Ángel Gabilondo, el enemigo del pueblo
o el último servicio del PP a los enemigos de España
18/12/2021
Siempre se ha dicho que el PP es el “voto útil”, y es verdad, es el voto útil pero no en el sentido que pretenden dar los que hacen uso de esa afirmación, sino que es el voto útil para los enemigos de España y para implantar el Comunismo, la masonería y la indefensión en nuestro país.
¿Qué habría sido de la izquierda sin esa labor “encubierta” y de zapa del PP durante 40 años engañado a su electorado, elección tras elección, para atraer sobre sí el voto anticomunista de España y también el voto de los cristianos, con la falsa promesa de defender la Religión y la Patria para luego escupirle a la cara a la Religión y también a la Patria, y tirar este voto por el fregadero abajo, y vender tanto a la Patria como a la Religión?
Los enemigos de España declarados atacando y destruyendo a España por un lado, y el PP a su flanco, al flanco de los enemigos quiero decir, a modo de guardaespaldas o de fragata al costado de portaviones, evitando y neutralizando toda reacción para garantizar así que los enemigos declarados pudieran actuar y perpetuar en impunidad la destrucción sin verdadera oposición.
Los últimos servicios del PP al comunismo, al separatismo y a la masonería habían sido apoyar con su voto afirmativo el que Carrillo fuera nombrado “hijo predilecto de Gijón”, el sumarse en las Cortes Generales, haciendo causa común con la extrema izquierda, a condenar el franquismo, a nada más ganar las elecciones generales de diciembre 2011 por mayoría absoluta, entre las primeras medidas, otorgar el Collar de Isabel la Católica a Zapatero en el BOE de 31 de diciembre de 2011 para que pasara desapercibido (por la trillonésima parte de semejante herejía han quemado a más de uno en la Edad Media o colgado de un árbol en la Guerra de los 30 años como dejó inmortalizado el pintor Jacques Callot), y también a Manuel Chaves y a la patulea de ministras mamarracho de Zapatero (Leire Pajín, Bibiana Aido, Rosa Aguilar, Magdalena Álvarez, etc).
El negarse luego a cumplir la promesa electoral de derogar la ley del aborto, la de violencia de género y la de Desmemoria Falsificación y Manipulación Históricas. El hacer causa común con el senador podemita por Valencia Carles Mulet, para exigir desde Valencia que fuera retirada, en el pueblo salmantino de Pajares de la Laguna, la calle dedicada al Coronel Moscardó, héroe de la epopeya del Alcázar de Toledo, y que el apoyo del PP al senador podemita, en esta injusta y abusiva exigencia, fue de tal magnitud que Pío García Escudero llegó incluso al extremo de prevalerse de su condición de Presidente del Senado para echar sobre el alcalde de ese pueblo a la Fiscalía General del Estado, a pesar de que el alcalde era también del PP, para forzarle a hacer lo que exigía el perroflauta de Podemos/Compromis. A tapar el caso Faisán y el macroatentado del 11-M, como ya antes taparon el asesinato de las niñas de Alcásser cuando el investigador Juan Ignacio Blanco le entregó al Ministro Oreja el video “snuff” del asesinato y no solo no se hizo absolutamente nada sino que el video se “perdió”, porque este es otro miembro del PP que va de “fenómeno” y de “divino” pero que sus actos no se corresponden con la “aureola”. Por cierto, un inciso, aprovecho la publicación de este artículo para que si lo ve el profesor D. Alberto Bárcena que si de verdad él está contra el comunismo que haga el favor de no sacar como cristiano ejemplar en sus videos al ex Ministro Fernández Díaz, porque eso es lo mismo que si sacara a la Pasionaria, Susana Estrada o al Cardenal Tarancón. Continuo, y perdón por el inciso. La retirada de monumentos con su voto, como el de Millán Astray en la plaza de María Pita de La Coruña, o del Comandante Franco en Ceuta (por no contar todas las de Franco como Generalísimo que han retirado y destruido con el apoyo del PP). Su posicionamiento político en la Ciudad de Ceuta no solo con el PSOE sino con los partidos pro-marroquíes, que eso es ya para nota, con el siniestro Juan Jesús Vivas, versión actualizada del Conde D. Julián y el Obispo Oppas del año 711. La entrega en régimen de monopolio de las televisiones a los enemigos de España para garantizar que no llegue a la población otro discurso informativo y cultural que el discurso desinformativo y acultural de la extrema izquierda, incluida la frase de Rajoy de que “todos somos Juana Rivas”, perpetuando el discurso de la extrema izquierda. Su complicidad e inoperancia en el golpe de Estado en Cataluña que llegará el día que se estudie como paradigma de ineptitud, cobardía y complicidad a partes iguales. La negativa del PP a apoyar la moción de censura de VOX contra el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y con ello su contribución a sostener a este Gobierno o apoyar al Gobierno en los estados de alarma que han resultado ser inconstitucionales y que el PP ha apoyado como buena fragata al servicio de su portaaviones, y un larguísimo etc.
Y de este largo etcétera creíamos que el último servicio que el PP había dado a los enemigos de España era la noticia que no hace mucho (el pasado 28 de noviembre) salió a la luz, que publicó “Libertad Digital” (AQUÍ) de que el PP desactivó el Tribunal de Cuentas al saber que iba a fallar en contra de aceptar como pago de los condenados por el golpe separatista del 1 de octubre de 2017 los avales de la Generalidad, y que lo que se presentaba en los medios como una “renovación del Tribunal de Cuentas” en realidad era una maniobra del PP a favor del separatismo catalán para cesar a la instructora que estaba redactando la inadmisión de esa forma fraudulenta de pago. Lo cual evidenció hasta qué punto el PP está metido en el proceso separatista catalán, aunque la imagen que pretende dar sea todo lo contrario, falsa como todo lo que hay en el PP.
Pensábamos (o al menos pensaba yo) que ésta había sido la última traición del PP a España y el último servicio que el PP había hecho a los enemigos de España, pero estaba equivocado, y estaba equivocado porque en estos tiempos y con estos canallas más falsos que judas, el aforismo de “piensa mal y acertarás”, no vale, tiene que ser “piensa mal, y te quedarás corto”.
Con este suceso del niño de Barcelona al que están linchando de todas las maneras posibles por el mero hecho de pedir sus padres que se cumplan las sentencias (art. 118, 1º CE), no de un Juzgado de paz sino nada menos que del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional que son la cúspide de la organización judicial en España, y que incumplir en rebeldía es un delito del art. 410 CP, hemos podido ver que lo del Tribunal de Cuentas no era la última traición a España y al ideal de Justicia del PP, había otra más y es el nombrar con su voto como Defensor del Pueblo a Ángel Gabilondo, el candidato fracasado del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Como ya hiciera el PP con Fernando “Grande”(?) Marlaska como vocal del CGPJ, que lo fue a propuesta del PP (justo antes de ser nombrado ministro), el posterior nombramiento de Marlaska como Ministro en el Gobierno de extrema izquierda de Pedro Sánchez evidenció que el PSOE dominaba el CGPJ con todos los vocales, los que nombraba el propio PSOE y los que se nombraban a propuesta del PP que también eran del PSOE, tan del PSOE como para ser luego nombrados nada menos que para el cargo de Ministro del Gobierno Bolchevique.
Con el cargo de Defensor del Pueblo del candidato del PSOE Ángel Gabilondo, el PP lo ha vuelto a hacer, y ha ocurrido exactamente lo mismo. Las desgraciadas consecuencias de que este órgano constitucional esté ocupado por un sujeto de la calaña del elegido, las hemos podido ver en estos días: el nuevo Defensor del Pueblo, -que de defensor del pueblo solo tiene el nombre-, se ha inhibido y ha negado el apoyo de la institución en el tema del acoso y linchamiento a este chaval y sus padres que reclaman su derecho a al menos se les dé un 25 % de la Educación en Español, lo cual, por cierto, me parece, por otro lado, poquísimo, y da idea de cómo se hacen en España las leyes con la connivencia del PP con los enemigos de España que tienen carta blanca para conseguirlo todo, hasta que en España solo se pueda estudiar sobre el papel, -en la práctica ni siquiera eso-, un 25 % cuando debería ser un 100% y el que quiera aprender catalán que lo estudie como optativa o en una academia.
Que Ángel Gabilondo lejos de ser el Defensor del Pueblo es el enemigo del pueblo parece evidente, como no podía ser de otra manera siendo del PSOE, y no lo digo en el sentido de la obra de Henrik Ibsen (que ojalá y Dios quisiera), sino en el sentido literal. Un Defensor peor que nada, falso para hacer inoperante a la institución en su función constitucional, posicionado con la iniquidad y la injusticia, que no queriendo saber nada del problema contribuye con su falta de actitud y de
actuación a consolidar la indefensión (art. 24 CE) de esta familia que pide algo tan básico como que las leyes y las sentencias judiciales firmes se cumplan, que por lo visto carecen de ninguna validez si no sirven, como la Ley de Desmemoria Falsificación y Manipulación Históricas, para implantar la iniquidad y la injusticia. Recordemos el eslogan de este sujeto en las elecciones a la comunidad de Madrid “No es solo Madrid es la Democracia”, que sirva de ejemplo, por trillonésima vez, la capacidad de mentir que tiene el enemigo, y para no caer en la propaganda siempre mentirosa y falsa del enemigo, y que lo hagan mirar también los que en ocasiones y desde esta misma página de “El Español Digital” escriben no pocas veces blanqueando al PP, en lugar de afear su traidora conducta. Deberían hacérselo mirar.
Luego si vinera Franco y cesara al Sr. Gabilondo de su puesto, por indigno, dentro de 70 años se enseñaría en las escuelas y se diría en las televisiones, para falsear lo ocurrido, que es que con Franco se represaliaban a los “demócratas”. Y se enseñaría también que Franco se levantó contra la legalidad constituida, cuando la legalidad no es incumplir la Ley y no acatar las sentencias sino todo lo contrario, porque la legalidad es sentirse vinculado por la Constitución y las leyes y los rojos no se sienten vinculados ni por su propia constitución y las leyes que ellos mismos han hecho, pero dará igual se enseñará que los que se niegan a acatar las sentencias judiciales firmes y a cumplir la Constitución y las leyes son “la legalidad” como se dice ahora de la “legalidad republicana” de 1936. Y se enseñará igualmente que todos estos canallas en realidad no hicieron nada, son todos inocentes y unos santos, como las 13 rosas que no habían roto un plato nunca.
Gobierno basura
Esta es la falsedad del sistema, de las personas concretas que acaparan los Poderes del Estado, y la miseria moral no sólo del Sr. Gabilondo sino del partido que ha contribuido a ponerlo ahí, el partido PP, en otra traición más al Estado de Derecho (art. 9., 1º CE), al Derecho de los españoles a no sufrir indefensión (art. 24 CE) y a España como Nación Una, Grande y Libre, que lo será cuando toda esta gente sea juzgada como en Nuremberg.