jueves, 23 de septiembre de 2021

SANTIAGO Apóstol:: batalla de Albelda-CLAVIJO (859)

Batalla de Albelda-Clavijo
Santiago Clavijo
Revisado, 23-9-21

ClaudioSánchez Albornoz. "Orígenes de la Nación Española, 
el Reino de Asturias" (pág. 233-241, SARPE 1985): 
En 859, gran victoria astur-leonesa y navarra 
contra los moros en Albelda, Monte Laturce o CLAVIJO

Reconquista e Imperio
Las 2 batallas de Albelda

Primera (852)

Hacia el año 852 tropas asturianas y gasconas se enfrentaron a Musa ibn Musa, de los poderosos Banu Qasi, en las proximidades de Albelda. La batalla finalizó con la victoria del ejército musulmán, lo que le posibilitó controlar la práctica totalidad del territorio de la actual La Rioja. Tras esta victoria Musa fue nombrado valí de la Marca Superior (852-859).

Segunda (859):
 
Musa ibn Musa, al apoderarse de Huesca en 855, había reunido un territorio tan extenso que se hacía llamar "tercer rey de España". Tratando de proporcionarse una base militar en una zona estratégica de comunicación entre las actuales Soria y Logroño, mandó construir una fortaleza en Albelda o Albaida, entre Clavijo y los montes de Viguera. 

Según la Crónica de Alfonso III en ese momento García Íñiguez de Pamplona abandonó su tradicional alianza con los Banu Qasi para aliarse con los asturianos. Ordoño I de Asturias se adelantó al peligro que podría suponer la nueva fortaleza y en 859 la atacó y destruyó, causando una gran derrota a los Banu Qasi.

Tras la derrota musulmana en esta batalla, en 860 la monarquía asturiana llevó a cabo la repoblación de Amaya, intensificando de esa manera el fenómeno repoblador en el alto Ebro y los territorios ubicados en la margen izquierda del Duero.

Bibliografía: 
Suárez Fernández, Luis (1976). 

Enciclopedia Libre Universal

Dícese de la batalla que sostuvo Ramiro I de León contra los musulmanes en el año 844. El lugar de la batalla fue en el monte Laturce, a unos 25 kms al sur de Logroño, y muy cerca a la estratégica posición de Albelda. El motivo pudo ser, al parecer, la negativa de Ramiro I a allanarse a la pretensión del tributo de las cien doncellas.
La suerte fue desfavorable para las armas cristianas, que quedaron cercadas en el monte Laturce. Las persepectivas de aniquilamiento para el día siguiente eran seguras. Pero durante la noche se le apareció, al rey Ramiro, el Apóstol Santiago en sueños, el cual, le animó para el combate al día siguiente, asegurándoles la ayuda.

Al día siguiente, 23 de mayo del año 844, efectivamente, en plena batalla, se apareció el Apóstol ayudando a los ejércitos cristianos. Al grito de "Que Dios nos ayude y Santiago", los musulmanes fueron completamente derrotados. La insignia del Apóstol era una cruz roja en forma de espada.
En agradecimiento de esta ayuda y para implorar la protección del Apóstol Santiago sobre España, el rey Ramiro I se comprometió para su reino y sus descendedientes, con el Voto de Santiago: un voto sagrado y solemne con el compromiso de abonar las primicias de las cosechas de cada año y el equivalente al gasto de un caballero en combate para la diócesis de Santiago.

Autores de la categoría de Sachez Albornoz sitúan la batalla de Clavijo en el año 859 con el rey Ordoño I, y otros sitúan la intervención del Apóstol y la institución del Voto, en la batalla de Simancas, año 939, con Ordoño II.

Los autores no-creyentes niegan la existencia misma de la batalla y del tributo de las cien doncellas. No explican estos autores entonces el origen del Voto de Santiago.
Sorprende que una de las primeras medidas de las Cortes de Cádiz, en 1812 fuera la abolición del Voto de Santiago (muy testimonial en términos ecónomicos). Sorprende también que el incumplimiento del Voto por parte de la Nación española haya sido el prólogo al hundimiento de España como potencia en el siglo XIX.
CLAVIJO y la RECONQUISTA
Javier Brandoli 
22/3/2010

Hay símbolos que sirven para cambiar la historia; hay lugares, olvidados, que guardan secretos que divagan por los siglos. Clavijo es una pequeña localidad riojana situada a 16 kilómetros de Logroño. Allí, en el siglo IX, tuvo lugar una batalla que cambió el signo de la historia española. Allí se creó un mito, el de Santiago Matamoros. Sobre él se construyó toda una operación de Reconquista que habría de terminar seis siglos después.

Eran tiempos de incipientes guerras religiosas, de pobreza, de razones para sublevarse ante un poder extendido. Hay muchos historiadores que dudan de la realidad de esta batalla, de su localización, de, por supuesto, la intervención del apóstol, pero lo cierto es que todo lo que allí pasó, aconteciera o no, fue el principio del fin del poder musulmán sobre la Península.

En el siglo VIII, el norte de la península Ibérica, tras cien años de conquista árabe, se ha convertido en refugio de los antiguos visigodos cristianos. Mauregato, hijo natural de Alfonso I y una esclava, pacta con los omeyas la entrega, como tributo, de cien doncellas a los emires, a cambio de mantener entre ambas facciones una cierta neutralidad (los musulmanes no parecen muy interesados en las frías montañas del norte).

Sin embargo, Ramiro I de León, en el año 844 se niega a mantener un paso que considera vejatorio. El todopoderoso ejército musulmán no tarda en reaccionar ante esta negativa de pago y el emir cordobés Abderramán II parten hacia el norte para cobrar su dote. Los saqueos se convierten en una constante entre la tropa musulmana hasta que se produce el encuentro entre ambos ejércitos en Albelda. El primer envite acaba con derrota de las huestes de Ramiro I, que decide retirarse al monte Laturce, en el conocido como Collado de Clavijo.

Aquí existe la primera gran duda histórica sobre lo sucedido. Muchos historiadores contradicen la fecha fijada por la tradición cristiana y apuntan a que la batalla de Albelda se produjo en 859 y no en 844 como dicen todos los textos tradicionales. El debate se sigue manteniendo hoy, ya que pese a haberse encontrado restos de armamento en la hoy localidad de Clavijo, se ha llegado a poner en duda que hubiera allí una batalla. Sánchez Albornoz en La auténtica batalla de Clavijo defiende que la verdadera batalla fue librada por Ordoño I contra el Banu Qasi Muza en el Monte Laturce. Hay muchos textos, que así lo atestiguan.

En la obra Historia crítica de Vizcaya y de sus Fueros, se recoge que “de nuestros cronicones, el Salmanticiense dedica párrafos a la expedición de Ordoño I contra los vascones, repetidas veces hizo guerra a los caldeos y triunfó de ellos. Como moviera su ejército contra los vascones rebelados y redujera a su país a la dominación, de vuelta ya, llego un mensaje diciendo: He aquí que del otro lado el árabe enemigo… contra el cual Ordoño movió su ejército y contra una ciudad denominada Albeida”. Y allí se dio la Batalla de Albelda o Clavijo”.

Por su parte, el catedrático de Historia Medieval, José Luis Martín Rodríguez, al referirse a “La Leyenda del Matamoros”, señala que “aunque Santiago no peleara a favor de los cristianos hasta época tardía, el hecho de que se sitúe su intervención en la batalla de Clavijo tiene, sin duda, alguna explicación: en Albelda, lugar muy próximo a Clavijo, combatieron Ordoño I de Asturias y Musa ibn Musa, caudillo de los musulmanes del Ebro, en el año 859. El lugar, era un punto estratégico que dominaba la vía de comunicación entre las actuales Soria y Logroño y que, cruzando el Ebro, llegaba hasta Pamplona. Tal vez, por su interés estratégico, aluden a la batalla con detalle las crónicas escritas poco después en la corte de Alfonso III, hijo de Ordoño, y el relato pudo llamar la atención de quienes –en la primera mitad del siglo XII– precisaban una batalla lo suficientemente importante y antigua para justificar los votos que los fieles pagarían en adelante al Apóstol Santiago”.