domingo, 9 de septiembre de 2018

Pablo Iglesias. neo-comunista líder de PODEMOS: Nieto de Manuel, socialista condenado a muerte en la Causa General por "hacer sacas" en el Madrid de 1936, que acababan en Paracuellos. Hijo de Javier, vinculado a FRAP, partido marxista-leninista-maoísta y organización “revolucionaria” de 1973 que asesinó a policías y guardias civiles

El 'antifranquismo' de los Iglesias
3-julio-2015
Probablemente este artículo no hubiera salido a la luz nunca, si no fuera porque el padre del líder de Podemos, Javier Iglesias, ha intentado llevar a los tribunales dos periodistas: Alfonso Rojo y Eduardo García Serrano, por difundir su vinculación a FRAP, organización “revolucionaria” que asesinaba a policías y guardias civiles, soñando con regímenes como el albanés o los de grandes asesinos de la humanidad, como Mao o Stalin. El padre de Pablo Iglesias, es autor del libro Stalin en España y ha ejercido como inspector de trabajo desde 1979. Papá Iglesias le ganó a la Administración un recurso -en 1996- que le permite compatibilizar su trabajo público (como Jefe de Inspección de Trabajo, en Zamora) con la docencia, como profesor en la Escuela de Graduados Sociales de esa ciudad. Es decir, que disfruta de dos sueldos desde entonces. Visto que el “pasado político” duele en la familia Iglesias, voy a referirme al abuelo, cuya historia no tiene desperdicio y es referente válido de la sangre de los Iglesias, no precisamente antifranquista.

El abuelo paterno de Pablo, líder de Podemos, se llamaba Manuel Iglesias Ramírez y era natural de Villafranca de los Barros, provincia de Badajoz. Allí nació en 1913, hijo de los dueños de la Fonda de Revete (Alberto Iglesias y Carmen Ramírez). Por eso, le apodaron “revertino”. No era hijo de labrador. Sus padres le llevaron al Colegio San José, en Villafranca. A los 16 años ingresó en las Juventudes Socialistas, justo cuando abrieron la Casa del Pueblo en Villafranca. Los padres le financiaron la carrera de Derecho y Filosofía en Sevilla. Un detalle elitista, aunque él se entregara al activismo izquierdista. Llegó a ser Presidente de la Federación Universitaria Escolar (FUE), incluso fue detenido por repartir “hojas clandestinas”, en octubre de 1933 relacionadas con una huelga de estudiantes contra el Gobierno de la Segunda República, justo el de la bandera que luego idolatraría la saga Iglesias.
ABC 27/10/1933
Cuando el Gobernador de Sevilla narraba el incidente al “ABC”, se sintió escandalizado “porque las hojas estaban redactadas en forma destemplada, aconsejando la violencia y con agravios para el Gobierno y para los hombre representativos de la República”. El Gobernador explicaba que se resistía a creer que tales violencias, que afectan al régimen [republicano], puedan haber sido redactadas por los jóvenes que, en representación de una organización de estudiantes me visitaron para hacer protesta de adhesión al régimen”. El abuelo de Pablo Iglesias escurrió el bulto en la comisaría de los guardias de asalto, dijo no saber quién había escrito los panfletos que él repartía en la Alameda de Hércules, pero desafiaba el orden republicano.

Manuel Iglesias se hizo del PSOE e ingresó en el Cuerpo Jurídico Militar, antes de comenzar la Guerra Civil, que le pilla como teniente jurídico del Ejército republicano. En 1938, el abuelo Iglesias ya era Presidente del Tribunal permanente del IX Cuerpo de Ejército y había intervenido en 650 causas de carácter represor. Incluso decretó nueve sentencias de muerte. Algunos paisanos villafranqueses le relacionaron con los asesinatos de vecinos naturales de allí, pero sucedidos en Madrid, como los de Pedro Ceballos, Ricardo Bonilla o Joaquín Dorado, algunos de ellos probablemente yacen en Paracuellos del Jarama. Las sospechas se documentan con un informe de la Causa General de Madrid, de 1942, y por el testimonio de Amalia Renjifo, prestado ante el fiscal de esa causa. Amalia, natural de Azuaga, era hermana de uno de los desaparecidos.
Su implicación en el “terror rojo” supuso para Manuel Iglesias una condena a muerte en 1939. Sin embargo, gracias a su amigo y compañero de clase en la Universidad de Sevilla, Pedro Gamero del Castillo (que llegó a ser ministro de Franco), se la conmutaron por 30 años de reclusión. Luego obtuvo una rebaja de pena a 20 años y poco después consiguió la libertad condicional en diciembre de 1943. Apenas cumplió cinco años de cárcel en Úbeda. Otros republicanos tuvieron peor suerte. El abuelo de Pablo se casó con María Dolores Peláez Zapater, hija José Luis Peláez de Alarcón (descendiente de Fernando de Castilla, que había sido regidor de La Palma en el siglo XVI). Dejo para otros más interesados, el buceo en el posible origen “noble” de la sangre del líder de Podemos. Sus abuelos paternos tuvieron seis hijos.

La “Dictadura” consintió que antes de un año, Manuel Iglesias, fuera autorizado a desplazarse a Madrid nada menos que para convertirse en funcionario de la administración franquista. El terrible “rojo” Iglesias accedía al Ministerio de Trabajo –de férreo control falangista--, y se convertía en capitoste del recién creado Seguro Obligatorio de Enfermedad (SOE). El abuelo de Pablo supo franquear el acceso a varios de sus hijos, que se enrolaron en el cuerpo superior de inspectores de Trabajo y Seguridad Social, donde el ejercía. Es el caso de Manuel Iglesias Peláez (tío de Pablo); o del propio padre del líder de Podemos. Paloma, otra tía de Pablo se ganó la vida como funcionaria del cuerpo general auxiliar de la Administración civil del Estado Eso tampoco es muy común en las familias de republicanos represaliados.
Preso de la comodidad de otorga ser funcionario del régimen, don Manuel Iglesias escribió, con el inspector de trabajo, Hernando Calleja, Derecho usual del trabajo, una recopilación de reglamentos franquistas. Manuel Iglesias Ramírez casó a sus hijos e hijas con personas vinculadas al odiado régimen franquista. Uno de sus grandes amigos era, precisamente, Carlos Bendito Mostajo, redactor de Arriba. Tanto que Iglesias fue padrino de la boda de su hijo de Bendito, en 1966. Al tiempo, fue testigo de la boda de su hija, Paloma Iglesias Peláez, el procurador en las Cortes franquistas Ezequiel Puig Maestro-Amado. Otras de las tías de Pablo Iglesias, María, se casó en 1976, a comienzo de la transición con un padrino de la nobleza, Joaquín León Fernández, conde de Jonchay de la Torre. Cosas que no pasaban en las familias “rojas”.
Unos años antes en 1982, la boda de su hijo Santiago Iglesias (tío de Pablo) tuvo como padrino a Manuel Vázquez de Prada y Blanco, un pata negra de Falange Española. Una vida distinta a la de los sufridos militares republicanos represaliados. Muerto Franco, el abuelo de Pablo, retomó su vida política socialista y se presentó en la candidatura de Alianza Socialista Democrática por Badajoz en 1977 (era el número siete de la lista). Manuel Iglesias falleció en 1986, en Rascafría (Madrid). 
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