domingo, 7 de agosto de 2022

En recuerdo de Gonzalo Fernández de la Mora. Por Fernando Alonso Barahona

En recuerdo de Gonzalo Fernández de la Mora
Por Fernando Alonso Barahona
3 AGOSTO 2022

Pedro C González Cuevas , experto en la historia de los movimientos intelectuales conservadores en España – aunque en sus muy interesantes libros no ha mencionado nunca aportaciones mías como “La derecha del siglo XXI “ (Royal Books 1993 ) o “Políticamente incorrecto “ (Eiunsa 1998 )- ha publicado una exhaustiva biografía política e intelectual de Gonzalo Fernández de la Mora ( junio 1924- febrero 2002 ).: La razón conservadora (Biblioteca Nueva , 2015 )


Tuve el honor de conocer a don Gonzalo a la altura de 1991 y mis primeras publicaciones en revistas de pensamiento fueron en Razón Española ( LA mentira del socialismo, El cine español en la era de Franco ). Coincidí después con él en varias ocasiones, en comidas , reuniones . El título de “ La derecha del siglo xXI “, por cierto se debe a sugerencia de De la Mora ya que yo en el borrador contaba con el de “Liberal Conservador “, sin duda menos sugerente .
Pude colaborar después en el volumen de homenaje : Razonalismo, ( 1994 ) y asimismo en el volumen homenaje a De La Mora con ocasión de su fallecimiento .
Me prestó libros para la realización de algunos de mis ensayos, y me hizo el honor de acudir, en septiembre de 1998, a la presentación de mi «Políticamente incorrecto», en la Biblioteca Nacional (Luis Alberto de Cuenca y Aleix Vidal Quadras fueron los presentadores del evento).
Ahora guardo sus tarjetas como un recuerdo si cabe más emotivo. Y vienen a la mente aquellas conversaciones con ese gran editor que fue Francisco Vega (fallecido en octubre de 2001) en las que planeábamos (pero nunca llegamos a poner en práctica) ofrecer a don Gonzalo la edición en libro de sus glosas sobre el razonalismo, todo un tratado de antropología y filosofía para el mundo contemporáneo.

Su producción intelectual es inmensa y abarca desde la filosofía humana y profunda de El hombre en desazón, hasta la brillantez de El Estado de obras o el clásico El crepúsculo de las ideologías, por no hablar de Ortega y el 98 o La envidia igualitaria. El legado de su vida resplandece en las páginas de su libro de memorias Río Arriba» (con testimonios esenciales de su época, de su etapa ministerial, su visión de Franco o los años duros de la fundación de Alianza Popular, hoy Partido Popular) y el de su obra en los miles de páginas de sus ensayos o en la revista «Razón Española», su último gran empeño intelectual ( http://www.diarioya.es/content/raz%C3%B3n-espa%C3%B1ola-25000-p%C3%A1ginas-de-pensamiento-al-servicio-del-humanismo-frente-a-lo-%E2%80%9Cpol%C3%ADticam )

Fiel a sus principios, brillante pensador, eficaz ministro de Obras Públicas (contradiciendo, por una vez, el conocido aserto de que el buen intelectual es un mal gestor) dedicó su vida al trabajo del pensamiento y quiso ser – como Cuevas señala con acierto – una guía para sus contemporáneos en la estela de Menéndez Pelayo y Ramiro de Maeztu dos de los pensadores más admirador por el autor de “El crepúsculo de las ideologías “ .

Fernández de la Mora, uno de los mejores pensadores de la derecha moderna, anticipó casi todo lo que ha ocurrido primero en España y luego en el mundo. Vaticinó el crepúsculo de las ideologías –PP o PSOE solo defienden en gran medida unos valores convencionales, incluso electorales, no ideologías- vaticinó la agresividad del sistema de autonomías nacionalistas y tendentes a un separatismo cada vez más acentuado y voraz, adivinó la corrupción del sistema de partidos e imaginó la debilidad de líderes como casi todos los actuales, cuyo esfuerzo se enfoca exclusivamente a mantenerse en el puesto el máximo tiempo posible.
El pensamiento de Fernández de la Mora queda pormenorizadamente diseccionado en el completo libro de González Cuevas y anteriormente en la primera tesis doctoral sobre su obra, realizada por el profesor y amigo Luis Sánchez de Movellán.

Su recuerdo no es sencillo aún hoy . Mariano Rajoy, junto a su esposa, Federico Trillo y la desaparecida Loyola de Palacio, fueron los únicos representantes del Gobierno de José María Aznar que estuvieron en el entierro de Gonzalo Fernández de la Mora un febrero de 2002. “La razón conservadora” nos desvela los motivos . Rajoy – pocos lo sabían – llegó a militar en la tradicionalista Unión Nacional Española, el partido presidido por De la Mora luego integrado en la Federación de Partidos de Alianza Popular. Loyola de Palacio , por su parte , fue una de sus más jóvenes y eficaces colaboradores en aquellos años complejos .
Las etapas creativas y vitales del escritor y hombre de Estado tienen perfiles definidos :
Primera etapa : hasta 1964 aproximadamente . se caracteriza por el pensamiento tradicional español abierto sin embargo a la influencia de Ortega ( aunque De La Mora nunca congeniara con un grande de la filosofía española contemporánea como Julián Marías, el más dotado – pese a lo que opina Cuevas – de los discípulos de Ortega . Y el más brillante y completo .

Javier Zubiri y Eugenio D.Ors , como su descubrimiento el olvidado Amor Ruibal , son también notables influencia en un joven De la Mora que llega a formar parte del Consejo Privado de Don Juan, que cree firmemente en la Monarquía llegando a ser detenido en una algarada monárquica de aquellos años . De La Mora colabora en numerosas revistas de pensamiento y en las páginas de ABC publica una serie de artículos y críticas sobre lo mejor de los libros de la época . Los tomos de su Pensamiento Español ( con independencia de que se pueda discrepar de algunos matices u opiniones ) constituyen un formidable esfuerzo por construir una alternativa intelectual conservadora .
Segunda etapa : hasta 1979 . Es la de sacrificio político en el sentido de que para un hombre que centraba su visión en la política de las cosas y no en las cosas de la política fueron unos años de servicio que le alejaron un tanto de la creación pero que a cambio le permitieron participar de forma activa en la vida pública . Junto a Lopez Rodó redactó la ley orgánica del Estado ( aprobada luego en 1967 ) fue subsecretario en el Ministerio de Asuntos exteriores con López Bravo y ministro de Obras Públicas desde 1970 a enero 1974 ( los últimos seis meses en el Gobierno de Carrero Blanco hasta su asesinato ) . Fernández de la Mora coincidió en aquel breve gobierno con personalidades de la talla de Jose Utrera Molina ( Ministro de Vivienda ) y Laureano Lopez Rodó ( Asuntos Exteriores ).


Después fue elegido presidente de UNE, se integró en la AP de Fraga y fue diputado por la provincia de Pontevedra en las elecciones de 1977 . Fiel a la obra de Franco optó por su continuidad perfectiva intentando conservar el Estado de Obras que era – cual eficacia rotunda de la gestión – su principal cualidad según el pensamiento de De La Mora .
El apoyo a la Constitución de Fraga le separó de AP y fundó junto a Silva Muñoz una efímera Derecha Democrática Española . Tras su desaparición abandonó la política de forma definitiva .
Tercera etapa : de 1980 hasta su fallecimiento en 2004. Los años del gran empeño de Razón Española, una revista intelectual conservadora independiente y profunda . El éxito de sus memorias : Rio Arriba , galardonada con el Premio Espejo de España (Planeta )le devolvió a la actualidad aunque fuera de forma fugaz . Y luego llegó la publicación de ese libro profundo de filosofía realista, un tanto desencantada y en absoluto reaccionaria que es El hombre en desazón , tal vez su mejor obra junto a la famosa , múltiples veces reeditada y traducida a varios idiomas . El crepúsculo de las ideologías ( edición crítica, notas y estudio preliminar por Carlos Goñi Apesteguia, Georg Olms Verlag, Hildesheim-Zurich-Nueva York 2013 ).


En las páginas de “La razón conservadora” desfila un De la Mora auténtico, con sus multiples virtudes, su afán de pensador, su valor y honestidad y sin dejar a un lado los desenfoques y errores que pudo cometer . En este sentido las páginas del libro son objetivas, completas, como un acta notarial de los principales avatares de toda una existencia humana .
De la Mora fue buen amigo de Anson – cuando ambos eran correligionarios – de Gustavo Bueno, conoció a fondo a Pérez Embid, a Vallet de Goytysolo, Aranguren , Millán Puelles ….y mantuvo interesantes conversaciones con Dionisio Ridruejo , Jesús Fueyo ( el autor del muy interesante ensayo “La vuelta de los Budas ” 1973 ) , entre otras muchas personalidades . Y en su ultima etapa nombres como Ricardo de la Cierva, Luis Suárez , Angel Maestro , Dalmacio Negro o Juan Velarde jalonaron sus rutas intelectuales . En realidad fue protagonista de una etapa que hoy muchos quieren olvidar , lo que incluye también el injusto olvido de sus protagonistas , fueran Don Juan y Fraga , Carrero y Franco, Sainz Rodríguez , Tierno Galván o el propio Juan Carlos I ( de quien se decepcionaría por completo igual que de la propia Monarquía ).

Su obra aún está por descubrir para las nuevas generaciones aunque las leyes totalitarias de memorias antihistóricas amenacen su recuerdo ,


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