sábado, 16 de marzo de 2019

Por qué España no es una democracia. El Valle de los Caídos conmemora la victoria sobre el comunismo y el separatismo. Su defensa obliga a la Iglesia salvada del exterminio por Franco; a la Monarquía reinstaurada y a los demócratas

Por qué el actual régimen de España 
no es una democracia
4 marzo, 2019
*El Valle de los Caídos conmemora la victoria sobre el comunismo y el separatismo, la reconciliación de los españoles sobre la derrota de ambos. Es decir, conmemora la victoria de España y de la civilización sobre sus enemigos internos y externos.
*El Valle de los Caídos es el monumento más impresionante y artísticamente logrado del siglo XX en cualquier lugar del mundo. “Una maravilla”, admitía ¡el mismo Preston! Es lógico que el nuevo Frente Popular quiera destruirlo o desvirtuarlo, demostrando una tradición de bestialidad: ya en la república y la guerra destruyó o robó infinidad de obras de arte, bibliotecas, iglesias y monasterios que hablaban de nuestra historia. 
* El Valle de los Caídos fue obra de Franco. Las asechanzas del Doctor y sus tiorras para profanar sus restos definen la brutalidad y canallería del nuevo Frente Popular, alianza de totalitarios y separatistas, como siempre. Alianza de los enemigos del pueblo español. De España.
*La defensa del Valle de los Caídos obliga a la Iglesia, salvada del exterminio por Franco; a la monarquía, traída de vuelta por él; a los demócratas, pues sin la obra de Franco no habría sido posible una democracia estable. Y al pueblo en general, a cuantos se sientan y quieran seguir sintiéndose españoles.

-Usted se queja de vez en cuando de sufrir un boicot casi universal.
-Vamos a ver, no me quejo, expongo un hecho. Ya ni me acuerdo de los medios de prensa, radio y televisión en los que me han vetado, desde los curas a la extrema izquierda. Y los de derecha han sido especialmente eficaces: ni siquiera me atacan, hacen como si mis libros o yo mismo no existiéramos. Y en la universidad estoy proscrito, hasta el extremo de que algunos prohíben a los estudiantes citar mis libros, o les rebajan la nota si lo hacen. No es difícil entender por qué.

-Pues muchos no lo entienden, y otros dicen que es que usted no es un verdadero historiador.
-A ver si se lo hago entender. La universidad es repugnante, me refiero a las humanidades. Está en manos de camarillas muy mediocres y agresivas de golfos izquierdistas, que someten a otros de derechas faltos de valor moral. En política pasa exactamente lo mismo: la izquierda y los separatistas marcan la línea “democrática”, y el PP la sigue o la ha seguido hasta ahora. Y los medios están dominados por ellos. No es que vivan en la mentira, es que viven de la mentira. La historiografía, en general, tiene un nivel tan bajo que raya en la mera estupidez. Fíjese, por ejemplo, en la cuestión de la Reconquista. Que digan que no soy historiador unos historiadores tan nulos ya indica su nivel. Y su miedo.

¿Pretende en serio que le tienen miedo?
-Por supuesto. Ellos saben mejor que nadie que lo que cuentan es falso y temen por sus puestos y carreras, de ahí que hagan frente común para silenciar mis libros. Y otros, claro, pero especialmente los míos, porque les hacen más daño. A la larga no les valdrá. También hay que decir que yo he colaborado un tanto en ese boicot, pues de algún modo andar de acá para allá en los circuitos de los medios, tertulias y falsos debates me molestaba, porque era participar en unos ambientes que desprecio. Lo hacía más por un sentimiento del deber, para llegar a más gente, pero me he dado cuenta de que el fruto era demasiado escaso para el fastidio que me producía. 

-No me diga que se siente a gusto estando aislado.
-No es que me sienta a gusto, pero tampoco a disgusto. Mientras pueda escribir, tenga mi blog y algún espacio particular como en el programa de Luis del Pino o “Una hora con la Historia”, me son indiferentes esos vetos y esos silencios. Lo que ocurre es que la cosa va a más. Fíjese en su ley de memoria histórica, que pretenden agravar ahora y por la que podrían meterme en la cárcel o multarme hasta dejarme en la indigencia. Eso ya cambia las cosas. Y demuestra también la escasísima cultura democrática en España, pues no ha suscitado la respuesta que merecía. En España predominan dos tipos de políticos: los golfos y los cantamañanas. Por eso pueden utilizar las Cortes para imponer leyes totalitarias.

-Creo que nadie acepta su versión de que España no sea una democracia.
-Insisto en que un régimen con leyes como las de memoria histórica o de género, o que acepta el asesinato como un modo de hacer política, o que intenta demoler los testimonios de la historia, no es una democracia, o es una democracia fallida. ¿Usted cree que esto le preocupa a alguien? A casi nadie, es cierto. Todo el comentario y el debate “democrático” gira en torno a las pequeñas maniobras y chanchullos de ocasión de los políticos. Es puro chismorreo en un ochenta por ciento o más. ¿Qué puedo hacer yo contra eso? Pues muy poco. Ahora, ese poco procuro hacerlo.

-En eso de que España no es una democracia coincide usted con los separatistas.
-“Democracia” en España es una palabra mágica que cada cual utiliza a su modo, puro ilusionismo. Torra dice que España no es una democracia porque no le dejan disgregar y aniquilar la nación como él desearía… aunque le han dejado hacer y le han financiado todas las maniobras ilegales que conducían a la situación actual. Y el rey le ha replicado que diversas instituciones internacionales reconocían a España como una democracia plena. A falta de pensamiento y sentimiento democrático, se recurre a “instituciones internacionales”, que generalmente saben poco o nada de España y su historia, como le reprochaba Ortega a Einstein. Repito: un régimen con leyes como las de memoria histórica o de género, que rescata a la ETA y la convierte en potencia política, que intenta ultrajar los restos del hombre que, precisamente, hizo posible la democracia derrotando a totalitarios y separatistas, ese régimen no es un democracia. Es una tiranía que se va imponiendo precisamente por la casi ausencia de demócratas. Dicen que la república falló por falta de republicanos, y vamos camino de algo parecido.
*Para la actual chusma política, ser demócrata consiste en atacar a Franco, que ya no existe, y a España, que sí existe.
*Dice Maroto, orgullosamente, que en las juventudes del PP hay más “gays” que en ninguna parte. Como diría la ministra, “es que el PP está lleno de maricones y nenazas”.
*Entiendo que la homosexualidad pertenece a la intimidad del individuo y que los homosexuales deben ser respetados como personas. Pero agradecería que no exhibiesen tanto su peculiaridad pretendiendo hacernos creer que es un motivo de orgullo.

La plataforma por la memoria de Franco puede funcionar como asociación informal de miles de personas que promuevan en las redes y otros medios el conocimiento real de lo que fue el franquismo y la calaña de los inventores de la leyenda negra antifranquista. 

Por mi parte mantengo Una hora con la Historia y he escrito Los mitos del franquismo,que provee de un amplio arsenal de datos y argumentos, que deberían ser muy ampliamente divulgados; y en este blog expondré en frases breves algunos de ellos, que invito a difundir por todos los medios. 

¿Por qué hay que defender la memoria de Franco? En primer lugar porque el pueblo decidió muy mayoritariamente la democracia DESDE y no CONTRA el franquismo, decisión sabia porque, como comprobamos a diario, el antifranquismo es el mayor corrosivo no solo de las libertades de los españoles sino de la propia España.
Imprime esta entrada