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lunes, 23 de diciembre de 2013

Ley ABORTO: Los 10 bulos más frecuentes que aparecerán estos días en los medios + Dicen los abortistas que el riesgo psíquico no es ciencia (1166)



Un Bebé en el vientre de su Madre

ReL (21/12/2013): Benigno Blanco, Presidente del Foro de la Familia y una de las personas que más han trabajado en el mundo entero por erradicar el aborto en el mundo, responde a diez tópicos muy extendidos sobre la supresión del embarazo. Con la presentación de la reforma de la ley del aborto en España se reavivará un debate que nunca ha desaparecido de la sociedad. 


Son muchos los mitos, las falacias y mentiras en torno a esta cuestión, y es necesario saber responder con argumentos claros. Este texto publicado en el semanario Alfa y Omega, que dirige Miguel Ángel Velasco, puede ser de utilidad. 

1. Se trata del derecho de la mujer a decidir
No. Cuando la ley permite a los libres disponer de la vida de los esclavos, a los padres de la vida de los hijos recién nacidos, a los hombres de la vida de la mujer, a los arios de la vida de los judíos, a los blancos de la vida de los negros, o a las embarazadas de la vida de sus hijos no nacidos...; no se trata del derecho a decidir de los libres, los padres, los hombres, los arios, los blancos o las embarazadas, sino de la denegación del derecho a la vida de los esclavos, los recién nacidos, las mujeres, los judíos, los negros o los aún no nacidos.

2. Hay dudas razonables sobre cuándo se origina la vida humana
No es cierto. Hay evidencia científica de que la vida individual -y no sólo en la especia humana- se origina con la concepción al formarse el patrimonio genético del individuo que le definirá para siempre como uno de la especie humana sin margen de duda alguna. Y si alguien tuviese dudas al respecto, la más elemental consideración ética debe llevar a aplicar una presunción de humanidad o presunción de vida, pues no es admisible asumir el riesgo de matar a un hombre sobre la base de una duda (sobre si está o no está allí donde se dispara, por ejemplo).

3. Si no se legaliza el aborto, habrá abortos clandestinos y morirán muchas mujeres
No es cierto. No hay ninguna evidencia científica de que eso sea verdad, sino de lo contrario:

* Cuando algo se legaliza, aumenta su número; y cuando algo se prohíbe, va disminuyendo su práctica. Si no fuese así, el derecho penal carecería de razón de ser.

* En los países donde el aborto está prohibido (por ejemplo, Irlanda) la mortalidad femenina por razones atinentes al embarazo y el parto es inferior a la de países vecinos donde el aborto es legal (por ejemplo, Gran Bretaña). Lo mismo sucede en Chile, único país de su entorno donde no se permite el aborto por ninguna causa, respecto a los países vecinos.

* En todos los países donde se ha legalizado el aborto, su número ha aumentado cada vez más; y en los países donde se vuelve a proteger la vida, su número disminuye, como ha sucedido en Polonia a partir de 1993.

Este argumento da por supuesta una falacia: la de que las mujeres, en cualquier caso, abortarán. Y eso no es cierto, las mujeres van asumiendo el aborto como una solución a sus problemas cuando éste es legal. Si la ley no lo permite, el aborto adquiere el carácter residual de todo lo ilícito.

4. La ONU reconoce el derecho al aborto con carácter universal
Es falso. Ningún instrumento de derecho internacional en materia de derechos humanos reconoce el derecho al aborto, ni con carácter universal (ONU), ni regional (tratados europeos o latinoamericanos de derechos humanos). Así lo ha establecido el TEDH respecto a Irlanda, por ejemplo.

Sí existen algunas plataformas, conferencias internacionales o comités varios en la comunidad internacional que han empezado a usar en los últimos años la expresión derechos sexuales y reproductivos, que algunos quieren interpretar como comprensiva del derecho al aborto; pero ni esas plataformas, conferencias o comités tienen valor jurídico vinculante para los Estados, ni nunca se ha admitido pacíficamente que esa expresión incluya el aborto.

5. La normalización del aborto es la única opción progresista y su implantación es imparable
No es cierto. La normalización legal del aborto es un fenómeno muy reciente -y siempre discutido y contestado en todos los sitios- que empezó (si dejamos de lado los países comunistas que no respetaron ningún derecho humano) en USA en 1973 y, desde ahí, se fue extendiendo a Europa, primero, y después al resto del mundo, a impulsos de ideologías, intereses económicos y estrategias políticas hoy muy contestadas (obsesión maltusiana por el control de la población, revolución sexual sesentayochista, imperialismo yanqui, presión de la industria del aborto y la anticoncepción sobre los Gobiernos, ideología de género, etc).

El aborto no sólo no está normalizado en el mundo, sino que encuentra cada vez más resistencia en todas partes y, en primer lugar, en Estados Unidos, donde empezó este fenómeno. En este país, ya una mayoría de la población se define como pro life -provida- y no como pro choice -pro-elección-, según la encuesta Gallup; y más de la mitad de los Estados de la Unión han aprobado en los últimos años leyes restrictivas del aborto con una cadencia que sigue en aumento, a pesar de contar en estos momentos con el Presidente más proabortista de su historia, Obama.

Por otra parte, varios países del ex bloque comunista han aprobado leyes restrictivas del aborto a partir de 1989 (el caso más exitoso es el de Polonia), y en toda la América Latina se está produciendo una gran resistencia a la aprobación del aborto que se exige a aquellos países de forma insistente y colonialista desde Naciones Unidas.

En la Europa occidental, el aborto es objeto de amplio debate social en países como España, Irlanda, Francia o Italia. En ningún sitio es algo normalizado y pacífico.

6. Sin el aborto, la bomba demográfica explotaría y la vida en la tierra sería imposible
No existe ninguna bomba demográfica sino, por el contrario, un grave problema demográfico de envejecimiento de la población que hace peligrar la subsistencia de nuestras sociedades (en Europa, y en España de forma particular, esto es evidente). Incluso los países que, como China, han apostado por el aborto como instrumento de control de la población, están dando marcha atrás por los terribles trastornos en su población que han provocado.

Incluso si fuese verdad que existiese un problema de crecimiento de la población, noparece que eliminar vidas humanas sea la forma más humana de resolver este problema. El fin no justifica los medios, máxime si los medios son homicidas.

7. El aborto es una conquista feminista a la que no podemos renunciar
No es cierto. El aborto es una solución machista a un problema de todos. El aborto es la garantía última de la irresponsabilidad sexual del varón que, gracias a él, deja en manos de la mujer toda la responsabilidad de las relaciones sexuales: gracias al aborto, el varón se desentiende de las consecuencias de su actividad sexual abocando a la mujer a abortar (y es ella quien cargará con el peso moral, sicológico y vital de esta decisión), o a asumir las consecuencias (la responsabilidad sobre el niño) en caso de no hacerlo.

El aborto sí que es violencia de género contra la mujer. Cuando se legaliza el aborto, la mujer se puede ver sometida a todo tipo de presiones para abortar recayendo sobre ella la responsabilidad de liberar a todo su entorno de la responsabilidad sobre la vida en marcha en su interior.

8. Sin aborto legal, la revolución sexual estaría en peligro
Este argumento sí es veraz. Sin el aborto legal, la irresponsabilidad sexual sistemática y generalizada no sería posible. La legalización del aborto es el precio que pagamos para ser sexualmente irresponsables de forma sistemática, sin consecuencias en el corto plazo. Pero este precio es muy alto: millones de niños que no llegan a nacer, millones de vidas de mujeres destrozadas, una sexualidad deshumanizada, pues su consecuencia no es la vida, sino la muerte, etc.

9. Las leyes permisivas del aborto no obligan a nadie: quien no quiera abortar no está obligado a hacerlo. Este argumento no es cierto, pues:

a) las leyes permisivas del aborto crean estructuras de violencia estructural sobre la mujer para que aborte que no existirían con carácter general si el aborto no fuese legal. Ésta es experiencia común en muchas mujeres que han abortado: no fueron libres, sino que acudieron al aborto presionadas por un entorno que sólo les ofrecía esa solución a sus problemas.

b) La legalización del aborto introduce en nuestro ordenamiento jurídico la violencia como forma legítima de resolver problemas, y esto afecta a toda la sociedad por el efecto pedagógico de las leyes.

c) El aborto legal supone que el Estado asume que no debe proteger la vida de un grupo de seres humanos, los no nacidos. Se degrada así el compromiso ético y humanista del Estado, la sociedad en su conjunto y el Derecho. Y esto siempre tiene consecuencias (negativas).

10. Exigir la prohibición del aborto es una inadmisible injerencia de la Iglesia en la vida pública de una sociedad pluralista
Hipócrates y Galeno no eran católicos -pues vivieron siglos antes de Cristo- y ya establecieron que la ética médica impedía la práctica del aborto. Si legalizásemos todo lo que la Iglesia prohíbe, deberíamos legalizar el asesinato, la violación, el robo..., y prácticamente todo lo que el Código Penal prohíbe. No parece éste, por tanto, argumento muy serio.

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Dicen los abortistas 
que el riesgo psíquico no es ciencia


La patronal del aborto, de izquierda a derecha, en enero de 2008: Marisa Castro, de Isadora, Eva Rodriguez, de ACAI, Santiago Barambio, de Tutor Médica y Agustín Blázquez, de Dator Madrid


Pablo J. Ginés/ReL (20/12/2013): ACAI (www.acaive.com), la patronal del aborto en España, que agrupa a la inmensa mayoría de clínicas privadas que se dedican a este negocio en el país y practican casi la totalidad de los abortos (los abortos en centros públicos son un porcentaje muy pequeño) ha recibido la noticia del anteproyecto de ley del aborto del ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón con una nota peculiar cuya argumentación quizá no guste a sus colegas del lobby del aborto en América Latina y otros países. 

En toda Hispanoamérica los lobbies abortistas piden que se despenalice o legalice el aborto bajo el control y apoyo de médicos de su sector, profesionales y técnicos que juran y perjuran que la ciencia demuestra que tal o cual aborto es necesario para salvar vidas de mujeres, para salvar su salud psíquica, etc... 

Incluso en Irlanda el Primer Ministro Enda Kenny está imponiendo una ley del aborto ¡para evitar suicidios! Unos supuestos expertos psíquicos demostrarían que el aborto era imprescindible para evitar el suicidio de mujeres muy alteradas ante la noticia de su embarazo... (ReL explicó como una masiva manifestación provida y la rebelión de varios diputados respondieron a este intento de "coladero").

¡La psicología no tiene capacidad!

Ahora la patronal del aborto en España, después de 28 años de negocio, asegura todo lo contrario. 

"Ningún profesional sanitario puede determinar ni determinará objetivamente si el conflicto psicológico que en una mujer genera un embarazo no deseado o una patología grave o incompatible con la vida puede ser solucionado sin recurrir a una IVE; mucho menos determinar si esa afectación se prolongará en el tiempo, tal y como señala el texto; ya que es la mujer, y solo ella, la que tiene que saber si puede sobrellevar o no la disfunción psicológica y vital que tal situación le puede suponer".

No es ciencia. Es sólo la opinión (perfectamente cambiable) de cada mujer en un momento dado.

Es decir, según ACAI en ningún lugar del mundo un psiquiatra debería poder firmar un papel diciendo que la ciencia médica confirma que con un aborto tal o cual mujer se salvará de un riesgo psíquico, le protegerá de un suicidio, trauma, daño... Ningún psicólogo puede escudarse en la ciencia para decir: "este aborto era médicamente necesario para salvar su salud psíquica". 


Más de 1 millón de informes psíquicos ¿un paripé?

Según los profesionales de la ACAI, después de practicar más de un millón y medio de abortos, el 95% de ellos bajo el criterio de "riesgo para la salud psíquica" con exámenes firmados por psicólogos... ¡el psicólogo y la ciencia médica no tienen capacidad para dictaminar tal cosa! 

Según estos expertos del aborto y sus mayores defensores, la ciencia médica no puede saber si un aborto ayudará psíquicamente a una mujer. "Ningún profesional sanitario puede determinar [...] si el conflicto psicológico que en una mujer genera un embarazo no deseado [...] puede ser solucionado sin recurrir a una IVE".

Aplicación para HispanoAmérica e Irlanda

En Hispanoamérica e Irlanda las autoridades deberían tomar nota de esta declaración cada vez que un médico abortista, una clínica abortista o un lobby abortista presenten un aborto diciendo que era "necesario, según la psiquiatría, para proteger la salud psíquica de la madre", técnica que se usa para establecer un supuesto de "riesgo psíquico" o "aborto terapéutico por riesgo psíquico". Sus colegas en España declaran sin tapujos que la ciencia psicológica no tiene capacidad para tal cosa. 

¿Adultas? ¿Conscientes? ¿Libres?

Otro aspecto curioso de la nota de ACAI es (citamos textualmente) "su total repulsa hacia la consideración de la mujer como una víctima. Ya que las mujeres, todaslas mujeres que interrumpen su gestación, son mujeres adultas, conscientes de su decisión". 

Es evidente que esto no es así. No todas son adultas: las estadísticas de Sanidad en España (con datos que los propios centros de ACAI aportan) muestran que el 10% de los abortos (entre 11.000 y 13.000 al año) corresponden a chicas de 16 y 17 años, o menores. La Constitución Española establece que la mayoría de edad es a los 18 años. No son adultas y la Ley Aído de 2010 les permite abortar sin informar siquiera a sus padres o tutores con tal que aleguen (es un trámite) "razones graves".

Por otra parte, no está claro que todas las mujeres que abortan lo hagan sabiendo qué hacen: ¿de verdad se puede hablar de un verdadero consentimiento informado? Muchas asociaciones en España consideran que no se informa bien a la mujer de los riesgos, consecuencias y realidad médica del aborto que se plantea practicar. ¿Una decisión desinformada es una decisión consciente? 

Además, una decisión consciente no es necesariamente una decisión libre. Una mujer puede conscientemente decidir prostituirse, pero sin libertad, porque una mafia amenaza a sus hijos, por ejemplo. De igual forma, un estudio con datos de 2004 delMedical Science Monitor en EEUU (de David Reardon y el Elliot Institute) mostraba que un 64% de mujeres que abortaban se sentían presionadas o coaccionadas para hacerlo. Este estudio se usó para la ley anti-presiones de 2010 en Tennesee.

En España, es interesante la Memoria 2006 de la Fundación pro-aborto "Salud y Familia", que financia los abortos en Cataluña con dinero de la Generalitat. En esta Memoria (PDF en Saludyfamilia.es/downloads) se recoge que el 22% de mujeres declara que abortó "sintiéndose confusa". ¿Una decisión "sintiéndose confusa" es una decisión consciente?

En España, la "Ley Aído" no tiene ningún mecanismo especial que impida o dificulte que una mujer sea presionada para abortar (por su novio, familia, jefe, etc...) y sólo pide que se de a la mujer un sobre con información sobre ayudas públicas a la maternidad (no sobre las ayudas privadas a embarazadas en situaciones difíciles). La gravedad de la situación española quedó de manifiesto en un caso ejemplar: la camarera del restaurante Taco-Taco de Gerona, coaccionada por su jefe para que abortase, y que, al negarse a ello, fue despedida. Si se conoce el caso es porque llegó a los tribunales por la vía del derecho laboral... 

La nota que la patronal ACAI publica con motivo de la reforma del aborto del ministro Ruiz-Gallardón quizá pretendía simplemente expresar indignación por parte de los empresarios de este sector en España, pero para el debate del aborto en América Latina e Irlanda es un gran ejemplo de las estrategias del lobby. 

***

Es posible que ACAI retire la nota de su página web si se lo piden entidades abortistas desde HispanoAmérica, por lo que la copiamos íntegramente bajo estas líneas (20/12/13): Tras conocerse el Anteproyecto de Ley Orgánica de “Protección de los Derechos del Concebido y de las Mujeres Embarazadas”, presentado hoy por el Titular de Justicia.

ACAI CONFIRMA QUE LAS MUJERES ESPAÑOLAS NO PODRÁN ABORTAR EN NUESTRO PAÍS.  España se convierte en el único país de la Unión Europea, junto a Irlanda y Polonia que niega este derecho a sus mujeres.

La interrupción voluntaria del embarazo no podrá realizarse legalmente, ya que los requisitos burocráticos, legales y médicos exigidos impedirán que sea una práctica sanitaria normalizada.

Madrid (20/12/2013): Para la Asociación de Clínicas Acreditadas para la IVE el anteproyecto de ley no solo acaba con un derecho básico y fundamental de la mujer, sino que condena a estas a continuar con su embarazo contra su voluntad, incluso aunque su salud física o psíquica esté en riesgo; ya que los requisitos sanitarios y legales para que una mujer pueda acceder a esta prestación sanitaria son prácticamente imposibles de cumplir.

En primer lugar, ningún profesional sanitario puede determinar ni determinará objetivamente si el conflicto psicológico que en una mujer genera un embarazo no deseado o una patología grave o incompatible con la vida puede ser solucionado sin recurrir a una IVE; mucho menos determinar si esa afectación se prolongará en el tiempo, tal y como señala el texto; ya que es la mujer, y solo ella, la que tiene que saber si puede sobrellevar o no la disfunción psicológica y vital que tal situación le puede suponer.

En segundo término, el establecimiento de centros públicos acreditados expresamente para emitir dictámenes, informes preceptivos y asesoramiento a las mujeres, distintos a los que realizan las IVEs, implica someter a las mujeres al arbitrio ideológico de los/as profesionales que lo integren; pudiendo llegar a convertirse, en función de quienes formen dichos comités, en auténticos centros de estigmatización y culpabilización de la mujer, con el objetivo expreso de hacer desistir a esa persona de su intención de abortar, aunque su situación psicológica, personal, e incluso física hagan recomendable la interrupción de su gestación, cuando la mujer además así lo desea.

Asimismo, los mecanismos burocráticos que pretenden establecerse, como por ejemplo el tiempo de reflexión de una semana, la duplicidad o la minuciosidad exigida a unos informes preceptivos que en el caso por ejemplo de las patologías fetales son inviables cuando nos referimos a un proceso de gestación evolutivo; llevarán muy probablemente a la mujer a una semana de gestación alta que incida en la posibilidad legal de interrumpir su gestación por plazos, e incluso por evolución gestacional.

Impedir que los centros acreditados para la IVE puedan informar a la mujer de los ámbitos donde puede encontrar asesoramiento, apoyo o simplemente información práctica de la ubicación geográfica de dichos centros; es simplemente impedir que la mujer tenga otras vías de información distintas a las oficialmente establecidas por el Ejecutivo, de acorde a su ideología. Es reducir a estos centros a una suerte de semiclandestinidad, estigmatizar a sus profesionales y señalar a las mujeres que podrían acudir a ellos.

Por último, ACAI quiere asimismo manifestar su total repulsa hacia la consideración de la mujer como una víctima. Ya que las mujeres, todas las mujeres que interrumpen su gestación, son mujeres adultas, conscientes de su decisión. Son mujeres que voluntariamente deciden no continuar adelante su embarazo. Una madurez que seguirán ejerciendo, esta vez desde la clandestinidad y el éxodo abortivo.

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