Día de la Toma: De la excelencia de la conquista de Granada
por los Reyes Católicos a la excrecencia
de la izquierda hispanófoba
2 ENERO 2022
El 2 de enero no es una fecha más del calendario, se celebra un acontecimiento histórico que marcó un hito para todo el mundo. La conquista de la ciudad de Granada, se ultima y se ejecuta en 1492.
La ciudad realiza una ofrenda a los Reyes Católicos, que descansan en la Real Capilla. Un cortejo cívico recorre las arterias principales y en virtud a una fórmula antigua y centenaria, desde el balcón central de las Casas Consistoriales o Edificio aúlico del Ayuntamiento, se tremola el pendón que los Reyes concedieron a Granada.
Fue en Granada donde se puso fin a una importante etapa de la historia de España y comenzó otra mucho más importante, determinando no tan sólo lo que hoy es España, sino gran parte del mundo Occidental.
Las cosas son como son y la historia es la que es, por mucho que le cueste y le pese a algún que otro desmemoriado amparándose en un islamoprogresismo evidente.
Granada fue tomada el 2 de Enero de 1492, tras diez años de conflicto abierto con el Reino de Granada, y esto es incuestionable. Lo que simbolizó la Toma de Granada, tampoco puede tener más lecturas que las que siempre ha tenido. La Historia, y el criterio académico, señalan esa fecha como el inicio de la época moderna. Finalizaba una etapa histórica y comenzaba otra que marcaría un importante hito no tan sólo para la Historia de España, sino para todo Occidente.
Sepulcro de los Reyes Católicos en la Capila Real de Granada.
Los que quieren “cambiar el sentido” de la festividad del Día de la Toma, pretenden hacernos a todos comulgar con ruedas de molino. Convendría recordarles que esta sociedad española, occidental y nuestra funciona con mucho mejor talante que el que hizo gala la población musulmana de Granada desde la puerta de Bib al-Bonud (o de los Estandartes) durante siete siglos, encargada de la matanza de miles de “infieles” y de la represión y muerte de miles de cristianos. ¿Tiramos de historia?
Hablan, por ejemplo, de que la Toma de Granada simbolizó el comienzo de la “etapa más negra ” de nuestra Historia, cuando todos sabemos que, muy al contrario, se produjo la Edad de Oro de las letras, el arte, y la cultura en general, las cotas de civilización alcanzaron sus niveles más altos y la etapa más gloriosa de la Historia de España.
Quizás, si no se hubiese reconquistado Granada, tanto que ensalzan la figura de doña Mariana Pineda esos colecivos contrarios a la conmemoración, ésta habría vivido con burka y en la cárcel, en el mejor de los casos .
Caía la última posesión musulmana en Europa. Pero sobre todo el 2 de Enero, con la Toma de Granada, se inicia la construcción de España como Estado nacional moderno. Además, con la conquista, los Reyes Católicos acababan con el conflicto de la sucesión, unificaban todas sus posesiones bajo un mismo sistema jurídico y fiscal y nacía España, considerada desde entonces como el primer Estado Moderno de la Historia de la Humanidad.
La victoria sobre el último reino islámico en Europa también significaba el control del Mediterráneo ante la cada vez mayor amenaza de los turcos, del cada vez mas poderoso imperio otomano, a los estados europeos; igualmente, hizo posible que creciera internacionalmente el prestigio de los Reyes y por ende de su Estado, y puso los cimientos para la constitución de la época más próspera de España. Negando la evidencia, negando la Historia, se pretende negar a España y nuestra propia identidad como españoles.
Interior del monasterio de San Jerónimo (Granada)
La evidencia histórica no puede estar sometida a los vaivenes y encajes de bolillos de unas asociaciones, Ong”s” y algún que otro partido político, que sospechosamente olvidan cómo Granada pasó de ser la capital de un reino en franco declive, a serlo de otro renaciente y nuevo. Los Reyes Católicos escogieron la ciudad para enormes proyectos arquitectónicos y patrimoniales. La ciudad fue extraordinariamente dotada en el Testamento de Isabel, pues al nombrarla tantas veces demostró el enorme afecto, por encima del resto de ciudades castellanas, que siempre le profesó.
Además, fue abastecida eclesialmente, se le concedió la dignidad metropolitana, se le distinguió militarmente y se le hizo sede jurídica de España. Si esto fuera poco, Granada conserva su nomenclatura de Reino, su emblema se incorporó al escudo de la Nación (y así sigue hoy día) y se nutrió de artistas, embajadores e ilustres visitantes europeos. Incluso el Emperador Carlos, en virtud y respeto a la memoria de sus abuelos, la hizo Capital del Imperio y la benefició aún más. El cambio, sin duda, fue a mejor.
Una mujer porta el estandarte real el Día de la Toma.
Para darnos cuenta de la trascendencia que vino a significar esta conquista, conviene contar varios episodios. Así, en Roma, el Papa convocó grandes solemnidades entre las que hubo una procesión de Acción de Gracias que duró 3 días. Nápoles se regocijó por la victoria con una obra de teatro que se interpretó hasta la Cuaresma de ese año. En Londres, tras un repique general de las campanas de Wentmister durante días, el Canciller de la Corona, dio a conocer la noticia despertando la fiesta de los ingleses. En París, Notre Dame concitó al Rey galo en una conmemoración por Granada. Y en Colonia se sucedieron fiestas y triunfos parecidos. Por el contrario, se sabe que el Gran Imán de la Gran Mezquita de Damasco llamó a los fieles y les instó a que cubrieran su cuerpo de cenizas en señal de duelo. El contraste en Oriente fué la antítesis de las conmemoraciones en Occidente.
Y a pesar de cuanto de bueno se ha señalado, si tampoco ello existiera, la razón de ser de la Fiesta se sustentaría en el simple hecho de una tradición con más de 500 años que responde a la historia. Y aunque algunos quisieran, sobre todo algún que otro marxista venido a menos, lo que está claro es que la Historia no se puede cambiar, adulterar, violar o moldear según gustos. Por eso, todos los años, se conmemora el dia de la toma de Granada en la que, gracias a los Reyes Católicos, se derrotó al último rey moro de la Península Ibérica, culminando de esta manera la Reconquista que iniciara Don Pelayo en el año 711, ni más ni menos. No podemos permitir que se nos obligue a “pedir perdón por nuestra historia”, porque eso es el equivalente al suicidio.