SUPRESIÓN AUTONOMÍAS
Zapatero soñó en 2010 y al despertar exclamó:
-¡Eureka, tengo la solución a la crisis! “Como sea” hay que volver a los años 70 cuando España fue la novena potencia (PIB) del mundo con 700.000 funcionarios, en vez de tres millones, y sólo un millón de parados en vez de cinco (2010).
El presidente "por accidente" convocó a sus tropecientos ministros y asesores y les anunció su nuevo programa para salir de la crisis : centralismo francés, justicia independiente y modelo electoral anglosajón. Y les espetó:
-Retiraré mi ley de “economía sostenible”, reduciré el gasto público, los impuestos y la deuda exterior. Para conseguirlo suprimiré la Autonomía de las Regiones (Parlamentos, Tribunales,...). Optimizando criterios económicos, geográficos e históricos, encuentro cinco súper-regiones administrativas (sin parlamentos) que están equilibradas en población y riqueza:
NORTE: León y Castilla (capital Bilbao)
PIRENAICA: Navarra y Aragón (capital Barcelona)
LEVANTE: Valencia, Baleares y Murcia (capital Valencia)
CENTRO: Nueva Castilla y Extremadura (capital Madrid)
SUR: Andalucía, Canarias y Ceuta-Melilla (capital Sevilla)
Zapatero siguió exponiendo su visión:
-Democracia: garantizada por elección directa a doble vuelta, de diputados y fiscales de distrito (450 distritos unipersonales con máximo de 100.000 electores por distrito) con mecanismo de destitución por sus electores
-Jueces: independientes en todos los niveles
-Senado y Tribunal Constitucional: eliminados
-Sindicatos y Partidos políticos: financiados por sus afiliados
-Presidente del gobierno: elegido directamente a doble vuelta, por mayoría absoluta en distrito único: ESPAÑA
-Diputaciónes Provinciales: único órgano administrativo entre Aministración Central y Ayuntamientos (máximo de 1.000).
-Educación, Sanidad, Justicia, Policía, etc: centralización total
Concluyó Zapatero con otros imperativos de la Reforma:
-Protección de la Vida: Aborto-Cero.
-Protección de la Familia y promoción de la Natalidad.
-Promoción de la Productividad para competir en el Mercado exterior, empezando por la Energía: Planes a 20 años de Trasvases Hidrológicos y Centrales Nucleares.
Zapatero aclaró:
Somos el País nº1 mundial en energía Eólica y Fotovoltaica, cuyo Kilovatio/hora nos cuesta entre 3 y 10 veces el coste del Nuclear. Las Centrales Nucleares modernas son superseguras y no contaminan por CO2. Por ello, USA, Rusia, Alemania, Francia, China, India,...tienen planes nucleares a largo plazo, sin caer en las mentiras del Ecologismo Masónico de la ONU y el Fraude del Cambio Climático por Calentamiento Global antropocéntrico.
Zapatero se despertó desazonado y rápidamente firmó varios decretos y leyes (antes de arrepentirse):
-Aborto libre.
-Divorcio Expres.
-Estatuto de Independencia para Cataluña.
-Amnistía para todos los crímenes de ETA.
-Reducción de la Iglesia Católica a la Privacidad.
-Cierre de Centrales Nucleares.
-Homofobia: cárcel para quién afirme que la homosexualidad es una disfunción social o psicológica y no es genética.
Y no siguió firmando porque se le cansó la mano izquierda (es zurdo desde que se afilió al partido socialista).
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Foro de la Sociedad Civil
¿Cómo salir del laberinto de las ruinosas autonomías?
Joaquín Javaloys
Por el costosísimo y muy endeudado Estado de las Autonomías nos estamos acercando cada vez más a la insolvencia, tanto estatal como de las comunidades autónomas. Para financiar las Autonomías ha sido necesario aumentar los impuestos, hacer recortes sociales y establecer copagos en la prestación de ciertos servicios. Al no recortar sustancialmente la estructura político-administrativa de las CCAA, ha sido necesario adelgazar más todavía el ya debilitado Estado del Bienestar.
El modelo autonómico no es viable por sus altísimos costes y sus exigencias financieras, que no se corresponden con su escasa eficiencia en la prestación de servicios al ciudadano.
Las autonomías se establecieron para integrar a las fuerzas nacionalistas en el marco constitucional de 1.978, pero los nacionalismos catalán y vasco no aceptan actualmente con la debida lealtad esa Constitución, rechazan el Estado autonómico y, más o menos explícitamente, aspiran a la independencia de sus territorios.
Además, el desarrollo autonómico ha roto la unidad normativa nacional con la consiguiente quiebra de la unidad de mercado que encarece nuestros productos hasta hacerlos no competitivos a nivel europeo. También ha afectado negativamente a la unidad educativa y cultural, así como al fomento de la lengua castellana. El mito de las ventajas de las autonomías para los ciudadanos se ha venido abajo. El Estado de las Autonomías ha sido un fracaso político, económico y social, que ha fragmentado España en vez de mantenerla unida, como era su objetivo. La enfermedad que aqueja al Estado de las Autonomías es terminal y su bancarrota parece inevitable: el Estado autonómico es un modelo de Estado fallido.
Por ello, actualmente, la eliminación de las autonomías es deseable para la mayoría de los españoles, según las diversas encuestas, salvo la del Centro de Investigaciones Sociológicas que dice que solo el 40 % de la población quiere dicha eliminación.
Sin embargo los políticos, por su propio interés, se obstinan en mantener un modelo autonómico que es ruinoso para el ciudadano; pero que, en cambio, es muy provechoso para los partidos políticos ya que las autonomías son una fuente de poder y de puestos de trabajo para la clase política y para sus enchufados.
Desde luego la existencia de las insostenibles CCAA imposibilita que España cumpla sus objetivos de déficit presupuestario y que salga de la crisis. La persistencia de la recesión y de la elevada cuantía del número de parados hará que Europa nos obligue a elegir entre el mantenimiento de nuestras ruinosas autonomías o nuestra pertenencia a la desarrollada Europa del euro. Efectivamente, si lo antes posible no se reduce drásticamente el gasto y la estructura político-administrativa de las CCAA, la desaparición del Estado de las Autonomías llegará a ser inevitable, por una mera cuestión de supervivencia colectiva.
Pero todavía estamos a tiempo de salir voluntariamente del ruinoso laberinto autonómico, antes de que Europa tenga que rescatarnos traumáticamente, para poder seguir en el selecto club del euro. Menos mal que existen salidas de ese laberinto. En mi reciente libro El Ocaso de las Autonomías expongo algunas de esas salidas. Unas son más factibles que otras, dado que la eliminación o la reforma sustancial del Estado de las Autonomías exige una modificación esencial de nuestra Constitución de 1.978, que reconoce a “las nacionalidades y regiones” el derecho a la autonomía política.
Ciertos partidos políticos afirman ahora que lo mejor para salir del laberinto autonómico es implantar en España un Estado federal, lo que supone el reconocimiento de que el autonómico “café para todos” ha fracasado si bien, a pesar de ello, quieren sustituirlo por un federal “café con leche para todos”, igualmente ruinoso e inviable.
Si no se quiere modificar nada de la actual Constitución, la única pero insuficiente salida factible del laberinto autonómico sería que, como la autonomía es un derecho renunciable, las CCAA que lo acordasen devolvieran al Estado todas sus competencias a cambio de grandes incentivos o ventajas, como la asunción de sus deudas públicas por el Estado y la concesión a ellas de excepcionales y voluminosas inversiones creadoras de puestos de trabajo.
Sin embargo, la óptima y más urgente salida de ese ruinoso laberinto es la eliminación de las autonomías mediante la implantación de un Estado unitario -para lo que es conveniente que se llegue previamente a un acuerdo entre el PP y el PSOE para modificar el Título VIII de la Constitución-, dado que un número creciente de españoles somos partidarios de una plena recentralización política que tenga en cuenta los hechos diferenciales de algunos territorios españoles. Para que España se convierta en un Estado unitario habrá que celebrar elecciones a Cortes constituyentes.
Pero la transformación en un nuevo modelo de Estado es una tarea demasiado seria y trascendental para dejársela solamente a los partidos políticos. Los ciudadanos –agrupados o no en asociaciones o foros de la sociedad civil- queremos ejercer la soberanía popular para llevar a cabo esa reforma estructural del Estado español. Actualmente la sociedad civil tiene ya suficiente madurez y criterio político, por lo que se está organizando para ser protagonista del cambio del modelo de Estado
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Alejo Vidal-Quadras
Presidente de "Asociación Reconversión"
"REFORMA DEL ESTADO"
(Madrid, 23 de mayo de 2013)
.....El Estado ha mantenido sus estructuras centrales, las CCAA han incrementado desaforadamente el tamaño de su propia administración y se ha mantenido la administración periférica del Estado en las CCAA.
La cifra, tantas veces repetida,
de asalariados públicos es bastante elocuente:
700.000 en 1977 y 3.200.000 en 2010
Frente al fracaso clamoroso del Estado autonómico, distintas voces proponen variadas soluciones en una mezcla decepcionante de arbitrismo e improvisación. Yendo de un extremo al otro, están los que propugnan:
1. Reconstrucción del Estado unitario, descentralizado administrativamente:
Supresión de las Autonomías
2. Lo mismo, pero con un estatus especial para Cataluña, País Vasco y Galicia, eso sí, con menores competencias que las actuales
3. Estado federal
4. No cambiar nada
5. Secesión de sus Comunidades del resto de España para erigir nuevos estados independientes
Texto completo y Videos del acto
1. Reconstrucción del Estado unitario, descentralizado administrativamente:
Supresión de las Autonomías
2. Lo mismo, pero con un estatus especial para Cataluña, País Vasco y Galicia, eso sí, con menores competencias que las actuales
3. Estado federal
4. No cambiar nada
5. Secesión de sus Comunidades del resto de España para erigir nuevos estados independientes
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