Coronavirus: Muerte, Ruina,
Golpes de Estado y Responsabilidades (V)
JOAQUÍN MURRIETA
El Correo de España
El Correo de España
8 MAYO 2020
¿Estado de Guerra … Biológica ó Revolucionaria?
Siguiendo con el nexo del consabido “estamos en guerra contra el coronavirus” (Trump, Macron, Inglaterra, Perú, etc, etc), nos parece imprescindible y congruente cierto enfoque militar de la situación, algo prácticamente inexistente en los medios, salvo por la manida utilización de los tópicos. Un enfoque del que nuestros políticos huyen como de la muerte, sí, esa que no aparece en los informativos más que como números amañados y fríos.
Hablamos anteriormente de la Sanidad Militar, veamos ahora otros elementos de lucha contra la posible agresión indirecta, como los servicios de Información Militar y Defensa Nuclear, Biológica y Química (NBQ). Y no son cosas solo nuestras cuando Trump acusa a China de iniciar la epidemia.
La posible Agresión Indirecta, el CNI, la Información Militar y la Defensa NBQ
El Regimiento de Defensa ABQ Valencia nº 23 (atómica, biológica y química; Santander, 1965-1979); fue irresponsablemente suprimido diez años antes de la caída del Muro de Berlín (incluso entonces la UCD imponía ya unos ejércitos cuasi pacifistas), así como prácticamente el resto de los organismos técnicos y de asesoramiento y dirección para hacer frente a esas amenazas. El PSOE lo recreó en 2005, a instancias de la NATO (recuerden su muletilla: “OTAN de entrada NO”) como Regimiento de Defensa NBQ Valencia nº 1, en plena y permanente crisis de Presupuesto de Defensa y plantillas de personal. Nos dicen que está bastante mal, como en el resto de áreas militares e incluso más, a pesar de ser lo mejor de todas las instituciones españolas en este campo; aun así, no se la ha tenido en cuenta ni en el cacareado “gabinete de expertos” ni prácticamente en nada.
Además de no haberse utilizado esa formación específica en el campo de la defensa biológica, suponemos que mucho menos habrá sido la de la casi inexistente información militar desde la creación de CESID/CNI. Antiguamente, nos consta que, además de los Servicios de Información específicamente militares, el SECED, que se nutría en grandísima medida de esos profesionales, si tenía estudios técnicos y de prospectiva (futuros posibles, escenarios o futuribles); como ejemplo de este segundo caso, en concreto, el insigne General José María Sánchez de Toca, recientemente fallecido por Coronavirus y antiguo afectado por la anómala e inexplicada neumonía atípica de la colza, dijo en una conferencia (CEU, 2012) que en 1979 le encargaron averiguar cuándo empezaría la por entonces sentida como inminente 3ª Guerra Mundial, para lo que analizó incluso las profecías populares centro-europeas; pues bien, no se lo tomen a broma porque, en 1989, en una reunión de los servicios de inteligencia de la OTAN en la antigua Alemania Occidental, predijo públicamente que el Muro de Berlín caería, y lo hizo apoyándose en profecías. Por supuesto, el CNI ahora intervenido por Pablo Iglesias nos tememos que no habrá profundizado en estos temas técnico-prospectivos, ni en los de las amenazas encubiertas. De no haber sido así, quizás se hubieran valorado informaciones relativas a posibles agresiones indirectas, pues la seguridad nacional no debe sustentarse en buenismos, sobre todo dado el cúmulo de `coincidencias´ que desgranaremos a continuación.
Por cierto, con relación a la neumonía atípica citada de 1981, en la Base de Torrejón fueron hospitalizados 131 militares españoles, siendo los norteamericanos infectados evacuados a Usa por vía aérea.
La Neumonía Atípica de la Colza
no fue investigada en profundidad
no fue investigada en profundidad
¿Premoniciones, Coincidencias, Informaciones, Globos Sonda o Directivas?
Desde luego pudieron ser premoniciones el que en 1981 se publicara una novela sobre el empleo contra china de un arma biológica denominada Wuhan-400 (The Eyes of Darkness, de Dean Koontz), y que entre 1982 y 1990 se hiciera famoso el juego de rol Illuminati, the game of conspiracy, de Steve Jackson, con sus pandemias y cuarentenas.
Algo más que premonición fue que en los años 90 se aislara el patógeno chino QX, la base del coronavirus 2019-nCoV ó Covid-19.
En 2003, tras la epidemia del SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) que afectó fundamentalmente a China (más de 800 muertos entre 2002 y 2004), fue puesto en funcionamiento el laboratorio del Instituto de Virología de la ciudad de Wuhan, denominado WuXI App Tec ó P-4, nivel BSL-4 (máxima seguridad), con importante ayuda francesa (Institut Merieux) y el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para comprender lo que significa el nivel de seguridad BSL-4, citaremos al doctor Keusch, profesor de medicina y salud de la Universidad de Boston, quien afirmó que “nunca se ha producido la liberación de virus de un laboratorio de alto nivel, como el de Wuhan”, aunque haya quien lo niegue. Entre sus principales accionistas está George Soros, el muy cacareado filántropo tan amigo de España y de las “revoluciones de colores” mundialistas. En poco tiempo se convirtió en el preferido de los virólogos de todo el mundo, colaborando con él EE.UU. (Laboratorio Nacional de Galveston en Texas), Canadá, Francia e Inglaterra; en 2016 el WuXi AppTec adquirió la importante empresa farmacéutica alemana Crelux GmbH. Una curiosidad no despreciable es que el laboratorio está situado, precisamente, en el nº 666 de la calle Road East Lake.
El singular laboratorio de Wuhan
y sus numerosas conexiones internacionales y supranacionales
La gripe aviar (Bird Flu) fue producida por el virus H5N1 en 2005, en el Noroeste de China y el Este de Rusia, y el H7N9 aparecido por primera vez en China en marzo del 2013. Con relación a ella, Francis Boyle, licenciado en ciencias políticas, doctor en derecho, y promotor/redactor de diferentes leyes y reglamentaciones sobre la guerra biológica y, concretamente, la norteamericana Biological Weapons Anti-Terrorism Act of 1989, dijo de ella que: “fue otra arma biológica, que involucró ingeniería genética del ADN … este virus era una quimera, constaba de tres elementos diferentes y tuvimos la suerte de que, de alguna manera, estos pudieran atenuar su letalidad y capacidad de infectividad”.
En 2010, la Fundación Rockefeller planteó en un documento un escenario de epidemia de virus en China, y un estado de sitio similar al actual, seguido de un ejercicio de simulación denominado Lock Step (encerrona, evocadora palabra).
El citado Boyle afirmó también que Usa habría invertido 100.000 millones de dólares entre el 11-S de 2011 y octubre de 2015 en programas biológicos. En octubre de 2014, tras varios fallos en la seguridad de laboratorios dedicados a la investigación de patógenos biológicos (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), el gobierno de EE.UU. prohibió todos los fondos federales para los estudios militares de tres virus: gripe/influenza, síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS) y síndrome respiratorio agudo severo (SARS), decretando una moratoria federal en la investigación de la denomina eufemísticamente ganancia de función (GOF).
No obstante lo anterior, el Dr. Anthony Fauci, director del norteamericano Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y líder del Grupo de Trabajo Coronavirus Unidos, en 2015 externalizó ilegalmente la investigación GOF al laboratorio chino de Wuhan y autorizó a seguir transfiriéndole fondos del gobierno de los Estados Unidos (invirtió 3’7 millones de dólares en Wuhan). El gobierno de EE.UU. levantó la antedicha prohibición en diciembre de 2017 y Fauci sigue en la política como si nada.
Bill Gates, famoso empresario cofundador de Microsoft y segunda fortuna del mundo, otro `filántropo´ y a la vez que convencido eugenista-maltusiano (en 2014 propuso bajar el CO2 atmosférico reduciendo la población mediante vacunas -¡ojo!-, aborto, etc), prácticamente describió en 2015 la pandemia actual en una conferencia.
Usa, por otra parte, en 2015/18 otorgó al Instituto de Pirbright (Reino Unido; financiado por Bill Gates) la patente nº 10130701B2 para un coronavirus atenuado y, posteriormente, la OMS autorizó la transferencia de dicha patente al laboratorio de Wuha
n para investigación de fármacos.
n para investigación de fármacos.
La fiebre porcina africana asoló la ganadería china durante 2018-19, aniquilando el 40 por ciento de la industria porcina más grande del mundo. Hay informes muy verosímiles de que la epidemia, que asoló entre 2007 y 2019 Rusia, las repúblicas bálticas y China, provenía, por accidente o de forma voluntaria, de los experimentos del Laboratorio de Bioarmas “Richard Lugar” de la empresa Gilead Sciences en Tiblisi (Tiflis ó Tbilisi, Georgia) … por cuenta del Departamento de Defensa de los Estados Unidos de América; el ex secretario estadounidense de Defensa Donald Rumsfeld fue director general de Gilead y uno de sus principales accionistas. Un dato a tener en cuenta: según revista China Comment, de la agencia estatal de noticias Xinhua, “varias mafias utilizaron drones para extender el virus” de la gripe porcina, lo cual no tiene por qué ser ciencia ficción, ya que incluso aquí se usan drones para fumigar. Y otro más: en 1971 el virus de la fiebre porcina africana asoló Cuba, cuando nunca antes había hecho acto de presencia en la isla; Castro acusó reiteradas veces a Estados Unidos de agresiones biológicas.
En 2018, Bill dijo:
“la próxima epidemia podría originarse en la pantalla del ordenador de un terrorista intentando valerse de la ingeniería genética para crear una versión sintética del virus de la viruela, o un brote supercontagioso y mortal de la gripe … este ataque bioterrorista podría acabar con la vida de más de 30 millones de personas en menos de seis meses”.
“la próxima epidemia podría originarse en la pantalla del ordenador de un terrorista intentando valerse de la ingeniería genética para crear una versión sintética del virus de la viruela, o un brote supercontagioso y mortal de la gripe … este ataque bioterrorista podría acabar con la vida de más de 30 millones de personas en menos de seis meses”.
La abogada demócrata Avril Haines, primera mujer Subdirectora de la CIA, luego Consultora Adjunta de Seguridad Nacional de la Casa Blanca con Obama, y que fue miembro del Centro Johns Hopkins de Seguridad para la Salud y consultora de armas biológicas para organización del área demócrata NTI, predijo durante una conferencia en Camden en 2018 una pandemia por infección respiratoria causada por un patógeno de fácil contagio. En dicha conferencia hizo numerosas menciones a la necesidad de un “orden internacional” (no menos 20 veces en 26 minutos), es decir, un Nuevo Orden Mundial.
Como una proverbial premonición, la Organización Mundial de la Salud avisó en septiembre de 2019, tres meses antes del Covid, del riesgo de una dramática amenaza pandémica consecuencias: “nos enfrentamos a la amenaza muy real de una pandemia fulminante, sumamente mortífera, provocada por un patógeno respiratorio que podría matar de 50 a 80 millones de personas y liquidar casi el 5% de la economía mundial”.
Sin duda por mera coincidencia, en octubre de 2019 el Foro de Davos realizó en Nueva York un ejercicio de simulación contra una epidemia de coronavirus al que denominó Evento 201 y en el que participaron el Johns Hopkins Center for Health Security y la fundación Bill & Melinda Gates, siendo la antedicha Avril Haines una de las protagonistas significativas.
Actores supranacionales del 2019-nCoV:
simulaciones, vacunas y certificados obligados -de Gates- y simbología
simulaciones, vacunas y certificados obligados -de Gates- y simbología
Aquel mismo mes de octubre, Estados Unidos participó con un equipo de 369 personas (172 atletas) en los Juegos Militares Mundiales celebrados precisamente en Wuhan, quedando, insospechadamente, en el puesto 35º, detrás de naciones como Irán, Finlandia y Eslovenia. Esa pésima actuación, sin duda, posteriormente reforzó la sospecha china de que pudieron ser los portadores del virus.
Washington convoca al embajador chino por la sugerencia de un funcionario de Pekín de que el Ejército de EE.UU. estaría detrás del coronavirus (AQUÍ y AQUÍ).
Las fundaciones Rockefeller y Gates organizaron en Wuhan un congreso científico el 11 de noviembre pasado, seis días antes del primer contagio por Sars Cov-2.
En el programa “Pregúntame Cualquier Cosa” (Ask Me Anything) del norteamericano Ted Reddit, del 30 de marzo pasado, Bill Gates propuso implantar nanochips a toda la población mundial, es decir, “certificados digitales” o “tatuajes de puntos cuánticos” que revelaran si se está inmunizado o vacunado del coronavirus. Algo que, entre otras cosas, puede traérles a la memoria el capítulo 13 del Apocalipsis sobre “la marca de la Bestia (666)”; para estos certificados digitales se ha creado la empresa ID2020, junto con las empresas Accenture, IDEO, Gavi y la Fundación Rockefeller.
Resumen de la situación
¿Estamos frente a una pandemia o es una epidemia magnificada?
¿Tiene razón Estados Unidos, y sus más fieles aliados, en culpar a China o es esta última la que acusa y se defiende con razón?
¿O tienen ambas naciones razón en parte y el coronavirus ha sido creado o instrumentalizado por otras entidades supranacionales?
En el largo relato anterior de hechos, que podemos considerar probados en gran medida, aparecen personas y organizaciones supranacionales, en general muy relacionados con las industrias farmacéuticas y la plutocracia, que no pueden descartarse sin más.
Como en tantas ocasiones en la historia, los actores no solo son las naciones. Hay fuerzas y organizaciones por encima de ellas que pueden inducir o arrastrar sus decisiones. Además, estamos viendo mejor que nunca que las empresas multinacionales, los organismos supranacionales, como la OMS de financiación fundamentalmente privada, las ideologías y lo que nuestros abuelos llamaban sociedades secretas, se entremezclan con las estructuras nacionales y globales como la yedra en un árbol, hasta el punto de ser muy difícil diferenciarlas.
¿Acaso no es obvio que más que la salud mundial lo que se ha derrumbado con sorprendente uniformidad en todo el mundo han sido las libertades públicas y la legalidad que las protegía? Y ello contra la práctica médica milenaria de aislar a los enfermos y no a toda la población. ¿No ha sufrido la economía mundial quizá como nunca y muchos ven en la epidemia una herramienta para desinflar la burbuja crediticia inflada hasta el paroxismo por la plutocracia? ¿No se ha producido por primera vez en 2000 años la suspensión generalizada del culto católico y el cierre de templos … auspiciado por Roma y las demás Curias?
¿Qué hemos aprendido de las fuerzas que impulsaron la Revolución Inglesa, las Norteamericana, Francesa y Rusa, y todas las que han sacudido a la España europea y a Las Españas de los otros hemisferios? Sin duda no estamos ante un problema sencillo que no merezca de mayores y profundos estudios.
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