La infame secta masónica en alza en España
14/12/2023
Diputados masones de la II República
No es nuevo, claro, pero no por ello hay que dejar de insistir, pues precisamente una de las cosas que quiere es que no se hable… tampoco mal, de ella. Nos referimos a la Masonería, esa secta, que lo es, no discreta, como le gusta calificarse, sino secreta, porque lo que deja ver o entrever no es nada más que… falso y lo que le interesa.
El diario El Mundo publicó un artículo titulado “Yo, masón y católico” (AQUÍ) en la que bajo tan contradictorio epígrafe recogía las opiniones de varios masonazos: Xavi Molina Figuears (doctor en Farmacia), venerable Maestro de la Respetable Logia Ceres de Talavera de la Reina, de nombre simbólico Perdurabo; Javier Otaola (escritor de novela negra), Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española entre 1997 y 2000, miembro del Supremo Consejo Masónico de España 33º y co-fundador de las Logias Manuel Iradier, Ariadna y Theorema; Jesús López (aparejador), presidente de la asociación masónica Utopía 6017 y miembro de una Logia del Gran Oriente de Francia; Mar Sánchez Bergua (Licenciada en Historia del Arte y Administración de Empresas, actividad esta última a la que se dedica), Gran Maestra de la Gran Logia Femenina y Francisco Javier Rivas (profesor), miembro del equipo de gobierno del Gran Maestro de la Gran Logia de España.Para exorcizar este artículo, insertamos la imagen de la medalla del insigne Tribunal Especial para la represión de la Masonería y Comunismo, cuyo diseñador realizó un alarde de precisión teológica al colocar un San Jorge matando al dragón: San Jorge representa al hombre cristiano, el caballo blanco a la Iglesia y el dragón al mal
Pero si se toman la molestia de bucear un poco en internet, verán que la Masonería prospera en España a pasos agigantados, no sólo abriendo numerosos “templos” y logias, que también, extendiéndose por ciudades y pueblos, festejando su vuelta a lugares de donde fue erradicada, sino, y asimismo, y esto es en nuestra opinión lo peor, realizando una intensa labor proselitista sobre la base de numerosos actos de presentación y conferencias de divulgación al amparo de instituciones de toda clase y condición gubernativas, autonómicas, municipales y educativas. Son decenas, y casi centenas, los actos de este tipo mediante los que, claro, de una u otra forma, en mayor o menor medida, pero seimpre a costa de nuestros impuestos, la Masonería se expande sin cesar.
¿El mensaje? El de siempre, su, según ellos, bondad en todos los órdenes, bien que junto, eso sí, a dos fijaciones obsesivas: el vilipendio de la Iglesia y la demonización de la etapa de gobierno del Generalísimo (en ambos casos soltando una cantidad de mentiras, tergiversaciones y cuartos, que no medias verdades, que ya en vez de espanto causan risa); y, de vez en cuando, alguna nota destapando a alguno de sus miembros… sólo una vez muertos –el último caso que sepamos ha sido el de Jerónimo Saavedra, bien que a este incluso lo destaparon poco antes de morir concediéndole públicamente la Gran Logia de España la Medalla de oro–, pues según la norma de la secta, lo que lo dice todo, sólo tras finar sus días en este mundo se puede decir quién ha pertenecido a ella; los que salen a la palestra como los citados más arriba no son más que títeres, lacayos, los encargados de la propaganda y publicidad del sarao mandilero ridículo y cutre, los que… en realidad nada pintan ni menos aún mandan.
Pues bien, entre el cúmulo de apoyos a la nueva expansión de la infame secta, recogemos como botón de muestra el que sigue:Ángel Víctor López Pérez, actual ministro de Política Territorial y «Memoria Democrática» (¿?), ha publicado el tuit que les insertamos a continuación, que lo dice todo, no sólo de él, que ya lo sabíamos –la Masonería es «escuelas de ciudadanía cuyos miembros fueron perseguidos, señalados y condenados durante la dictadura… Ahora su honor está siendo restituido desde la memoria democrática» (dixit)– en la inaugurción un acto académico sobre este tema en…, nada más y nada menos que en la Universidad Rey Juan Carlos que, “casualidades” de la vida, fue la adjudicada al PP de Madrid en el reparto partitocratico de mamandurrias, púlpito de blanqueamiento de la secta masónica, y de otras cosas todas ellas perniciosas para la salud espiritual, mental e incluso física de los españoles. Las conclusiones son obvias y no hace falta ni mentarlas.