martes, 13 de diciembre de 2022

“Felices Fiestas” no, miserables: Feliz Navidad sí

“Felices Fiestas” no, miserables: Feliz Navidad sí

«Felices Fiestas», rezan todos los espacios mediáticos, publicitarios y televisivos.

Pero: ¿qué Fiestas? ¿Las Fallas de Valencia, los San Fermines o la Feria de Abril? ¿Qué gilipollez es eso de felicitar las ‘fiestas’, en neutro, en genérico, como furcias de la corrección política? ¡No son Fiestas! Es la Navidad, la Natividad de Jesucristo, que es una fiesta Sacra, nada que ver con el folclore social o regional y sí con la Fe y sí con la Tradición pautada del catolicismo.

No suelo asomarme con frecuencia a ese estercolero llamado Televisión desde la época del «1, 2, 3» pero estos días lo estoy haciendo como mortificación previa a la contrición que haré esta Navidad. Para el vertedero mediático la Navidad se reduce al arbolito, las luces y el almíbar de meapilas hipócritas que hacen el gilipollas con el “iluminado” alcalde de Vigo.

Hace unos años, en la época del publicitario «Calvo» del Sorteo de Navidad todavía, todavía, había rastro de Navidad y de Belenes, de Villancicos y Tradición. Lo había en las teles y en las calles. En años pasados Bergoglio tuvo el cuajo de poner en el Vaticano un Belén ‘fálico’; Ada Colau instaló unas cajas horrorosas dignas de ser quemadas; el cleptócrata de Joan Ribó -alcalde de Valencia- responsable de 4 millones saqueados a la EMT reinstauró ‘las magas republicanas’: unas gordas siniestras propias de burdel norteamericano que representan el festival masónico que la II República montó en Valencia para el año 1937 cuando el gobierno rojo se instaló aquí huyendo de Franco y como forma de suplantar a los Reyes Magos y vetar la Navidad.


Televisar hoy un Belén viviente o exponer la publicidad genuina de las ‘muñecas de Famosa’ que se dirigían al Portal seria motivo de un piquete violento en los estudios de Prado del Rey con incendio del “Pirulí” y asalto al recinto.

Recuerden algo: los gobernantes españoles son títeres de la Unión Europea, y desde que en ella entramos, desde el Acta de Adhesión de 1985 pasando por la “Constitución Europea” de 2004 que no se aprobó pero da igual (porque la UE funciona como un régimen de gobierno invasivo), requisito era convertir en picadillo el alma española, meter el laicismo en todos los espacios de la vida y, como dijo el pasado año Úrsula Von der Leyen- presidenta de la Comisión Europea- felicitar las “Fiestas” y no la Navidad para así contribuir a la diversidad religiosa y racial de la sociedad europea.

Nuestra identidad cristiana, vendida por miserables y por la sociedad entreguista


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