lunes, 18 de mayo de 2020

**Las antenas 5G potencian la pandemia COVID-19. 5G es una tecnología inalámbrica, potentísima radiación a un paso de las armas electromagnéticas. Todos los objetos y vacunas tendrán unas antenas o chips conectados inalámbricamente a internet. Estas ondas atentarán gravemente contra la salud: tumores, alzheimer, infertilidad, cardiopatías, sistema inmunológico

«Hay pruebas de que el 5G 
y el Coronavirus están relacionados»
Laureano Benítez
14/5/2020

Laureano Benítez volvió a pasar por los micrófonos del programa de Radio Cadena Española, «Buenos días, España», que presenta y dirige Santiago Fontenla, para hablar sobre la posible relación entre el G, el entrevistado respondió que se trata de «una tecnología inalámbrica de última generación que, más que una evolución de las anteriores tecnologías, es un salto cualitativo de enorme magnitud, un mundo aparte, caracterizado por una potentísima radiación electromagnética, cuyo promedio será de 26 GHz, pudiendo alcanzar hasta los 80, a un paso de las armas electromagnéticas que usan algunos ejércitos»

Preguntado sobre las características fundamentales del 5G, el entrevistado respondió que se trata de «una tecnología inalámbrica de última generación que, más que una evolución de las anteriores tecnologías, es un salto cualitativo de enorme magnitud, un mundo aparte, caracterizado por una potentísima radiación electromagnética, cuyo promedio será de 26 GHz, pudiendo alcanzar hasta los 80, a un paso de las armas electromagnéticas que usan algunos ejércitos».

Laureano Benítez puso de relieve «que el 5G permitirá mayor cantidad de descargas con menos latencia, que nos permitirá ganar segundos ―ironizó―, pero su característica más importante será que permitirá crear el Înternet de las Cosas» (IoT), que consiste en que todos los objetos de nuestra vida tendrán unas antenas, unos chips, que se conectarán inalámbricamente a internet.

Asimismo, explicó los efectos negativos de esta tecnología, cuyas ondas atentan gravemente contra la salud humana, pudiendo causar tumores, Alzheimer, infertilidad, cardiopatías, enfermedades del sistema inmunológico, y un largo etc.. Sin embargo, el entrevistado apostilló sobre este tema que «su efecto más demoledor es que permitirá el control mental de las personas, pues hay que tener en cuenta que nuestro cerebro genera unos impulsos eléctricos que a su vez producen electromagnetismo, por lo que su actividad puede ser modificada mediante ondas electromagnéticas externas de la potencia del 5G».

Pasando ya a la exposición de las pruebas que permiten sospechar una relación entre el virus y el 5G, Laureano Benítez afirmó que la primera prueba de que existe una indudable relación entre el 5G y el COVID-19 es la implacable persecución en las redes sociales de cualquier información que establezca conexión entre el 5G y el coronavirus, persecución ejecutada por su sus portales censores, que se apresuran a calificar de “maldito bulo” esta hipótesis. Si Voltaire decía “si quieres saber quién te controla, mira a quién no puedes criticar”, parafraseando esta afirmación podemos decir que “si quieres saber si estás en posesión de la verdad, encuentra quién dice que es mentira”.


También manifestó que se puede considerar como prueba el ominoso silencio con el que se trata esta posibilidad en los medios de comunicación del sistema, destacando que a través de ellos no se transmite ninguna información sobre el 5G, que se está desplegando de manera silenciosa y sibilina en zonas de España cada vez más extensas. Si acaso se deja caer alguna noticia, es para alabar las maravillas tecnológicas que nos hará disfrutar el 5G, pero jamás para poner de relieve sus graves efectos sobre la salud y el medio ambiente.

«Este silencio que se hace clamoroso cuando es la única respuesta a las solicitudes que se hacen desde movimientos ciudadanos y agrupaciones de científicos, pidiendo una inmediata moratoria del despliegue mientras no se hagan estudios de los efectos de las ondas del 5G en la salud humana y el medio ambiente.

El pueblo español, ignorante de la peligrosidad del 5G, no ha acometido casi ningún movimiento de protesta, que en otros países se están dando desde hace tiempo, y que se han recrudecido ―especialmente en el Reino Unido, donde se han atacado torres de control del 5G»― cuando las evidencias empiezan a demostrar que el 5G potencia la pandemia del coronavirus.

Laureano Benítez informó que estas protestas también tienen como protagonistas a muchos científicos de la comunidad internacional, que han elevado solicitudes a los organismos pertinentes para que se establezca una moratoria de esta tecnología mientras no haya estudios objetivos que evalúen sus riesgos.

Santiago Fontenla dijo a continuación que ha manejado estudios que vinculan una mayor incidencia de la pandemia en los lugares que tienen instalaciones de 5G, a lo cual el entrevistado contestó que «la relación entre el coronavirus y el 5G que menos puede discutirse, al estar fundamentada sobre la realidad de los hechos, es el estudio de los datos estadísticos en los que se estudia la mayor o menor incidencia de la pandemia en los lugares en función de si tienen o no establecido el 5G: es decir, se trata de hacer un estudio comparativo para descubrir si la pandemia es mayor en las zonas que ya cuentan con el 5G».

Esta investigación fue desarrollada por Bartomeu Payerás, biólogo por la Universidad de Barcelona, especializado en microbiología, y Laureano Benítez expuso sus principales conclusiones, partiendo del hecho indiscutible de que Wuhan, la ciudad donde explotó la pandemia, fue la primera ciudad piloto destinada a inaugurar la poderosa red de internet 5G en la República de China.


Estudiando sus difusión por el mundo, Laureano Benítez puso de relieve el hecho de que los 9 países del mundo con mayor incidencia en casos por coronavirus tienen tecnología 5G: EE.UU., España, Italia, Francia, Alemania, RU., Irán, China y Corea del Sur.

Citó el caso especial de San Marino, «Estado independiente situado en el centro de la Península Itálica, que ostenta el mayor índice de contagiados y fallecidos por habitante del mundo. Curiosamente, fue el primer lugar del mundo en implantar la red 5G, en septiembre de 2018».

El estudio también remarca que el virus parece conocer las fronteras, ya que los países limítrofes con China han presentado escasa incidencia del virus. Otro caso es el de Portugal, sin 5G, que presenta mucha menor incidencia a pesar de compartir 1.200 kms. de frontera con España. En África, el único país que presenta tasas apreciables es Sudáfrica, justo el únci país que cuenta con 5G.

Laureano Benítez destacó al final del programa otro hecho que puede considerase como evidencia de la relación entre el COVID-19 y el 5G: la sincronicidad entre el 5G y el coronavirus, en el sentido de que «dos fenómenos de capital importancia para el futuro de la humanidad se están dando a la vez en el tiempo, lo cual induce a pensar que esta casualidad es otro nexo de unión entre los dos».

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