jueves, 10 de junio de 2021

***MASONERÍA: la Primera LOGIA de ESPAÑA, fundada por el duque de WHARTON en Madrid

MASONERÍA: El duque inglés WHARTON fundó en 1725
 la Primera LOGIA de Europa continental en Madrid
7 JUN 2021


Philip Wharton (1698-1731): Recibió el título de barón tras la muerte de su padre en 1715, justo un mes después de la unión con su primera esposa, Martha Holmes. Luego fue nombrado duque de Wharton en 1718, a los 19 años de edad. Su vida fue corta pero llena de controversias. Se vio envuelto con el asunto del "Club Hellfire" (Club del fuego infernal) que fue suprimido por "blasfemia y profanación". 

Era conocido por frecuentar las casas de juego de Londres y por las sumas considerables que perdió en la Compañía de los Mares del Sur (The South Sea Company) Finalmente entró al servicio del viejo pretendiente Jacobo Francisco Estuardo, que le concedió el título jacobita de duque de Northumberland y después la Orden de la Jarretera. Sirviendo al pretendiente, Wharton viajó a Roma y después a Madrid y luchó contra el ejército inglés en Gibraltar. Por estos actos y por haber contribuido a divulgar la especia de que Jorge II era ilegítimo, fue declarado proscrito y juzgado por alta traición. El 3 de abril de 1729, una resolución del Parlamento le privó de sus títulos, confiscó sus propiedades.

Su historia masónica es igualmente colorida. Sin haber sido maestro de su Logia -la Logia "King's Arms" cerca de la catedral de San Pablo, en Londres- se las arregló para ser elegido sexto Gran Maestro el 24 de junio de 1722. Estuvo en el cargo dos años, firmando las Constituciones de 1723.

A partir de esa fecha, ya que dimitió a finales de año, no hizo mucho más en Inglaterra aunque constituyó la primera logia en suelo extranjero que figura en los archivos de la Gran Logia de Inglaterra: la Número 50, "French Arms" (Armas francesas), en la calle de San Bernardo, Madrid, Una logia de investigación de la Gran Logia de España lleva hoy su nombre.

Fuente: Wikipedia


Sea para bien o para mal el nombre de Philip Duque de Wharton está indisolublemente ligado a los orígenes de la Masonería especulativa en Inglaterra y también en el continente europeo donde fue históricamente de gran importancia como precursor de la expansión de la Masonería moderna, y muy especialmente en España donde fundó la primera Logia continental, y en Francia al convertirse en su primer Gran Maestro.

Además su corta vida se trunco en Cataluña al morir cerca de Tarragona a la edad de treinta y dos años siendo enterrado en el Real Monasterio de Poblet. Existen importantes dudas sobre si falleció de una enfermedad repentina o fue envenenado dada su alta posición como embajador en España del Pretendiente Jacobo III ya que en el momento del evento se dirigía a la corte del mismo en su exilio de los Estados Vaticanos, transportando consigo, tal como más adelante explicaremos, varios baúles con seguramente ayudas monetarias del Rey de España Felipe V, aliado de la causa jacobina.


Enlazamos de nuevo con la vida de nuestro principal personaje, Philip Wharton, y convenimos en que su llegada a Madrid, se produjo en 1725, pero en los primeros meses de 1726, viajó a Roma llamado por el pretendiente inglés al trono Jacobo III, donde fue investido con la Orden de La Jarretera, la orden de Caballería más importante y más antigua del Reino Unido, y de regreso a Madrid como mensajero del Pretendiente con el duque de Ripperdá, Juan Guillermo Ripperdá, un personaje que fue nombrado primer ministro con la influencia de la Farnesio, atenta siempre al bien de sus hijos y no al de España, y que una vez fueron descubiertas las mentiras e intrigas del de Riperdá por divulgar secretos de Estado, fue depuesto, encarcelado y fugado. Convertido al Islam, intentó después apoderarse de Ceuta.

Por estas fechas, afincado Wharton en la Calle San Bernardo de Madrid, es cuando, junto con otros compatriotas ingleses, funda la primera Logia en España, Three Flower of Lys (o Matritense, como también es conocida por los historiadores) hacía referencia a su sede, el Hôtel du Lys, situado en el número 17 de la madrileña calle Ancha de San Bernardo, en la esquina con la calle de la Garduña, y fueron estos ingleses que hemos mencionado los que propusieron la fundación, quizás debido al venerable Charles Labridge, que tras una deformación ortográfica, su nombre aparece en muchas ocasiones como Charles Labeyle, Labayle, Labely o Labelle, y fue un ingeniero, que entre 1727 y 1728 estuvo trabajando en Madrid, y había sido miembro de la londinense Salomon’s Temple Lodge. Es aquí, donde nos surge la primera pregunta al respecto, ¿sería entonces el venerable Charles Labridge o Labeyle, como se le conoce de forma más popular, el verdadero fundador de la masonería en España, y no el duque de Wharton?, la respuesta, es simple, y es que el propio Wharton fue, digamos, un elemento de interés creado para la propia finalidad jacobita de la asociación, como veremos después, pero no el fundador principal de la masonería española, quien a nuestro parecer fue, bajo el auspicio de Wharton, el mencionado Charles Labeyle, de hecho,

En el Libro de Actas de La Gran Logia de Inglaterra se indica que se leyó el 17 de abril de 1728, la carta enviada desde Madrid y firmada por sus miembros “masones libres y aceptados que actualmente residimos en Madrid y en otras ciudades del reino de España” de este modo conservamos el nombre de su primer V:.M:. CHARLES LABRIDGE, fechada el 15 de febrero de 1728, y los firmantes son, por orden de su gracia Felipe, duque de Wharton, segundo Diputado Gran Maestro de la Logia de Inglaterra, que actúa como delegado de la misma, Charles Labridge, Maestro, Thomas Hatton, Richards, Eldridge Dinsdale, Andrew Galloway.

La logia de Madrid pudo ser o no algo accidental, como lo pudo ser el encuentro de varios ingleses que, por sus negocios, recalaron en la capital y decidieron reunirse en logia, y fue precisamente con la Matritense como arrancaba la anecdótica andadura de la masonería en España en el siglo XVIII, que desde luego no quedaría consolidada hasta la Guerra de Independencia, y de la mano de la masonería bonapartista tras la invasión de las tropas napoleónicas en 1808.


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