Píldoras Anti-Masonería

El blog CLAVIJO defiende los valores

de la Iglesia Católica y de España

amenazados por el proyecto masónico-luciferino

"Nuevo Orden Mundial"


e-mail: ClavijoEspana@gmail.com



lunes, 31 de mayo de 2021

****HISTORIA y ACTUALIDAD (Mayo-2021)

HISTORIA y ACTUALIDAD
Santiago Clavijo
31 Mayo 2021
  1. Entrevista a Santiago Clavijo
  2. TESTAMENTO de Santiago CLAVIJO
  3. NUEVO ORDEN MUNDIAL
  4. FORO Anti-MASONERÍA
  5. Compendio del Blog
  6. Clan Rockefeller-Logia 666
  7. Historia de ESPAÑA, martillo de herejes, masones y otros siervos de Satanás
  8. CFR-diseñó y ejecutó la TRANSICIÓN masónica al SOCIALISMO
  9. CISMA: Alemania, cada día peor - P. Santiago Martín
  10. 11-M-2004: Atentado masónico en Madrid. Golpe para dar el Gobierno al Socialismo
  11. 2008: la duquesa de Medina Sidonia decidió casarse 'in articulo mortis' con su secretaria
  12. 2012-Congreso de Familias: el Gobierno radical del PSOE subvertió la familia natural
  13. Primero de MAYO: La redención bufa del OBRERO. El periódico La República y el marqués MASÓN de Santa Marta
  14. DOS-MAYO: Rebelión contra NAPOLEÓN y Revolución Liberal-Masónica de FRANCIA
  15. El Guardián entre el Centeno: Un catcher evita que «los niños caigan en el precipicio»
  16. Tribunal de la INQUISICIÓN contra HEREJES y Falsos Conversos Judios y Moriscos, Albigenses, Luteranos y Alumbrados de BRUJERÍA
  17. El LIBERALISMO es TIRANÍA
  18. TEOLOGÍA de la LIBERACIÓN: Una crítica a Leonardo BOFF
  19. Patrioterismo LIBERAL: Nunca producirá la regeneración MORAL de España
  20. GOOGLE: Primer MONOPOLIO global
  21. NOM: Ojo con el PP bipartidista globalista, o sea, con Ayuso
  22. Del PORNO se SALE: Salió de la adicción a la PORNOGRAFÍA y ahora da Consejos
  23. MASONERÍA: Plan para destruir la IGLESIA
  24. BIDEN se convierte en el TÍTERE del Nuevo Orden Mundial
  25. NOM-PANDEMIA. “Médicos por la Verdad”: Rebelión Coronavirus por Muerte, Ruina, Golpes de Estado y Responsabilidades
  26. NOM-ETA: Balance de CRÍMENES
  27. ETA: Génesis Masónica (1945). Primeros Asesinatos (1960-1968). Macroatentados Corona de Aragón (1979) y Monte Oíz (1985). República y Frente Popular (1930-1937)
  28. ¿Es masón Juan Carlos de Borbón? Entrevista al autor de “Doble ABDICACIÓN”
  29. NAPOLEÓN intentó utilizar a la IGLESIA para implantar su Régimen político
  30. NOM: No tiene que cambiar el MUNDO, lo que tiene que cambiar es el HOMBRE
  31. Los republicanos se ensañaron con las monjas. Sentían un extraño placer en profanar conventos
  32. ISLAM: Alfonso XI rechazó la INVASIÓN marroquí de España. Su “Gran Crónica”. GUZMÁN el Bueno, héroe de Tarifa. Leonor de Guzmán, amante de Alfonso XI y madre de Enrique II Trastamara

****NUEVO ORDEN MUNDIAL: PIRÁMIDE Satánica del PODER Masónico

PIRÁMIDE del PODER
NUEVO ORDEN MUNDIAL
Santiago Clavijo
29 MAYO 2021

NIVELES de PODER
1. SATANÁS
2. SIONISMO FINANCIERO
3. MASONERÍA
4. SECTAS Y CIRCULOS 
CFR-BILDERBERG-TRILATERAL-DAVOS
5. MEDIOS DE COMUNICACIÓN
6 PARTIDOS POLÍTICOS
7. GOBIERNOS CAPITALISTAS Y SOCIALISTAS
EEUU-GB-ALE-FRA-ITA-ESP...
CHINA-CUBA-VEN...

Santiago Clavijo
31 MARZO 2021

SUMARIO del LIBRO
1 Nuevo Orden Mundial
2 Nueva Era
3 Gnosticismo
4 Herejías gnósticas
5 Masonería
6 Imperialismo Anglo-Norteamericano
7 Super-Capitalismo
8 Marxismo-Masonería
9 Sectas y Círculos de Poder
10 Génesis del Poder Plutocrático
11 Fundación del Imperio USA
12 Dólar y otros símbolos masónicos USA
13 Albert Pike: Estratega del Imperio USA
14 Gran Logia “Rockefeller 666”
15 Poder Masónico: Pirámide y Bicefalia
16 Isaac Newton, precursor de la Masonería
17 Calvinismo
18 Origen calvinista de la Masonería
19 Pre-Cristianismo
20 Masones y otros siervos de Satanás

FUENTES del LIBRO

RELACIONADO

****31 mayo 1919: Consagración de ESPAÑA al Sagrado Corazón de JESÚS

Centenario de la consagración de España 
al Sagrado Corazón de Jesús
31 MAYO 2021

30 de junio de 2019, se cumplió un Siglo de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.

El 14 de marzo de 1733, en la iglesia del colegio de San Ambrosio de la ciudad de Valladolid, el Sagrado Corazón de Jesús le dio conocer al padre Bernardo Hoyos la Gran Promesa para nuestra patria con estas palabras: “Reinaré en España y con más veneración que en otras partes”.

Promesa que años después entendió Francisco Belda que en 1900 dirigió una carta a la revista La Semana Católica, en la que proponía levantar un monumento nacional en honor del Sagrado Corazón de Jesús, delante de la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles. Poco después, la propuesta fue aceptada y se eligió el Cerro de los Ángeles, en el término municipal de Getafe a 10 kilómetros de Madrid, por haber sido considerado tradicionalmente como el centro geográfico de España.

En 1916 la Obra de Entronización del Divino Corazón en los Hogares, fue la patrocinadora de la iniciativa de construir un MONUMENTO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS en El Cerro de los Ángeles, a tal fin, organizó un acto para la bendición y colocación de la primera piedra en dicho lugar, y el 30 de junio de ese mismo año, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, fue colocada la primera piedra del monumento por el obispo de Madrid-Alcalá, monseñor Salvador y Barrera.

Todo el monumento fue costeado con las aportaciones de miles de españoles que colaboraron en la suscripción pública que se abrió con este motivo. Entre las muchas personas que colaboraron figuraba una jovencita madrileña, perteneciente a una de las familias más distinguidas de Madrid, que entregó 1.000 pesetas de las de entonces, ocultando su nombre bajo este seudónimo: “Al que es todo para mí”. Hoy ya sabemos que esa jovencita era Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, la futura madre Maravillas, fundadora del Carmelo del Cerro, beatificada por la Iglesia Católica en el 2003.

El monumento se edificó bajo la dirección conjunta del arquitecto Carlos Maura Nadal y del escultor Aniceto Marinas. El ancho era de 31,5 metros, y de fondo tenía 16 metros. Utilizándose para la construcción de todo el conjunto 882 toneladas de piedra caliza de Almorquí en tonos ligeramente amarillentos. Y su altura era de 28 metros, incluidos los 9 metros de la figura presidencial del Sagrado Corazón de Jesús, que fue donada por Don Juan Mariano de Goyeneche (Conde Guaqui). Contaba con dos grupos de esculturas laterales, uno de los cuales representaba a la “Humanidad santificada” en el que figuraban los santos siguientes: Santa Margarita María de Alacoque, San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, Santa Gertrudis, el beato Bernardo de Hoyos y San Juan Evangelista. Y el otro a la “Humanidad que tiene que santificarse”, que estaba situado a la izquierda del monumento, se representaba el camino para llegar al cielo mediante la práctica de la caridad, del amor, de la humildad y del arrepentimiento. La caridad estaba representada por una hija de San Vicente de Paúl y cinco niños guiados por ella. Otro grupo de cinco figuras representaba la Virtud y el Amor, personificada la primera por una joven de elevada alcurnia y una niña con el traje de primera comunión, y el segundo, por un hombre y una mujer del pueblo con un niño en brazos.

Como curiosidad, en la parte izquierda del pie que sostiene la imagen del Sagrado Corazón, se colocó el escudo de armas del papa Benedicto XV, cuyo papado duró desde 1914 hasta 1922.

Era tal la devoción al Corazón de Jesús en nuestra patria por aquel tiempo, que en todas las templos de España se dejó oír el redoble de sus campanas, sumándose al acto que, por fin, el 30 de mayo de 1919, festividad de San Fernando Rey y coincidiendo con la víspera del aniversario de la boda de Alfonso XIII, inolvidable por las trágicas circunstancias añadidas del atentado sufrido ese día en el que tantos murieron y fueron heridos, el Rey, don Alfonso XIII, consagró España al Sagrado Corazón de Jesús.

Aquel día, Desde primera hora de la mañana comenzaron a llegar los primeros coches al Cerro de los Ángeles, aparcándose en las proximidades de la esplanada.

El Nuncio de Su Santidad, Francesco Ragonesi, bendijo el monumento, ante una multitud de personas se habían desplazado junto a los Reyes de España, el Gobierno y autoridades civiles y militares para tan solemne ceremonia; seguidamente comenzó con la santa misa presidida por el arzobispo de Madrid, Prudencio Melo; terminada ésta, expuso solemnemente el Santísimo Sacramento en una custodia, ante lo que todas las autoridades y el numeroso gentío cayó de rodillas.

A continuación, Alfonso XIII subió las gradas del monumento hasta el pie del altar, y vuelto ligeramente, para no dar la espalda ni al Santísimo ni a los miles españoles que estaban presentes, en nombre del pueblo español leyó la fórmula de la consagración, en la que tras reconocer a Jesucristo como Rey de Reyes y Señor de los que dominan, mencionó la tradición católica de la realeza española y de nuestra Patria, dio gracias al Cielo por haber librado a España de la Primera Guerra Mundial y encomendó a su solicitud a los distintos sectores de la sociedad. Y en un momento dado, dijo: “Venga, pues, a nosotros Vuestro Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias”.

El rey Alfonso XIII dijo exactamente lo que no querían que dijera los sectarios de la masonería, ni los socialistas descreídos y enemigos de la religión católica, revelando que había recibió una comisión de la Masonería exigiéndole que no consagrara España al Corazón de Jesús y amenazándole con que, si quería conservar la corona, debía aceptar su adhesión a la Masonería; decretar que España sería un Estado laico; la ley del divorcio y generalizar la instrucción pública laica. Y sin titubear un instante, les respondió: - “Esto ¡jamás! No lo puedo hacer como creyente.”

Alfonso XIII, proféticamente había enumerado los mismos motivos por los que, años después, tantos españoles dieron su vida como mártires durante la Segunda República y la Cruzada, que murieron gritando ¡Viva Cristo Rey! Y, con esa negativa, también se adelantó en muchos años a diagnosticar la enfermedad actual que hoy sufre nuestra España con una democracia tibia y acomplejada, que ha expulsado a Cristo de la familia, de la sociedad, de los centros del saber y del trabajo manual, de nuestras leyes e instituciones y en más de los casos que uno quisiera, hasta de nuestras catedrales y de nuestras iglesias.

Y tan cierto como que Alfonso XIII no atendió la demanda de los masones, es que estos se salieron con la suya. El 14 de abril de1931, Alfonso XIII perdió la corona y se proclamó la Segunda República española.

Los socialistas, por su parte, jalearon públicamente la estrategia de los masones. Besteiro, el tolerante intelectual del PSOE, se refirió a la consagración como “un acto bochornoso y peligroso”. Por su parte, Pablo Iglesias arremetió contra el Cerro de los Ángeles con este exabrupto: “La locura ha hecho presa en la cabeza de nuestros gobernantes”.

Años después, en 1936 y en los primeros días de la guerra civil, allí se vivieron escenas de odio y violencia protagonizadas por las milicias rojas del Frente Popular.

El 23 de julio de 1936, cinco jóvenes fueros asesinados por defender y guardar el monumento de posibles atentados, a manera de los que sufrieron éste y numerosos templos en España desde el inicio de la Segunda República, tales como los acaecidos en la quema de conventos de 1931. Días después de los asesinatos, concretamente el 7 de agosto 1936, un grupo de milicianos rojos intentando fusilar la fe, lo inmaterial y la esencia del pueblo español, llevaron a cabo la “ceremonia”, por ellos mismos fotografiada, de fusilar el monumento al Sagrado Corazón de Jesús; y un pelotón de milicianos, colocados en posición de ejecutar, obedeciendo las órdenes de una anarquista, que les ordeno: “¡Apuntad con odio! ¡Disparad con ira!”, dispararon sobre seguro, hundiéndose las balas sobre la frente, sobre los ojos, sobre el pecho, sobre el Corazón de Cristo.

Tras ello, procedieron a la destrucción de las esculturas, primeramente “a mano”, sin el resultado deseado dada la dureza de su material, y, por último, queriendo volver a la nada, recurrieron a la dinamita hasta lograr volar el monumento… sonó la descarga y el eco por la llanura. Tembló la tierra, España entera y el cielo, y se regocijó Satanás y el infierno. La cabeza decapitada de Jesucristo fue tirada por los suelos y golpeada una y otra vez.

Es difícil encontrar un acto más absurdo, incoherente y repugnante. No he encontrado mayor escándalo, odio e ignorancia durante la Cruzada que este acto ilógico e irracional.

La prensa del Frente Popular publicó en portada y en primera página las fotografías del “fusilamiento” y comentó favorablemente el hecho con este titular: “Desaparición de un estorbo”. El Ayuntamiento de Getafe, en decisión refrendada por el Gobierno de la República, cambió el nombre cerro de los Ángeles por el de “cerro Rojo”, nombre que conservó hasta que, el 6 de noviembre del mismo año, precisamente el primer viernes del mes, dedicado al Corazón de Jesús, el general Varela, con sus legionarios, recuperó, a punta de bayoneta, el escenario de la destrucción, levantando en sus ruinas una gran cruz blanca e izando la bandera española, y el capellán castrense de esas bravas fuerzas de choque celebró, en un altar improvisado, el primer acto de la reparación, que consistió en una misa de desagravio, ante los heroicos jefes, oficiales y soldados, que bajo el fuego de los cañones y fusiles republicanos en retirada, se arrodillaron participando en el Santo Sacrificio conmovidamente. Desde entonces se convirtió en santuario de la Cruzada y en el Altar de España.

Terminada la Cruzada, en aquel año de la Victoria, el gobierno de España, presidido por Don Francisco Franco, dio orden de construir un nuevo monumento, réplica del anterior, iniciando su reconstrucción con la llamada “Obra Nacional del cerro de los Ángeles” y que con la ayuda recibida por las “obreras del Cerro”, mujeres españolas de diferentes clases sociales, dedicadas a pedir y recaudar dinero público. Y así, más de 150.000 personas presenciaron en el Cerro de los Ángeles la colocación de la primera piedra para el nuevo monumento, que bendijo, el 18 de julio de 1939, el obispo de Madrid-Alcalá, doctor Eijo y Garay.

Para levantar el nuevo monumento se eligió el mismo lugar que ocupaba el monumento original. Las ruinas del anterior monumento que se conserva, tal como lo profanaron los rojos, como testimonio de la infamia cometida allí, fueron trasladadas al lugar que hoy ocupan para dejar despojado el solar de la nueva construcción.

Ocho años después de la profanación, comenzó a edificarse según el nuevo proyecto de los arquitectos Pedro Muguruza y Luis Quijada Martínez. La imagen del Sagrado Corazón de Jesús y su pedestal fue también nueva obra del Aniceto Marinas, junto con los grupos escultóricos de la base, obra de Fernando Cruz Salís. Y nada más iniciarse la nueva construcción, el 30 de mayo de 1944, para conmemorar el vigésimo quinto aniversario de la inauguración del monumento destruido y la consagración oficialmente España al Sagrado Corazón de Jesús, se celebró con gran pompa un acto de desagravio y reparación nacional, que presidió el Jefe del Estado, Don Francisco Franco, renovando la consagración de nuestra patria ante unos 200.000 asistentes, quienes emocionados se unieron a la ofrenda al Sagrado Corazón de Jesús

El monumento que se terminó de construir en 1965, muestra la nueva imagen Jesucristo, de 11,50 metros, con los brazos abiertos, invitando a todos los hombres a ir hacia Él, apoyada sobre un pedestal de 26 metros, rematado con la leyenda Reino en España. En la base de éste se encuentra un altar, debajo del cual se inscribe la frase “Sagrado Corazón, en vos confío”. Encima de éste y en el centro figura la locución “España al Sagrado Corazón de Jesús”. A los lados se encuentran, a la izquierda, el escudo del papa León XIII y, a la derecha, el escudo episcopal del entonces nuncio en España Francesco Ragonesi.

Rodeando al monumento y en la terraza de la Basílica se encuentran ahora cuatro grupos de esculturas, situados a los laterales del pedestal. Los dos primeros grupos de la parte delantera son repetición, aunque de distinto estilo y orden de figuras, de los que existían en el monumento origina. En el primero de ellos titulado “Iglesia Triunfante”, figuran los santos que se distinguieron por el amor especial al Corazón de Jesús. Y está encabezado por San Agustín, llamado doctor de la gracia, obispo enamorado del amor de Cristo, cuya mirada se fija en los misterios de la Ciudad de Dios. Después vemos a Santa Margarita María de Alacoque, religiosa de la Visitación, de rodillas con los ojos fijos en el “Corazón que tanto amo a los hombres”., que fue elegida por Dios, recibiendo revelaciones, para propagar la devoción del Corazón de Jesús. Vemos también a San Francisco de Asís, quien se identificó de modo absoluto con el Corazón de Jesús, que le imprimió las cinco llagas, para que pudiese gritar al mundo con su vida: “El Amor no es amado”. También vemos a Santa Teresa de Jesús, la mística doctora, española donde las haya, con la pluma en la mano fija su mirada en el libro que está escribiendo, donde nos muestra la humanidad de Cristo tan cercana a nosotros. En un plano más avanzado vemos a Santa Gertrudis, religiosa benedictina, que también recibió revelaciones del Corazón de Jesús. Podemos ver también al Beato Francisco Bernardo de Hoyos, español jesuita, a quien el Señor le hizo la gran promesa de reinar en España con mayor veneración que otras partes. Y para finalizar, este primer grupo escultórico vemos a San Juan Evangelista, el discípulo amado, que tuvo la gracia de apoyar su cabeza en el corazón de Cristo en la última Cena, oyendo así sus latidos

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En el segundo grupo escultórico que está situado a la izquierda del monumento, llamado “Iglesia Militante”, podemos ver a la Iglesia que peregrina luchando en el mundo y que representa el camino para llegar al cielo mediante la práctica de la caridad, de la Virtud, del amor, de la humildad y del arrepentimiento. La caridad está representada por una hija de San Vicente Paúl y cinco niños guiados por ella al Corazón de Jesús. La virtud está personificada en una joven de elevada alcurnia que lleva unas flores y una niña con traje de Primera Comunión. El amor está personificado en un hombre y una mujer del pueblo, con un tierno niño en sus brazos, simbolizan la familia, a semejanza de la Sagrada Familia de Nazaret. Como remate de este grupo esta una figura que representa el arrepentimiento y la penitencia que tanto afectan al Corazón de Dios y que tan necesarios son para su Iglesia que todavía está luchando en la tierra, y esta simbolizado por un hombre medio desnudo y descalzo, que postrado ante el Señor implora la misericordia de Aquel que dijo: “Venid a Mí todos los que estáis agobiados y Yo os aliviaré”.

A estos dos grupos se añadieron otros dos, al tercero de ellos se le llama “España Misionera”, y en él están representados un conjunto de personas insignes en la propagación de la fe, especialmente hacia el Mundo Nuevo, hacia América, encabezando por nuestra reina Isabel la Católica, por la cual se hizo efectiva la intención de predicar el Evangelio de Cristo. A su lado está Cristóbal Colón, artífice de este descubrimiento y primero y principal realizador, después Hernán Cortés que simboliza a todos los conquistadores españoles, así como a Fray Junípero Serra, misionero franciscano y gran evangelizador del Nuevo Mundo a quien acompañan tres indios, como símbolo de los frutos de la labor misionera realizada en las tierras nuevamente descubiertas.

Y en el cuarto y último grupo escultórico que llamamos “España defensora la fe” vemos a San Osio, obispo de Córdoba, llamado “lumbrera de España y Príncipe de los concilios”, que presidió el Concilio de Nicea y que fue una figura muy importante en la defensa de la fe en cuanto a la herejía arriana en España al definir con la palabra “consustancial” la divinidad de Jesucristo, palabra que hoy ha sido sustituida en el Credo por la errónea “de la misma naturaleza”; a su lado se resalta a Don Pelayo, caudillo iniciador de la reconquista, acontecimiento más importante de la historia de España, tanto en lo político como en lo religioso, y a su lado, vemos al jesuita Padre Laínez, figura clave en el Concilio de Trento y gran figura del mismo; muy cercano se encuentra la figura de Don Juan de Austria, vencedor ante los turcos en la famosísima Batalla de Lepanto; detrás se encuentra la escultura de Monseñor Anselmo Polanco, obispo de Teruel asesinado en Pont de Molins por los rojos en su huida. Y cierra es grupo la escultura de Antonio Ribera, el ángel del Alcázar, que murió en la Cruzada de Liberación nacional en el año 1936 mostrando su gran amor a Cristo. Este grupo escultórico vemos que está coronado por la fe en forma de una mujer ciega con un asterisco que defiende la fe.

En la parte baja de la Basílica hay también tres esculturas: a la izquierda San Isidoro de Sevilla representado al clero, a la derecha el Rey San Fernando representando al Estado y en el centro San Isidro representando al pueblo que deben ser servido por la Iglesia y el Estado.

Finalmente, el nuevo monumento fue inaugurado el 25 de junio de 1965, por el Jefe del Estado, Don Franco, y bendecido por el obispo de Madrid-Alcalá, monseñor Casimiro Morcillo. Hubo, después, una Misa, concelebrada, presidida por el cardenal y arzobispo de Tarragona, Benjamín Arriba y Castro. Posteriormente, Jefe del Estado, Don Francisco Franco, bajo de la tribuna y en representación de todo el pueblo español, renovó la fórmula de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús.

Cuatro años después y en cincuentenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, el 31 de mayo de 1969, a las seis de la tarde, entre vítores y aclamaciones en la explanada del cerro de los Ángeles, llegó el Caudillo acompañado de su esposa. A los acordes del Himno Nacional, Franco, fueron recibidos por el cardenal primado, Monseñor Plá y Deniel, por los miembros del Gobierno y por el Vicepresidente y Presidente de las Cortes; tras pasar revista a una compañía del Regimiento Inmemorial del Rey, subió a la tribuna presidencial, colocada cerca del Altar y de la imagen de la Patrona de Getafe, Nuestra Señora de los Ángeles, junto a los jefes de las Casas Militar y Civil, los Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía, los ministros, los consejeros del Reino, la Mesa de las Cortes, los Consejeros Nacionales, los presidentes de los Tribunales, las altas autoridades castrenses y eclesiásticas, las primeras autoridades provinciales y locales de Madrid, los subsecretarios...

La inmensa explanada que estaba flanqueada por enseñas españolas y del Vaticano, y abarrotada por una multitud de fieles asistentes, entre las que había muchas damas con mantilla y muchas congregaciones y asociaciones religiosas con sus estandartes y sus emblemas. Extraordinaria representación del pueblo español.

El monumento fue bendecido por el obispo de Madrid-Alcalá, monseñor Casimiro Morcillo. Hubo, después, una Misa concelebrada, presidida por el cardenal y arzobispo de Tarragona, Benjamín Arriba y Castro. El clero y los seglares entonaron bellos cánticos al Sagrado Corazón. Se leyó el Mensaje paternal del Papa Pablo VI enviado para esta ocasión, en el que decía: “Con ánimo profundamente conmovido vemos postrarse hoy España en espíritu devota reparación en Cerro de los Ángeles y consagrarse sus hijos amadísimos por boca del Excelentísimo Jefe Estado al Sagrado Corazón. En una fervorosa plegaría hacia querida noble nación, suplicamos Cristo Redentor, por intercesión maternal María Inmaculada, conceda días paz, de creciente prosperidad cristiana en fraternal armonía colaboración tareas bien común y progreso social, otorgue gracias perseverantes en integridad fe católica hacia hidalga tierra adalid ideales misionales, reine Él siempre en el imperio de su amor y especial misericordia en individuos y sociedad. Prenda tales gracias y testimonio especial benevolencia en la bendición apostólica que, en fecha memorable, complacidos impartimos dilectísima España.” El sermón corrió a cargo del obispo de la diócesis madrileña, que en su homilía hizo referencia a la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, que hizo el Rey Alfonso XIII el 30 de mayo de 1919, ante el monumento que destruyeron por los milicianos rojos.

Y, antes del ofertorio, su Excelencia Don Francisco Franco, bajó de la tribuna, acompañado de los jefes de sus Casas Militar y Civil, y subiendo al altar y en píe ante la divina imagen, como Jefe de Estado y en representación de todo el pueblo español, renovó por última vez en nuestra patria, la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, leyendo el mismo texto que, cincuenta años antes, había leído Alfonso XIII, formula que tiene su origen en la consagración de nuestra Patria a Jesús Sacramentado durante el Congreso Nacional Eucarístico de Valencia, en noviembre de 1893, siendo Soberana Regente del Reino Doña María Cristina de Habsburgo, madre de Alfonso XIII.

“Sagrado Corazón de Jesús, Corazón del Dios-Hombre, Redentor del mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan. España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este Trono de tus bondades, que para Ti se alza en el centro de la Península. Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades, esta gran patria española, fuerte y constante en el amor a la religión y en su adhesión a la Santa Iglesia. Siguiendo la tradición católica de nuestro pueblo, y continuando gozosos la historia de fe y devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la Tierra a establecer el Reino de Dios en la paz de las almas redimidas por vuestra sangre, y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa ley; reconocemos que tenéis por blasón de vuestra divinidad conceder participación de vuestro poder a los gobernantes de los pueblos, y que de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz. Vos sois el camino seguro, que conduce a la posesión de la vida eterna; luz que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y el principio propulsor de toda vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra Gracia todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.

Venga, pues, a nosotros Vuestro Santísimo Reino, que es Reino de justicia y amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la ciencia y de las letras, y en nuestras leyes e instituciones patrias.

Gracias, Señor, por habernos distinguido como defensores de tu fe y misioneros de tu Evangelio por los confines del mundo. Que tu Providencia amorosa nos conserve la integridad de nuestras creencias, la sed amorosa de evangelización y la unidad religiosa de nuestra patria.

Desde estas alturas, que para Vos ha elegido España como símbolo del deseo que la anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid al mundo del trabajo para que reine en él la armonía, el bienestar y la paz, con la implantación de la justicia social y el triunfo de la caridad entre todos.

Bendecid a los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, brazos armados de la patria, para que la lealtad de la disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la nación y defensa del Derecho.

Bendecid a todos los españoles que, unidos en la cordialidad de unos mismos santos amores a la religión y a la patria, queremos renovaros la consagración de nuestra vida, pidiéndoos, como premio de ella, el morir en la seguridad de vuestro amor y en el regazo de vuestro Corazón adorable”.

—Por la Santa iglesia Católica, para que su unidad revele al mundo el amor de Dios, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.
—Por la fidelidad a los preceptos divinos en las leyes y en las costumbres públicas y privadas, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.
—Por la unidad religiosa de España, para que en ella reine tu Sagrado Corazón, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.
—Por los trabajadores españoles, cuya promoción social y económica anhelamos y procuramos, por las familias españolas, por todas las regiones españolas, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.

Diez años después, en 1975, se inauguró la cripta, obra no existente en el proyecto anterior, y que se encuentra debajo del monumento al Sagrado Corazón. Accediéndose a él por dos puertas, en que (de derecha a izquierda) figuran los escudos episcopales de Casimiro Morcillo, Leopoldo Eijo y Garay, José María Salvador y Barrera y Prudencio Melo y alcalde.

A noventa años del centenario, el 21 de junio de 2009, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, presidió la solemne Eucaristía en el Cerro de los Ángeles, en la que “renovó la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús” – lo pongo entre comillas porque la consagración de España solamente la puede realizar el Jefe del Estado, y en ese momento lo era el Rey de España, Don Felipe VI, que es, en un acto así, el representante oficial de todo el pueblo español-. El presidente de la Conferencia Episcopal Española afirmó que “porque tenemos la certeza de que el camino de la descristianización no conduce a ningún futuro de salvación y de verdadera felicidad para el hombre, renovamos hoy, en el Cerro de los Ángeles, aquella solemnísima consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús que hicieran nuestros antepasados”.

Acto, que según el testimonio de los estuvieron el él y el que se mostró en Televisión con sorprendente incredulidad: viendo a todos sus asistentes en estado cataléctico, sin un solo tremolar de banderas, ni una gota de entusiasmo visible, ni exaltación patriótica.... Después supimos que todo estaba, porque banderas había y entusiasmo también. Pero los organizadores, no querían que se repitiera el valiente testimonio de españolidad que vimos en San Pedro de Roma con ocasión de la última beatificación de los mártires españoles... En el Cerro de los Ángeles las banderas de España con el Sagrado Corazón de Jesús estaban prohibidas. Nos lo han testimoniado quienes estuvieron allí.

Al cumplirse un Siglo de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, la Santa Sede concedió la celebración de un Año jubilar desde el 1 de diciembre de 2018 al 24 de noviembre de 2019. El jubileo fue inaugurado por el nuncio de Su Santidad, Renzo Fratini, y clausurado por el obispo de Getafe Ginés García Beltrán. Durante todo el año cerca de 100.000 peregrinos acudieron al Cerro de los Ángeles.

Y el 30 de junio de ese mismo año, un mes después del cumplirse el centenario de la consagración efectuada por Alfonso XIII al Sagrado Corazón de Jesús, se celebró una Misa de acción de gracias, que tuvo lugar en el nuevo monumento erigido al Sagrado Corazón de Jesús en Cerro de los Ángeles e inaugurado por el Jefe del Estado, Don Francisco Franco, en 1965, como desagravio y reparación nacional a la infamia y profanación cometida por la chusma roja el 7 de agosto 1936. Al término de la acción de gracias, unos 8.000 peregrinos, junto a cuatro cardenales y una veintena de Obispos, 200 sacerdotes, renovaron su Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, no como acto de reivindicación de una situación sociopolítica del pasado, sino como un ejercicio de piedad y devoción, que fue pronunciada por todos los asistentes y presidida por el cardenal Carlo Osoro decía así:

“Señor Jesucristo, Redentor del género humano, Sacerdote eterno y Rey del Universo: nos dirigimos a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza,
con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza.

Señor Jesucristo, Salvador del mundo, al cumplirse el centenario de la consagración de España a tu Sagrado Corazón, los fieles católicos volvemos a postrarnos en este lugar donde se levanta este trono de tus bondades, para expresar nuestra inmensa gratitud por los bienes innumerables que has derramado sobre este pueblo de tu herencia y de tus predilecciones.

Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de tu Sagrado Corazón, el cual, traspasado por nosotros, es fuente de nuestra alegría y manantial del que brota la vida eterna.

Reunidos en tu Nombre, que está por encima de cualquier otro nombre, renovamos la consagración que fue hecha aquí hace cien años a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad.

Al renovar la consagración de España, los fieles católicos expresamos nuestro ferviente deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordia,
impulsando, en comunión con toda la Iglesia, una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría del Evangelio.

Cuando la Iglesia nos llama por la voz del Sucesor de Pedro a impulsar una nueva evangelización, concédenos salir valerosos al encuentro de las heridas de nuestros contemporáneos para llevar a todos el bálsamo de la misericordia que brota de tu Corazón traspasado.

Que a todos anunciemos con mansedumbre y humildad: ¡sus heridas nos han curado! Venga, pues, a nosotros Vuestro Santísimo Reino, que es Reino de justicia y de amor.

Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares,
en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras,
y en nuestras leyes e instituciones.

Concédenos permanecer siempre junto a María, Madre tuya y Madre nuestra, como en la víspera de Pentecostés, para que el Espíritu Santo produzca un profundo rejuvenecimiento de la fe en España.

Que nuestro pueblo, tierra de María, sepa recibir y custodiar los frutos santos de su herencia católica para que pueda hacerlos crecer afrontando con valentía los retos evangelizadores del presente y del futuro.

Líbranos del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.

Que, al consagraros nuestra vida, merezcamos recibir como premio de ella el morir en la seguridad de vuestro amor y en el regalado seno de vuestro Corazón adorable.
¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén.

Al igual que sucedió el 30 de mayo de 1919, en seis provincias diferentes, sus comunidades parroquiales se sumaron a esta celebración.

Al acto no se permitieron entrar a los vehículos particulares, por razones de orden y seguridad, ni a las personas que no estuviesen inscritas, por lo que había que apuntarse ante en la parroquia de origen o en la página web oficial del centenario para ir en autobús.

Hoy, encontrándonos en España bajo un gobierno social-comunista, y habiendo perdido la Unidad Católica de España y consiguientemente el Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo, con el fin de poder restituir a nuestra Patria su Unidad Católica y restaurar de la Realeza de Cristo, propongo, además de trabajar oportuna e inoportunamente para esos fines, que recemos todos juntos la siguiente oración:

“Te pedimos por España, Divino Corazón de Jesús, para que ante la vista de tantos males como está padeciendo nuestra patria, te acuerdes de tu promesa de reinar en ella y con más veneración que en otras partes. Que tu Reinado de Amor se establezca ya en nuestra querida España. Que prenda aquí con mayor fuerza ese fuego divino y de aquí se comunique por todo el mundo. Sea tu Divino Corazón, la victoriosa bandera que presida las justas ansias de restauración tradicional y misionera de la nación que más ha hecho por la extensión de tu Reinado en la tierra, y la des la victoria ayudándola a vencer a sus enemigos que son los tuyos. ¡Señor, acelerad el Reinado de tu Sagrado Corazón!”


Un saludo.
José Luis Díez.

Nacido en Ciempozuelos (Madrid), y educado en el colegio de los pp. agustinos, estudió Obras Publicas, Filosofía, y Teología. Casado con cinco hijos, ha trabajado como empresario hasta su jubilación.
Premio “Manuel Delgado Barreto” de Círculos San Juan. Es articulista en varias revistas y periódicos, y ha escrito y editado los siguientes libros: “Buscando a Franco”, “Patria, su ser o la nada”, “Oro de ley”, “Explicando: Así quiero ser”, “Crónicas del XIV centenario del III Concilio de Toledo”, “Acuérdate alma cristina que hoy has de…” “Lo que dice el Evangelio” (cuatro tomos), “Camino del Cielo”, “yo te busco tu ne encuentras”, “En el umbral de lo infinito”, “¿Dónde está la Primavera del Concilio Vaticano II?”.
También ha dibujado y editado las láminas del Centenario de Franco, y realizado unas 250 películas subidas a YouTube, algunas le han sido restringidas y otras eliminadas, que ha vuelto a subir a Vimeo. En la actualidad es el Secretario General de la Asociación para la Reconquista de la Unidad Católica de España. 

domingo, 30 de mayo de 2021

***Cúpula de la MASONERÍA: Clan ROCKEFELLER y Gran Logia SATÁNICA 666. Rockefeller Center de Nueva York

Clan Rockefeller y Gran Logia Satánica 666
30 mayo 2021


La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) ha publicado el “Diccionario Enciclopédico de las Sectas” del P. Manuel Guerra, doctor en Teología y Filología clásica, catedrático del Seminario e historiador de las Religiones. En la cuarta edición (2005) dice: la acaudalada familia Rockefeller desciende de judíos sefardíes-alemanes.

John Davison, el primero del clan, consiguió (1870) el monopolio del petróleo (Standard Oil), financió (1890) la Universidad de Chicago, creó (1915) la Fundación Rockefeller para actividades “filantrópicas” y el mayor banco del país que se fusionó (1955) con la banca Morgan resultando el “Chase Manhattan Bank” presidido (desde 1969) por David Rockefeller, nieto de John D. y cabeza del clan en la actualidad.

David, maestro grado 33º de la Masonería, ha sido Secretario general del “Consejo de Relaciones Exteriores” (CFR) y fundador de los círculos discretos de poder “Bilderberg” (1954) y “Trilateral” (1972).

El clan ha instrumentalizado las sectas iberoamericanas contra la Iglesia católica e invertido sumas ingentes en el control demográfico de la natalidad y la esterilización en el mundo, fabricando píldoras abortivas en sus multinacionales farmacéuticas con superiores beneficios.

En “666 Quinta Avenida” de N. York se encuentra la sede central de la “Gran Logia Rockefeller 666”, orden secreta iluminista de signo luciferino, Secta que busca la luz a mayor nivel que la Masonería.

Martín Lozano escribió (1996): Los clanes Rockefeller, Morgan, Warburg y Rostchild ocupan el vértice de la Pirámide del Poder Mundial económico que controla la política, los medios de comunicación, los círculos ideológicos y los organismos internacionales.

Raymond Barré, ex ministro francés, dijo (1996) en el “Foro de Davos” que tal vez sea necesario un nuevo “crack” económico y nuevas reglas de juego para avanzar definitivamente en la globalización económica y política (gobierno mundial). Es la crisis financiera actual iniciada en Nueva York. 

sábado, 29 de mayo de 2021

***Batalla de COVADONGA (28 de Mayo de 722)

Batalla de Covadonga 
Santiago Clavijo
28 MAYO 2021

La batalla de Covadonga tuvo lugar el 28 de mayo del 722 en Covadonga (España), un lugar próximo a Cangas de Onís (Asturias), entre el ejército cristiano de don Pelayo y tropas musulmana. Las tropas de don Pelayo, un pequeño grupo de unos 300 guerreros astures, vascos y gallegos, derrotaron a un ejército regular musulmán capitaneado por Alqama.
Esta refriega o batalla es considera por los historiadores como el inicio del largo proyecto denominado Reconquista, que concluyó el 2 de enero de 1492, cuando Boabdil entregó las llaves de Granada a los Reyes Católicos.
Veremos en esta página, de manera resumida, el periodo desde 711, batalla de Guadalete al 722 batalla de Covadonga. Estos 10 años, es uno de los periodos más oscuros e inicuos de la historia de España

Don Pelayo se Rebela

Pelayo era el jefe o espatario de la guardia personal de don Rodrigo. Pelayo y Rodrigo eran primos y pertenecían la linaje de Chindasvinto. El gran rey Chindasvinto tuvo tres hijo, Recesvinto, el primogénito, Teodofredo y Fávila. Don Rodrigo fue hijo de Teodofredo y Pelayo de Fávila.

Pelayo, sobrevive a la batalla de Guadalete y posteriormente se refugia en Toledo. Con el Arzobispo Urbano se retira, buscando refugio, al norte de la Península, cerca de donde había nacido, en Cosgaya.

Muchos nobles se refugiaron en la Septimania Fanca, otros se aliaron directamente con los musulmanes y fueron vasallos suyos. Pero los irreductibles se refugiaron en Asturias.

Cuenta la tradición histórica, que el moro Munuza, gobernador musulmán de la zona, quiso conseguir a la hermana de Pelayo, para lo cual envió a éste a Córdoba como rehén, pero en el verano de 717 Pelayo pudo escaparse y retornar a su querida tierra. Pelayo se opuso al enlace de su hermana con el gobernador y se echó al monte, para buscar refugio en el macizo de los Picos de Europa. Pelayo no era el bandido de la versión musulmana, sino un vengador.

Pelayo acudió a Cangas donde los cristianos sometidos celebraban una asamblea. Pelayo les reprochó un ignominiosos y cobarde comportamiento y les animó a la rebelión ante el opresor musulmán. Aquel grupo de astures irreductibles, decidieron unirse a Pelayo y se alzaron en armas con él. Les convocó a una asamblea general; en ella le reconocieron como caudillo y de esta forma, el antiguo estepario de don Rodrigo, se convirtió en jefe de un levantamiento popular.

Rebelión Asturiana

Asturias era gobernada y controlada por Munuza desde Gijón. Al principio los astures fueron vasallos, pero poco a poco se fueron convirtiendo en rebeldes populares hasta que dejaron de pagar tributos al gobernador musulmán.

En el 718, los nobles astures a las órdenes del caudillo Pelayo, decidieron recuperar su legitimidad y el territorio perdido. Recuperar Hispania para los Cristianos, su lucha se iba a convertir también en una guerra de religión: la cruz contra la media luna.

Pelayo se niega a seguir pagando tributo, ya no es vasallo de los musulmanes. Se inicia la sublevación con hombres vascos, astures, gallegos, todos ellos dispuestos a levantar su espada contra el invasor musulmán.

La crónica musulmana de Córdoba, habla de unos “asnos salvajes” que se han levantado en el norte de Hispania. Les consideran salvajes, sin educación, bárbaros. Entonces, desde Córdoba se envía un ejército al mando de Alqama para rendir a los “asnos salvajes”. Alqama era uno de los mejores generales de Muza, había que rendirlos lo antes posibles, no se debía correr riesgos de nuevas sublevaciones.

Entre tanto, Pelayo ampliaba su control sobre la zona desde el valle de Cangas y a inquietar a las guarniciones de Munuza de la comarca. Los nobles se fueron, poco a poco sumando a la rebelión.

Comienza la Batalla

Pelayo, no contaba con muchos medios, entre 200 y 300 soldados estaban a sus órdenes en las montañas de los Picos de Europa. Su cuartel general o corte lo establece en Cangas de Onís, desde donde va a iniciar las acciones de castigo a las tropas musulmanas. Pelayo guió a sus hombres a una montaña mágica, el monte Auseva que será su refugio de Pelayo y sus irreductibles.

Según la crónica musulmana, Alqama se dirigió a Asturias con un ejército de 185.000 hombres, historiadores reducen la cifra a 20.000. Los musulmanes tenía la razón de la fuerza pero Pelayo tenía la razón de su tierra, de un linaje de 300 años de historia. Un enorme ejército de jinetes, arqueros, honderos se van acercando a Cangas.

En ese momento Pelayo recibe una visión, ve en el cielo una inmensa cruz bermeja, es el pendón perdido de los godos en Guadalete; y además se le aparece la Virgen y le anuncia que la victoria estará de su lado; después de esta visión, un ermitaño atestigua que la Virgen le entrega una cruz, una cruz confeccionada con las ramas de un roble, es la Cruz de la Victoria. Pelayo está convencido de su papel y decide presentar batalla.

Alqama recurre a la guerra psicológica, envía al traidor don Oppas como parlamentario para negociar con Pelayo. Don Oppas, anima a Pelayo a la rendición, a la entrega de las armas, ofreciéndole todo tipo de promesas. Le habla de lo bueno que son los musulmanes, le asegura que le devolverán sus tierras y posesiones, que con los musulmanes se vive bien. Según el rey Alfonso III, las palabras del traidor al caudillo, fueron estas:

“Escucha mi consejo y vuelve tu ánimo de tu decisión, ara que poseas muchos bienes y disfrutes del consorcio de los caldeos”

Pero afortunadamente, Pelayo ha cambiado y le asegura al ex-arzobispo de Toledo, que él ya no lucha por sus tierras, que no es una guerra por las posesiones, que es una guerra por la Fe . Está convencido que es una lucha por la Cruz, que él no va a ser gobernado por alguien que no asume la creencia de la Cruz.

Pelayo se preparó para resistir la embestida musulmana contra su cueva el 28 de mayo del año 722 , año 103 de la Hégira.

Pelayo toma a su ejército y se atrinchera en la Cova Dominica, en Covadonga. Los musulmanes inician los ataques, eran por los desfiladeros, Pelayo a desplegado a sus 300 guerreros godos. Los godos eran expertos en arcos y lanzamiento de piedras con ondas. Conocían el territorio perfectamente, atacaban en emboscada, se replegaban y volvían al ataque; no paraban, no permanecían fijos en el terreno.

Los sarracenos avanzan por aquellos estrechos desfiladeros y son blanco muy fácil de las piedras y flechas de los hombres de Pelayo. Los 300 de Pelayo están logrando, con sus medios parar a la mole de los 20.000 ismaelitas de Alqama. Cuenta la leyenda, que los hombres de Alqama lanzaban las flechas y piedras con las ondas, contra los hombres de Pelayo, y que por intercesión divina o por el cumplimiento las leyes de la física clásica, se volvieron contra aquellos que las lanzaron. .

Los musulmanes estaban teniendo demasiadas bajas, y decidieron retroceder. En este momento, Pelayo lanzó un ataque desesperado desde la Cova Dominica. Los soldados de Pelayo saltaron como posesos sobre las fuerzas musulmanas. El espíritu combativo era enorme, los cristianos estaban determinados a la victoria; los musulmanes seguían retrocediendo por aquellos estrechos desfiladeros. Era imposible, no podía ser que 300 asnos salvajes hicieran retroceder a todo un cuerpo de ejército musulmán.

Alqama murió en el combate y Oppas, el cristiano traidor, que habló de paz a los rebeldes, fue hecho prisionero en el mismo campo de batalla. Los agarenos al ver muerto a su jefe, se dividieron y el pánico le obligó a huir desordenadamente.

La Victoria de los Astures

La verdad es que Covadonga no fue una gran batalla, fue un encuentro, una refriega que tuvo un gran impacto en la moral de las fuerzas de resistencia al poder emergente. Esta victoria llenó de orgullo y seguridad a los de Pelayo y fue suficiente para iniciar un movimiento de resistencia al invasor. Los escritos árabes de época, reconocen que algo ocurrió en esas fechas en Covadonga.

Los hechos históricos confirman que los musulmanes, estando en las Galias, tuvieron que desviar importantes efectivos al norte de Hispania. Esto confirma que algo importante, algo grave estaba ocurriendo en estas fechas en Asturias. Esta rebelión alivió presión musulmana sobre la Septimania Francesa lo que sin duda tuvo consecuencias positivas para el continente europeo.

Aquellos irreductibles vascos, gallegos, astures, cumplieron haciendo bien su trabajo. Don Pelayo amplió tu territorio y consiguió ocupar la ciudad de León. Aquello fue el germen, el inicio del Reino Asturiano, desde Cangas de Onis, Pelayo permaneció durante muchos años luchando, era incansable, acudía a todos los frentes, estaba en primera línea junto a sus hombres, era frenético y no pudieron matarle.

En la crónica musulmana nos dicen que aquellos 300 fueron reducidos a 30, a 30 hombres y 10 mujeres, decían las crónicas musulmanes. 30 asnos, qué pueden hacer 30 asnos, no pueden causarnos ningún perjuicio. Pero la reconquista había comenzado. Hubo muchos muertos, prueba de ellos son los topónimos conservados hasta hoy, aludiendo a los montones de huesos que quedaron en los barrancos de los caminos y que siguen hoy encontrándose huesos de los invasores de España.

Consecuencias de la Batalla de Covadonga

Pelayo fue caudillo hasta su muerte en el 737, le sucedió su hijo Fávila, que gobernó sólo dos años, ya que en el 739 murió a causa del abrazo de un enorme oso. Después llegó Alfonso I, llamado el Católico, Alfonso era yerno de Pelayo, se había casado con su hija y fue un gran Rey. Alfonso I, le consideran los historiadores el primer rey del Reino de Asturias, Alfonso I el Católico. El Reino de Asturias se transformaría más tarde en el Reino de León.

En el año 1035, aparecería el Reino de Castilla. Durante esos siglos, inmensas luchas, sangrientas razias, interminables batallas, fue un larguísimo camino sin retorno al pasado de Guadalete. Finalmente todo se regeneró, aquel viejo y decadente reino visigodo se transformó, dolorosamente con el paso de los tiempos y en el 1482, estallaba con virulencia la última guerra de la Reconquista, la Guerra de Granada. Durante 10 años estuvieron combatiendo moros y cristianos en el reino Nazarí de Granada.

El 2 de enero de 1492, se ponía punto y final a la reconquista, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando tuvieron el honor de recibir de Boabdil las llaves de Granada.

Después vino el descubrimiento de América y otras cosas más. Pero esta enorme empresa que duró 8 siglos, tuvo un inicio, un arranque, cuando en aquellas montañas perdidas se rebelaron 300 astures irreductibles. En Covadonga, en la Cova Dominica iniciaron su revuelta.

***BEATIFICACIÓN-ASTORGA: 3 MÁRTIRES en SOMIEDO, enfermeras de CRUZ ROJA, Concha Espina relató (1941) el suplicio de las tres enfermeras en Somiedo, 'Princesas del martirio'.

Genaro Arias Herrero, el terror socialista que, 
en plena Guerra Civil, torturaba y mataba 
a cualquier persona 'de derechas'
23/6/2019
Concha Espina relató el suplicio
 de las 3 enfermeras en Somiedo, 
en uno de sus libros publicado en 1941,
 'Princesas del martirio'

Genaro Arias Herrero, el terror socialista que, en plena Guerra Civil mandó fusilar a las tres enfermeras de Somiedo. De izquierda a derecha, Octavia Iglesias Blanco, Olga Pérez Monteserín Núñez y Pilar Gullón Iturriaga

Hace unos días, el pasado martes 11 de junio, el Papa autorizó promulgar los decretos de martirio para la beatificación de María Pilar Gullón Iturriaga (1911-1936), Octavia Iglesias Blanco (1894-1936) y Olga Pérez-Monteserín Núñez (1913-1936), tres enfermeras católicas laicas de la Cruz Roja, que fueron martirizadas por odio a la fe el 28 de octubre de 1936, en Pola de Somiedo (Asturias), durante la Guerra Civil española.

Poco antes de quedarse ciega, Concha Espina relató el suplicio y el martirio de estas tres mujeres en uno de sus libros publicado en 1941, que es una auténtica joya literaria, desde el título, Princesas del martirio, hasta la última página. Concha Espina describe la geografía donde tuvieron lugar los hechos con estas palabras: “San Pedro de Somiedo, una collación montaraz en el límite de dos provincias, trágico frente de guerra que divide a dos marcas españolas: la de León, llena de la fe en Cristo; la otra de Asturias, envenenada por los enemigos de Dios, enemigos también de la Humanidad”.

El victimario fue un socialista leonés, Genaro Arias Herrero, presidente de la Casa del Pueblo, que la noche antes de asesinarlas encerró a las tres enfermeras en la Casa del Pueblo del PSOE, convertida en checa, para que cuantos quisieran pudieran violarlas. El jefe de los socialistas trató de amortiguar los gritos de estas tres mujeres con el chirriar de una carreta de bueyes, que hizo circular alrededor de la checa durante toda la noche. La carreta llevaba el cadáver de un sacerdote, que él mismo había asesinado unas horas antes.

La noche antes de asesinarlas encerró 
a las tres enfermeras en la Casa del Pueblo del PSOE, 
convertida en checa, 
para que cuantos quisieran pudieran violarlas

Genaro Arias Herrero, conocido en la comarca por el alias de “El Patas”, tenía 34 años cuando asesinó a las tres enfermeras y todo un historial criminal, que le había convertido en el terror de su comarca. Había nacido en una aldea cerca de Cistierna (León), pero residía en Villaseca de Laciana a poca distancia de Villablino (León), donde era el líder del socialismo de la zona, ya que había sido elegido presidente del sindicato minero de la UGT y de la Casa del Pueblo del PSOE de Villaseca de Laciana.

Desde que se proclamó la Segunda República en 1931, El Patas dirigió todas las huelgas y las manifestaciones revolucionarias de la comarca. Cuando los socialistas fueron derrotados en las urnas y dieron el golpe de Estado en 1934, que algunos llaman falsamente Revolución de Asturias, Genaro Arias Herrrero asaltó la mina “Teófilo”. Y cuando estalló la Guerra Civil, concentró a un grupo de unos trescientos hombres, de los que se valió para realizar registros y saqueos en la zona de Villaseca de Laciana, robando animales, dinero y pertenencias de los vecinos. El Patas asaltó las casas cuartel de la Guardia Civil y detuvo a los guardias civiles de Villaseca de Laciana, Caboalles de Abajo, Villablino y Murias de Paredes y a las mujeres de los guardias civiles se las llevó a la zona roja.

A una de las vecinas, llamada Trinidad Feito, el socialista Genaro Arias Herrero le manifestó que no se ganaría la guerra, hasta que no se matara a todas las personas de derechas. El Patas, incluso, trató de asesinar a la madre de Trinidad Feito, alegando como motivo que cuatro de sus hijos luchaban en el ejército de Franco, crimen que el socialista no consiguió consumar, gracias a que los vecinos protegieron a aquella pobre mujer.

Cuando llegaron las tropas de los nacionales a Villaseca de Laciana, el 10 de agosto de 1936, El Patas huyó a Pola de Somiedo, donde se impuso como presidente del Comité revolucionario. En esta localidad asesinó a un guardia civil retirado, que ejercía como juez municipal, al secretario del juzgado y a otro vecino. Y aquello solo fue el principio de una serie de asesinatos y robos cometidos por él en el Valle de Somiedo, donde sembró el terror. Tras el asalto del ejército rojo al hospital de Somiedo, acudió al lugar para participar en la masacre, asesinó por su propia mano al sacerdote y se hizo cargo de los prisioneros de aquella avanzadilla del ejército nacional, entre las que se encontraban nuestras tres enfermeras de la Cruz Roja.

María Pilar, Octavia y Olga habían acudido voluntarias para atender a los enfermos del hospital del puerto de Somiedo. El 27 de octubre de 1936 comenzó su calvario, cuando los rojos asaltaron esa posición y arrasaron el hospital, rematando hasta matarlos a los heridos en sus camas y haciendo prisioneras a las tres enfermeras.

La llamada Revolucion de Asturias no fue otra cosa 
que un golpe de Estado de los socialistas. 
Golpe de Estado revolucionario, naturalmente

De nada valieron las súplicas de los mandos militares, del médico y del sacerdote en favor de los heridos y de los convalecientes del hospital de Somiedo. El comportamiento de quienes solicitaron piedad para los asaltados, lo describe Concha Espina con estas palabras: “Acaso esperaban compasión para ellos, con esa hidalguía natural del que es «hijo de algo», miembro de las alcurnias del alma, brote de una creencia y de una virtud que decoran al soldado, lo mismo que al general, dentro del ejército católico”. Por otra parte, a los socialistas que asesinaron a los enfermos y apresaron a las tres enfermeras, Concha Espina les enjuicia así: “Pero los asaltantes eran «hijos de nada», producto del anarquismo y la disolución de Europa, mortífero veneno de la sociedad”.

Durante el asalto, a las tres enfermeras se les presentó la oportunidad de huir y ponerse a salvo de sus captores, pero se negaron a abandonar a sus enfermos. Olga, la más joven de las tres pues tenía solo tenía 19 años recién cumplidos, fue alcanzada en una ceja por el roce de una bala y de la herida brotó la sangre, que tiño de rojo su uniforme blanco. Al momento uno de sus pacientes le sugirió que dejase de atenderlos, para curarse ella misma, pero la enfermera le respondió:

—“¿Curarme? ¿Para qué? Ya es inútil; no hay tiempo. Vamos a morir y enseguida a resucitar entre los mártires del Señor. Nos separaremos apenas unos instantes para reunirnos eternamente”.

Indudablemente que una respuesta como esa solo brota en un alma cristiana, alimentada por la oración y los sacramentos. Las tres enfermeras durante octubre, mes del Rosario, practicaron esta devoción mariana y asistían a diario a la Santa Misa, que celebraba el sacerdote en el hospital de Somiedo. María Pilar pertenecía a las Hijas de María y a las Conferencias de San Vicente de Paúl. Octavia era de las mismas asociaciones que María Pilar y además estaba inscrita en Acción Católica.

Los que quedaron vivos del asalto del día 27 deoctubre fueron hechos prisioneros y la mayoría llevados a Gijón. A las tres enfermeras, junto con dos falangistas de la guarnición, José Fernández Marvá y Salvador González, les condujeron desde el hospital del puerto a Pola de Somiedo, distantes doce kilómetros, que recorrieron a pie.

En torno a los milicianos que conducían a los prisioneros —escribe Concha Espina— “se había formado un cortejo de furias, un bronco sartal de milicianas vestidas de mono, arisco el pelo y el semblante, agresivas las voces salpicadas de blasfemias y de insultos. Llevaban como botín de su mezquina victoria varias prendas mujeriles: un abrigo largo, una chaqueta de cuero, un estuche de tocador y un bolso elegante. Se lo repartieron a las milicianas entre burlas y denuestos. Y todos juntos cambiaron opiniones a gritos sobre la terrorífica suerte que esperaba a los prisioneros”.

Conocemos el nombre de esas mujeres y su rango, descrito por Concha Espina. Lola Sierra, “número visible del ejército rojo mujeril”; Evangelina, la secretaria, “con aberraciones intelectuales”; Milagros, “la valiente rematadora de moribundos” y Emilia Gómez, “un monstruo infernal de veinte años y degeneración humana hasta el fondo satánico de la materia”. Ellas forman parte del cortejo de los verdugos y con todos los recursos de la indecencia de sus palabras, de sus gestos y de sus manoseos excitan todas las bajezas animales de los que pronto van a ser los depredadores sexuales de las tres enfermeras.

Comienzan a temblar las tiorras,
 y como no consiguen apuntar, 
tres milicianos se colocan detrás de cada una de ellas, 
para sujetarles el arma

Así es que cuando llegan a la Pola de Somiedo separan a los dos falangistas de las tres enfermeras y las hacen subir a una habitación de la checa, que era la anterior Casa del Pueblo de los socialistas. Y allí, en la Casa del Pueblo del PSOE, donde dicen los seguidores de Pablo Iglesias que se democratiza la cultura para ponerla al servicio del pueblo, el socialista Genaro Arias Herrero, El Patas, les entregó a los suyos los cuerpos de aquellas tres mujeres, para someterlas al espantoso abuso de ellos durante toda una noche, antes de asesinarlas, a los que les dio la siguiente instrucción con estas palabras textuales: “Que aquella noche podían quedarse con las enfermeras y hacer de ellas lo que mejor les pareciera”.

Al día siguiente, cuando ya había salido el sol, El Patas sacó a las tres enfermeras de la checa, para fusilarlas. Y como hicieran el día anterior con las capas y los estuches de las cautivas, las "tiorras" —el calificativo es de Concha Espina— echan a suertes el gozo de matarlas. Y como discuten y no se ponen de acuerdo, tercia una de ellas:

—“A ver, que las señoritas escojan su propio verdugo ¡Vamos, pichonas! ¿Quién mata a quién?”

Por fin, Evangelina, Lola y Emilia se reparten la matanza. Se sitúan a tres metros de sus blancos y cuando las tiorras van a encarar el arma, un sargento detiene la ejecución y propone indultarlas, si levantando el puño gritan: ¡Viva Rusia! Pero como respuesta inmediata, tres gritos al unísono suben al Cielo:

—¡Arriba España! ¡Viva Cristo Rey!

Su respuesta deja paralizados a los milicianos y a las tiorras. María Pilar y Octavia rezan con los ojos fijo en el cielo. Y Olga, quizás por ser la más joven, la más atrevida, les mira a todos fijamente y les dice:

—¡Hasta para matar sois cobardes!

Entonces comienzan a temblar las tiorras, y como no consiguen apuntar, tres milicianos se colocan detrás de cada una de ellas, para sujetarles el arma y ayudarlas a apuntar con firmeza. El desenlace se lo dejo contar a Concha Espina:

“Al fin las mujeronas disparan temblando. Y se desploman las muchachas de un solo golpe, una caída sorda en la hierba. Que, no obstante, levanta un eco pavoroso en todo el orbe civilizado. Y entonces cada mártir extiende el haz de sus cinco dedos, para balbucir todavía, un grito de fe en España y en la Cristiandad.

—Ya se acabaron las señoritas. —Ruge un cobarde.
—Falto yo.

Hay un espasmo de terror y alarma entre el público. El capitán Sánchez se acerca a la moribunda, pistola en ristre.

—A ver ¿quién vive aquí? —protesta, iracundo.

Pilar, transfigurada su hermosura por una angélica lucidez, responde:

—¡Dios!

Recibe, sonriendo, el tiro de gracia, y se duerme entre sus compañeras”.

Y concluye su libro Concha Espina con una propuesta, que bien podría llevarse a cabo el día que tenga lugar la ceremonia de la beatificación de estas tres mártires. Esto es lo que propuso la autora de Princesas del martirio en 1941, cuando entonces ningún campanario de las iglesias españolas, fueran altos o bajos, se avergonzaba de nuestros mártires de la Segunda República y de la Guerra Civil y todos sin excepción llamaban a las cosas por su nombre: “Y desde el humilde tributo de estas páginas, yo solicito para las enfermeras de Astorga, un volteo nacional de los bronces, que aún se afirman en nuestros campanarios, un repique gozoso de aleluya, como cuando un niño transita, por inocente y puro, desde los brazos de su madre hasta el trono de la Virgen María”.

Javier Paredes
Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá