martes, 29 de marzo de 2022

***MASONERÍA: El racismo darwinista. Por Daniel Iglesias

Daniel Iglesias
20.2.22 

La teoría darwinista fue un ingrediente fundamental de la ideología nazi.

Reseña de: Richard Weikart, Darwinian Racism: How Darwinism Influenced Hitler, Nazism and White Nationalism [Racismo darwinista: Cómo el darwinismo influenció a Hitler, el nazismo y el nacionalismo blanco], Discovery Institute Press, Seattle, 2022.

El historiador estadounidense Richard Weikart ya había publicado tres libros importantes sobre la relación entre darwinismo y nazismo: a) De Darwin a Hitler: Ética evolutiva, eugenesia y racismo en Alemania (2004); b) La ética de Hitler: La búsqueda nazi del progreso evolutivo (2009); c) La religión de Hitler: Las creencias retorcidas que impulsaron al Tercer Reich (2016). El último libro de Weikart presenta su tesis de un modo breve, accesible, bien argumentado y bien documentado. Además, en esta obra Weikart refuta las principales objeciones que le han hecho otros autores.

El Capítulo 1 trata sobre el racismo de Darwin y el darwinismo. Weikart muestra que el darwinismo social no es un cuerpo extraño agregado accidentalmente a la teoría de Darwin sobre la evolución, porque las ideas de desigualdad racial (con razas superiores e inferiores), competencia entre las razas, imperialismo e incluso exterminación racial formaron parte desde el principio del intento darwinista de explicar la sociedad humana. Los sentimientos humanitarios de Darwin impidieron que él apoyara las aplicaciones más extremas de su teoría; pero eso no quita que ella, interpretada en el contexto de un pensamiento materialista o naturalista, da pie a esas aplicaciones. Muchos de los primeros darwinistas fueron más racistas que Darwin. Por ejemplo, Ernst Haeckel, el principal darwinista alemán, afirmó que las distintas razas humanas eran tan diferentes entre sí que constituían diez especies diferentes y cuatro géneros separados. Tanto Darwin como Haeckel consideraron que, en la escala evolutiva, los africanos negros y los aborígenes australianos estaban más cerca de los grandes simios que de los europeos.

El Capítulo 2 trata sobre la cosmovisión darwinista de Hitler. Tras su exposición, el autor concluye lo siguiente: “El darwinismo no sólo fue una influencia formativa en la ideología de Hitler, sino también un principio central que guió sus decisiones políticas (…) Para sus seguidores él promovió tanto en público como en privado una versión racista del darwinismo social. Él creía que la lucha por la existencia promovía el progreso biológico eliminando las razas supuestamente inferiores y purgando la raza aria de sus elementos supuestamente retrógrados, como las personas con discapacidad. Hitler quería cooperar con la naturaleza ayudando a los que él consideraba superiores a prosperar y reproducirse, de modo que la raza humana pudiera avanzar en el desarrollo evolutivo.”

En el Capítulo 3 el autor demuestra que el régimen nazi no sólo enseñaba en los centros educativos la teoría darwinista de la evolución humana, sino que también la promovía como una parte importante de la ideología nazi.

El Capítulo 4 trata sobre los científicos darwinistas del Tercer Reich. El autor demuestra que la influencia del darwinismo en los científicos alemanes del período nazi fue amplia y profunda. “Muchos de los principales antropólogos en Alemania eran darwinistas entusiastas, y fueron agasajados por los nazis.” Varios de esos darwinistas fueron oficiales de la SS y trabajaron en las oficinas encargadas de los asuntos raciales.

El Capítulo 5 trata sobre la eugenesia y la eutanasia nazis. El autor muestra que antes del régimen nazi y durante el mismo la eugenesia estuvo muy vinculada al darwinismo. Los eugenistas procuraban apoyar la selección natural promoviendo la reproducción de los individuos “más aptos” y restringiendo la de los “menos aptos". El régimen nazi aplicó estas ideas de un modo radical, matando en secreto a unas 200.000 personas con discapacidad en menos de cinco años.

En el Capítulo 6 el autor demuestra que los periódicos y los panfletos de propaganda de los nazis insistieron siempre en presentar la evolución darwinista como un pilar científico de la ideología nazi. Nunca negaron la evolución humana, y a menudo intentaron ridiculizar al creacionismo.

El Capítulo 7 trata sobre Haeckel en el Tercer Reich. Weikart demuestra que los motivos de la reticencia de algunos nazis a la figura de Haeckel no eran científicos sino filosóficos o políticos: a) su convicción de que Haeckel era materialista (en general los nazis tendían a un panteísmo no materialista); y b) las políticas de izquierda apoyadas por la Liga Monista, fundada por Haeckel. De todos modos los nazis celebraron a Haeckel como científico darwinista y racista. El prestigio de Haeckel creció a lo largo del período nazi, superando las reticencias mencionadas.

En el Capítulo 8 Weikart muestra cómo, al igual que los nazis, también los neonazis, los nacionalistas blancos y el núcleo original de la alt-right [derecha alternativa, un concepto muy elástico] invocan regularmente al darwinismo como supuesto sustento científico de sus ideas falsas y despreciables de desigualdad racial y superioridad de la raza blanca.

El Capítulo 9 presenta las conclusiones del autor. Destaco un punto. Algunos críticos de Weikart admiten que su tesis es verdadera pero dicen que es irrelevante porque hoy la gran mayoría de los darwinistas no son racistas. Weikart responde que su argumento es histórico, no filosófico. Si los darwinistas de hoy quieren absolver a Darwin de la culpa de racismo, deben discutir con los nazis, no con Weikart. Personalmente me parece imposible absolver del todo a Darwin, dado que él creía que el ser humano era sólo un animal más y dado que el mismísimo título de su obra principal es Del origen de las especies por medio de la selección natural o [sea] la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida.

Daniel Iglesias Grèzes