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viernes, 23 de mayo de 2014

"La II República Española". Nunca fue legitimada democráticamente + Proclamación Estado catalán: "En 1934, la Guardia Civil se hizo cargo de la detención y custodia de los Mossos d´Esquadra" + Ramón y Cajal: "No me explico esta desafección a España de vascos y catalanes" (1385)

1934: Companys proclama Estado Catalán
La II República Española 
nunca fue legitimada democráticamente. 
No tenía el respaldo del pueblo

Remitido-C.M. (23/1/14): Hace unos días, el consejero de Interior en funciones de la Generalidad catalana, Felip Puig (CiU), exhortó a los policías de los Mossos d’Esquadra a que, en caso de que la Generalidad decida saltarse la ley, en referencia a una hipotética secesión unilateral, este cuerpo apoyara sus demandas y se situara al lado del Gobierno autonómico.

Al hilo de esta noticia, un lector ha realizado un brillante ejercicio de memoria histórica y nos ha enviado la fotografía adjunta con el siguiente comentario: "Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla. En 1934, la Generalitat proclamó unilateralmente la República Catalana. Entonces, el presidente de la República era Niceto Alcalá-Zamora y Torres y el presidente de gobierno Alejandro Larroux, proclamaron el Estado de Guerra y ordenaran la detención en pleno del gobierno de Cataluña. La Guardia Civil se hizo cargo de la detención y custodia de los Mossos d´Esquadra".

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Ramón y Cajal: Premio Nóbel Medicina

En su libro "El Mundo a los Ochenta Años. Parte II", editado en Madrid también en 1934, el Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal también escribía un artículo sobre esta cuestión que, igualmente, podría haberse firmado hoy. Publicamos íntegramente su texto.

"No me explico esta desafección a España de vascos y catalanes"

"Deprime y entristece el ánimo, el considerar la ingratitud de los vascos, cuya gran mayoría desea separarse de la Patria común. Hasta en la noble Navarra existe un partido separatista o nacionalista, robusto y bien organizado, junto con el Tradicionalista que enarbola todavía la vieja bandera de Dios, Patria y Rey.

En la Facultad de Medicina de Barcelona, todos los profesores, menos dos, son catalanes nacionalistas; por donde se explica la emigración de catedráticos y de estudiantes, que no llega hoy, según mis informes, al tercio de los matriculados en años anteriores. Casi todos los maestros dan la enseñanza en catalán con acuerdo y consejo tácitos del consabido Patronato, empeñado en catalanizar a todo trance una institución costeada por el Estado.

A guisa de explicaciones del desvío actual de las regiones periféricas, se han imaginado varias hipótesis, algunas con ínfulas filosóficas. No nos hagamos ilusiones. La causa real carece de idealidad y es puramente económica. El movimiento desintegrador surgió en 1900, y tuvo por causa principal, aunque no exclusiva, con relación a Cataluña, la pérdida irreparable del espléndido mercado colonial. En cuanto a los vascos, proceden por imitación gregaria. Resignémonos los idealistas impenitentes a soslayar raíces raciales o incompatibilidades ideológicas profundas, para contraernos a motivos prosaicos y circunstanciales.

¡Pobre Madrid, la supuesta aborrecida sede del imperialismo castellano! ¡Y pobre Castilla, la eterna abandonada por reyes y gobiernos! Ella, despojada primeramente de sus libertades, bajo el odioso despotismo de Carlos V, ayudado por los vascos, sufre ahora la amargura de ver cómo las provincias más vivas, mimadas y privilegiadas por el Estado, le echan en cara su centralismo avasallador.

No me explico este desafecto a España de Cataluña y Vasconia. Si recordaran la Historia y juzgaran imparcialmente a los castellanos, caerían en la cuenta de que su despego carece de fundamento moral, ni cabe explicarlo por móviles utilitarios. A este respecto, la amnesia de los vizcaitarras es algo incomprensible. Los cacareados Fueros, cuyo fundamento histórico es harto problemático, fueron ratificados por Carlos V en pago de la ayuda que le habían prestado los vizcaínos en Villalar, ¡estrangulando las libertades castellanas! ¡Cuánta ingratitud tendenciosa alberga el alma primitiva y sugestionable de los secuaces del vacuo y jactancioso Sabino Arana y del descomedido hermano que lo representa!

La lista interminable de subvenciones generosamente otorgadas a las provincias vascas constituye algo indignante. Las cifras globales son aterradoras. Y todo para congraciarse con una raza (sic) que corresponde a la magnanimidad castellana (los despreciables «maketos») con la más negra ingratitud.

A pesar de todo lo dicho, esperamos que en las regiones favorecidas por los Estatutos, prevalezca el buen sentido, sin llegar a situaciones de violencia y desmembraciones fatales para todos. Estamos convencidos de la sensatez catalana, aunque no se nos oculte que en los pueblos envenenados sistemáticamente durante más de tres decenios por la pasión o prejuicios seculares, son difíciles las actitudes ecuánimes y serenas.

No soy adversario, en principio, de la concesión de privilegios regionales, pero a condición de que no rocen en lo más mínimo el sagrado principio de la Unidad Nacional. Sean autónomas las regiones, mas sin comprometer la Hacienda del Estado. Sufráguese el costo de los servicios cedidos, sin menoscabo de un excedente razonable para los inexcusables gastos de soberanía.

La sinceridad me obliga a confesar que este movimiento centrífugo es peligroso, más que en sí mismo, en relación con la especial psicología de los pueblos hispanos. Preciso es recordar –así lo proclama toda nuestra Historia– que somos incoherentes, indisciplinados, apasionadamente localistas, amén de tornadizos e imprevisores. El todo o nada es nuestra divisa. Nos falta el culto de la Patria Grande. Si España estuviera poblada de franceses e italianos, alemanes o británicos, mis alarmas por el futuro de España se disiparían. Porque estos pueblos sensatos saben sacrificar sus pequeñas querellas de campanario en aras de la concordia y del provecho común.

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Proclamación del Estado Catalán 
(6 de octubre de 1934)

Wikipedia: A las ocho y diez minutos de la tarde del 6 de octubre, Lluís Companys apareció en el balcón de la Generalidad acompañado de sus consejeros y proclamó el "l'Estat Català de la República Federal Espanyola".

¡Catalanes! Las fuerzas monárquicas y fascistas que de un tiempo a esta parte pretenden traicionar a la República, han logrado su objetivo y han asaltado el Poder. Los partidos y los hombres que han hecho públicas manifestaciones contra las menguadas libertades de nuestra tierra, y los núcleos políticos que predican constantemente el odio y la guerra a Cataluña constituyen hoy el soporte de las actuales instituciones. (...)

Cataluña enarbola su bandera, llama a todos al cumplimiento del deber y a la obediencia absoluta al Gobierno de la Generalitat, que desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas. En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Cataluña, proclama el Estado Catalán de la República Federal Española, y al establecer y fortificar la relación con los dirigentes de la protesta general contra el fascismo, les invita a establecer en Cataluña el gobierno provisional de la República, que hallará en nuestro pueblo catalán el más generoso impulso de fraternidad en el común anhelo de edificar una República Federal libre y magnífica.

Al acabar el discurso, Companys comunica sus propósitos al capitán general de Cataluña y general en jefe de la IV División Orgánica, con sede en Barcelona, el general Domingo Batet, catalán de ideas moderadas, pidiéndole que se pusiera a sus órdenes "para servir a la República Federal que acabo de proclamar". El general parlamenta con Enrique Pérez Farrás, el jefe de los Mossos d'esquadra que se presente en la Capitanía para ponerse a sus órdenes. Éste le responde que sólo obedece al presidente de la Generalidad. Batet habla con el presidente del Consejo de Ministros, Lerroux y, siguiendo sus órdenes, proclama el estado de guerra aplicando la Ley de Orden Público de 1933.

Ese anochecer se construyeron barricadas, se distribuyeron grupos armados por las calles y se preparó a los edificios oficiales para la resistencia. La Generalidad se defiende con un centenar de mossos d'esquadra dirigidos por Pérez Farrás; la Alianza Obrera ocupa el local de Fomento del Trabajo Nacional en la Vía Layetana con unos 400 hombres; un número similar de partidarios del PSOE se concentran en la Casa del Pueblo de la calle Nou de Sant Francesc; y en general los grupos con fusiles están preparados a los locales de La Falç, Nosaltres Sols! y el CADCI (Centre Autonomista de Dependents del Comerç i de la Indústria) en la Rambla de Santa Mónica.

Cerca de las once, una compañía de infantería y una batería del regimiento de artillería llega a la Rambla de Santa Mónica y cuando el capitán se dispone a leer el bando de proclamación del estado de guerra, desde el local del CADCI empiezan a disparar resultando muertos un sargento y heridos otros siete militares. Se ordena el bombardeo de artillería sobre el centro resultando muertos Jaume Compte, Manuel González Alba y Amadeu Bardina, dirigentes del Partit Català Proletari. El resto se rinden a la una y media de la madrugada del día 7 de octubre.

El general Batet, a pesar de tener órdenes estrictas de atacar por parte del ministro de la Guerra, y a sabiendas de que tenía la situación completamente controlada, dejó pasar el tiempo esperando reducir a los rebeldes. A las seis de la mañana, Companys comunica a Batet su rendición. Esa noche, Dencàs había huido
.
La rendición: Sobre las siete de la mañana del día 7 las tropas entran en el Palau de la Generalitat y detienen a Companys y a su gobierno y a los diputados Josep Tarradellas, Antoni Xirau, Joan Casanellas, Estanislau Ruiz, y al presidente del parlamento Joan Casanovas. Acto seguido detienen también en el Ayuntamiento al alcalde Carles Pi i Sunyer y a los concejales de ERC que le seguían. Los apresados fueron trasladados al buque Uruguay anclado en el puerto de Barcelona y reconvertido en prisión. 

Pese a los gravedad de los hechos, se considera que el general Batet consiguió dominar la situación con el mínimo de destrucción y violencia, actitud que le valió ataques de ambos bandos: de la derecha y de algunos sectores militares por un lado (Batet sería fusilado durante la Guerra Civil por los franquistas) y de los insurrectos, por no ponerse a sus órdenes, por otro (por su participación en la sofocamiento de la insurreción obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando).

En Asturias, en la que se denominó la Revolución de Asturias, los hechos serían mucho más sangrientos con centenares de muertes por el enfrentamiento entre la Guardia Civil y el Ejército contra el Alianza Obrera.
Consecuencias

En la rebelión fracasada murieron cuarenta y seis personas, treinta y ocho civiles y ocho militares. Más de tres mil personas fueron encarceladas, la mayoría de ellas en el vapor "Uruguay", y puestas bajo la jurisdicción de los consejos de guerra. También fue detenido Azaña, que se encontraba casualmente en Barcelona para asistir a los funerales del que fuera ministro de su gabinete Jaume Carner. Los militares que habían formando parte de la insurrección, el comandante Enrique Pérez Farrás y los capitanes Escofet y Ricart, fueron condenados a muerte, siendo su pena conmutada por la de prisión perpetua por el presidente de la República, Alcalá Zamora, a pesar de las protestas tanto de la CEDA como del Partido Republicano Liberal Demócrata de Melquíades Álvarez, que pedían mano dura. 

El presidente y el gobierno de la Generalitat fueron juzgados por el Tribunal de Garantías Constitucionales y fueron condenados por "rebelión militar" a treinta años de prisión, que cumplirán, unos en el penal de Cartagena y otros en el del Puerto de Santa María. El 23 de febrero de 1935 son dejados en libertad provisional el alcalde de Barcelona y los concejales detenidos.

La autonomía catalana fue suspendida indefinidamente por una ley aprobada el 14 de diciembre a propuesta del Gobierno (la CEDA exigía la derogación del Estatuto) y la Generalidad de Cataluña fue sustituida por un Consell de la Generalitat designado por el Gobierno y con un presidente denominado gobernador general de Cataluña (el primero fue el coronel Francisco Jiménez Arenas, que ejercía como "presidente accidental" de la Generalitat desde el 7 de octubre, y que en enero de 1935 fue sustituido por Manuel Portela Valladares). 

En abril de 1935, cuando se levantó el estado de guerra, Portela fue sustituido por el radical Joan Pich i Pon, y algunas de las competencias de la Generalitat le fueron devueltas, pero no las de Orden Público. Dirigentes de la Lliga y del Partido Republicano Radical formarían parte de la Generalidad hasta su restauración formal tras las elecciones de febrero de 1936, que supusieron la salida de prisión del gobierno de la Generalidad.

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Legitimidad de la II República

Metapedia: La Segunda República Española fue el estado que existió en España en el período que abarca desde el 14 de abril de 1931, fecha de proclamación de la misma y de la salida de España del rey Alfonso XIII, al 1 de abril de 1939, fecha de la victoria definitiva del general Francisco Franco que encabezó el Bando Nacional en la Guerra Civil Española que siguió al Pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936.

Durante este periodo se intentó llevar a cabo diversas reformas, como la agraria, pero que en la mayoría de los casos no cumplieron con las expectativas. A la par, la falta de progreso acrecentó también paulatinamente el malestar del proletariado. Tras múltiples huelgas, levantamientos populares y cambios de mano en el poder, se produjo un Alzamiento Nacional el 17 de julio de 1936 que desembocó en la Guerra Civil Española.

Lo que más se destaca de Segunda República son las casi dos centenares de iglesias destruidas, asaltos de templos, incendios, destrozos, huelgas incontrolables, censura a los medios de información y otras vejaciones.

La versión oficial acerca de la legitimidad de la II República habla de unas elecciones el 12 de abril de 1931, en la que supuestamente el pueblo español debía elegir entre continuar con laMonarquía tras el gobierno de Primo de Rivera o pasar de la monarquía a la república. Sin embargo, el 12 de Abril de 1931 las elecciones eran municipales, para elegir a 80.000 concejales y, en ningún momento, para elegir el régimen Monarquía-República. Nunca se publicaron los resultados de esas elecciones. Historiadores han encontrado en el anuario estadístico del año 1932 cifras fiables que hablan de una victoria de los concejales monárquicos con mayoría absoluta. A pesar de todo, el rey Alfonso XIII fue obligado a exiliarse al extranjero para evitar un baño de sangre. Era tal el grado de agitación del país que la república se proclamó tras la salida del monarca.

Conclusión: la Segunda República Española nunca fue legitimada democráticamente. La república no tenía el respaldo del pueblo.

Masonería y II República Española

Dieciséis de los diecinueve gobiernos republicanos fueron presididos por masones. Alcalá Zamora y Joaquín Chapaprieta fueron las excepciones. Además eran masones seis de los once ministros del primer gobierno.

Bienio social-azañista (1931-1933)

-14 de Abril de 1931: Tras las elecciones municipales, se declara en España la Segunda República.
-11 de Mayo de 1931: Conventos, colegios y centros católicos son incendiados y asaltados. Seis de ellos resultan destruidos.
-16 de Junio de 1931: El gobierno destierra al cardenal primado Pedro Segura por no reconocer al nuevo régimen y por sus críticas al sistema dirigidas a los fieles.
-18 de Junio de 1931: El gobierno destierra a Monseñor Mateo Múgica, Obispo de Vitoria.
-21 de Octubre de 1931: La ley de Defensa de la República instaura la censura de prensa en España.
-9 de Diciembre de 1931: La Constitución republicana prohíbe los colegios de iniciativa social y los cementerios religiosos. También se prohíbe a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza y se abre la puerta a la nacionalización de todos sus bienes, además ordena disolver y confiscar los bienes de las órdenes religiosas que manifiesten su obediencia a laSanta Sede.
-16 de diciembre de 1931: Gobierno de coalición republicano-socialista, presidido por Azaña .

La posición de la jerarquía católica y de la mayor parte de los creyentes era bastante opuesta al régimen republicano, tras el asalto y generalizada quema de conventos, iglesias, colegios, bibliotecas y edificios religiosos de los días 10 de mayo y 11 de mayo, ante la cómplice pasividad oficial. Esta oposición aumenta cuando mediante el artículo 26 de la Constitución, entre otras medidas, se anulan las ayudas públicas hacia instituciones religiosas, se prohíbe a éstas ejercer la industria o la educación, se confiscan los bienes de determinadas órdenes religiosas, se ordena la disolución de la Compañía de Jesús y la sumisión a las leyes tributarias.

En el mes de julio de 1931 tienen lugar la huelga de la Telefónica y la huelga general convocada por el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Este sindicato y el socialista Unión General de Trabajadores (UGT) eran los únicos con presencia significativa entre los obreros españoles. Los anarquistas eran mayoritarios en la Telefónica; con su huelga persiguieron varios objetivos: uno, demostrar su fuerza; dos, poner contra las cuerdas al gobierno (la CNT se había decantado durante la dictadura por la destrucción de todo poder, frente a posturas pactistas); y tres, manifestar su oposición a la existencia de monopolios extranjeros en España. Al hacerlo, desoían a los ministros que les presentaban la contabilidad de las compañías, exponiéndoles que era imposible un mayor esfuerzo por su parte en términos de subidas salariales.

Oposición crítica de oficiales de mayoría conservadora y monárquica a la reforma de racionalización del ejército del ministro de la Guerra Azaña, motivada por el cierre injustificado de varias academias militares, entre las que destacó la de Zaragoza.

En septiembre de 1931, el proyecto de Estatuto Vasco, apoyado por carlistas y nacionalistas vascos, es rechazado en las Cortes Constituyentes.

-24 de Enero de 1932: El gobierno da orden de disolver la Compañía de Jesús y confisca todos sus bienes en España.
- 9 de septiembre de 1932: Aprobación controvertida del Estatuto Catalán.
-18 de Mayo de 1933: La ley de Congregaciones convierte en propiedades públicas todos los bienes de la Iglesia, no solo los templos, sino también los ornamentos de los sacerdotes, las imágenes y los cálices.
Ley de Reforma Agraria, que no alcanza los objetivos propuestos.
- 9 de octubre de 1933: Disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones.
-29 de octubre de 1933: Fundación de Falange Española por José Antonio Primo de Rivera .
- 19 de noviembre de 193: Elecciones generales ganadas por los conservadores de la CEDA, liderada por José María Gil-Robles y los radicales de Alejandro Lerroux.
-9 de Noviembre de 1933, discurso a favor de la revolución comunista y de una guerra civil por parte de Largo Caballero, Ministro de Trabajo y posteriormente Presidente del Gobierno por el PSOE, durante la campaña electoral y publicado en el periódico "El Socialista":

"Se dirá: ¡Ah, ésa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad. Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito, hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal caso, camaradas, habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (gran ovación). Eso dirán los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aun los caracteres cruentos que, por fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Mas no olvidéis que los hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas. ¿Excitación al motín? No, simplemente decirle a la clase obrera que debe preparase… Tenemos que luchar, como sea, hasta que en la torres y en los edificios oficiales ondee, no la bandera tricolor de una República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista".

El fallo de las expectativas puestas en la Reforma Agraria provocó reacciones obreras, principalmente por parte de anarquistas, integrados en la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), dando lugar a disturbios fuertemente reprimidos en Benalup-Casas Viejas, Castilblanco (Badajoz) y otros en las llamadas revoluciones de enero y diciembre de 1933.

Para cumplir el artículo 26 de la Constitución republicana, se decretó la disolución de la Compañía de Jesús. El decreto no afectó a la propiedad de la misma, pero sí supuso la exclaustración de los jesuitas que regentaban instituciones docentes; centros como la Universidad de Comillas[2] lograron mantener su actividad, pero otros tuvieron que cesar su actividad. 3.900 escuelas religiosas con 350.000 niños escolarizados cerraron sus puertas, en contrapartida sólo se construyeron 3.600 de las 7.000 proyectadas. Entre los afectados estuvieron centros de estudios superiores tan renombrados como la Universidad Pontificia de Comillas, el Instituto Químico y el Laboratorio Biológico de Sarriá, el Instituto Católico de Artes e Industria de Madrid, el Centro Escolar y Mercantil de Valencia, los observatorios de Tortosa y Granada, las Facultades de Letras y la Universidad Comercial de Deusto, por entonces única Facultad de Ciencias Económicas de España, que no volvería a abrir sus aulas hasta pleno franquismo.


Anarquistas del Bando republicano 
disparandole a la estatua de Cristo. 
Cerro de los Ángeles, Getafe-Madrid.

Bienio radical-cedista (1934-1935)

Elecciones generales de noviembre de 1933, las primeras con sufragio femenino, tuvieron por resultado la mayoría de las derechas: 258 diputados de derecha, 119 de centro y 95 de izquierda. Esta última se presentó desunida, mientras que la derecha se agrupó en torno a la CEDA. La participación fue del 67'46%, con una notable abstención en las zonas de mayoría anarquista.El reparto de votos fue el siguiente: de los 8.535.200 votos emitidos, 3.365.700 fueron para partidos de derechas, 2.051.500 para partidos de centro y 3.118.000 para los partidos de izquierda.

Medidas reaccionarias del gobierno, tratando de neutralizar las medidas adoptadas por el gobierno anterior en diversos aspectos.

-5 de octubre de 1934: "Paro general" en toda España.
-6 de octubre: el líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y presidente de la Generalidad de Cataluña, Lluís Companys, proclama el "Estado Catalán dentro de la República Federal Española", invitando a la oposición al gobierno radical-cedista a crear un gobierno provisional de la República en Cataluña. La insurrección, apoyada por milicias armadas y los Mozos de Escuadra a las órdenes de la Generalidad de Cataluña, se salda con 40 muertos.

-7 de octubre: una parte del PSOE encabeza un golpe de estado que amenaza con desembocar en un guerra civil. Los golpistas forman un "Ejército Rojo" con 30.000 hombres y deciden lanzarse al asalto de Madrid para tomar el poder, legítimamente en manos de la derecha. Dicho levantamiento armado se salda con 4.000 muertos, entre ellos 35 sacerdotes.

Continúa el aumento de la agitación social y descontento campesino al perder las tierras recibidas por la anterior reforma agraria.

Revolución de 1934: Este movimiento estuvo alentado desde amplios sectores e importantes dirigentes del PSOE y la UGT, como Largo Caballero o Indalecio Prieto y de forma desigual por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Partido Comunista de España (PCE). Los revolucionarios intentaron el asalto a la Presidencia del Gobierno y después de dos horas de disparos las fuerzas leales al gobierno dominaron la situación y encarcelaron a los dirigentes socialistas que la apoyaban. En Aragón, Andalucía y Extremadura los campesinos agotados por las huelgas que se habían producido durante los meses de marzo, abril y junio, no secundaron la huelga. Los principales focos de la rebelión se produjeron en Cataluña y en Asturias, aunque los sucesos más graves tuvieron lugar en esta última región.

En Asturias la rebelión socialista duró desde el día 5 de octubre al 19 de octubre de 1934 siendo brutalmente sofocada por las tropas del Gobierno, por las fuerzas del ejército republicano, formadas por legionarios y regulares, venidas desde el protectorado español en Marruecos (6 de octubre de 1934). De ese modo el gobierno de la Republica recuperó la soberanía en una amplia zona de Asturias, dando inicio a una dura represión que posteriormente será explotada electoralmente por el Frente Popular. Muy notorio sin embargo, fue el caso del periodista Luis Sirval, que fue asesinado por un oficial de la Legión, por atreverse a denunciar las atrocidades que se estaban cometiendo una vez acabada la lucha. Asimismo, el propio Lerroux se vio obligado, ante la denuncia de Gordón Ordás, diputado de su partido, a ordenar el traslado del comandante Doval, de la Guardia Civil, ante los innumerables actos de tortura protagonizados por este jefe y corroborados por una delegación parlamentaria española a la que se unió un grupo de parlamentarios británicos.

El estatuto catalán es suspendido y su presidente Lluís Companys es detenido y juzgado.

Deflación monetaria y debilitamiento del centro político por casos de corrupción de algunos dirigentes del Partido Radical de Lerroux. El caso más famoso es el escándalo del Stra-perlo.

Unión de socialistas, comunistas y republicanos de izquierdas en un bloque, el denominado "Frente Popular", ante el temor generalizado de la izquierda europea a la fuerte expansión de las potencias fascistas, una idea labrada en el seno de la URSS tras el VII Congreso de la Internacional Comunista, en el que se abandona la línea de la ultraizquierda para aliarse con la pequeña burguesía y aumentar su apoyo popular.

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Masonería contra España
Cronología de Antecedentes (Clavijo)

1798 Godoy desamortiza un sexto de los bienes de la Iglesia, según el proyecto de los masones Olavide y Jovellanos.

1804 Alianza de Carlos IV con Napoleón. Marinos españoles se afilian a logias masónicas. La consecuencia fue la derrota de Trafalgar, que ocasionó la pérdida del dominio del mar en beneficio de Inglaterra y las dificultades para defender las provincias ultramarinas.

1808 Traición de Godoy, Carlos IV y Fernando VII: entregan la corona de España a Napoleón. El conquistador de Europa le cede el trono a su hermano: José Bonaparte, Gran Maestre de la Masonería de Francia. El rey “Pepe Botella” implantó unas mil logias masónicas en España. La Guerra de la Independencia contra la invasión de Napoleón causó la muerte a un millón de españoles.

1812 Constitución liberal-masónica de Cádiz.

1820 El general masón Riego se subleva impidiendo que el ejército embarque para reducir la rebelión de los criollos americanos, liderados por el masón Bolívar al servicio de Inglaterra.

1823 La década “ominosa” de Fernando VII es controlada por masones de la secta Arco Real.

1833 La regencia de Isabel II es gobernada por masones: Martinez de la Rosa, Argüelles, Becerra, Istúriz, Alcalá-Galiano y otros. Se producen más de 80 asesinatos de religiosos. El Barón Rotschild viaja a Madrid para sustituir el gobierno de Toreno por el masón Mendizabal, que expulsa a los Jesuítas y realiza la desamortización de los bienes eclesiásticos.

1836 Juan Álvarez Mendizabal. Masón de origen judío, tuvo que exiliarse en 1823. Sus actividades comerciales en Inglaterra le proporcionaron una gran fortuna. Un movimiento revolucionario liberal obligó a la regente María Cristina de Borbón a entregar el poder a Mendizábal, que fue nombrado ministro de Hacienda. Es el autor de la desamortización o nacionalización de los bienes de la Iglesia en beneficio de las oligarquías.

1843 Unificación de los masones españoles. Los radicales se unen a los masones.

1854 La muerte de Narváez, favorito de Isabel II, facilita los preparativos revolucionarios del masón O’Donnell, financiados por el masón duque de Montpensier que aspiraba al trono español.

1855 Madoz realiza la mayor desamortización: 200.000 fincas rústicas y 30.000 urbanas: 30% de la Iglesia, 20% de la Beneficiencia y 50% de los Municipios. Y suprime todos los conventos, excepto escolapios y hospitalarios. Y también los femeninos excepto las Hermanas de la Caridad.

1868 Las logias desencadenan la revolución al grito de ¡Viva Prim!. Isabel II se exilia. Se suprimen las libertades de culto y enseñanza religiosa, de imprenta y de prensa. El masón Amadeo de Saboya, patrocinado por el general Prim, acepta la corona a petición de la Logia de Roma.

1870 El masón Prim muere en atentado masónico (primer magnicidio), a causa del fracaso de Amadeo. 

1874 Las guerrillas revolucionarias consiguen la renuncia de Amadeo. Se instala la I República: federalista, laicista y masónica. En un año, cuatro Presidentes masones: Figueras, Pi y Margall, Castelar y Salmerón. El general Martínez Campos se alzó en Sagunto para salir del caos republicano.

1875 Alfonso XII es aceptado con condiciones por la Masonería, pone fin a las guerras carlistas y nombra primer ministro a Antonio Cánovas del Castillo, jefe del partido conservador.

1882 El masón liberal Mateo Sagasta sustituye a Cánovas.

1897 Magnicidio masónico (2º) del primer ministro Cánovas, asesinado por el anarquista Angiolillo, brazo ejecutor de la Masonería, en un balneario de Vascongadas.

1906 Atentado masónico a Alfonso XIII, el día de su boda, en la calle Mayor: 23 muertos. Planeado por Ferrer-Guardia y ejecutado por su esbirro Mateo Morral, junto con el también masón José Nakens (tutelado desde cerca y estrechamente por el también masón Emilio Ruiz del Árbol, espía al servicio de la Oficina de Inteligencia Naval de USA). Ambos, Ferrer y Nakens se fueron de rositas, esa vez.


1907 La Fundación Rockefeller financia en Madrid la “Institución Libre de Enseñanza”: escuela masónica, laicista y elitista, que formó la mayoría de los líderes sociales durante 30 años. Es el origen de la II República (1931) y de la Guerra civil (1936).

1909 Ferrer-Guardia, anarquista y masón, funda la logia "La Verdad" y la “Escuela Moderna”. Estuvo encausado por el atentado contra el cortejo real nupcial. Es juzgado por promover la “Semana Trágica” anticlerical de Barcelona y fusilado en el castillo de Montjuich. Lo que sirvió para soliviantar a toda la Masonería mundial y supuso la caída política de Antonio Maura, que no volvió a levantar cabeza.

1912 Magnicidio masónico (3º) del Primer ministro Canalejas.

1917 Intentona revolucionaria republicana del socialista Largo Caballero, financiada por masones ingleses.

1921 Magnicidio masónico (4º en pocos años) del Primer ministro Dato, sucesor de Antonio Maura en la jefatura del partido conservador. Rebelíón del Rif: resurgimiento islamista financiado por masones ingleses y alemanes, que causó el “Desastre de Annual” en el que murieron vilmente descuartizados 9.000 soldados españoles.

1930 “Pacto de San Sebastián” de masones por la República.. Alfonso XIII había rechazado entrar en la Masonería, que amenazó destronarle si consagraba España al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles.

1931 Los protagonistas del "Pacto de San Sebastián" presionan al Rey para que se exilie antes de conocer los resultados de la elecciones municipales, que dieron la victoria a los monárquicos por amplia mayoría de concejales. A las dos semanas de proclamada la II República, las turbas izquierdistas incendiaron más de 100 edificios religiosos en Madrid, sin que el gobierno masónico intentara impedirlo.

1934 El PSOE no admite la victoria electoral conservadora y desencadena la Revolución marxista, leninista y separatista, de inspiración masónica, que causa 1.500 muertos.

1936 Después de dos años de sembrar el odio entre españoles mediante la propaganda de la mentira, la izquierda preparó de nuevo la revolución según el modelo soviético. El 18 de Julio, el general Franco se decidió a tomar el mando de la media España que no se resignaba a morir: militares patriotas, carlistas, falangistas, católicos, monárquicos y campesinos.

1939 La Guerra Civil causó unos 250.000 muertos, aproximadamente la mitad en cada bando. Los líderes de la República (Prieto, Largo Caballero, Negrín...) huyen con un gran botín a Francia, Rusia y México. Se establece un régimen político autoritario, patriótico y católico. Los Tribunales de Justicia castigan los crímenes de sangre y se persigue a la Masonería y al Separatismo. Hubo más de 5.000 asesinados en Paracuellos del Jarama, en sólo tres semanas de noviembre del 36, con la responsabilidad directa de Santiago Carrillo. Más de 1.500 mártires ya beatificados, de un total de más de 40.000 católicos asesinados en zona republicana roja.

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