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miércoles, 23 de febrero de 2022

Feijóo: «El Deseado», gallego y masón. Por Elentir Outono

Sobre Feijóo «El Deseado», gallego y masón
Por Elentir Outono 
 23/2/2022 

«Una coalición PP-PSOE en España resolvería muchísimos problemas»
“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie” (Giuseppe Tomasi di Lampedusa en “El Gatopardo”).

Muchos peregrinos que llegan a Santiago de Compostela estos días se han topado con que el monumento a San Juan Pablo II en el Monte del Gozo ya no está (AQUÍ). Se alzaba en el último tramo del camino, junto a la Ermita de San Marcos, un lugar por el que pasan numerosos peregrinos, ya que es el último tramo del Camino de Santiago. Muchos peregrinos depositaban pequeñas piedras a los pies de ese monumento, siguiendo la tradición del camino, como testimonio de su paso.

En enero de 2020, antes de las elecciones gallegas, La Voz de Galicia publicó una noticia con este titular: “Cultura mejorará el monumento de la visita del papa Juan Pablo II en el Monte do Gozo” (AQUÍ). Según esa información, la Consejería de Cultura y Turismo del gobierno gallego señaló que la “estructura interna se encuentra muy deteriorada, por lo que se considera urgente repararla”. Ese mismo día, El Correo Gallego alertó del óxido en el monumento y señaló, citando a fuentes de la Xunta, que “la estructura interna es irrecuperable” (AQUÍ). El periódico también añadía que “se hará una intervención para conservar y poner en valor los elementos artísticos del conjunto escultórico”.

Monumento que fue a S. Juan Pablo II

Finalmente, una vez pasadas las elecciones gallegas, el 11 de marzo de 2021 La Voz de Galicia informaba de la retirada del monumento (AQUÍ). Según la citada consejería, “se ha retirado a causa de su estado de deterioro, provocado por el paso de los años y la climatología”. Lo único que queda del monumento son las cuatro placas del pedestal, que se han dejado en el suelo, donde pasan desapercibidas a menos que te acerques a ese sitio y mires hacia abajo, claro. Todo esto se hacía, además, mientras los gallegos estábamos pendientes de la pandemia.


Monumento al Che

El monumento era una obra de la escultora brasileña Yolanda d’Augsburg Rodrigues, y conmemoraba la visita del Papa San Juan Pablo II a Santiago de Compostela en 1989. El monumento incluía una cruz y una vieira custodiadas por dos peregrinos. Toda la parte escultórica ha sido retirada. ¿Es esto lo que la Xunta considera como “conservar y poner en valor los elementos artísticos del conjunto escultórico”? Lo que ha pasado con este monumento es algo descarado: la Xunta deja deteriorarse un elemento artístico que depende de ella, para luego usar ese deterioro como excusa para retirarlo. Menuda cerdada, señor Feijóo.


El caso es que la Xunta ha retirado un monumento dedicado a un Papa que hizo una enorme contribución a la causa de la Libertad, y cuyo papel fue determinante en la caída del comunismo -sobre todo por su apoyo al sindicato polaco Solidarność-, el monumento a un asesino comunista, el Che Guevara, continúa en Oleiros (AQUÍ), como ha denunciado hoy el diputado de Vox Francisco José Contreras (AQUÍ). Un monumento dedicado a un canalla implicado en multitud de crímenes contra los derechos humanos, y que dirigió un campo de concentración en Cuba, en el que torturaba y asesinaba a presos políticos.

Algunos me dirán que ese monumento depende del Ayuntamiento de Oleiros, en manos de la ultraizquierda. Tan cierto como que Feijóo, siendo presidente de la Xunta, nunca ha dicho ni pío sobre ese bodrio totalitario, no le vayan a confundir con un peligroso anticomunista de Vox y le llamen “facha” en El País; pero su gobierno sí que ha retirado un monumento dedicado al Papa de la Libertad, y lo hizo meses antes del bochornoso espectáculo al que asistimos en junio: el PP apoyando una iniciativa del BNG de apoyo a la dictadura comunista cubana (AQUÍ) en el Parlamento gallego. Qué vergüenza para Galicia.