sábado, 21 de julio de 2018

Significación histórica de Franco, que dio paso a la paz interior más larga en varios siglos y dejó un país apto para una democracia no convulsa, muy distinta de la república y del Frente Popular

 
Significación histórica de Franco
Breve lección de democracia a un gobierno de maleantes
16 julio, 2018 
Como uds saben, muchas personas consideramos a Franco un gran estadista, probablemente el de más altura que ha tenido España en varios siglos. De esa opinión se deduce la capital importancia, moral y política, de respetar y mantener su memoria como una inspiración y orientación permanente, pese a que su régimen no pueda volver. Uds, en cambio opinan que fue un tirano sanguinario que acabó con las libertades, un criminal comparable a Hitler, como repiten a menudo, y cuya memoria debería ser denigrada y sus hechos condenados, a cuyo efecto han impuesto una ley llamada “de memoria histórica”.
No les niego a uds el derecho a sus opiniones, como defendemos el nuestro a las nuestras; derecho otorgado por la ley, no por ustedes. Pues, como en el caso de la ideología LGTBI, ustedes están tratando de aniquilar los derechos y la libertad de quienes discrepamos de sus ideas. A ese fin han impuesto una ley radicalmente antidemocrática: en ninguna democracia se impone por el poder una versión de la historia. De acuerdo con ella pretenden uds. eliminar no solo el derecho a otras opiniones, sino también las libertades de expresión, investigación y cátedra. Es decir, están tratando de destruir la democracia, pues las libertades son indivisibles, y al atacar las de unos se atacan las de todos, utilizando el poder tiránicamente. Cosa que no debemos consentir so pena de degenerar en un país de siervos.
Por otra parte, la libertad de expresar opiniones no convierte a ninguna en veraz, pues la veracidad no depende de derechos, sino de hechos. Y nuestra opinión se sustenta en los siguientes: Franco dio paso a la paz interior más larga en varios siglos, que todavía dura, tras la guerra civil. Ganada esta libró a España de las atrocidades de todos los bandos en la guerra mundial y venció al maquis, una peligrosa guerra de guerrillas comunista. Derrotó asimismo un aislamiento criminal (pues intentaba crear en España una gran hambruna), impuesto conjuntamente por regímenes comunistas, dictaduras varias y democracias. Los odios que habían desgarrado la república desaparecieron pronto, y, por abreviar mucho, el franquismo dejó un país próspero como una de las diez mayores potencias industriales del mundo, sin apenas analfabetismo, con tasas de crecimiento nunca alcanzadas antes o después, con una de las esperanzas de vida mayores del mundo, y la mejor salud social de Europa en términos de delincuencia y población penal, suicidios, droga y alcoholismo, prostitución, fracaso familiar y escolar, etc. Y ya que a ustedes les gusta equiparar a Franco con Hitler, el alemán dejó a su país en ruinas, mientras que el español hizo lo contrario, y solo este dato echa por tierra sus comparaciones. Permítanme añadir que esto no son opiniones, sino hechos bien constatables y constatados, por mucho que ustedes procuren desfigurarlos u ocultarlos. Dicho de otro modo, Franco dejó un país apto para una democracia no convulsa, muy distinta de la república y del Frente Popular, pues las democracias no funcionan en sociedades míseras y plagadas de odios.
No obstante, para ustedes el hecho mismo de ganar la guerra civil sería la máxima culpa, que borraría cualquier otro mérito, porque habría derrocado a un régimen legítimo, democrático y salido de las urnas. ¿Fue así? ¿Salió de las urnas el Frente Popular? Hoy sabemos sin lugar a dudas que aquellas elecciones de febrero de 1936 fueron fraudulentas, destruyendo la legalidad republicana. En otras palabras: si uds llaman democráticas a aquellas urnas, ya sabemos la clase de “democracia” que uds. defienden. Ahora bien, la destrucción de la legalidad es lo más grave, pues con ello se impide la convivencia en paz y libertad entre las distintas orientaciones e intereses existentes en todas las sociedades. Y uds vuelven a intentarlo hoy al introducir solapadamente leyes totalitarias como la LGTBI o esta de memoria histórica. Por lo demás, el fraude electoral del 36 fue seguido de cinco meses de orgía de incendios y crímenes que el propio Azaña consigna, con 300 muertos y ruina económica, culminados en el asesinato del jefe de la oposición, Calvo Sotelo, culpable de denunciar aquella tiránica e intolerable situación. Estos también son hechos indiscutibles y bien documentados, que uds pretenden ocultar despóticamente.
Y contra la censura que quieren implantar uds. conviene recordar qué fue el Frente Popular derrotado por Franco: una alianza de hecho entre separatistas y totalitarios, en la que participaba su partido, el PSOE. Un régimen que amenazaba gravemente la integridad nacional y empujaba hacia un totalitarismo de tipo soviético, uno de cuyos puntos clave era el exterminio de la cultura cristiana y de la propia Iglesia, un verdadero genocidio. Esto tampoco es opinión, porque los documentos de su partido, que he recopilado en varios libros, lo exponen literalmente. Y ese fue el sentido de la guerra: un conflicto, llevado al extremo por el arrasamiento de la legalidad, entre quienes querían tales cosas y quienes trataban de impedir el comunismo, mantener la unidad nacional y la cultura cristiana.
Tal fue la causa y contenido de la guerra. Pero uds. pretenden difuminarlo con un vocerío incesante, subvencionado con dinero que no es suyo, sobre los crímenes que habrían cometido los nacionales. Hasta hablan de fosas comunes como en Camboya equiparando ahora los supuestos crímenes del franquismo con los del comunismo.
Volvamos de nuevo a los hechos. Toda guerra ocasiones por los dos lados víctimas y crímenes, porque la ruptura de la legalidad rompe a su vez todos los frenos. Uds llevan veinte años gastando dinero de todos en excavaciones y sobre todo en propaganda. En tanto tiempo han sacado unos 2.000 restos, entre los que se encuentran personas fusiladas, caídas en batalla enterrados con premura, y hasta huesos de cabras y perros que han intentado hacer pasar por humanos, como en Órgiva. No han dado un informe fidedigno de tantos años de excavaciones ni han hallado una sola fosa masiva como la que uds produjeron en Paracuellos. En cambio se han inventado cien mil restos por descubrir, lo de Camboya, cunetas, etc., 
Por otra parte, presentan uds sistemáticamente a los fusilados como honrados republicanos asesinados por sus ideas. Sus ideas eran precisamente la disgregación de España y la implantación de uno o varios regímenes totalitarios. Y tampoco fueron fusilados por eso, sino por crímenes concretos como el de Paracuellos y tantos otros cometidos por aquellos honrados idealistas, a menudo con sadismo escalofriante. También olvidan uds que aquellos idealistas tenían tal afición a la guerra civil que la practicaron entre ellos mismos, con numerosos asesinatos y torturas. Hechos.
Y, para concluir, olvidan que los jefes socialistas huyeron al exilio llevándose grandes tesoros expoliados y abandonando a su suerte a sus sicarios. Así, cayeron estos en manos de los vencedores, que los juzgaron, ejecutando a unos doce mil. Sin duda caerían algunos inocentes, dada la emocionalidad de la época, pero lo común fue lo contrario. Y estos son los hechos básicos que importa mucho explicar una y otra vez para poner en su lugar la infame e ilegítima propaganda en curso.
Terminaré con otra acusación muy esgrimida por uds., presentándose como apóstoles de la libertad, que habría sido suprimida por el franquismo. Si libertad era y vemos que sigue siendo, la del totalitarismo, mientras que el franquismo mantuvo la libertad personal. Importa discernir entre libertad personal y libertades políticas. En el franquismo hubo amplia libertad personal, como certifica el alto grado de salud social arriba mencionado. En cambio fueron restringidas las libertades políticas, especialmente para comunistas, terroristas y separatistas, cosa inevitable porque ellos habían hecho imposible la convivencia pacífica entre los españoles. La libertad personal en el franquismo, señalada por Julián Marías, explica también que Franco no tuviera oposición democrática, quitando pequeños amagos e intrigas. La oposición fue comunista y/o terrorista. La “libertad” del PSOE era, y como vemos sigue siendo, la del totalitarismo, que anula tanto la personal como las políticas.
Su partido, el PSOE, señoras y señores del gobierno, tampoco hizo oposición reseñable al franquismo (la hace ahora, claro). Y sin embargo fue durante la república más totalitario y guerracivilista que el PCE. Y fue el que puso al Frente Popular en manos de Stalin al entregarle ilegalmente las reservas financieras del país. Hechos, nuevamente. En la guerra, el PSOE perpetró, como lo demás, innumerables asesinatos y torturas, pero se distinguió especialmente por sus corrupciones en la adquisición de armas y por el expolio sistemático de bienes privados, incluso de las pequeñas alhajas de gente humilde depositadas en los montes de piedad, y sobre todo del patrimonio histórico-artístico español. La disputa entre Prieto y Negrín en el exilio por el tesoro del yate Vitaresume perfectamente esa realidad. Uds ensalzan mucho a Negrín, y por algo será. Y luego no tuvieron el valor de los comunistas para proseguir la lucha contra Franco.
Uds hablan de juzgar políticamente a quien les derrotó y de montar una “Comisión de la Verdad”, que en sus manos solo puede ser un sarcasmo. Verdaderamente, su descaro y osadía no tienen límites, como cuando invocaban sus imaginarios “cien años de honradez”. La verdad, condensada muy brevemente en esta carta no precisa comisión porque está investigada. Sí convendría una Comisión de la Información, porque es una verdad sistemáticamente ocultada por ustedes y sus subvencionados.
La historia se resume así: totalitarios y separatistas destruyeron la legalidad republicana y causaron la guerra civil. El régimen de Franco superó aquellos males y la miseria y los odios, creando condiciones para una democracia real. Y de nuevo ustedes, junto con los separatistas y con apoyo implícito del PP, están arrasando los fundamentos de la democracia, atacando la libertad de todos y creando condiciones para nuevos conflictos.
Y finalmente, ¿qué revelan sus ataques a la libertad y su imposición violenta de la censura? Revelan precisamente la debilidad de sus propias opiniones, incapaces de sostenerse en un debate abierto y civilizado, por lo que solo podrían apoyarse en el silenciamiento del discrepante.
Les invito a reflexionar sobre estas cosas y, sobre todo, invito a las personas de espíritu democrático y amantes de la libertad y de España, a llevar a cabo la necesaria batalla cultural y por las ideas. Porque de ello depende la continuidad de España y de la democracia.
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