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lunes, 14 de enero de 2019

FRAUDE: Cambio climático de Calentamiento global antropogénico catastrófico. Trump y el TIMO del Cambio climático. Documental de Al Gore sobre el Cambio climático, plagado de MENTIRAS

Cambio Climático por Calentamiento global 
antropogénico aatastrófico 
Santiago Clavijo
19-12-2015
El documental de Gore sobre el cambio climático 
“está plagado de mentiras”
19-2-2007

1. Mentiras de Kioto-1997
2. Cambio Climático
3. Estrategia Masónica
4. Calentamiento Global
5. Fraude Ecologista
6. Cumbre de París-2015
7. Abengoa: Energías Renovables
8. Calentólogos en París
9. Nuevo Dogma: Cambio Climático
Fraude del CLIMATISMO
SUMARIO
P. Manuel María Carreira 
Doctor en Astrofísica
Steve Goreham
Climate Science Coalition of America
Executive Director
The University of Chicago
Sntiago Clavijo
9-6-2017
“El mayor error de los que se suman a la histeria climática 
es pensar que se trata de un tema transversal, 
de una cuestión meramente científica, 
desprovista de connotaciones ideológicas”
El periodista Luis del Pino crítica la Cumbre del Clima y cree que: "la única pena es que el dinero que algunos han trincado ya a cuenta del rollo del calentamiento global, no lo van a devolver nunca". Asimismo, considera que la decisión de Trump de abandonar el Acuerdo de París ha sido "valiente".
ACTUALL (4/6/2017): Tras la decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, el periodista Luis del Pino hace una reflexión sobre este tema y asegura que esta cumbre “no perseguía acabar con ningún calentamiento global generado por el hombre”, sino “dinero y poder”.
Por su interés reproducimos el artículo de Luis del Pino publicado en su blog de Libertad Digital:
El 30 de noviembre de 2015, el día en que se inauguraba la Cumbre del Clima en la que se firmaría el Acuerdo de París, el periódico El País ofrecía un titular enormemente revelador: “150 mandatarios ensayan la gobernanza mundial del clima”. Quédense con esas dos palabras: gobernanza mundial.
No se dejen engañar: el Acuerdo de París no perseguía acabar con ningún calentamiento global generado por el hombre, porque no es verdad que la Tierra se esté calentando por nuestra culpa. Lo que se perseguía con ese acuerdo eran dos cosas mucho más importantes: dinero y poder.
En primer lugar, y yendo de menos a más importante, todo el cuento anticientífico del calentamiento global mueve mucho dinero. Robar a la gente por la cara resulta difícil, porque a ninguno nos gusta que nos roben, pero métele miedo a la gente y estará encantada de darte su dinero para que les protejas de los peligros, sean estos reales o inventados.
La figura del brujo de la tribu, que vive a costa de todos a cambio de protegerlos contra la ira de los dioses es tan vieja como la propia Humanidad
La figura del brujo de la tribu, que vive a costa de todos a cambio de protegerlos contra la ira de los dioses es tan vieja como la propia Humanidad. Para que se hagan Vds. una idea, solo en 2017, Obamaintrodujo partidas sobre el calentamiento global en los presupuestos de los Estados Unidos por valor de 13.800 millones de dólares. Dos BILLONES de pesetas dedicados en un solo año a subvenciones, chollos y burocracia, con la excusa del calentamiento global. Y eso es el chocolate del loro. Como cuenta hoy Diego de la Cruz en Libertad Digital, la Unión Europea gastará en los próximos años 600.000 millones de euros anuales al hilo del Acuerdo de París.
No es de extrañar que algunos reaccionen siempre de forma tan virulenta cuando alguien se atreve a señalar que lo del calentamiento global es una seudociencia: imagine que fuera Vd. uno de los que se forran con esa inmensidad de dinero público gastado con el rollo del calentamiento global. ¿No intentaría Vd. por todos los medios silenciar a cualquiera que se atreviese a denunciar la estafa?
Pero, con todo, la razón más importante para firmar el Acuerdo de París no era el dinero que se mueve de forma directa, sino eso a lo que hacía referencia con el titular de El País: el poder. El Acuerdo de París ha sido un ensayo general de eso que denominan eufemísticamente “gobernanza mudial”, y que no es otra cosa que la entrega del poder a una coalición difusa de políticos y grandes empresarios para tomar decisiones a nivel global sin el más mínimo control democrático.
Con el Acuerdo de París, quienes mueven los hilos de la economía mundial han llevado a cabo un ensayo general, tratando de ver hasta dónde es capaz la gente de renunciar a su propia libertad
Con el Acuerdo de París, quienes mueven los hilos de la economía mundial han llevado a cabo un ensayo general, tratando de ver hasta dónde es capaz la gente de renunciar a su propia libertad (y de entregar la capacidad de decisión a una oligarquía selecta) si se le mete el miedo suficiente en el cuerpo.
Es por eso que resulta tan buena noticia la decisión de Trump de dejar de respaldar el Acuerdo de París. Primero, porque eso significará que se podrá acabar con tantos chollos y liberar mucho dinero para dedicarlo a cosas productivas. Pero aún más importante es el hecho de que se frustran, de momento, los intentos de implantar esa “gobernanza mundial”, ajena a cualquier control democrático, con la que nos llevan amenazando ya unos cuantos años.
La única pena es que el dinero que algunos han trincado ya a cuenta del rollo del calentamiento global, no lo van a devolver nunca. Cuando recibió el Premio Nobel en 2007, Al Gore pronosticó solemnemente que el hielo ártico desaparecería en 2014. Por supuesto, no ha desaparecido, pero que le digan a Al Gore ahora que devuelva los millones que se ha embolsado a cuenta de ejercer de brujo de la tribu y realizar predicciones agoreras: las carcajadas se podrían oír desde Estocolmo.
Mis respetos hacia Trump. Es el primer mandatario que se ha atrevido a decir claramente 
que el emperador climático está desnudo
Mis respetos hacia Trump. Es el primer mandatario que se ha atrevido a decir claramente que el emperador climático está desnudo. Ahora, todos los sastres del emperador le están poniendo a bajar de un burro. Es normal: cuando vives de fabricar trajes imaginarios y alguien te arruina el negocio, no te suele sentar muy bien.
Diario YA-Luis Losada (4/6/2017): El cambio climático es un “truco”. Así lo dijo Trump en campaña. Como el primo de Rajoy… El descuelgue del jueves del Pacto de Paris no es sino un ejercicio de coherencia. Trump no sólo considera que el cambio climático es un camelo, sino que lo considera una estrategia para retrasar a la economía estadounidense respecto a sus competidores. Y no está dispuesto a la auto-amputación. Así de fácil.Su discurso es claro y sencillo: Estados Unidos primero. ¿Significa eso que sea egoísta y que futuro del mundo le dé igual?, ¿está Trump “incendiando el planeta” como señalan algunos diarios. No necesariamente. Significa exactamente lo que se verbaliza: para proteger a Estados Unidos y a sus ciudadanos, EEUU se retira del acuerdo climático de Paris.
El cambio climático se ha convertido en una nueva fe: la acción del hombre está degradando el planeta haciéndolo insostenible a medio plazo, estamos consumiendo hoy los recursos de mañana, legando una penosa herencia a nuestros hijos y nietos. ¿Es verdad que la Tierra se está calentando?, ¿es cierto que lo hace por la acción humana?, ¿sirve para algo las medidas de ajuste aprobadas?
La realidad es que aunque la Tierra se está calentando ligeramente, es duda que lo sea por la acción del hombre, es duda que sea un efecto perverso y es seguro que las acciones de amputación industrial planteadas tienen un efecto infinitesimal para ‘enfriar’ el planeta.
Por el contrario, la esperanza y la calidad de vida sigue subiendo y la certeza comprobada es que a mayor nivel de riqueza mayor sensibilidad con el medio ambiente. Luego la solución para el planeta sostenible no es la amputación, sino la extensión de la riqueza.
El ambientalismo sostiene que ‘sobramos’ seres humanos -¿quién exactamente?- que los hombres somos una amenaza para el Planeta, convertido en una especie de Pachamama, una diosa a la que adorar y ofrecer sacrificios. Sin embargo, el hombre es el rey de la Naturaleza y su labor de “henchid la Tierra y sometedla” no ha hecho sino mejorarla. El ingenio y la creatividad humana ha encontrado siempre nuevos recursos, nuevas fuentes de energía y nuevas soluciones a los problemas que se han planteado.
En el fondo del pensamiento ambientalista se encuentra la desesperanza en el futuro, la desconfianza en el hombre y la adoración a una entelequia. Lo llamativo es que hasta los medios supuestamente ‘conservadores’ hayan abrazado esta ‘fe’ con el entusiasmo del converso…Por lo demás, no se lo digan a nadie, pero Paris era sólo un papel…
El anzuelo del pescador Pekín dice amen. China, sin embargo, mantendrá su compromiso con el acuerdo de Paris. “Para estar en el lado correcto de la historia” junto a la Unión Europea. Trump encantado de que Pekín se haga el ‘harakiri’ voluntario.
FMI alerta. Los test de estrés practicados en abril-mayo por el FMI sobre el sistema financiero español señalan que además del Popular hay 3 entidades más en situación delicada. ¿Guindos? Tenemos 4 problemas.
HISPANIDAD-Eulogio López (2/6/2017): La religión del planeta vuelve a ser el eco-panteísmo gnóstico. Su primer mandamiento es que el hombre es el elemento prescindible de la creación (o del ecosistema, si lo prefieren). Y como todo gnosticismo, exigirá sacrificios humanos: En forma de control de la natalidad.
El masoncete Macron entra en lírica hortera: norteamericanos, en Francia tenéis una segunda patria.
Discrepar del Acuerdo de París sobre cambio climático no significa estar a favor de contaminar el planeta. Significa, por de pronto, que primero es el hombre, y luego la naturaleza.
Es curioso que las grandes tecnológicas se alienen contra Trump. Porque la sospecha es que las tecnológicas no contaminan el planeta sino al hombre.
“Sobre el cambio climático no tenemos un plan B porque tampoco tenemos un planeta B”, ha dicho 
Hemos pasado de salvar al hombre a salvar el planeta. Es decir, de salvar la libertad a salvar la irracionalidad, de las personas a las cosas, de rendir culto al ser humano a rendir culto a los vegetales.
Y los mismos que han impuesto el aborto como un derecho, por ejemplo, Macron, se rasgan las vestiduras y lloran como plañideras cuando Donald Trump dice que se da de baja del acuerdo de París sobre cambio climático.
Eso como filosofía, que es lo más importante. Por supuesto, deviene el panteísmo reinante. Pero es que, además, el acuerdo de París no marca la diferencia.
En resumen, adoremos todos al dios ‘Cambio Climático’ y a su profeta Macron. No es coña: la religión del planeta vuelve a ser el eco-panteísmo gnóstico. Y el primer mandamiento es que el hombre es el elemento prescindible de la creación (o del ecosistema, si lo prefieren).
Y como todo gnosticismo, exigirá sacrificios humanos. En forma de control de la natalidad, naturalmente.
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