lunes, 4 de abril de 2022

***AntiNOM-LGBT-ORBAN-VOX: Una nueva ley húngara prohíbe hablar de la homosexualidad en las escuelas y restringir algunas películas a los menores ha provocado un choque de trenes en la cumbre europea

Una nueva ley húngara que prohíbe 
hablar de la homosexualidad en las escuelas 
y restringir algunas películas a los menores ha provocado 
un choque de trenes en la cumbre europea
25/6/2021 

La UE se encara a Orbán por su ley anti LGTBI: o la cambia o "no tiene lugar aquí"

La gran mayoría de los Estados miembros han acorralado este jueves a Viktor Orbán, primer ministro húngaro, en un Consejo Europeo celebrado en Bruselas en el que se debía discutir sobre migración, la situación de la pandemia y relaciones exteriores, pero en la que el protagonista ha acabado siendo el líder húngaro y la ley que su parlamento ha aprobado y que prohíbe exponer “pornografía y contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo o la homosexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años”, limitando los derechos y libertades de la comunidad LGTBI.

En los últimos días la tensión ha ido subiendo entre la Comisión Europea y el Gobierno húngaro, pero un gran grupo de Estados miembros han decidido que este asunto merecía una pelea política al más alto nivel. Un grupo de 13 países, entre ellos España, prepararon el martes, a iniciativa de Bélgica, una declaración en la que pedían a Bruselas que tomara papeles en el asunto y atacaban muy duramente al Gobierno húngaro por su nueva ley. Varios países firmaron la declaración poco después.


Nacho Alarcón. Bruselas

Este jueves 17 jefes de Estado y de Gobierno han firmado otra carta en la misma dirección, aunque sin citar de forma directa a Hungría. Fuentes diplomáticas y europeas ya avanzaban que un grupo de líderes pensaban poner este asunto sobre la mesa durante la cena en un auténtico cara a cara con Orbán. Y la temperatura no ha bajado en las últimas horas. Mark Rutte, primer ministro holandés, ha llegado a asegurar que la nueva ley húngara no puede ponerse en marcha y que, de hacerlo, el país debería abandonar la Unión Europea.

"Ya no tienen un lugar aquí", ha asegurado Rutte, que se ha presentado en muchas ocasiones como el antagonista de Orbán dentro del Consejo Europeo, siendo por ejemplo el líder que abanderó el proyecto de un instrumento que pudiera cortar el grifo de los fondos europeos a las capitales que no respetan el Estado de derecho y ponen en riesgo los intereses financieros de la Unión al, por ejemplo, reformar el sistema judicial de manera que no se pueda garantizar la independencia de los magistrados. Rutte ha explicado que Hungría debería retirar la ley, algo que Orbán ya ha descartado, señalando que de lo contrario deberían abandonar la Unión Europea.


A. Alamillos. Budapest

Judit Varga, ministra de Justicia de Hungría, estrecha aliada de Orbán y una de las principales portavoces de la deriva autoritaria del Gobierno húngaro, ha contestado al primer ministro holandés por redes sociales: “La declaración de Mark Rutte hoy no es más que un episodio más de la serie de chantaje político. Hungría no quiere dejar la UE. Al contrario, queremos salvarla de los hipócritas”. En esa frase está el corazón de la estrategia húngara sobre la Unión Europea: no se trata de destruirla, sino de dirigir su mensaje hacia una serie de postulados muy conservadores en la que los Estados miembros recuperen total control del proyecto y rebajando al papel de la Comisión Europea y los Tratados y Carta Europea de Derechos Humanos.

Otro de los líderes que se ha mostrado como más combativo con la deriva de Budapest es Xavier Bettel, primer ministro luxemburgués, que además es gay y ha realizado uno de los discursos más emotivos del día. “Aceptarte a mí mismo siendo gay fue lo más difícil, aceptarlo yo y cómo decírselo a mis padres”, ha explicado el líder de Luxemburgo, señalando que “escuchar ahora que es porque tal vez vi algo en la televisión cuando era más joven es inaceptable”. Y Bettel ha lanzado un mensaje dirigido al corazón del problema: “Mezclar pedofilia, pornografía y homosexualidad es inaceptable”. Bettel y Rutte han sido, según fuentes diplomáticas, los más duros con Orbán. “Ser homosexual no es una opción, ser homófobo sí”, ha señalado también el otro líder del Benelux, Alexander de Croo, primer ministro de Bélgica.

Xavier Bettel, primer ministro de Luxemburgo: “Mezclar pedofilia, pornografía y homosexualidad es inaceptable”

“La discusión sobre la ley húngara ha sido profunda y en ocasiones emocional”, ha explicado una fuente europea, mientras que una fuente diplomática ha explicado que el primer ministro húngaro se ha mostrado “sorprendido” y ha defendido, como viene diciendo su Gobierno los últimos días, que el problema es que el resto de capitales no han entendido la nueva ley.
Un pulso más

No es el único pulso que Hungría tiene contra el resto de la Unión Europea. El país tiene activado el artículo 7 de los Tratados, una cláusula en las normas comunitarias que en teoría en última instancia permite eliminar el derecho a voto en el Consejo de un país que viole los principios europeos y el Estado de derecho, pero que ha demostrado no ser útil.


María Tejero Martín. Bruselas

Budapest plantea pulsos contra las autoridades comunitarias en distintos campos, especialmente en materia migratoria, y las hostilidades con el Ejecutivo comunitario no son nuevas. De hecho, el Gobierno de Orbán llegó a atacar a nivel personal a Jean-Claude Juncker, anterior presidente de la Comisión Europea.

La Comisión Europea tiene previsto dar nuevos pasos en este asunto. Después de que Von der Leyen haya calificado la nueva ley como una “vergüenza”, Didier Reynder, comisario de Justicia, y Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, han enviado una misiva al Gobierno húngaro pidiendo más explicaciones. El Ejecutivo comunitario podría abrir un expediente contra Budapest si considera que la norma viola el Derecho de la Unión, pero muchas fuentes apuntan a que este pulso va más allá de los Tratados y de lo que se pueda hacer en la corte europea de Luxemburgo respecto a esta norma concreta, y que se trata de evitar que los derechos humanos y los valores fundamentales sean considerados como algo ideológico.