Cardenal Raymond Burke: Fuerzas del ‘Gran Reinicio’ han utilizado el Covid para promover una agenda malvada
Raymond Burke*
15 DIC 2020
En un momento en que «necesitamos estar cerca unos de otros en el amor cristiano, las fuerzas mundanas nos aislarían y nos harían creer que estamos solos y que dependemos de las fuerzas seculares, lo que nos haría esclavos de su agenda atea y asesina.
Venimos a Nuestra Señora de Guadalupe el día de su fiesta con el corazón angustiado y apesadumbrado. Nuestra nación atraviesa una crisis que amenaza su futuro como libre y democrático. La propagación mundial del materialismo marxista, que ya ha traído destrucción y muerte a la vida de tantos, y que ha amenazado los cimientos de nuestra nación durante décadas, ahora parece apoderarse del poder gobernante sobre nuestra nación.
Para lograr ganancias económicas, nosotros como nación nos hemos permitido volvernos dependientes del Partido Comunista Chino, una ideología totalmente opuesta a los cimientos cristianos sobre los cuales las familias y nuestra nación permanecen seguras y prosperan.
Evidentemente, muchas otras naciones están atravesando una crisis similar y más alarmante.
Luego está el misterioso virus de Wuhan sobre cuya naturaleza y prevención los medios de comunicación nos dan a diario información contradictoria. Lo que está claro, sin embargo, es que ha sido utilizado por ciertas fuerzas, enemigas de las familias y de la libertad de las naciones, para promover su malvado plan. Estas fuerzas nos dicen que ahora somos sujetos del llamado ‘Gran Reinicio’, la ‘nueva normalidad’, que nos dicta su manipulación de ciudadanos y naciones a través de la ignorancia y el miedo.
Al encontrarse con el mundo, la Iglesia falsamente quiere acomodarse al mundo en lugar de llamar al mundo a la conversión en obediencia a la ley divina escrita en cada corazón humano y revelada en su plenitud en la encarnación redentora de Dios Hijo.
Sí, es comprensible que nuestro corazón esté apesadumbrado, pero Cristo, por intercesión de su Virgen Madre, eleva nuestro corazón al suyo, renovando nuestra confianza en Él, que nos ha prometido la salvación eterna en la Iglesia. Nunca será infiel a sus promesas. Nunca nos abandonará”:
*Cardenal