Masonería y Krausismo
en la Institución libre de enseñanza
Índice
1.Introducción
2.El ideal de humanidad de Krause y sus influencias
3.La Institución Libre de Enseñanza
4.La masonería, Krause y la Institución
4.1. La coeducación. Un concepto con historia
5.Conclusión
6.Bibliografía
1. Introducción
En este trabajo pretendo poner evidencia una perspectiva objetiva sobre las relacionesestablecidas entre la Institución Libre de Enseñanza y la masonería especulativa del siglo XIX yXX, cuyo enlace es el filósofo alemán Karl Krause. Sorprendentemente dicha objetividad hasupuesto una compleja tarea y búsqueda de información, pues la documentación referida a tanespecífico tema es muy subjetiva; como es el caso del autor Pedro F. Álvarez Lázaro, quien en susmúltiples trabajos sobre masonería y educación siempre ha sido detractor de su vinculación ydefensor de la teoría mayoritaria que reivindica la oposición de Giner de los Ríos y BartoloméCossío -entre otros implicados en la ILE- a la masonería española del siglo XIX.
He querido estructurar este trabajo de manera concisa, atendiendo primero a los datoshistóricos tanto de la Institución Libre de Enseñanza como de sus influencias krausistas (alemanasy belgas) y por último haré una breve relación entre la masonería española de finales del siglo XIXy principios del XX y la Institución. Además he considerado oportuno dedicar un apartado a unade los puntos comunes que tienen la ILE, la filosofía de Krause y la masonería: la coeducación.En la búsqueda de información me he visto sorprendida por la numerosa bibliografíareferida al análisis de estos puntos y he intentado concentrar las ideas que me han parecido másrazonables en las siguientes páginas, aunque considero que podría ser un tema interesante adesarrollar con más amplitud
El ideal de humanidad de Krause y sus influencias
Karl Krause nació en Alemania en 1781. Desde muy joven se interesó por las filosofíasmás novedosas y se matriculó en la Universidad de Jena. Cuando obtuvo su objetivo de ser profesorse trasladó a Dresde donde pudo ejercer su profesión. En 1805 se inició en la logia masónica de dicha ciudad pero fue expulsado de ella al haber escrito sobre “su gran secreto” en una obra.
Irónicamente, se le siguió estudiando y tomando como referencia tantos en las logias como fuerade ellas, y fue la piedra angular para la completa modernización de la masonería. En 1811 publicasu obra
Ideal de Humanidad, en la que desarrolla su filosofía panenteísta. Viajó impartiendo susideas en algunas universidades europeas y también tuvo algunos problemas legales por ellas.Murió joven y sin el reconocimiento de su propio país.Para acercarnos a su pensamiento citaré sus propias palabras en la traducción que haceSanz del Río de su obra:
“El Hombre, siendo el compuesto armónico
más íntimo de la Naturaleza y el Espíritu,
debe realizar históricamente esta armonía
y la de sí mismo con la humanidad, en
forma de voluntad racional,
y por el puro motivo de esta su naturaleza, en Dios”
Su ideal para la humanidad consistía en su propia y novedosa reflexión sobre un futuroideal para la humanidad en la que todas las esferas que las constituían estuvieses unidas armónicamente y funcionasen. En sus diversas obras explica lo que para él es “teoría de la esencia”.
Esta consistía en la creencia de que Dios es el origen, el modo y el fin, Dios contiene al mundo yéste trasciende de Dios. Además de la vinculación de Dios, hombre y mundo, observa una armonía suprema con la “teoría de las esferas”, es decir, la organización histórica por asociaciones libres yniversales que aúnen el espíritu y la naturaleza para un bien común: la humanidad.
Es en esta idea donde Krause se vuelve más subjetivo y oscuro, al explicar las distintas asociaciones que él va allamar sociedades y las va a dividir en tres: personales, reales y formales.Las influencias racionalistas tanto de la masonería como de la revolucionaria época en laque le vivió el filósofo estaban patentes en su pensamiento. Sus influencias posteriores sereflejaron en muchos estratos sociales y a muchos niveles del conocimiento, aunque con el tiempoquedó como un hecho filosófico aislado y renegado a los orígenes de las revoluciones pedagógicas.