La guerra de Secesión americana (1861-65) y el monopolio del petróleo favorecieron la primacía financiera de nuevos imperios en manos de una oligarquía plutocrática-tecnocrática (Vanderbilt, Morgan, Rockefeller, Carnegie).
A principios del siglo XX, el maléfico plan para un “Nuevo orden mundial” pasó de las principales logias masónicas a las asociaciones que compartían los objetivos de las sociedades secretas.
Los círculos más herméticos del poder estaban constituidos por sectarios iluministas infiltrados en la masonería. Los dos principales focos tienen todavía su centro en Oxford (The group) y en Yale (The order “Skull and Bones”). En la universidad de Harvard hay un poderoso núcleo de influencia socialmasónica.
Los británicos John Ruskin y Cecil Rhodes fueron los máximos mentores ideológicos y financiadores del proyecto de “Gobierno mundial” controlado por una reducida élite de la gran banca.
La cúpula del poder mundial se visualiza en fundaciones “filantrópicas” que dirigen la vida pública norteamericana, los círculos discretos de poder (Logia sionista B’Nai B’Rith, Consejo de Relaciones Exteriores, Bilderberg, Trilateral) y los organismos internacionales (FMI, BM, ONU, OTAN, UE).
La web “Noticias globales” del P. Sanahuja informa que:
- “The Sunday Times” (24.05.09) desveló una reunión secreta de multimillonarios convocada por Bill Gates y celebrada en casa de Sir Paul Nurse, premio Nobel de Bioquímica y rector de la Universidad Rockefeller. A la cumbre de supuestos filántropos asistieron David Rockefeller, George Soros, presidente del Foro de Davos, Michael Bloomberg, alcalde de N. York, y los gurús de los medios de comunicación Ted Turner y Oprah Winfrey; el grupo se autodenomina “Good Club”.
Esta nueva antropología se evidencia en la “ideología de género” nacida en la conferencia de Pekín (1995) de la ONU: la mujer debe ser liberada de su especificidad femenina (maternidad y familia).