jueves, 10 de marzo de 2022

***NOM-Mons. Viganò: “Rusia puede desempeñar el último obstáculo en el camino del Anticristo”

Carta del arzobispo Carlo María Viganò
 “Rusia puede desempeñar el último obstáculo 
en el camino del Anticristo”
9-3-22

Rusia puede desempeñar el último obstáculo en el camino del Anticristo, ha defendido el arzobispo Carlo Maria Viganò, todo un símbolo para millones de católicos de todo el mundo.

En una larga declaración de 24 páginas, el arzobispo aborda todos las las cuestiones de lo que sucede en Ucrania desde una perspectiva histórica, política y espiritual. 

Afirma que la situación en Ucrania fue provocada por la administración Biden, la OTAN y la UE, y acusa a los medios de comunicación occidentales de propalar “mentiras y falsedades sobre lo que está pasando”. Advierte asimismo que para las élites globalistas, los acontecimientos de Ucrania no son más que un paso más en la destrucción del viejo mundo y la construcción de un Nuevo Orden Mundial.

Sobre la crisis de espiritualidad en Occidente, Viganò ha manifestado: “La crisis mundial, con cuya ayuda se prepara la desintegración de la sociedad tradicional, ha afectado también a la Iglesia católica, cuya jerarquía es rehén de los apóstatas que son cortesanos del poder. La Roma de los Césares y los Papas está ahora desierta y silenciosa, como lo ha estado durante siglos la Segunda Roma de Constantinopla.

“Quizás la Providencia predeterminó que Moscú, la Tercera Roma, asumirá hoy a los ojos del mundo el papel de un katechon, una barrera escatológica para el Anticristo”, sugirió Viganò.

“Rusia y Ucrania hoy pueden desempeñar un papel trascendental en la restauración de la civilización cristiana, contribuyendo al establecimiento de un período de paz en el mundo, del cual la Iglesia también será resucitada, limpiada y renovada en sus ministros”, añadió.

En consecuencia, el arzobispo defiende que “los Estados Unidos de América y las naciones europeas no deben marginar a Rusia, sino hacer una alianza con ella, no solo para restaurar el comercio en beneficio de la prosperidad general, sino también de cara al restablecimiento de una civilización cristiana, que es la única que puede salvar al mundo del monstruo transhumanista tecno-médico globalista”.