domingo, 11 de octubre de 2020

El Santo Rosario. ¿Cuándo nace la Oración del Rosario? ¿Qué han dicho los Papas sobre el Rosario? ¿Cómo se reza?

El Santo Rosario
7 octubre, 2015

¿Cuándo nace la Oración del Rosario? ¿Qué han dicho los Papas sobre el Rosario? ¿Cómo se reza? A estas preguntas y más responde Raffaelo Martinelli en este folleto de San Carlo Borromeo. ¿Cuándo nace la oración del Santo Rosario?

Tiene un origen muy antiguo. De hecho, parece remontarse al siglo XII cuando, incluso, desde hacía ya mucho tiempo, era recitado por los monjes cartujos. Luego se difundió rápidamente por todo el mundo católico, asumiendo diferentes características pero conservando siempre la invocación a María Santísima. La popularidad del Rosario se confirma también por el gran número di cofradías y asociaciones que, tanto en el pasado como en el presente, llevan su título. La fiesta litúrgica en honor a Nuestra Señora del Rosario se celebra el 7 de octubre. El Papa Gregorio XIII trasladó la fiesta a esta fecha sustituyendo la fiesta de Santa María de la Victoria que su antecesor había instituído para conmemorar la victoria de la flota cristiana sobre la flota turca en Lepanto, que amenazaba las costas del Veneto.

¿Qué dijeron algunos papas acerca del Rosario?

A causa de la rápida difusión en la Iglesia, el Rosario fue regulado, reconocido oficialmente y recomendado a los fieles por parte de los Sumos Pontífices.

El primer Papa que determinó oficialmente la fisonomía esencial, le concedió el carisma esencial y lo recomendó al pueblo de Dios, fue el Dominico San Pío V. Memorables son las bulas ‘Consueverunt’ del 1569, verdadera magna charta del Rosario y la ‘Salvatoris Domini’ del 1572, escrita después de la victoria de la cristiandad en Lepanto.

Otro gran pontífice del Rosario fue el Papa León XIII. Este Papa, muy devoto de esta oración, le dedicó 22 documentos. La presentó como una “manera fácil de hacer penetrar e inculcar en las almas los principales dogmas de la fe cristiana”. En el año 1883 estableció que “todo el mes de octubre ese año y del próximo fuera consagrado y dedicado a la Virgen del Rosario”. Del año 1891 recordamos la significativa definición que dió del Rosario: “como el carnet de nuestra fe y el compendio del culto debido a Maria”. En el año 1892 justifica sus recomendaciones de rezar el Rosario diciendo que es “una excelente forma de oración, un medio eficaz para conserar la fe y un insigne ideal de perfecta virtud: es conveniente que los cristianos lo tengamos frecuentemente entre las manos y lo meditemos piadosamente”. En el 1898 llega a afirmar que el “Rosario constituye la forma de oración privada más excelente y el medio más eficaz para conseguir la vida eterna” y que “en la hora suprema los devotos del Rosario serán consolados por la ternura maternal de la virgen María y se dormirán dulcemente en su seno”.

El Papa San Pío X estimó y amó el Rosario recitándolo fielmente antes y durante su pontificado. Él afirmó: “el Rosario constituye la oración por excelencia uniendo a la meditación de los misterios de nuestra religión y a las más santas oraciones, la mediación de la santísima Virgen. Debemos nutrir nuestra esperanza que por medio de esta práctica el Señor nos conceda las mejores gracias”. En su testamento recomendó “la oración que, siempre después de la oración litúrgica, es la más bella de todas, la más rica de gracias, aquella que más le gusta a la Virgen María”.

Con importantes encíclicas y discursos exaltaron y recomendaron el Rosario Benedicto XV y Pio XI, a quien se le atribuye la provocadora frase, muchas veces citada: “podría convertir el mundo si habría un ejército que recitara el Rosario”.

En cambio, de Pio XII es la famosa definición: “el Rosario es síntesis de todo Evangelio, meditación de los misterios del Señor, sacrificio vespertino, corona de rosas, himno de alabanza, oración de la familia, compendio de vida cristiana, signo seguro de favores celestiales, defensa para la esperada salvación”.

Juan Pablo II, el 16 de octubre de 2002, publicó la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, en ocasión del 120° aniversario de la encíclica Supremi apostolatus officio con el cual León XIII, el 1° de septiembre de 1883, dió inicio a una serie de publicaciones dedicadas al Rosario. “Caracterizado por su fisonomía mariana”, Juan Pablo II escribe en la introducción de la Carta: “el Rosario es oración del corazón cristológico” que con su “simplicidad y profundidad sigue siendo, aún en este tercer milenio, una oración de grande significado, destinada a dar frutos de santidad”. Juan Pablo II proclamó el año que va desde octubre de 2002 hasta octubre del 2003 “Año del Rosario”, invitando a recitar esta oración, que “lleva al corazón mismo de la vida cristiana y ofrece una ordinaria pero fecunda oportunidad espiritual y pedagógica para la contemplación personal, la formación del pueblo de Dios y la nueva evangelización”.

LA ESTRUCTURA DEL ROSARIO 
¿De cuántas Ave Maria está formado actualmente el S. Rosario?

Está formado de 200 Ave Maria, divididas en decenas, reagrupadas en 4 ciclos de 5 Misterios cada uno. Cada corona del Rosario está formada de 5 decenas. La corona del Rosario surge como instrumento para contar las oraciones, y fue confeccionada inspirándose en instrumentos similares existentes en otras religiones, en particular al utilizado por los budistas (108 granos) y por los musulmanes (99 granos, es decir, la cantidad de nombres atribuidos al Dios del Corán). Por ejemplo, en el año 1516, León X aprobaba una ‘corona’ en honor de Nuestro Señor que constaba de 33 pequeños granos (los años de Cristo según la tradición popular) para recitar 33 Pater noster agregando 5 granos más grandes (las llagas de Cristo) para recitar cinco Ave Maria.

¿Por qué en el pasado el S. Rosario estaba formado por 150 Ave Maria?

El Rosario de 150 Ave Maria hacia referencia a los 150 salmos que forman parte de la Liturgia de las Horas y que en el pasado (pero aveces también en el presente) las personas sencillas sustituían recitando cotidianamente 150 Pater. Con el desarrollo de la piedad mariana fue propuesta la recitación de 150 Ave Maria, cuando esta oración no tenía todavía la segunda parte, que fue agregada a fines del siglo XV.

IMPORTANCIA DEL ROSARIO 
¿Cuál es la relación entre el Rosario y la vida cotidiana?

“Nuestro corazón – afirmó Juan Pablo II en el primer año de su pontificado – puede contener en estas decenas del Rosario todos los hechos que componen la vida del individuo, de la familia, de la nación, de la Iglesia y de la humanidad”. Con respecto a la “implicación antroplógica” del Rosario, el Papa lo define como “el secreto para abrirse más fácilmente a un conocimiento profundo de Cristo a través de Maria”, pero además una manera de pedir ayuda a Cristo por “los muchos problemas, preocupaciones, fatigas y proyectos que caracterizan nuestra vida”. El Rosario es también una respuesta a aquella “renovada exigencia de meditación”, típica de nuestra época.

¿En qué sentido el Rosario es la oración por la paz y la familia?

Paz y familia: para el Papa Juan Pablo ii, éstos son dos ámbitos particulares en los cuales la oración del Rosario se revela capaz de “hacer esperar un futuro menos oscuro”.

“El Rosario es una oración que por su naturaleza está orientada hacia la paz”, escribe Juan Pablo II en la citada carta apostólica del año 2002, “también por los frutos de caridad que produce”, entre los cuales “el deseo de acoger, defender y promover la vida, haciéndose cargo del sufrimiento de los niños en todas partes del mundo”; de “testimoniar las bienaventuranzas en la vida de cada dia”; de “hacerse ‘cireneos’ de cada hermano abatido por el dolor o aplastado por la desesperación”. En una palabra, de convertirse en “constructores de paz en el mundo” y de “esperar que, una ‘batalla’ tan difícil como es la de la paz también hoy pueda ser vencida”.

Otro ámbito crítico de nuestro tiempo, por el cual Juan Pablo II pide un compromiso mayor, es el de la familia. El proponer nuevamente el Rosario en las familias cristianas, en el marco de una más amplia pastoral de la familia, según el Papa, puede constituir una óptima ocasión para:
  • alimentar la oración familiar tan importante también hoy;
  • confiar a la oración del Rosario, el itinerario de crecimiento de los hijos;
  • ayudar a los padres a colmar la distancia cultural entre las generaciones;
  • redescubrir el valor del silencio;
  • favorecer el estar juntos y comunicarse entre los diversos miembros de la familia.
¿Existe un Rosario misionero?

Sí, y es muy sugestivo: la decena blanca es por la vieja Europa, para que sea capaz de recuperar la fuerza evangelizadora que generó tantas Iglesias; la decena amarilla es por Asia, que explota de vida y juventud; la decena verde es por África, probada por el sufrimiento pero disponible para el anuncio; la decena roja es por América, semillero de nuevas fuerzas misioneras; la decena azul es por el continente de Oceania y de Australia que espera una mayor difusión del Evangelio.

LOS MISTERIOS DEL ROSARIO

MISTERIOS DE GOZO (Gozosos) (lunes y sábado)

En el 1° misterio gozoso se contempla el anuncio del Ángel a Maria: “Y entrando el Ángel le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». … vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús” (Lc 1,28ss).

En el 2° misterio gozoso se contempla la visita de Maria a Santa Isabel: “Cuando oyó Isabel el saludo de María , el niño saltó de gozo en su seno” (Lc1,41);

En el 3° misterio gozoso se contempla el nacimiento de Jesús en la gruta de Belén: “María dió a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento” (Lc 2,6-7);

En el 4° misterio gozoso se contempla la presentación de Jesús en el Templo: “Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor” (Lc 2,22ss).

En el 5° misterio gozoso se contempla el hallazgo de Jesús en el Templo: “¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre? Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dió” (Lc 2,48-51).

MISTERIOS DE LA LUZ (Luminosos) (jueves)

En el 1° misterio luminoso se contempla el Bautismo de Jesús en el río Jordán: “Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco»”. (Mc 1,9-11).

En el 2° misterio luminoso se contempla la manifestación de Jesús en la boda de Caná: “Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Así, en Caná de Galilea, dió comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos” (Jn 2,5-11).

En el 3° misterio luminoso se contempla el anuncio del Reino de Dios: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva” (Mc 1,15).

En el 4° misterio luminoso se contempla la Transfiguración de Jesús: “Jesús tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestiduras eran de una blancura fulgurante” (Lc 9,28-29).

En el 5° misterio luminoso se contempla la institución de la Eucaristía: “Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y dándolo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo». Tomó luegouna copa y, dadas las gracias, se la dió diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados»” (Mt 26,26-28).

MISTERIOS DE DOLOR (Dolorosos) (martes – viernes)

En el 1° misterio doloroso se contempla la agonía de Jesús en el Getsemaní: “Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como de gotas de sangre que caían en tierra”. (Lc 22,44)

En el 2° misterio doloroso se contempla la flagelación de Jesús: “Pilato tomó a Jesús y mandó azotarle”. (Jn 19,1).

En el 3° misterio doloroso se contempla la coronación de espinas de Jesús: “Y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza” (Mt27,29).

En el 4° misterio doloroso se contempla a Jesús cargando con la Cruz hacia el Calvario: “Dice Pilato a los Judíos: «Aquí tenéis a vuestro Rey.». Entonces se lo entregó para que fuera crucificado” (Jn 19,16-17).

En el 5° misterio doloroso se contempla la crucifixión y muerte de Jesús: “Y allí le crucificaron…Cuando tomó Jesús el vinagre, dijo: «Todo está cumplido.» E inclinando la cabeza entregó el Espíritu” (Jn 19,18-55)

MISTERIO DE GLORIA (Gloriosos) (miércoles – domingos)

En el 1° misterio glorioso se contempla la resurrección de Jesús: “Sé que buscáis a Jesús, el cruficado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho” (Mt 28,5-6).

En el 2° misterio glorioso se contempla la ascensión de Jesús al Cielo: “El Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios” (Mc 16,19)

En el 3° misterio glorioso se contempla la venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles en el Cenáculo: “Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron llenos del Espíritu Santo” (Hch 2,3-4);

En el 4° misterio glorioso se contempla la asunción de María al Cielo: “Porque ha hecho en mi favor maravillas el Posderoso, Santo es su nombre” (Lc1,49);

En el 5° misterio glorioso se contempla la coronación de María como Reina del Cielo y de la tierra: “Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 12,1).

El Primicerio de la Basílica de San Carlos y San Ambrosio 
Monsignor Raffaello Martinelli