valga la pena sufrir y sacrificarse, porque nada existe. Dedicar nuestra atención a las cosas de este mundo refuerza la creencia en su existencia, y esto nos mantiene atados al sueño, porque creemos en sus valores”.
Utilizando terminología cristiana, afirma que en verdad “el Espíritu Santo es nuestro Yo superior, el que está conectado permanentemente con la Fuente universal o Dios. […] Todo es un sueño, y nosotros creamos sus personajes y el mundo mismo. […] El cuerpo y el mundo no fueron creados por Dios, sino por el Hijo de Dios que se sintió separado del Gran Hacedor”. Por eso, reitera, “la sanación de nuestros males radica en nuestra mente”.
La Bioneuroemoción
Dicho todo lo anterior, se puede entender mejor el alcance de esta frase de Enric Corbera que resume su pensamiento y que se reproduce junto a su fotografía en muchos lugares: “Nos ponemos enfermos inconscientemente, tomamos consciencia y nos sanamos inconscientemente”.
La técnica como tal fue creada por Enric Corbera en 2008 y existe como una marca registrada, ya que “la marca BioNeuroEmoción se presenta como una filosofía y metodología con identidad propia”, según su líder. En cuanto a su funcionamiento, la Bioneuroemoción aplica diversas técnicas ampliamente utilizadas como terapias espirituales y de crecimiento personal de la Nueva Era: la Programación Neurolingüística (PNL), la hipnosis ericksoniana, la sofrología, etc. Además, asume otras teorías como los “Ciclos Biológicos Memorizados Celulares”, el proyecto sentido, el Transgeneracional y los rasgos de hermandad.
Claves para un discernimiento crítico
Hay que recordar que en marzo de 2014 el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña se desvinculó de la Bioneuroemoción y de todas las terapias análogas, en un comunicado en el que “no considera que en este momento, este modelo y prácticas derivadas cuenten con el aval y la garantía suficiente para poder ser definidos como que se sitúan en los estándares científicos y de calidad propios de la práctica psicológica”, explica, y por lo tanto afirma también que “no pueden encuadrarse en los cánones previstos en la Lex Artis propia de la profesión o el oficio de Psicólogo”.
Por si no hubiera quedado claro, el comunicado añade que “el hecho de que algunos de los valedores de este modelo y prácticas derivadas pertenezcan al COPC no supone que cuenten con el apoyo o aval de esta institución”, desmarcándose completamente de unas prácticas que considera “al margen de las reconocidas como propias por este colegio profesional”.
La Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (MIVILUDES), organismo del Gobierno de Francia, ha advertido también sobre toda esta familia de pseudoterapias. Sin nombrar a la Bioneuroemoción –que se trata de un fenómeno de carácter más español–, sin embargo sí hace un juicio muy crítico de estas corrientes que tienen su origen en la Biodescodificación y en los métodos del Dr. Hamer, señalando sus riesgos para la salud física y psíquica de los practicantes.
¿Qué dice la Iglesia de todo esto?
Por parte de la Iglesia Católica, la valoración de estos sistemas de sanación espiritual ha quedado clara en el documento interdicasterial sobre la Nueva Era:
donde se afirma que “la sanidad holística se centra en el importante papel que desempeña la mente en la curación física”, y por ello en estas propuestas terapéuticas “se dice que la fuente de la sanación está dentro de nosotros mismos, que la podemos alcanzar cuando estamos en contacto con nuestra energía interior o con la energía cósmica”.
De esta forma, dice el documento, “la Nueva Era implica una creencia fundamental en la perfectibilidad de la persona humana mediante una amplia variedad de técnicas y terapias (en contraposición con la idea cristiana de cooperación con la gracia divina)”. En propuestas como la Bioneuroemoción se defiende que “las personas nacen con una chispa divina, en un sentido que recuerda el gnosticismo antiguo. Esta chispa las vincula a la unidad del Todo, por lo que son esencialmente divinas, si bien participan de la divinidad cósmica según distintos niveles de conciencia. Somos co-creadores y creamos nuestra propia realidad”.
Por todas estas razones resulta totalmente desaconsejable cualquier colaboración de organismos y personas de la Iglesia con las actividades de la Bioneuroemoción, enmarcadas de forma clara en las pseudoterapias espirituales de carácter sectario de la Nueva Era.
Para leer el artículo completo: Aleteia
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