miércoles, 3 de noviembre de 2021

***NOM-FEM: Los guardianes del Mundo

Los guardianes del mundo
Por GEFIRA 
 3/11/2021

Klaus Schwab

El denominado Foro Económico Mundial (World Economic Forum – WEF) encabezado por Klaus Schwab es a su vez creador de dos organizaciones juveniles extendidas por todo el mundo: el Foro de Jóvenes Líderes Globales (2004) y la Comunidad Global Shapers (2011). Sus sitios web, llenos de instantáneas y cortometrajes con imágenes repletas de rostros jóvenes y sonrientes de hombres y mujeres de todas las razas y países que cooperan de manera pacífica, que se dan la mano y dibujan gráficos, o sea, el material de propaganda habitual con el que ya estamos familiarizados, impactan al lector de dichas web con eslóganes pegadizos ofreciendo soluciones a problemas globales, sobre cómo mejorar el actual estado del mundo, construir un futuro mejor, luchar contra el cambio climático, construir comunidades inclusivas, influir a escala global, crear conciencia sobre la igualdad de género y esas otras cosas por el estilo. Ninguno de dichos «artículos» son una sorpresa, ¿o no?


Y es que el plan es el siguiente. Los jóvenes impresionables acostumbran a querer introducir cambios. Los jóvenes constituyen una cuarta parte de la población mundial. El cambio per sé se promociona como algo deseable abarcando desde el clima hasta la sociedad, desde la educación hasta la gobernanza. 

Es una revolución progresiva a través de las instituciones dirigidas especialmente al mundo (internacionales), o sea, una repetición de lo que los jacobinos en Francia, los bolcheviques en Rusia y los Guardias Rojos en China ya hicieron en su momento e intentaron conseguir. Ellos también apelaron a los jóvenes con imágenes de un futuro brillante y de fraternidad en todo el mundo, con promesas de felicidad y alegría universales, con visiones de progreso imparable y libertad desenfrenada.


Los ex alumnos de los líderes y los modeladores globales, cuidadosamente seleccionados, guiados y preparados por sus patrocinadores, son posteriormente ayudados a encontrar su camino en organizaciones, instituciones y corporaciones internacionales de primer orden, donde su influencia se multiplica o, para ser precisos, donde imponen las ideas que asimilaron siendo miembros del Foro y/o de la Comunidad. 

¿Alguna vez se han preguntado cómo es posible que tantas acciones idénticas se coordinen a través de las fronteras internacionales en un abrir y cerrar de ojos? Pues ahora lo saben. Los Global Leaders y los Global Shapers nos informan a través de sus sitios web de que tienen miembros en casi todos los países del mundo y que fomentan conexiones entre ellos de por vida. Ya ven.

Exalumnos notables del Foro de Jóvenes Líderes Globales son: 

Jacinda Ardern (primera ministra de Nueva Zelanda, líder del Partido Laborista), Annalena Baerbock (líder de la Alianza Alemana 90 / Los Verdes), Sergei Brin (cofundador de Google, presidente de Alphabet), Anderson Cooper (presentador de CNN), Alexander De Croo (Primer Ministro de Bélgica), Leonardo DiCaprio (actor), Sebastian Kurz (dos veces canciller de Austria, presidente del Partido Popular de Austria), Jack Ma (cofundador y presidente del Grupo Alibaba), Emmanuel Macron (presidente de Francia), Larry Page (cofundador de Google), Michael Schumacher (piloto de carreras), Jens Spahn (Ministro de Salud alemán), Charlize Theron (actriz y productora), Mark Zuckerberg (co -fundador de Facebook).

Todos quieren un futuro mejor, pero ¿y quién no? Afirman tener mejores ideas, pero ¿qué les hace creer eso? Afirman estar impulsados por sus propios sueños y entusiasmo juvenil. ¿Pero no es, más bien, que son impulsados por el dinero que les suministran otros? ¿No son sus ideas las de otras personas?


Los Guardias Rojos chinos, la Hitler Jugend, los Jóvenes Pioneros soviéticos, todos supuestamente siguieron sus propios sueños y actuaron como arietes para acabar con la sociedad conservadora que se oponía o frenaba el cambio. Causaron estragos. Pueden apostar a que los alevines atrapados en la red del WEF no tienen la menor idea de quiénes fueron aquellos sus hoy predecesores. Incluso si se les hablara de los paralelos con ellos, inmediatamente descartarían la posibilidad de cualquier comparación diciendo que esta vez será diferente. Seguro.

Los hombres seniles como Claus Schwab se preocupan mucho por dar forma al mundo pero… a su manera; incluso después de su muerte. Si algunos de ellos son no creyentes, entonces el fenómeno es interesante desde el punto de vista psicológico (¿psiquiátrico?). A menos, por supuesto, que sean creyentes, pero ¿a qué creencia o religión siguen?

Imprime esta entrada