- Autores intelectuales de la mayor masacre terrorista de España.
- Planificadores de las diez explosiones simultáneas.
- Autores materiales de la colocación de las bombas en los trenes.
- Diseñadores de los artefactos, tipo de explosivos y detonadores.
- Servicios de inteligencia y policiales implicados en la preparación y ejecución de pruebas falsas y detención de “cabezas de turco”, así como en la destrucción de las pruebas verdaderas recogidas en los focos de las explosiones.
- Políticos y periodistas implicados en las dos teorías iniciales de la autoría (Etarras o Islamistas) hasta que los tribunales fallaron injustamente a causa de los falsos testimonios, las pruebas amañadas y la no identificación del explosivo utilizado.
La chapuza política, policial, periodística, judicial y penal, se puede definir con los datos: 193 asesinados, 3.000 indemnizados, más de 100 imputados, 23 juzgados y en la cárcel sólo hay un condenado por autoría material: colocación de bombas en “varios” trenes durante los trayectos (lo que es imposible). Se trata de un norteafricano que fue reconocido en rueda policial después de que se publicara su fotografía en TV durante varios días.
En la mayoría de los servicios secretos del gobierno USA (hay más de 1.000) hay grupos de agentes que están al servicio del Poder bicéfalo masónico. En España tenemos infiltrados en todos los cuerpos (CNI, Guardia Civil y Policía Nacional). Luego la chapuza está ocasionada por los distintos intereses de, al menos, doce grupos descoordinados: tres cuerpos divididos en cuatro obediencias, dos al Poder bicéfalo masónico y dos nacionales: el disciplinado, al servicio del gobierno del PP y de la Nación, y el de las cloacas, al servicio de la oposición del PSOE, heredera del felipismo responsable del terrorismo del GAL.