sábado, 31 de octubre de 2020

Bienvenidos al Nuevo Orden Mundial: Odioso futuro que nos espera

Bienvenidos al Nuevo Orden Mundial: 
el odioso futuro que nos espera
Luys Coleto
30-10-2020

La mayoría de la gente sigue sin enterarse. La plandemia tiene su fecha de conclusión: dos años. Jamás retornará el mundo de ayer, que, por cierto, ya era feo de cojones. Pero el que se avecina, infinitamente peor.

Hacia una nueva “humanidad”

Ruina y deshumanización: objetivos nucleares del actual truño coronavírico. Mutaciones económicas y antropológicas. Humanidad subhumanizada para transhumanizarla, valga el juego de palabras. Humanos devenidos zombis. Y todas las naciones – con su soberanía cada vez más menguada- aceptando y obligando a implantarse la vacuna y el chip obligatorio de Bill Gates.

Los países se someterán a un gobierno mundial inicialmente de la ONU, que prometerá ir «concluyendo» la actual falsa pandemia y los «virus venideros» y la economía, por resultar – según el relato que nos aguarda – la única para sacar a todos los países de la crisis y la ruina que dejará el teatro pandémico en todo el orbe terrestre. Sus multilateralismos y sus multipolladas.

Arribará una nueva «economía» para dar inicio a un nuevo sistema económico. Y al incipiente nuevo gobierno mundial. De paso la vacuna eugenésica irá aniquilando grandes proporciones de población, ya que después de las metamorfosis económicas y financieras no habrá trabajo para tanta gente ni forma de mantenerlos a todo cristo. Exterminios poblacionales: paradigma del pragmatismo.

El mundo tras el primer genocidio programado

Los que sobrevivan a la vacuna eugenésica – del orden 2000 millones o menos- serán absolutamente controlados por un chip con nanotecnología modificadora del ADN que controlará completamente al «nuevo» ser humano. Impondrán esa moneda tipo bitcoin, que ya patentó en su día Bill Gates, junto con el chip, también patente del “fundador” de Microsoft.

Será un bitcoin “centralizado”, inspeccionado y fiscalizado por un banco central. Esa moneda solo funcionará con el chip. Todo estará controlado mediante una supercomputadora cuántica ubicada en Bruselas. Todo gracias la hipervelocidad del 5 G y la red de satélites de Elonk Musk. Todo lo que hagan o digan las personas estará monitoreado por el sistema. Ni tirarte un pedo podrás. Se sabrá.

Andróginos, mestizos, ecuménicos y transhumanos

Todo se irá derrumbando. Seremos andróginos, mestizos y transhumanos. Y espiritual y religiosamente ecuménicos. Y toda degeneración sexual, también, será legalizada. La degenerada élite está algo cansada de que les prohíban su inveterada y demoniaca afición a la pedofilia y el incesto.

Y todo, obvio, será privatizado, agua y sol incluidos. Y todo será de las grandes corporaciones. Maderos y mazmorras, of course. Todo será privado. Hasta el Estado será «privado» porque devendrá una suerte corporatocracia totalitaria.

Y la vigilancia será total, 24-7. Fin de la intimidad: no habrá privacidad alguna. Todo gobierno sabrá todo sobre todos.

Orgulloso, en el monte

Quien no tenga el chip «salvador» será declarado peligroso para la seguridad. No podrá comprar ni vender nada. Con el tiempo será estimado “terrorista”. Tal vez la única forma de sobrevivir sin ese chip sea en bosques, selvas y montañas, alejados de las ciudades, de las execrables smart cities.

Y entre alcores, bien armado. Con libros. Y otras armas. En fin.