miércoles, 23 de septiembre de 2020

Casi 5 millones de españoles pierden la Fe en el último año, según el «tezanómetro» de Sánchez

Casi 5 millones de españoles pierden la Fe en 
el último año, según el «tezanómetro» de Sánchez
21.09.20 


Según el tezanómetro de septiembre, del otrora prestigioso CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), el porcentaje de españoles que se declaran católicos pierde el 60%. Entre practicantes y no practicantes (sea eso lo que quiera que signifique), los católicos que se consideran como tales en España sumamos el 59,2% de la población.

Parece que «el responsable» de la bajada lo constituyen los que se consideran no practicantes, que desde mayo bajan ininterrumpidamente. Los practicantes se mantienen muy estables, en torno a un 20%, con variaciones muy por debajo de error muestral de un mes a otro (respecto a la oleada de julio, 20,3, se ha subido 0,1 puntos hasta el 20,4%).

De un mes a otro las variaciones suelen ser muy pequeñas en temas tan arraigados en las personas, así que lo normal es mirar tendencias o variaciones a largo plazo. Pues bien, según el socialista Tezanos, los católicos en un año hemos bajado 10 puntos, ¡¡10 puntos!! Por hacernos una idea, extrapolando ese 10% a toda la población de España: en un año 4,7 millones de españoles han dejado de considerarse católicos.


Como veíamos hace cinco meses, esas variaciones aberrantes no son lo único que ha quitado fiabilidad a los datos del CIS. Y es una auténtica pena. No tanto el dato del 59,2%, que también por otros motivos, más bien la pérdida de confianza en el dato. Una lástima no poder hacer análisis y tomar decisiones fundamentadas en una descripción fiel de la realidad. Es una pérdida de tiempo prestarle atención en estas circunstancias a los cruces sociodemográficos: sexo, edad, estudios, nivel de renta, tipo de población.

Aunque se pueda debatir sobre la magnitud o la exactitud, sí parece que se puede extraer un mensaje claro: el porcentaje de católicos disminuye en España. Es tan evidente que cualquier alusión a «primaveras» o «efectos» solo se deben a motivos ideológicos y con una clara intención de engañar.

Todavía estamos en la «gestión de la pandemia», no en la post-pandemia. Es pronto para valorar el impacto de las medidas que tomaron muchos obispos durante los meses más duros del confinamiento, no en todos sitios se actuó igual. Así que quizá el dato relevante no sea que se mantengan «los practicantes», es que se van alejando, y mucho, los «católicos culturales».

Sé que está de moda despreciar a esos católicos. Las declaraciones de cardenales, obispos y curas ahí están. Una situación que me da pena, la pena de unos discursos que ya he vivido (y seguimos viviendo) respecto a la crisis de la vida religiosa: sí, somos menos peros somos mejores, más genuinos, más auténticos. Como mínimo esos «católicos culturales», tan despreciados, han recibido la Gracia en el Bautismo, y transmiten eso, aunque solo sea eso a sus hijos. Entiendo muchas posturas al respecto, la del desprecio no.