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jueves, 12 de diciembre de 2013

Tres Famosos vuelven a la FE de sus abuelas en Medjugorje y Guadalupe: Entrevistas a María Vallejo-Nágera, escritora + Eduardo Verástegui, actor y productor de Cine + Tamara Falcó Preysler, hija (1099)




1 María Vallejo-Nágera

María Vallejo Nágera (Madrid 1964) es católica, madre y esposa. Además, Licenciada en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid, se inició en el mundo de las letras con "El patio de los silencios" (Ed. Sytiria), quedando clasificada en quinto lugar entre las cuatrocientas novelas que se presentaron al Premio Planeta en 1999. Desde el año 2000, imparte conferencias sobre su conversión. Hoy es una de las autoras más leídas de España y Latino América; su última novela publicada es "Cielo e Infierno: Verdades de Dios" (Ed. Libros Libres 2012). BIOGRAFÍA


Entrevista 
(July 25 2013)

Buenos días, María, en primer lugar muchas gracias por aportar su granito de arena a este proyecto. Usted se convirtió por una buena amiga, anglicana, en Medjugorje, en plena guerra de Bosnia. Una gran aventura, ¿no? La aventura de su vida. Dios se sirve de quien menos te lo esperas…

Respuesta: “En efecto: me convertí gracias a la insistencia de unas amigas anglicanas. Ellas me llevaron a Medjugorge casi a rastras. Yo refunfuñaba por todo, no quería ir, pero algo en mi interior (hoy sé que fue el Espíritu Santo trabajando en mi alma), me empujaba a seguirlas en aquella aventura… Sólo puedo decirte esto: en aquel lugar Dios despertó mi alma; ésta llevaba dormida, anestesiada, desde mi Primera comunión. No me interesaban ni Dios ni sus cosas. Pero desde aquella peregrinación sólo me importa esto: Cristo. Mi camino está movido hacia El en todas las cosas. Nada me importa más que Él.”

Pero el Demonio no la dejaba escapar, el “Rey de las vendas”, como usted le llama. Muchas veces los cristianos no tenemos la formación suficiente, ¿por qué es tan importante?

Respuesta: “Sí, en efecto el demonio me tenía cegada. Me tenía puesta una venda en los ojos del alma, y por eso Dios no existía en mi interior. Bueno, existía, pero yo le apagaba la voz con mi agnosticismo, mi raciocinio, mi ley. Se puede decir que no tenía formación religiosa en absoluto: no conocía a Cristo ni sus enseñanzas. Su Madre me importaba un pimiento… Y todo porque nada sabía de Ellos, ni de su amor por mí, ni de nada de nada sobre la Iglesia. Pero desde aquel despertar no hago más que estudiar, imbuirme en los libros de enseñanza católica, de libros que me hablen de Dios, de Cristo, de su camino… Y sinceramente en la Iglesia católica he encontrado todo eso y más. Ahora bebo libros sobre los santos, y te puedo decir que vivo inmersa en una fascinación que me hace increíblemente feliz. Una vez que se encuentra a Cristo, nada hay más divertido que Él y sus cosas. Trabajar para El a través del único don que tengo (el de la escritura), me llena plenamente.”

En la conferencia que dio el año pasado en Cáceres, cuenta que tras conocer a Jesucristo no podía dejar de hablar de Él, solo rebosaba felicidad. Y el Santo Padre en su primera encíclica, Lumen Fidei, nos recuerda: “La fe, puesto que es escucha y visión, se transmite como palabra y luz. (…) La palabra recibida se convierte en respuesta, confesión y, de este modo, resuena para los otros, invitándolos a creer”. Entonces, ¿el apostolado es hacer feliz a los demás?

Respuesta: “El apostolado es muchas más cosas que eso. Es amarse uno al saberse amado por el Rey de Reyes; es llevar ese amor a los demás, es entrega pura de amor. Eso es mucho, muchísimo en nuestro mundo de hoy, tan escaso y tan herido por una monumental falta de amor.”

Aquella confesión en Medjugorje le cambió la vida, ¿por qué es tan importante el sacramento de la Confesión?

Respuesta : “La Confesión es el regalazo más descomunal que recibí en esa peregrinación. Es como quitarse de encima una mochila llena de piedras que le pesan horriblemente a uno en su conciencia. El pecado es asqueroso: es lo que nos aleja de Cristo, de Dios Padre. Es lo que voluntariamente nos buscamos para alejarnos de Dios. Ese pecado sólo puede desprenderse de nuestra conciencia sucia lavándolo en la Misericordia de Dios, y se obtiene al 100% en la Confesión. Confesarse es una auténtica gozada: toda la porquería desaparece de tu alma, te hace sentir libre, limpio, y más abrazado por Dios que nunca. Al menos eso es lo que significa para mi. Benditos sacerdotes que pueden confesarme. Sin ellos estaría asquerosamente infectada de pecado.”

Ser joven es algo más que una edad, ¿cuándo era usted más joven, antes, cuando iba a Harrods, o después de convertirse?

Respuesta: “Ahora, a mis 49 años, me siento más joven que nunca. Los que me conocen, los que conviven conmigo día a día me dicen algo muy bonito: “qué maravilla es vivir a tu lado, porque siempre estás contenta, siempre estás feliz y nos contagias esa felicidad.” Y yo les digo que no soy yo quien está feliz, es Cristo el que me hace feliz, porque es su felicidad la que vive en mí. El que vive con Cristo, ya está lleno de su paz, de su alegría, de su felicidad, a pesar de que la vida nos golpea con serios problemas. Porque agarrados bien fuertemente a la mano de Cristo, hasta enfermedades terribles se soportan con felicidad y paz.”

En la vida unas veces saltamos abismos, otras pequeños desniveles o caminamos por una llanura, después de su conversión asegura que la cruz se nota más. Explíquenos qué es esa Cruz.

Respuesta: “La cruz está en mi vida, como en la de todos. Pero como te digo, yo la llevo agarrada fuertemente a la mano de Cristo. Con Él he vencido impresionantes batallas. Siempre estoy contenta; Él me da la fuerza para llevar esa cruz. Claro que a veces ha sido tan pesada que le pedía que me la quitara… Pero Él no lo hacía. Ahora comprendo que gracias a esa cruz bendita que pasé, que paso y que pasaré (el futuro avecina cruces más fuertes para mí), es un foco de bendición, porque gracias a ella me apego más y más a Cristo. Así que empiezo a darme cuenta de que esa cruz es lo que me llevará al cielo. Bendita cruz.”

¿De qué va la vida?

Respuesta: “La vida va de esto : de que es un regalo inmenso de Dios. Puro regalo de Dios. Por eso me espeluzna el aborto y la eutanasia. Punto y pelota.”

Usted es madre de tres hijos y esposa, ¿nos puede decir por qué el Matrimonio es entrega?

Respuesta: “El matrimonio debe ser una total entrega de amor hacia la otra persona y hacia los hijos que han venido fruto de ese amor. Siempre hay que dar amor y dar, y dar, y dar… Hasta que duela. Claro que hay momentos tensos, momentos más felices y menos felices. Yo llevo 25 años casada y espero morir casada con mi marido. Nunca se puede decir “de esta agua no beberé”, porque yo sólo puedo responder por mí. Pero es lo que llevo en el corazón. El matrimonio es un sacramento fortísimo a ojos de Dios. Hay que cuidarlo con ahínco cada día y luchar cada día para regarlo de felicidad. Todo lo que se pueda. No creo que haya algo más bonito que envejecer juntos. Por eso hay que lucharlo muchísimo, perdonar y ser perdonados muchas veces.”

Católica en medio del mundo, ¿cómo acerca a sus lectores a Dios?

Respuesta: “Yo no acerco a mis lectores a Dios. Es Él quien lo hace. Yo soy una inútil total. Una maruja cualquiera que escribe. Lo único que hago es escribir con el corazón y contar todo aquello que voy averiguando a base de investigación en el ámbito católico. Las superventas que se han producido con mis libros son un gran misterio para mí, una increíble sorpresa en mi vida. Pero he encontrado la respuesta: por muy mal escritora que algunos me consideren, resulta que mis libros son un gran éxito. ¿Porqué? Porque existe hambre de Dios, y la gente, por puro misterio, ve que yo voy descubriendo cosas de El que nadie le ha contado. Qué cosas… Soy un gran misterio para mí misma.”

¿Cuáles son sus proyectos como escritora?

Respuesta: “Escribir hasta que muera. Bien o mal…No lo sé. Pero poniendo todo mi corazón en ello, toda mi alma. Tengo la esperanza de que mis obras sigan ayudando a mis lectores. Son ya 5.000 entradas en FaceBook de España y Latino América todos los días: esto sólo quiere decir que aunque escriba muy mediocremente, la gente encuentra algo que le lleva a recibir paz en mis libros. Con esto vivo y por esto lucharé el resto de mi vida.”

Muchas gracias, María, por su ejemplo y su tiempo. @Catolicos_es es un proyecto que solo está empezando, ¿nos envía un mensaje de ánimo?

Respuesta: “Cristo Vive; en Cristo está la Victoria. No lo olvidéis nunca. Trabajar para Él es trabajar para el mejor Rey de Reyes. Animo. Seguid. Yo oraré por vosotros.”




2 Eduardo Verástegui


Entrevista
(3 Mayo 2007)

Valientes y comprometidas declaraciones en contra del aborto. Su película "Bella" trata de este polémico asunto, que ahora se debate en México.

Eduardo Verástegui: "La legalización del aborto es un holocausto terrible, en el que están desapareciendo "legalmente" millones de inocentes". "Yo te digo, como Teresa de Calcuta, que los bebés que no quieran, te lo juro, que me los den a mí". "El valor del ser humano, de la vida, no está en que seas guapo o listo, o retrasado y cojo… ¿Quién limita dónde empieza o acaba el ser humano?".

El dice que siempre anduvo tras el éxito, pero la verdad es que el éxito siempre anduvo tras él. Desde que Eduardo Verástegui dejara atrás su ciudad de Xicotencatl, en Tamaulipas, a los dieciocho años, este apuesto hombre desarrolló una multifacética e internacional carrera como modelo, cantante y actor, convirtiéndose en uno de los rostros más representativos del "entertainment business" latino. Cuando sintió que había llegado el momento oportuno, comenzó a escalar la cima más alta con la que sueñan la mayoría de los actores: la conquista de Hollywood.

Nada le hacía sospechar, cuando abandonó Miami para instalarse en Los Ángeles, que su alma inquieta iba a llevarle por otros caminos más allá de las peligrosas distracciones de la fama. Poco después de sus primeros coqueteos con la gran pantalla, después de doce años de una frenética carrera profesional construida con mucha dedicación y esfuerzo, comenzó a sentirse terriblemente sólo, vacío, sin ilusiones. Así que decidió cerrar sus increíbles ojos verdes a ese mundo de fama que durante tanto tiempo le había deslumbrado y miró hacia adentro. De una conversación acerca de lo que allí vio, surgió esta íntima y sincera entrevista.

Al borde del océano Pacífico, en un descanso de su imparable promoción en los Estados Unidos de su premiada película "Bella", conversó con ¡HOLA! En exclusiva mientras posaba para nosotros en un precioso atardecer junto al Pacífico.

Tu película "Bella", en la que eres protagonista y productor, ha ganado recientemente el People Choice Award, el premio más importante del Festival Internacional de Cine de Toronto, galardón que han recibido otras películas antes de ganar el Oscar, como "Life Is Beautiful", "Hotel Rwanda", "American Beauty"… Por no hablar del importante Smithsonian Legacy Award recibido por el director, también mexicano y socio tuyo, Alejandro Gómez Monteverde, en la Casa Blanca… ¿Esperabas todo esto cuando comenzaste la aventura de producir esta película?

EV: Para nada, ha sido impresionante… Aún no me lo creo.

¿Cómo conseguiste involucrar a alguien como Steve McEveety, el productor de "Braveheart" y "The Passion" como productor ejecutivo de tu película?

EV: Uno de los cuatro socios que conforman mi productora, Sean Wolfington, le conocía y le llamó para pedirle consejo. Cuando Steve vio la película terminada se emocionó y dijo que quería ser parte del proyecto. Fue un auténtico milagro porque él puso en nuestras manos todo el plan de "marketing" que desarrolló con "The Passion", cuando todos los grandes estudios de Hollywood le cerraron las puertas.

¿Habrá un antes y un después en tu carrera tras el estreno en agosto de esta película?

EV: Sí… Profesionalmente, puedo decir que "Bella" es de lo único que puedo sentirme orgulloso en toda mi carrera. De hecho, cuento mi carrera a partir de ahora. Es la primera vez que siento que hice algo honesto con ella.

Has estado cuatro años prácticamente retirado y ahora apareces con esto… ¿Qué ha sido de ti todo este tiempo?

EV: Llevo cuatro años inmerso en la creación de esta película… No me sentía nada contento de a dónde iba dirigida mi carrera. Por mis características físicas estaba totalmente estereotipado. Como actor, nunca tienes ni voz ni voto en el contenido de las películas, te limitas a esperar que suene el teléfono y es difícil, mucho más para decir: "¡Ah!, pues este papel no me gusta" o "el argumento no casa con mis principios morales"… Imagínate –dice, suspirando, con esa sonrisa que roba sin remedio el corazón de sus miles de fans–. Yo empecé a trabajar a los dieciocho años… Era muy joven, muy inmaduro, me desenvolví en un ambiente totalmente superficial. Sí, es cierto que me atraía este trabajo por amor al arte, pero era un amor muy egoísta, muy vanidoso… Empecé a hacer cosas como modelo, cantaba en el grupo Kairo, luego hice varias telenovelas como actor, después me lancé como cantante solista… En fin, este medio te seduce, es muy atractivo. Pero con el tiempo, me di cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Después de doce años de tratar de encontrar la felicidad persiguiendo unos sueños que crees que van a dártela, después de hacer mi primera película "Chasing papi"…, me sentí totalmente vacío. Ahí empecé a cuestionarme mi vida… Empecé a preocuparme y a preguntarme si realmente estaba invirtiendo mi tiempo en cosas que realmente me importaban. Siempre me fijé en el tipo de papeles en los que ubican a los latinos en Hollywood, solemos ser "el malo" de la película, los bandidos, los traficantes, los ilegales…, los malos… Y si tienes mucha suerte, el "latin lover", el donjuán, que aboga por el concepto machista del hombre que se resume en dos palabras: el mujeriego mentiroso. Y ahí iban dirigidos mis pasos, por ahí venía yo –y lo confiesa con humildad–: en mi carrera y en mi vida profesional. Anduve persiguiendo eso durante muchos años, era mi meta, mi verdad, lo que en la sociedad se ve como lo "cool", en definitiva, lo que yo pensaba que me traería la felicidad…

Pero ocurrió lo contrario…

EV: Me sentía muy inquieto, muy insatisfecho. Con todo lo que hacía, nada, absolutamente nada me llenaba… Y yo pensaba: "¿Qué me falta? Seguro que cuando haga este proyecto voy a sentirme bien", pero tampoco. Terminaba mi siguiente trabajo y me sentía totalmente vacío. Entonces me ilusionaba con alguna mujer, qué tal si ando con fulanita o menganita, pero toda mi vida soñé con casarme y tener hijos, mientras salía con un tipo de mujeres que yo sabía que por ahí nunca iba a encontrar a mi esposa… Así que llegó un punto en el que me invadió el vacío.

¿Y qué te hizo salir de allí?

EV: En mi búsqueda por saber qué había más allá de todo este vacío, empecé a cuestionarme las grandes preguntas que todo el mundo se hace alguna vez en la vida: "¿Qué hago en este Universo?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿qué sentido tiene todo esto?"… Y en esta búsqueda empecé a frecuentar otro tipo de gente, otro tipo de ambiente… Verás –dice con simpatía, después de hacer una breve pausa–. Antes yo no tomaba nada en serio. Siempre he sido el rebelde de mi familia. En casa soy el mayor, tengo tres hermanas más pequeñas que yo. Mis padres son gente sencilla, con unos valores morales increíbles, con mucha vida espiritual… Sufrieron bastante cuando dejé mis estudios y casi a escondidas me fui de casa para perseguir mis sueños en el mundo artístico. Les di muchos disgustos. Hasta que un día mi madre se hartó y dijo: "Lo que le digo a este hijo mío, le entra por un oído y le sale por el otro. Donde no he llegado yo con mis palabras y mis consejos, las oraciones que voy a dedicarle toda mi vida terminarán tocando tarde o temprano su corazón". Y se dedicó a rezar por mí. Así que creo que las oraciones de mi madre han tenido mucho que ver en todo esto… –dice riendo–. Ya sabes lo que se dice: "No hay nada más poderoso que las oraciones de una madre por sus hijos". Después de ver mi caso, estoy convencido de ello. Todo el cambio que he experimentado en mi vida, las personas nuevas que se me acercaron en mi crisis, no me cabe duda que han sido fruto de las oraciones de mi madre.

Bueno, tampoco sería tan desastrosa tu vida…

EV: Desde donde la veo ahora, creo que sí lo era. Yo me preguntaba: "Con todas las posibilidades fantásticas que me ha ido brindando la vida, ¿he hecho algo bueno, algo digno, algo honesto? ¿Estoy sirviendo para algo?". Me di cuenta que había sido un egoísta. Que las cosas que me habían hecho avanzar como un ciego eran la vanidad y la soberbia. Vivía en una contradicción constante: quería hacer cosas buenas y no las estaba haciendo… Quería hacer algo que tuviera significado para mí o para los demás y no lo estaba haciendo. También pensaba: "Si yo siempre he soñado con casarme algún día y tener una familia numerosa… ¿qué voy a encontrarme en este ambiente en el que me muevo que merezca la pena?".

Se aprende de los errores.

EV: No cabe duda. La vida es una experiencia. Cuando uno no sabe lo que quiere, terminas en cualquier lado. Es muy peligroso. Cuando no sabes dónde vas, acabas en cualquier lugar, accidentalmente, influenciado por un amigo equivocado, un ciego que sigue a otro ciego, y luego dices: "¿Cómo terminé haciendo esto o aquello?, ¿pero qué me trajo hasta aquí si esto no soy yo?".

Y después de ordenar tus prioridades…

EV: Después de ordenar mis prioridades, volví los ojos a mi carrera. Y sentí vergüenza. Sentí que con el mensaje que había estado lanzando con mi trabajo había ofendido al mundo latino. Entonces me hice algunas promesas, pero estas dos son las más importantes: la primera, no volvería a hacer nada que contradijese mis principios morales, y la segunda, nada que malrepresentara a mi gente, a los latinos, ni en el cine, ni en la televisión ni en ningún medio. Somos cincuenta millones de latinos en este país, la mayoría mexicanos, donde casi todos tienen familias maravillosas, son honrados, son trabajadores, tienen unos valores fantásticos… Y todo eso, desafortunadamente, no lo vemos reflejado en las pantallas: Hollywood hasta ahora lo ha ignorado porque, como decía antes, siempre nos dan el papel de malos. En ese momento, mi vacío, mi inquietud, desaparecieron. Y supe que estaba encontrando mi camino.

Fue entonces cuando creaste tu productora independiente…

EV: En mi búsqueda conocí a gente en el medio que tenía pensamientos afines a mí… Todos estábamos sorprendido. Hasta los que después serían mis dos socios más inmediatos, hacía tiempo que tenían inquietudes como las mías de hacer cosas en el medio profundas, con un mensaje, y todas las puertas se les cerraban injustamente por ello. Yo estaba justo en eso. Quería devolver todas las cosas buenas que la vida me había regalado, todas las oportunidades que el Universo me había dado de hacer algo bueno y las había desaprovechado. Quería hacer cosas con sentido. Quería que la gente fuera a ver una película y saliera del cine con una lucecita en el corazón, con ganas de amar más y juzgar menos, inspirados…

¿Qué te dijo tu familia?

EV: En un principio, claro, fue un cambio tan radical, que se asustaron. Cuando un día aparezco y les digo: "A partir de hoy no voy a hacer nada contra mis principios. Si el precio del cambio es que vaya a terminar trabajando en mi pueblo vendiendo tacos, esto es más digno que lo que he hecho hasta ahora. Si el día de mañana voy a casarme y tener hijos, que mis hijos estén orgullosos de su padre, y si no llega a irme bien, si quieren, que me ayuden a vender tacos en la calle" –dice riendo–. "Eso es un poco exagerado, ¿no?", me dijeron… Pero les expliqué: "Si voy a llevar una vida íntegra, voy a ser radical. No me gustan las medias tintas. O eres un hombre de palabra o no eres un hombre de palabra. Sea quien sea quien esté detrás del mejor proyecto, no voy a hacer nada que vaya contra mis principios, porque, si acepto, es venderme, y volveré a acabar viviendo una mentira".

¿Qué sientes que has aprendido más de tus padres?

EV: Mi fe. Es un regalo que Dios me dio a través de ellos. De mi padre, la perseverancia. A respetar a los demás. Siempre me dijo: "Sé honesto en lo que hagas, nunca te rindas. De los cobardes nunca se ha escrito nada. Ve siempre hacia delante, nunca mires a nadie con desprecio. Si tienes que mirar a alguien hacia abajo, que sea sólo para tomar su mano y ayudarle si lo necesita…". En fin, unos códigos, unos principios, cosas muy simples, pero muy importantes… De mi madre aprendo a ser humilde, a ser amable. Ella me dice: "No te creas la última "cocacola" del desierto, un corazón humilde es bien recibido en todas partes…". Los dos siempre han velado antes que nada por la unidad de la familia. Siempre recuerdo cómo medio minuto después de las peleas entre mis hermanas, ahí estaban mis padres inmediatamente para hacer las paces, cuidándonos, protegiéndonos… Tuve una infancia sencilla y maravillosa.

¿Qué opinas del debate que hay abierto en México alrededor de la posible legalización del aborto?

EV: Me siento triste, muy frustrado por lo que está pasando en México hoy en día. Creo que hay una manipulación tremenda en la información que se le está dando al pueblo mexicano. Las leyes no pueden basarse en una mentira, porque el aborto es un crimen. Es un hecho, es algo científicamente demostrado. ¿Qué nos está pasando en la sociedad? ¿Quién no lo ve? Es un holocausto terrible, en el que están muriendo "legalmente" millones de inocentes… Algo tan grave, tan profundo, que va incluso más allá de cualquier filosofía o religión.

Algunas personas piensan que la decisión de abortar corresponde a las mujeres.

EV: Las mujeres que hagan lo que quieran con su cuerpo… Pero ¿y el bebé? ¿Qué pasa con el cuerpo del bebé, que no tiene voz y no puede defenderse? Hace cien años podía haber dudas, sólo la fe podía alcanzar a pensar que había vida desde el momento de la concepción. Pero hoy en día es algo científicamente demostrado, no hay duda. Entonces… ¿Legalizamos los asesinatos? Además, déjame que te cuente algo muy curioso… La mayoría de las mujeres que llegan hasta ahí no quieren hacerlo… Es algo totalmente antinatural. De hecho, te digo que he visitado algunas clínicas y, cuando platico con las muchachas, la mayoría de ellas sólo llegan ahí aconsejadas por hombres, casi ninguna quiere hacerlo, pero tienen miedo, están asustadas, se sienten solas y sin recursos. Hay que pensar en ayudarles, nada más. Hay que ayudarles a ver otras opciones. Ahora dice, adoptando un tono más serio –aún si cabe–, el que sí sabe lo que está haciendo es el médico. El médico, te lo digo sin complejos, le duela a quien le duela, el médico que practica abortos es un carnicero. Porque él sí estudió, el sí fue a la escuela, él sí sabe lo que hace, él hizo un juramento de defender la vida, y ahí hay vida y él la está terminando, él mete las tijeras y corta cabezas. El aborto va contra todos los principios éticos de la Medicina, y el que lo practica, lo sabe.

¿Y si fuera en las primeras semanas de gestación?

EV: ¿Antes del tercer mes sí se puede y ya el cuarto no? ¿Dónde ponen el límite? ¿Si le crecieron al bebé las pestañas o no? ¿Hasta ayer sí y hoy no?

¿Qué tal si hay peligro de que el niño nazca, por ejemplo, con el síndrome de Down?

EV: Pues si empezamos a pensar así, en un momento volveremos al régimen de Hitler. Te mato porque no estás lo suficientemente sano. ¿Qué es eso? El valor del ser humano, de la vida, no está en que seas guapo o listo, o retrasado y cojo… ¿Quién limita dónde empieza o acaba el ser humano? No hablamos de una raza sana, hablamos de la dignidad del ser humano, de la vida… Esa es la verdadera cuestión. Lo demás es una manipulación para discutir lo que por principio es indiscutible. –Piensa unos momentos y añade:– Algunos embarazos llegan fuera del seno de una familia, o no son fruto del amor, o de una violación… Hubo un error, un error muy grave por parte de alguien. Pero para arreglar un error no se comente otro error para taparlo. No puedes hacer o sufrir algo malo y pagarlo con algo peor. Si a algo malo le sumas otra cosa mala, el resultado no va a ser nunca paz y alegría, va a ser algo peor aún. ¿Me explico?

¿Qué le dirías a una mujer que se esté planteando el aborto como solución?

EV: Que no lo haga, que dentro de su vientre hay un bebé que se muere de ganas de tocar sus mejillas, reírse, decirle mamá y quererla con todo el alma. Que ya existe una vida que está creada para una misión. Que no es de ella, aunque venga a través de ella. Que no es justo bloquearle la visión y el camino. Que el sacrificio que va a hacer para darle esa oportunidad al bebé para que salga adelante la vida se lo va a premiar con un millón de bendiciones. Que tenga esperanza. Que si piensa que la decisión que está tomando es una puerta de salida hacia algo que ella piensa que va a ser mejor, eso es una mentira. No va a ser mejor. Y ya no sólo estoy pensando en el bebé, también estoy hablando de ella. Si yo supiera que ella iba a estar feliz…, pero no es cierto. No hay una mujer que no se haya arrepentido en algún momento de su vida después de atravesar algo así, o que se justifique, pero le haya dejado una huella en el alma para siempre. Que no está sola. Que si necesita ayuda, puede escribir a una organización que he creado para poder ayudarle. Sólo le pido que se informe, yo con gusto le ayudo. Que nos envíen un correo a:


vida@mantodeguadalupe.com

que con gusto le vamos a escuchar y a ayudar en lo que necesiten. Que recuerden las sabias palabras de la madre Teresa de Calcuta. Que en el aborto hay dos crímenes, el del hijo y el de la conciencia de la madre, y yo te digo, como ella, que los bebés que no quieran, te lo juro, que me los den a mí.

¿Vas a involucrarte en alguna de las manifestaciones previstas en México antes del referéndum?

EV: Por supuesto. Se está organizando una marcha el día veintidós en el DF a la que es muy posible que me acompañe el propio Steve McEveety. Todo lo que sea con tal de ayudar. Que se legalizara el aborto en México no es ni mucho menos digno del espíritu del pueblo mexicano.





3 TAMARA FALCÓ 
(Madrid 1981)

FOTO: EUROPA PRESS

Entrevista
(1/4/2013)

"POR AHORA NO ME METO A MONJA"

CHANCE: La embajadora de la marca de joyas "Folli Follie" habla sobre su nueva vida marcada por la fe cristiana. La hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón se ha convertido en la embajadora de la marca de joyas "Folli Follie", vestida de Pinko y con zapatos de Gucci, Tamara Falcó habla sobre su nueva vida marcada por la fe, aunque de momento descarta meterse a monja como llegó a comentarse en su momento. Tamara ha encontrado un nuevo camino que le ayuda a tener esperanza en el día a día y a superar los difíciles momentos que ha vivido en este último año tras el ictus que sufrió su tío Miguel Boyer, sobre el que afirma que está bien pese a que se trata de una recuperación muy lenta.

CHANCE: ¿Qué ha pasado con lo meterte a monja?

TAMARA FALCÓ: Es mentira, por ahora no me meto a monja, si de repente siento vocación me meteré a monja, no estoy sintiendo la vocación por eso no estoy de novicia.

CH: Tu hermana dice que ella ni es religiosa ni va a misa, ¿Qué te parece?

TF: Igual que yo antes, creo que eso tiene que surgir, hay que evangelizar pero no puedes forzar a nadie.

CH: ¿Qué te parece el nuevo Papa?

TF: La pera, me encantaba el anterior pero este, que es franciscano y como San Francisco de Asís ,es muy pobre como Cristo, entonces es difícil competir.

CH: Te gusta su austeridad...

TF: Me gusta que al Papa le guste la austeridad pero a mí no me gusta tanto (risas), me encantaría que me gustase más, ojalá.

CH: ¿A qué no renunciarías?

TF: He renunciado a los zapatos, tengo la suerte de que me regalan muchas cosas, no renunciaría a todo lo que es mi casa, sigo en el mismo piso, me gusta vivir ahí aunque me cuesta un esfuerzo, en ese aspecto prefiero hacer un esfuerzo en mi casa que en ropa.

CH: Te regalan cosas, ¿Algún amigo en especial que te haga regalos?

TF: Josu Aboitiz con Gucci, no sé si conocéis a Josu pero no es mi novio.

:CH: Dice tu hermana que ahora es más fiestera que tú, ¿Qué opinas?

TF: Lo es mucho más, ya tengo treinta y un años y voy a otro ritmo, ahora soy más de cenitas.

CH: ¿Ha influido la fe en la forma que tienes ahora de ver a los hombres?

TF: A todos nos gusta la belleza y si veo un tío guapo me fijo.

CH: ¿Te ayuda la fe en tu día a día?

TF: Sí, me ayuda porque hemos pasado un año muy difícil en casa y la fe me daba confort, ayuda a no desesperarte, da esperanza.

CH: Fueron muy polémicas las declaraciones de tu hermana sobre que en tu familia también vivíais la austeridad...

TF: Es que es verdad, nos ha afectado a todos los niveles, es verdad que hay cinco millones de parados, gente pasando hambre y nosotros teníamos la suerte de tener un nivel económico alto, pero los trabajos son mucho más difíciles de conseguir hoy en día, la publicidad ha bajado en todas las revistas y eso nos afecta, a todo el mundo, es una crisis mundial, nos afecta a todos los niveles pero hay gente en situaciones realmente críticas, nosotros hemos tenido que ajustarnos como todo el mundo.

CH: ¿Ahora te compras menos cosas?

TF: Claro, reutilizo los zapatos, me cuesta porque me gusta mucho la ropa. No sabía que había tanta hambre, hace bastante uno de los fotógrafos que había en mi casa siguiéndome le dije que era domingo, que me diese descanso y me dijo que sus hijos necesitaban comer, hay un montón de familias que no tienen para comer, no sabía que esto podía pasar en España, pensaba que pasaba en África y resulta que lo estamos pasando fatal.

CH: ¿Utilizas muchas cosas de tu madre?

TF: Sí, le puedo pedir todo prestado y eso también ayuda.

CH: Se ha dicho que has cobrado por este evento 150.000€...

TF: Es falso, pero yo no hablo de dinero, es algo entre la marca y yo, tengo muchísima suerte de que me hayan escogido y de tener un trabajo tan bueno, soy una privilegiada.

CH: Vas a hacer algún viaje benéfico con esta marca...

TF: Sí, con "Folli Follie" el 10% de los beneficios netos va a beneficencia, tiene muchísimos hospitales en áfrica y colabora con ONG's.

CH: ¿Eres una mujer solidaria?

TF: Sí, pero tampoco voy a decir que soy la Madre Teresa de Calcuta, tengo un niño apadrinado pero no le veo, es una de esas cosas que te descuentan directamente en el banco.

CH: Vimos a tu hermana venir con el chófer de tu madre, ¿Tú también te beneficias de esas cosas?

TF: He venido con chófer pero no con el de mi madre, me lo ha mandado la compañía, era un poco complicado ir así vestida y con los tacones.

CH: ¿No usas el metro?

TF: Claro que he cogido el metro, el autobús menos, hace tres meses que no cojo el metro pero porque vivo en el centro.

CH: ¿Cómo están tu madre y tu tío Miguel?

TF: Están bien, lo que pasa que es muy largo todo, tiene a seis personas ayudándolo pero poco a poco, no decae, hubo un momento en el que pegó un avance muy rápido y nos ilusionamos, pero es muy lento, ya está leyendo los periódicos, es muy trabajador y de eso se trata, para él resulta frustrante a veces y para nosotras verle también, pero como es muy trabajador pues poquito a poco.

CH: Tu hermano Julio Iglesias ha participado en un reality, ¿Tú participarías en uno?

TF: En "Splash" no que me dijo que se congelaba, que lo tenía ahí cinco horas mojado, voy a empezar con la ONG en África y después ya veremos.

CH: ¿Cuál es tu joya más preciada?

TF: Una medalla de la Virgen, que me regaló mi madre

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