Un discurso impecable, breve, concreto,
completo y verdadero
20/02/2023
Por su enorme interés, actualidad y certeza, ofrecemos a nuestros lectores el texto íntegro de la presentación que Asís, como portavoz de Luz de Trento/Jóvenes por España, realizó el pasado 10 de Febrero del acto que organizado por dicha asociación tuvo como participantes a Mons. Schneider y Jorge Buxadé.
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Buenas tardes a todos y muchísimas gracias por acompañarnos esta tarde para escuchar al eurodiputado de Vox Jorge Buxadé y a Monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astana, capital de Kazajistán.
Desde la Asociación Luz de Trento, hemos querido organizar este acto porque Occidente lleva décadas inmerso en una profunda crisis moral que pretende arrasar la obra entera de veinte siglos cristianos para levantar sobre sus ruinas la quimera de una nueva humanidad que, despojada de todo sentido trascendente, adore su propia esclavitud en aras de una tiranía omnipotente, que negando el espíritu, acaba con la dignidad de la persona humana.
En esta crisis, encontramos dos fuerzas: por un lado, el cristianismo, alma máter de una civilización que durante veinte siglos ha iluminado los caminos de la historia, defendido la dignidad humana, y ha sido tutora de los humildes y base insustituible de la concordia humana; por otro lado, nos encontramos con el radicalismo materialista y ateo, que bajo el nombre de liberalismo, socialismo, marxismo o cualquier otra ideología, niega los valores espirituales, el culto a la virtud, el respeto al honor, la religión, la moral y el derecho natural, la propiedad, el hogar y la familia, y no concibe otro dogma que el odio como virtud, la mentira como deber, el derecho de la fuerza y el instinto de la bestia. Es decir, se nos han presentado dos opciones: catolicismo o barbarie, Cristo o el mal. Cristo, que abriendo sus brazos redentores, llama a todos los pueblos y generaciones para sumarlos en un abrazo de su caridad infinita; y el mal, simbolizado en la serpiente que asciende cautelosamente por el árbol de la cruz para introducirse por la llaga del divino costado y morder allí el corazón de un Dios Redentor, sede del amor infinito, cátedra de la verdad y trono de las divinas misericordias.
La raíz de esta crisis la encontramos en la afirmación, por desgracia asentada en parte de la sociedad, de que los hombres no tenemos por qué sujetarnos a la verdad, de que somos independientes para decidir lo que está bien y lo que está mal. Las consecuencias son evidentes y tristes: la lacra de la pornografía y los crímenes del aborto y de la eutanasia, normalizados; la destrucción del matrimonio entendido como lo que es: la unión de un hombre y una mujer; la negación de los sexos, con la locura digna de estudio psiquiátrico con la cual cada uno puede decidir si es hombre, mujer o no se sabe qué; el desamparo de los pequeños y medianos empresarios y de la clase trabajadora subyugada por unos impuestos abusivos, una legislación reguladora asfixiante y una competencia desleal fruto del globalismo; la corrupción de menores en los colegios y a través de los medios de comunicación con el fomento de la homosexualidad y de la promiscuidad; o los desprecios, burlas y ataques constantes a Dios, a la Patria y a sus símbolos sagrados.
Son sólo algunos ejemplos que nos permiten constatar una terrible realidad. Realidad que acontece cuando el mal avanza haciendo uso de la demagogia, del miedo y de la mentira.
La Asociación Cultural Luz de Trento, continuación de la labor que la Asociación Jóvenes por España viene realizando desde hace años, nació con el propósito de contribuir a la restauración de la civilización occidental y cristiana. En Luz de Trento, tenemos claro que no puede existir una sociedad sin un orden de principios morales y jurídicos inmutable e inviolable, que sirva de fundamento y de frontera a la libertad humana. En cambio, el fanatismo de los sectarios (fanatismo porque no guarda relación con la verdad) cambia en cada tiempo de vestidura, alzando contra quienes creemos en verdades eternas, el espantajo de meras palabras, vacías de contenido por sus hechos: “libertad”, que encadena; “progreso”, que devuelve a la selva; “ciencia”, que esconde ignorancia… Siempre un discurso que encubre vieja mercancía averiada.
Frente a ello, nosotros hacemos un llamamiento para que, cada día, y con gallardía, se haga más fuerte nuestro compromiso con la Fe y con la Patria. Por eso estamos hoy aquí, para escuchar a dos personas comprometidas. Jorge Buxadé, político; y Monseñor Schneider, obispo de la Iglesia católica. Desde el lugar que ocupan, se han propuesto combatir los males que hemos denunciado y se han comprometido en la defensa de la civilización cristiana, padeciendo por ello gozoso escarnio y burdos ataques. Y sí, dije gozoso, pues es motivo de alegría ser atacado cuando se trabaja en pos de la causa más noble y hermosa. Es un honor que estén hoy aquí y es un privilegio poder escucharles. Les agradecemos profundamente haber aceptado la invitación de Luz de Trento y, en el caso de Su Excelencia Monseñor Schneider, le agradecemos haber venido desde tan lejos.
Sin más preámbulos, cedo la palabra a Jorge Buxadé. Muchas gracias.
FINAL
Muchísimas gracias Excelencia y muchísimas gracias don Jorge por sus claras y sabias intervenciones, que creo que han sido muy útiles para todos los aquí presentes.
Mi deseo es que lo que acabamos de escuchar no quede como un recuerdo de una conferencia memorable, sino que hagamos todo lo posible por sacar de lo escuchado propósitos concretos. Desde Luz de Trento y Jóvenes por España vamos a seguir con nuestra labor social y cultural: conferencias, cursos de formación, edición de libros, repartos de comida y ropa a los más pobres de Madrid, campañas provida, y otras actividades para contribuir en la verdadera batalla cultural. Si quieren, en las mesas que verán al salir, pueden dejarnos un correo electrónico o un teléfono para mantenerles informados de nuestras actividades.
Este acto y el viaje de Monseñor Schneider a España durante una semana han costado mucho dinero. Somos una asociación juvenil, apenas tenemos ingresos y no recibimos subvenciones (ni queremos recibirlas porque no queremos estar condicionados por los sujetos que nos gobiernan). Por ello, apelamos a su generosidad y les pedimos, por favor, que nos ayuden a costear los numerosos y elevados gastos que supone organizar un acto como éste. A la salida, verán unos chicos con unas bolsas para donativos. También pueden comprar los libros que hemos editado, uno de los cuales, “El liberalismo es pecado”, lo ha prologado Monseñor Schneider, que firmará ejemplares para quien lo desee. Sin ustedes todo esto, y lo que está por venir, no sería posible. Se lo agradecemos de todo corazón. Muchísimas gracias.
Vamos a dar por finalizado el acto después de escuchar el Himno nacional de España.