A causa del temor a las catástrofes, la gente cede libertad a cambio de promesas de seguridad. La teoría del cambio climático responsabiliza al CO2 , producido por la actividad humana, del calentamiento global que nos llevará a la catástrofe en las próximas décadas; será necesario y urgente invertir cientos de miles de millones de dólares en reducir la emisión de gases nocivos, lo que ocasionará una disminución del progreso técnico y del nivel de vida de los pueblos desarrollados y tercermundistas. Pero esta teoría es un fraude a la ciencia ya que nunca ha sido aceptada por científicos multidisciplinares ajenos a las subvenciones políticas de la ONU.
El “Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC)”, fundado en 1988 por la ONU, predice en su IV informe (2007) que la temperatura media de la tierra aumentará entre 1 y 3ºC para el año 2100 y que el nivel del mar subirá entre 55 y 88 centímetros.
Pero sabemos que en la época de los dinosaurios, una de las más calientes de la historia, la temperatura media alcanzó los 22ºC; solamente siete grados más que en la actualidad, cuando faltan varias decenas de miles de años para finalizar el ciclo de calentamiento antes de iniciar el camino a la V glaciación.
Los datos reales sobre el clima contradicen a los promotores de Kyoto porque en 1998 subió solamente una o dos décimas de grado y después se ha estabilizado a pesar del incremento de CO2.
Las dos organizaciones subordinadas de la ONU al poder socialmasónico: Greenpeace y WWF (World Wildlife Fund) orquestan la “hora del planeta”, campaña engañabobos de ahorro de energía. Mucha gente no sabe que también son las principales promotoras del crimen del aborto en todo el mundo. Es la conexión entre “cambio climático” y “salud reproductiva”.