domingo, 26 de julio de 2015

ESPAÑA: El problema no es Cataluña. Es la Constitución Masónica de 1978 y el Estado de las AUTONOMÍAS (1895)


Desde “Madrid” –ese gigantesco Madrid que engloba a todos los españoles no separatistas-, el paisaje suele dibujarse en términos unívocos: hay una amenaza que es el tirón de la periferia. Pero eso es sólo una parte de la cuestión. Los “tirones” de la periferia no son nuevos en nuestra Historia. Lo realmente nuevo es que, frente a ese tirón de la periferia, no hay enfrente ninguna fuerza digna de consideración. Los partidos que deberían encarnar la fuerza integradora, nacional, oscilan entre los experimentos combustibles del PSOE y la quietud ordenancista del PP. Ahora existe también Ciudadanos, que dice defender la unidad nacional pero la reduce a una idea abstracta de la soberanía ciudadana, lejos de cualquier cosa que pueda llamarse “identidad”. Y sin embargo, esa identidad es precisamente lo que nos falta: la España actual no sabe qué es ni qué quiere. Y esa es la gran carencia de nuestra vida pública.