ETA secuestra y asesina a Miguel Ángel Blanco
(Concejal del PP en Ermua)
Santiago Clavijo
11/7/2016
11/7/2016
Iglesia Católica Española y ETA
Pedro Trevijano Etcheverria
16/07/18
Creo que si preguntamos a los fieles españoles sobre sus obispos y ETA, la mayor parte sólo tiene idea de la postura muy ambigua de cierto obispo, ya fallecido .De los demás obispos y su postura, ni idea.
Aesinato de Miguel Ángel Blanco
Santiago Clavijo
SUMARIO
1. Orígenes ideológicos de la banda terrorista ETA
2. ETA: Génesis Masónica (1945)
3. El caso de los comandos vascos
4. ETA: Primeros Asesinatos (1960-1968)
5. Sabino Arana: Padre del Racismo Vasco Secesionista
6. NACIONALISMOS Vasco y Catalán
7. ETA: Macroatentados Corona de Aragón y Monte Oíz
8. PNV: República y Frente Popular (1931-1937)
9. El crucero Canarias apresó al Mar Cantábrico (1937)
10. ETA: 1.150 asesinatos
11. Todos los crímenes de ETA son de lesa humanidad
12. Cultura panvasquista hecha vida y viceversa
13. El hotel Corona de Aragón y la guerra subersiva de ETAE
14. Los topónimos vascos manipulan, falsifican y rediseñan la historia
15. El Club secreto del EAJ-PNV
13. El hotel Corona de Aragón y la guerra subersiva de ETAE
14. Los topónimos vascos manipulan, falsifican y rediseñan la historia
15. El Club secreto del EAJ-PNV
. Juan Sebastián Elcano-López de Legazpi-Blas de Lezo
San Ignacio de Loyola-San Valentín de Berriochoa
San Ignacio de Loyola-San Valentín de Berriochoa
Vascones, Vascongados y Vascos
Santiago Clavijo
SUMARIO
1. Sabino Arana, Racismo Vasco Secesionista
2. ETA: Génesis Masónica
3. ETA: Primeros Asesinatos
4. El caso de los comandos Vascos
5. Amaya, o los Vascos en el siglo VIII
6. Batalla de Arrigorriaga o Padura
7. Batalla de Arrigorriaga: la nación falsificada
8. Contexto hitórico de la batalla inventada
9. Vascones, Vascongados y Vascos
10. Caristios, Autrigones y Várdulos
1. Sabino Arana
Racismo Vasco Secesionista
Santiago Clavijo
23/3/2011
Entre la Constitución de Cádiz (1812) y la Constitución de Cánovas (1876) se consumó la supresión de los Fueros vascos, instaurando en las provincias Vascongadas el régimen normal del servicio militar y el sistema general de impuestos, dulcificado después por un favorable concierto económico.
El nacionalismo separatista vasco nació políticamente de la frustración por la pérdida de sus privilegios medievales. Nació desintegrador como una sectárea degeneración del carlismo, falsificando la historia y la lengua, inventando mitos y corrompiendo los corazones del noble pueblo que dio origen a Castilla.
Sabino Arana (1865-1903), pretendido fundador del nacionalismo vasco antiespañol, fue un hombre extraño, católico integrista, que se sintió iluminado en Barcelona (1886) por el nuevo catalanismo de la Lliga (Prat de la Riba y Cambó).
Los nacionalismos, catalán y vasco, fueron concebidos por sus promotores como una aplicación española del “principio de las nacionalidades” acuñado por el masón revolucionario Mazzini que expulsó a los Borbones de Italia (1861) proclamando rey a Víctor Manuel II (masón). Mazzini definió el derecho a convertirse en Estado de las naciones con lengua y cultura propias. Es la estrategia del Imperio norteamericano para destruir la hegemonía de las naciones fundadoras de Europa, paso previo para la implantación del “Nuevo Orden Mundial”.
Sabino Arana incorporó el racismo y la xenofobia a su programa nacionalista, siendo un claro precedente al nazismo de Hitler. Algunas “perlas” sabinianas:
-Los españoles (maketos) deberán ser expulsados en los primeros años de la independencia a fin de borrar toda huella que en las costumbres y en el idioma hubiera dejado su dominación.
-La ciudadanía vizcaína pertenecerá por derecho natural a las familias de raza euskeriana.
-La mezcla de sangre es la exclusiva razón del hundimiento de las antiguas civilizaciones. Sólo el carácter compulsivo de su racismo puede explicar las docenas de páginas que dedicó al odio a los españoles.
-La raza está por encima de la propia tierra. Nosotros los euskerianos debemos saber que la patria se mide por la raza, la historia, las leyes viejas, el carácter y la lengua.
Una semana después de la mayoría de edad de Alfonso XIII, Sabino Arana dirigió un telegrama a T. Roosevelt, presidente USA, para felicitarle por la concesión de la independencia a Cuba (1902), a la espera de que Europa le imitara concediendo la libertad a la Nación Vasca.
Fuentes:
-Jon Juaristi. "El Bucle Melancólico, Historias de Nacionalistas Vascos" (Premio Espasa 1997)
-Iñaki Ezkerra. "Sabino Arana o la Sentimentalidad Totalitaria" (Belacqva 2003)
-Ricardo de la Cierva. "Hijos de la mentira" (Fénix 2004).
-Guillermo Buhigas. "Los Protocolos" (Sekotia 2008)
Santiago Clavijo
29/3/2011
“A la Jerarquía Iluminista Masónica del Nuevo Orden Mundial poco le importa la forma de gobierno siempre que se ajuste a sus designios. Al judío de origen sefardí fundador de la banca Rothschild se le atribuye el aforismo: Permitidme fabricar y controlar el dinero de una nación y ya no me importará quién la gobierne”. Es el comienzo del capítulo VIII del libro de Guillermo Buhigas “Los Protocolos” en la editorial Sekotia.
El castillo Rothschild en Cernay-la-Ville fue una abadía cisterciense (siglo XII), rapiñada por los banqueros tras una desamortización, donde ha radicado su sede nobiliaria hasta 1988. En este castillo a unos 30 kilómetros al este de París. un grupo de gudaris recibió esmerada formación militar en un intento serio del Gobierno Vasco en el exilio para derribar a Franco. Es el embrión de lo que llegaría a ser la banda terrorista ETA, por lo que es una falsedad que ETA nació en los seminarios vascongados.
El PNV había firmado un pacto con el gobierno colaboracionista del general Pétain y disponía de una sede en el París ocupado por la que desfilaron importantes dirigentes nazis. José Antonio Aguirre, lendakari en el exilio, trasladó su sede (1941) de París a Nueva York cuando Hitler se negó a apoyar directamente las aspiraciones independentistas vascas. Mantuvo contactos con los servicios secretos USA (OSS, más tarde CIA), controlados por Nelson Rockefeller. Aguirre consiguió financiación del Departamento de Estado a cambio de realizar espionaje a favor de USA en España, Hispanoamérica y Filipinas, gracias a los numerosos empresarios vascos.
La traición a España del nacionalismo vasco fue seguida por el abandono de la confesionalidad, condición exigida para ser agentes del Poder masónico, comandado por los Rochefeller y los Rothschild. Aguirre consiguió, del presidente masón Franklin D. Roosevelt, la promesa de apoyo para la disolución de España al finalizar la II guerra mundial. El plan independentista incluía la anexión de Navarra a las tres provincias Vascongadas bajo la hegemonía política del PNV. (Han pasado 70 años y estamos donde estábamos, con Zapatero como agente de la Jerarquía Iluminista).
Aguirre logró el control de la Brigada Vasca (15.000 gudaris en el exilio) que fue enrolada en el ejército francés del general masón De Gaulle. (En el juicio del 11/M el juez Bermúdez afirmó que la Brigada Vasca no existe, ante una pregunta de un abogado de la defensa, José Luis Abascal). Ahora se llama Brigada Vasca Askapena y se dedica a promover la “causa vasca” entre los vascos de la diáspora en el extranjero, gozando de estatus de ONG.
La Brigada Rothschild fue creada (1945) con el beneplácito del gobierno americano para ponerse al frente del ejército vasco tras el próximo derrocamiento del Generalísimo Franco. El plan era formar a más de mil hombres. El primer grupo estuvo compuesto por unos setenta veteranos de la Brigada Vasca y cuarenta juramentados de las juventudes del PNV. En camiones del ejército USA fueron conducidos al Castillo Rothschild. Entre sus líderes se encontraban Abad, Landa, Esturo y Echegoyen. Fue el nacimiento de ETA.
Santiago Clavijo
30/3/2011
A finales de los años 50, ETA fue revivida por el sector más joven y radical del PNV, azuzado por los grupos escindidos, en especial por ANV (acandillada por Elías Gallastegui y Telesforo Monzón), un amplio sector del clero vasco montaraz y algún pseudoteólogo de la liberación.
La banda terrorista se ha definido siempre como un grupo revolucionario euskaldun cuyo objetivo sigue siendo la independencia de vascos y navarros en un estado socialista. ETA ha contado frecuentemente con el apoyo de la masonería francesa y ciertos plutócratas del “Nuevo Orden Mundial”. ETA nunca ha perdido los fundamentos del proyecto racista, xenófobo, y excluyente del PNV; es su ejército en la sombra, mantiene permanentes vasos comunicantes con la sociedad nacionalista de izquierda y derecha.
El PNV se declara formalmente en desacuerdo con los métodos violentos, pero acorde totalmente con los fines independentistas, tal como Arzallas manifestó a Calvo-Sotelo en la Moncloa y Garacoechea a Aznar después del pacto del PNV con ETA en Estella-Lizarza.
El terrorismo nacionalista de ETA puede explicarse como un proceso de transferencia de sacralidad entre el catolicismo popular y la religión de la patria vasca (una auténtica idolatría).
En los cincuenta, el debilísimo nacionalismo resurgente se agarraba a lo que podía: la Virgen de Begoña, el Athletic Club, las cuadrillas de chiquiteros del casco viejo de Bilbao, los coros de Santa Águeda, las excursiones al monte Gorbea, etc.
Los grupos de baile vasco y el teatro eran acogidos en los salones de parroquias y colegios religiosos. El PNV descubrió la cantera y se infiltró en ellos; el alma de la operación fue Iker, primogénito de Elías Gallastegui, guardián de la ortodoxia aranista desde principios de siglo. En la Escuela de Ingenieros de Bilbao, coincidieron varios jóvenes de familias nacionalistas, uno llegó a ser director del proyecto de la Central Nuclear de Lemoniz. Otro fue encarcelado (1959) por el atentado frustrado contra el tren de excombatientes que iban de San Sebastián a Madrid para celebrar el 20º aniversario de la Victoria: su hijo Mikel “Antza” Albizu llegó a ocupar la jefatura de ETA. El tercer ingeniero fue José Luis Álvarez Esperanza, el principal ideólogo de la banda, cuyo lema era: no hay nación vasca sin euskera.
El nido de la serpiente terrorista ocasionó un primer muerto por acción directa: el guardia civil de tráfico José Antonio Pardines fue asesinado a tiros (1968), cerca de Tolosa, por Javier Echevarrieta, jovencísimo exalumno de los Escolapios.
En el verano de 1960, ETA se había cobrado la primera víctima mortal (una niña) con una bomba colocada en la consigna de la estación de Amara de San Sebastián. La lista de víctimas a la fecha supera los mil muertos, incluyendo los atentados del Hotel Corona de Aragón y del avión Madrid-Bilbao. Todos los asesinos y sus cómplices deberán saldar íntegramente sus cuentas con la Justicia.
Fuentes: Ricardo de la Cierva y Jon Juaristi
Mikel Rodríguez
EuskoNews
Fueron días de muchas esperanzas, de mucha camaradería, pero sobre todo queda la frustración. Que estuvimos muy cerca de haber logrado derrocar a Franco en el 45, porque el exilio para muchos ha sido una tragedia personal y no reconozco la Euzkadi por la que nosotros peleábamos en la actual.
Así nos resumía José Antonio Beleda su experiencia en el castillo Rothschild. De mayo a julio de 1945 se produjo el mayor intento militar del Gobierno Vasco por derribar al régimen de Franco. En el mayor de los secretos se instaló en un suntuoso Castillo de Cernay-la-Ville un grupo de gudaris que recibieron una esmerada formación militar. Se esperaba la caída del Gobierno de Madrid debido a las presiones de los Aliados y estos hombres serían los encargados de mantener el orden público en el País Vasco.
Aguirre, tras asumir en 1941 la representación legal del Gobierno de Euzkadi, sondeó prudentemente en Washington las posibilidades de soberanía vasca en un nuevo espacio político que abarcase la antigua España y Portugal. Su creencia era que, si la Gran Guerra había permitido el surgimiento de muchos pequeños países, al término de la contienda se produciría una nueva reestructuración de los estados europeos. El Lendakari y el PNV deseaban lograr un ámbito político propio para Euskadi en esta nueva Europa. J. A. Aguirre deseaba que el restablecimiento de la democracia en España conllevase el autogobierno del País Vasco y la hegemonía del PNV en ese autogobierno. Para lograr sus planes, el Presidente lo fiaba todo a una solución que debía venir del exterior, concretamente de los Estados Unidos.
La función del Gobierno Vasco era construir el embrión de un aparato estatal, sobre todo, la fuerza militar. Se organizó así "Euzko-Naya", el ejército del interior, y se logró el control de la Brigada Vasca de la UNE. Pero era necesario algo más y se negoció con los Estados Unidos la formación intensiva de un millar de hombres. La operación se llevaría a cabo en el mayor de los secretos. El primer grupo, seleccionado por Primitivo Abad, lo componían unos setenta veteranos del Batallón Gernika, cuarenta jóvenes procedentes del interior y media docena de "niños de la guerra" provenientes de Gran Bretaña,
En mayo se constituyó la unidad. Se produjeron por lo menos cuatro embarques en ferrocarril hasta París. Allí, Iñaki de Durañona los recibía en la estación, conduciéndoles a un camión cubierto del ejército norteamericano. Tras un corto viaje, los componentes de la expedición se encontraban en el jardín de un imponente palacio. Era el castillo Rothschild, en Cernay-la-Ville, a unos treinta kilómetros de la capital. Unos oficiales americanos, con ayuda de intérpretes, les interrogaban respecto a su pasado y les hacían firmar un documento. El contrato, en inglés, se hacía entre los particulares y el Gobierno de Estados Unidos. Por seis meses serían empleados de este Gobierno. Se establecía un sueldo muy substancioso y los firmantes se comprometían a mantener el secreto y a no traspasar los límites del recinto.
Francisco Navarro Villoslada
1877
Miguel de Unamuno, de trece años en esa época, quedó conmocionado por su lectura, y dejó escrito cómo afectó a los jóvenes vascos de su generación y dió origen al nacionalismo romántico sin fundamento histórico.
Amaya es sin duda la novela histórica española más importante del siglo XIX, y es también, junto a `El señor de Bembibre` de Gil y Carrasco, la creadora de la novela historica española que seguirán, entre otros, Mariano José de Larra, con `El doncel de don Enrique el Doliente`, José de Espronceda con `Sancho Saldaña`, Valle Inclán, con su ciclo sobre `Las guerras carlistas`, Ramón J. Sender con `La aventura equinoccial de Lope de Aguirre`, o Ana María Matute con `La torre de vigía`, ambientada en la Edad Media.
La narración es de una gran complejidad y se relatan simultáneamente una seríe de historias convergentes y divergentes. Tal complejidad impiden hacer siquiera un resumen del argumento...sin embargo podemos señalar los núcleos fundamentales de la narración:
El fondo de la narración es la lucha de los vascones frente a los godos que se desarrolla durante todo el siglo VIII. Sin embargo, la cristianización creciente de los vascos, permite nacer una conciencia creciente de acabar con esa lucha mediante la unificación política de todos los pueblos de la península (ya se había logrado a falta de los vascones). Tras la invasión de los musulmanes, a partir del siglo X, se inicia la cristianización a pesar de los dirigentes vascones y de la mayoría del pueblo de origen celta, aún pagano que intentan obstaculizarlo.
La propia corona de los vascos (en la novela) está en dicusión. Tres pretendiente se la disputan: Primero Teodosio de Goñi, hijo de uno de los miembros del consejo de los doce ancianos que gobierna parcialmente, que es un caudillo valiente, aguerrido y muy popular. En segundo lugar Eudón-Asier, que representa una ambigua personalidad que juega con las tres tres estirpes que se cruzan en él: la de hijo adoptivo de Amagoya (descendiente del patriarca), la del duque visigodo de Cantabria y la de hijo del repulsivo judío Pancomio. Y finalmente hay un tercer candidato creado por el destino y no por la voluntad de los interesados: el joven caudillo navarro García Jiménez, un cristiano culto y piadoso, que hasta tal punto es ignorante de su destino que tiene como candidato para la realeza a Teodosio de Goñi.
El núcleo de la historia es la lucha de Garcia Jimenes por el amor de Amaya, cuya historia y circunstancia es de una gran complejidad. El patriarca de los "vascos", Aitor había profetizado, en fecha inmemorial, que el primer rey de los suyos sería aquel que se casara con la heredera de su propia estirpe. Pero la heredera no es otra que Amaya, la hija de un capitán godo Ranimiro que combate duramente contra los vascones. Hace años Ranimiro se había casado secretamente con Paula, la primogénita del linaje de Aitor. Paula se había hecho bautizar cuando todavía el paganismo dominaba, por lo que su familia renegó de ella. En castigo la raptaron, recluyéndola en el caserío de Aitormendi. Cuando Ranimiro puede llegar a ella la encuentra muerta, con su hija en brazos, mientras el caserío arde. Y todo el mundo, que desconoce tanto la boda de Paula como el nacimiento de Amaya, acusará equivocadamente a Ranimiro de ser el asesino de Paula.
Por eso, tanto Teodosio como Eudón-Asier, los dos pretendientes a la corona de los vascones, identifican erróneamente a la primogénita de Aitor con otra joven también llamada Amaya (Amaya de Butrón), prima de la hija de Ranimiro y Paula. Y se da la circunstancia de que ésta segunda Amaya pertenece a uno de los últimos grupos de vascones sin evangelizar. Tales paganos están encabezados por la tía materna de ambas Amayas, Amagoya, quien abomina cuanto se refiere al cristianismo. Finalmente, Teodoro será el triunfador, desposará a Amaya de Butrón una vez esta se ha convertido al cristianismo.
Pero la historia de Teodosio, que sin ser el protagonista de la novela construye el mito más importante de la narración, es una historia trágica, terrible, aunque con buen final. El marchará a luchar contra los musulmanes y a su vuelta es engañado, le hablan y el cree en la infidelidad de su esposa. Al llegar a su hogar encuentra a una pareja durmiendo en su lecho, y los mata inmediatamente confundiéndolos con su esposa y su amante. Pronto saldrá de su error. Al marchar a la guerra, la esposa de Teodosio, para poder honrar y proteger a sus suegros los hace venir con ella y como muestra de veneración filial les cede su propia habitación. Y consecuentemente Teodosio acaba de asesinar a sus propios padres. A partir de ahí Teodosio caer inicia un duro y largo camino de redención y de búsqueda del perdón. Quizás este es el tema más hermoso de la novela, pues Teodosio tiene el valor de aceptar su culpa sin caer en la desesperación, sino al contrario, de buscar la redención.
Esos son los núcleos centrales de la narración. La invasión musulmana desatara todo lo que de explosivo contiene la novela y que es mucho más que lo que hemos esquematizado. Una historia de aventuras apasionantes, que esta llena a la vez de calor humano y de edificación de epopeyas mitificas... a cuyo calor veremos nacer una nación gestada en la fusión de pueblos y razas en una verdadera unidad... Esa nación que hoy día forma más de 300 millones de hispanos.
Francisco Navarro Villoslada fue tres veces diputado en las Cortes de Madrid, senador, secretario de cámara del pretendiente carlista Carlos VII y jefe de la Comunión Tradicionalista, Francisco Navarro Villoslada fue, ante todo, un periodista de su época. Colaboró en más de quince periódicos, fundó tres diarios, editó a la vez cuatro periódicos y dirigió el Semanario Pintoresco Español. Primero liberal, partidario de Espartero, católico furibundo a partir de 1858 se pasó a las filas carlistas, desde donde llevó a cabo una intensa actividad. A los veintiún años, Navarro Villoslada, influenciado por el romanticismo de la época, publica el ensayo épico Luchana, destinado a glorificar a Espartero, en el que se narra el asedio carlista a Bilbao durante 1836. Diecisiete años más tarde se estrena en Madrid la zarzuela La dama del rey, escrita por Navarro Villoslada, con música de su paisano Emilio Arrieta. Sin embargo, es en la novela histórica donde Navarro Villoslada obtuvo el reconocimiento de los escritores de la época. De su obra Doña Blanca de Navarra. Crónica del siglo XV, considerada por algunos especialistas como la mejor novela histórica del romanticismo español, se hicieron diez ediciones, siendo traducida al inglés y al portugués.
Mito del Nacionalismo Vasco
"El nacionalismo es la chifladura de exaltados
echados a perder por indigestiones de mala historia"
Miguel de Unamuno
El pasado 19 de junio de 2009, el municipio de Arrigorriaga en la provincia de Vizcaya saltó a los titulares de los medios de comunicación con ocasión del asesinato a manos de la organización terrorista ETA del inspector de la Policía Nacional Eduardo Puelles.
Algunos medios de comunicación al narrar el asesinato del inspector de la Policía Nacional se hicieron eco de una antigua leyenda que explicaría el nombre del municipio. Arrigorriaga significa en euskera lugar de piedras rojas. Según dicha leyenda Arrigorriaga se llamaba antiguamente Padura y fue el lugar de una legendaria batalla que enfrentó a vizcaínos con leoneses. En esa batalla tanta fue la sangre de leoneses que vertieron los vizcaínos que Padura pasó a llamarse Arrigorriaga, lugar de las piedras rojas. Otros, por el contrario, opinan que el nombre tiene su origen en las minas de hierro que había en la zona, mineral que daría una tonalidad rojiza a las piedras.
Esta leyenda fue elevada por el nacionalismo vasco a la categoría de hecho histórico y fue muy utilizada a finales del siglo XIX y principios del XX para defender el derecho histórico de la nación vasca a su independencia. Incluso uno de los batallones de gudaris formados por el gobierno vasco durante la Guerra Civil llevaba el nombre de Padura, en alusión a la citada batalla.
Pero lo cierto es que la batalla de Arrigorriaga o de Padura es sólo una leyenda con escaso o nulo fundamento histórico. Aparece por primera vez en el siglo XIV en el Livro dos Linhagens, que el portugués Pedro Alfonso, conde de Barcelos, escribió para justificar el origen nobiliario de Juan Núñez de Lara y María Díaz de Haro, Señores de Vizcaya. Según el portugués un tal Froom, hermano del rey de Inglaterra, acaudilló a los vizcaínos que se enfrentaron a un conde asturiano que les reclamaba el pago de un tributo. De este Froom nacería la dinastía de los Haro. Ya en el siglo XV Lope García de Salazar volvió a escribir sobre la leyenda, siendo esta la versión más conocida. Jaun Zuría (Señor Blanco) mítico primer Señor de Vizcaya, hijo de una princesa escocesa y del duende Culebro, lideró a los vizcaínos en una batalla frente a los leoneses en Padura, que paso a llamarse Arrigorriaga“ que quiere decir en vascuence peña bermeja ensangrentada por la mucha sangre que allí fue vertida”. El motivo de la disputa fue el apoyo de los vizcainos a los castellanos que luchaban por su independencia de León. “En esta sazón se alzó Castilla Vieja contra los reyes de León ... y el rey de León guerreara mucho con Vizcaya, porque era de Castilla”.
Ambos textos tenían como finalidad ennoblecer el linaje de los Señores de Vizcaya, a los que emparentaban con los reyes de Inglaterra o los de Escocia, pero no tienen ningún respaldo en fuentes históricas coetáneas ni posteriores donde no se cita la batalla. A pesar de tan endebles mimbres, la leyenda de la batalla de Padura o de Arrigorriaga fue considerada un hecho histórico cierto por los autores que defendían los derechos forales de las provincias vascas y luego por los nacionalistas vascos. Sabino Arana la convirtió en un hito de la sempiterna guerra entre españoles y vascos y la base para sostener el derecho histórico de la nación vasca a su independencia. En su obra Bizcaya por su independencia, obra fundamental en el nacimiento del nacionalismo vasco, Sabino Arana escribe “...nuestros padres vertieron su sangre en Padura por salvar Bizcaya de la dominación española, por la libertad de la raza, por la independencia nacional”.
Además de ser un puro anacronismo utilizar un concepto como “nación” para referirse a hechos ocurridos en la Alta Edad Media, Sabino Arana aderezó su relato sobre la batalla con detalles sacados de su imaginación, como atribuir la victoria a descubrir uno de los vizcaínos la apertura de la coraza de los leoneses, punto débil por el que atacarles, y advertírselo a sus compañeros al grito de “¡Sabelian, sabelian sartu!” (¡en el vientre!). Aseguraba Sabino Arana que dicha frase la había oído a ancianos vizcaínos atribuirla a la batalla de Arrigorriaga. Una frase transmitida por tradición oral desde el siglo IX hasta prácticamente nuestros días. ¡Casi nada!.
No es la única fabulación de Sabino Arana sobre el mismo tema. Cuando inventó la Ikurriña como bandera del EAJ-PNV, hoy del País Vasco, también recurrió al mito de la batalla de Arrigorriaga. Sabino Arana traslada las aspas de la bordadura del tradicional escudo del Señorío de Vizcaya al fondo de la Ikurriña cruzada con un aspa verde de San Andrés y respecto a ellas dice que “las siete cruces de San Andrés que están en la bordadura (en el escudo de Vizcaya) significan por su forma la independencia bizcaina por haberse alcanzado el día de san Andrés la memorable victoria de Arrigorriaga contra los españoles”.
Sabino Arana fecha la batalla de Arrigorriaga el día 30 de noviembre, festividad de San Andrés, del año 888 (*Nota), exactitud asombrosa teniendo en cuenta que se trata de un hecho falto de constatación histórica. Pero es que, además, las aspas de la bordadura del escudo de Vizcaya realmente tienen su origen en la participación de Lope Díaz de Haro, Cabeza Brava, Señor de Vizcaya en la toma de Baza el día 30 de noviembre de 1227, festividad de San Andrés, motivo éste por el que el Rey Fernando III el Santo concedió a todos los participantes el derecho a ostentar en su escudo las citadas aspas de San Andrés.
*Nota: En el año 888, Ordoño (II) tenía 15 años y reinaba su padre Alfonso III el Magno, casado con Jimena, nieta de Iñigo Arista, rey de Pamplona (hermanastro de Muza II). Alfonso III sofoca la rebelión vascona. Fortifica Oporto (876), Braga y Coimbra. Vence en Polvoraria y Valdemora del Esla (878) a Mohamed II de Córdoba. Aceifa cristiana sobre el monte Oxifer del Guadiana (881). Funda Burgos (884). Lleva la frontera al Duero: Zamora (893), Simancas (899) y Toro (900). Alfonso III de León combatió a los vascones "bagaudas" que dominaban la depresión cantábrica desde que bajaron del Pirineo navarro a la caida del Iperio romano; y no iniciaron su cristianización hasta el siglo XI. Pamplona fue fundada por Pompeyo y cristianizada en el siglo III por San Fermín.
Esas y otras tantas invenciones y fabulaciones del nacionalismo vasco llevaron a Unamuno a escribir que “si Dios me da salud y tiempo quisiera barrer, con la ayuda de todos aquellos que no tienen la venda de la pasión ante los ojos, la máquina formidable de quimeras y fantásticas invenciones con que han echado a perder una historia sencilla de un pueblo cuya gloria es el ser pacífico, morigerado, laborioso y libre. Aitor, Lecobide, y hasta Jaun Zuría y la batalla de Arrigorriaga son, o hechos totalmente desprovistos de fundamento, o hechos muy problemáticos que no se pueden dar por rigurosamente históricos.”
No obstante su escasa base histórica, también Federico Krutwig, ideólogo de la izquierda abertzale de los años 60 de la que surgió ETA, utilizó el mito de la batalla de Arrigorriaga, comparando un posible pacto con el PSOE a “escupir en las tumbas de los héroes de Padura”.
Hoy nadie sensato, ni dentro ni fuera del nacionalismo vasco, da credenciales de veracidad histórica a la supuesta batalla de Arrigorriaga, pero eso no le resta un ápice de importancia como uno de los hitos fundacionales de la ideología nacionalista vasca. Es posible que los asesinos del inspector de policía Eduardo Puelles ignoren el papel que la batalla de Arrigorriaga ha jugado en el imaginario del nacionalismo vasco, pero han sido fabulaciones como ésta con las que el nacionalismo vasco ha ido tejiendo su ideología antiespañola que ha contribuido a alimentar el odio del que ha surgido la violencia en el País Vasco que en los últimos cuarenta años se ha cobrado la vida de más de mil personas.
La nación falsificada
Jesús Laínz (2006)
Fabuloso y delirante acontecimiento inventado por Sabino Arana, en el que pretendiendo buscar un fundamento para el nacionalismo separatista del País Vasco, se habrían enfrentado vizcaínos contra españoles, logrando los primeros sostener su independencia.
Supuesta fecha y simbología
La fecha en la que la supuesta batalla tuvo lugar fue fijada por Arana de forma arbitraria un 30 de noviembre del año 888. En la supuesta batalla se habrían forjado las siete cruces de San Andrés como símbolo de los vizcaínos, por ser el 30 de noviembre la efeméride del santo:,«Las siete cruces de san Andrés que están en la bordura significan por su forma la independencia bizkaina por haberse alzado el día de san Andrés la memorable victoria de Arrigorriaga contra los españoles (...)».
Y de esas aspas obtenidas en la conquista de Baeza al frente de las tropas castellanas nace el aspa verde -según Arana simbolizadora de la lucha de los vascos contra los españoles- de la bandera por él inventada inspirándose en la Union Jack británica: la ikurriña.
Arana, siguiendo con su intoxicación, afirmó: «No todas las naciones han tenido bandera hasta los tiempos modernos. Todas tuvieron escudos desde la Edad Media. Casi todos ellos lo han sido primitivamente de señores feudales. El de Bizkaya, en cambio, no es el escudo de sus Señores: es el de la República Vizcaína. No hay en él más que los dos lobos que representan a los Señores, y de ellos haremos caso omiso los nacionalistas cuando nos parezca oportuno».
Su discípulo Fray Evangelista de Ibero, uno de los principales divulgadores del ideario nacionalista mediante su catecismo "Ami vasco", insistió en ello: «Sobre fondo rojo una cruz verde en diagonal, la cruz de san Andrés, día de la batalla de Padura, en Arrigorriaga, famosa en los anales vascos».
Falsedad histórica
Sin embargo, ni existió la batalla de Arrigorriaga, ni la cruz de san Andrés la simboliza, en clara muestra de las mentiras nacionalistas. Arana, insistiendo en el delirio, señalaba que la ikurriña significaba «los eternos derechos de Dios y los derechos nacionales de Bizkaya».
Su paisano Miguel de Unamuno ironizó sobre este disparate histórico: «También hace falta una fiesta nacional, y ésta la tenemos el 30 de noviembre, día de san Andrés, que fue el día de la independencia vizcaína alcanzada en la memorable victoria de Arrigorriaga contra los españoles. Lugar que dicen se llamaba antes Padura, mas fue tanta la sangre de leoneses que allí corrió, que enrojeciendo las piedras hizo se diese a tal paraje el nombre de Arrigorriaga, esto es: Pedregal rojo. Y, en efecto, tal fue la cantidad de sangre, que herrumbró aquel terreno, uno de los ricos en rojo mineral de hierro. Allí dicen que murió un príncipe Ordoño (sería el fundador de Orduña) y lo cierto es que en pórtico de la iglesia hay un sepulcro en que yace, según un aldeano me dijo un día, un rey moro al que mataron en tiempos de la francesada».
Auténtico origen de la Cruz de San Andrés
En realidad la Cruz de San Andrés como símbolo del señorío de Vizcaya fue adoptada tras la conquista de Baeza por las tropas castellanas, dirigidas por el Señor de Vizcaya, Lope Díaz de Haro Cabeza Brava, el 30 de noviembre de 1227, festividad de san Andrés. En honor del santo, las cruces aspadas figuran desde entonces en el escudo de los Haro y en el de Vizcaya. San Andrés había sido martirizado clavado en una cruz hincada en forma de aspa, de donde vienen, como conmemoración, las ocho aspas que pasaron a orlar el escudo de los Haro.
Falsificación vigente
Esta falsificación se ha mantenido hasta nuestros días, pues organismos oficiales como el Gobierno Vasco señalan el origen de la ikurriña soslayando la importancia de Arana en su diseño: «Originariamente fue diseñada como bandera de Bizkaia por los hermanos Luis y Sabino de Arana Goiri, inspirador y fundador, respectivamente, del nacionalismo vasco (...). Según sus diseñadores tiene su origen en la bandera de Bizkaia. El fondo rojo se tomó del fondo rojo del escudo vizcaíno. Sobre ese fondo rojo se colocó un aspa verde, la Cruz de San Andrés, en atención al color verde del roble que figura en el blasón de Bizkaia».
Reino Astur-Leonés de la Reconquista
Santiago Clavijo
(H/=hijo, C/=casado)
718–737. Pelayo. H/ Duque de Cantabria, sobrino del rey visigodo Chindasvinto. C/ Gaudosia. Vence a los moros invasores en el desfiladero de Covadonga (722), con la intercesión de la Virgen María.
737–739. Favila. H/ Pelayo. Muerto por un oso en el río Cares. Sin hijos.
739–757. Alfonso I el Católico. H/ Pelayo. C/ Ermesinda, Reconquistó Galicia.
757–768. Fruela I el Cruel. H/ Alfonso. C/ Munia, rehén alavesa. Funda Oviedo. Asesinado.
768–774. Aurelio el Fraticida. Sobrino de Alfonso. Sin hijos.
774–783. Silo. C/ Adosinda, H/ Alfonso. Sin hijos.
783–789. Mauregato el Usurpador. H/ Alfonso. Bastardo de una esclava mora. Tributo de las 100 doncellas a Abderramán I, emir de Córdoba.
789–791. Bermudo I el Diácono. Hermano de Aurelio. Abdica en su sobrino.
791–842
Alfonso II el Casto. Arrasa Lisboa (797). Capital Oviedo (808). Sepulcro de Santiago (813).
842–850
Ramiro I el Justo. H/ Bermudo I y Numila de Navarra. Reconquista León. Rechaza a los vikingos daneses en Galicia (844).
850–866
Ordoño I el de Clavijo. H/ Ramiro I. Repuebla Astorga, León y Amaya. Lorenzo Gutiérrez de Osorio (na. 820) capitaneó el ejército astur-leonés, apoyado por los vascones de García Iñiguez de Pamplona, como Alférez o Lugarteniente real en la batalla de Clavijo-Albelda (859). Venció al rey Muza II de Tudela-Zaragoza, llamado en las crónicas tercer rey de España, que dominaba desde Jaca hasta Guadalajara y desde Tarragona hasta Albelda del Ebro. El apóstol Santiago sobre un caballo blanco decidió la batalla milagrosamente. El rey concedió a Lorenzo las tierras de Mondoñedo, origen del condado de Lorenzana,
866–910
Alfonso III el Magno. H/ Ordoño I. C/ Jimena, nieta de Iñigo Arista, rey de Pamplona (hermanastro de Muza II). Sofoca la rebelión vascona. Fortifica Oporto (876), Braga y Coimbra. Vence en Polvoraria y Valdemora del Esla (878) a Mohamed II, emir de Córdoba. Aceifa cristiana sobre el monte Oxifer del Guadiana (881). Funda Burgos (884). Lleva la frontera al Duero: Zamora (893), Simancas (899) y Toro (900). Conspiración de su hijo García y Peregrinación a Compostela. Combatió a los vascones "bagaudas", que dominaban la zona vasconizada de la depresión cantábrica (vascongadas).
910–914
García I. H/ Alfonso. Traslada la capital a León. Aceifa sobre Toledo. Proyecta el "Imperio Hispánico de Toledo". Sin hijos.
914–924
Ordoño II. H/ Alfonso. Derrota a Abderramán III, califa de Córdoba, en San Esteban de Gormaz (917), apoyado por Sancho I Garcés de Pamplona. Derrota de Ordoño y Sancho en Valdejunquera (920) por los musulmanes que ocuparon Calahorra y se dirigían contra Pamplona. Ordena construir la primitiva Catedral de León, que fue destruida por Almanzor. Sepulcro en la Catedral gótica. Gutierre Osóriz (na. 880), nieto del primer señor de Lorenzana, héroe de la batalla de Clavijo (859), casó con la cuñada del rey Ordoño II.
Contexto histórico
La batalla de Arrigorriaga no tuvo lugar ya que en el año 888 reinaba Alfonso III el Magno (866-910), hijo de Ordoño I, casado con Jimena, nieta de Iñigo Arista, primer rey de Pamplona. Sí es histórico que Alfonso III sofocó otra rebelión de los vascones montañeses, frecuentes también con romanos y visigodos. No se debe identificar a los vascones con navarros, alaveses o vizcaínos. Ordoño II, hijo de Alfonso II, nació hacia 871 y no murió a manos de los vizcaínos en la batalla de Arrigorriaga según el invento nacionalista de Sabino Arana. Interesa recordar que Fruela I estuvo casado con Munia, dama alavesa que fue la madre de Alfonso II (791-842). Alfonso tuvo que huir con su madre del rey Mauregato y se refugió en Álava.
9. Vascones, Vascongados y Vascos
Santiago Clavijo
Vasconia
Los vascones son de raza y lengua pre-íbera procedente del norte de África. Fueron arrinconados en el Pirineo Occidental por las sucesivas llegadas de iberos y celtas a la Península desde 1.000 aC.
Universidad de Barcelna (2009): Los vascones de las fuentes antiguas
Pamplona
Fundada por Pompeyo, fue plaza fuerte para la romanización de vascones, várdulos, caristios, autrigones y otros pueblos celtíberos.
Hispania
En el siglo V, los visigodos invaden Hispania, provincia del Imperio Romano, destruyen a los alanos, arrinconan a los suevos en Galicia y empujan a los vándalos a Africa. Se produce un vacío de poder que es aprovechado, por bandas armadas de montañeses vascones (los Bagaudas según Sánchez Albornoz), para irrumpir en la depresión Cántabrica y Aquitania. Los habitantes de la depresión son los vascongados, celtíberos vasconizados en lengua y folclore por los belicosos vascones.
Las tribus de várdulos, caristios y autrigones nunca formaron una entidad común, sino que dieron origen a los tres territorios vascongados medievales: Guipúzcoa, Álava y Vizcaya. Por breve tiempo. Sancho III de Navarra se impuso sobre León, Castilla y las tres territorios vascongados, auto-titulándose "Hispaniarum Rex" en el epitafio de su sepulcro.
Álava
Poblada por caristios, fue una tierra de síntesis vasco-navarra. Los invasores islámicos hicieron alguna incursión por Álava pero no se establecieron. El rey Fruela I capturó a una dama alavesa, Munia, que fue la madre de Alfonso II de Oviedo. Al inicio del siglo X, Álava se configura como el señorío condal de los Vela dentro del reino de León. La condesa Sancha de Álava, hija de Sancho Garcés de Navarra, viuda de Ordoño II de León, se casó con Fernán González, primer conde de Castilla, permaneciendo Álava unida al condado leonés de Castilla. Cuando Sancho III de Navarra en 1035 reparte España entre sus hijos, Álava inicia su desvinculación de Navarra hacia Castilla. En 1334, toda la provincia aceptó voluntariamente la jurisdicción real de Alfonso XI.
Guipúzcoa
Habitada por várdulos en tiempos históricos, pactó en 1200 con Alfonso VIII de Castilla su incorporación voluntaria a la Corona, para protegerse de las ambiciones de Navarra. El territorio se había integrado en un señorío electivo, no vinculado a una familia como Álava y Vizcaya, dependiente de Navarra. La convivencia entre navarros y guipuzcoanos fue bastante encrespada.
Vizcaya
Es tierra de caristios y autrigones, al este del Nervión y al sur hasta el valle de Mena. Se configura como señorío, a mediados del siglo XI, sometido a la autoridad del reino de León. El primer señor de Vizcaya documentado fue Iñigo López hacia 1040. Como Álava, la influencia castellana se alternó con la navarra. En 1180, se afianza la vinculación con Castilla. Alfonso VIII de Castilla incorpora Guipúzcoa, recibe la adhesión de Álava y entrega Vizcaya a los López de Haro. En 2012, el rey premia a Diego López de Haro, por el valor de sus vizcainos en la principal victoria de la Reconquista de España "Las Navas de Tolosa", con el condado de Durango. Santurce y Gordejuela habían pasado al condado de Vizcaya a finales del siglo XI, las Encartaciones en el XII y Valmaseda a fines del XIV. Al extinguirse la casa de Haro, los derechos hereditarios del condado pasaron a los Lara, la casa de la reina Juana, casada con Enrique II de Trastamara, que renunció en favor de su hijo Juan I, rey de Castilla y de León y señor de Vizcaya.
Constitución de Cádiz (1812)
Cuando los representantes de los tres territorios vascongados pretenden renovar constitucionalmente el Pacto con la Corona, no están reclamando una configuración confederal de su autonomía, sino el compromiso de los Reyes de España con los Fueros Medievales, en cada una de las tres provincias por separado.
Fuente
Ricardo de la Cierva. “Historia Total de España”. Editorial Fénix 1997.
10. Caristios, Autrigones y Várdulos
Caristios
Pueblos pre-romanos establecidos en el norte de la península ibérica, en tierras de las actuales provincias de Vizcaya y Álava. El primero en mencionar a los caristios fue Plinio el Viejo. Más completas son las noticias proporcionadas por Claudio Ptolomeo en el siglo II dC. que localizaba a los caristios entre el rio Nervión y el río Deva, al oriente de los autrigones y al occidente de los várdulos,
Los estudios históricos sobre los caristios, y sus vecinos autrigones y várdulos, arrancan en el siglo XVIII con los trabajos de Manuel de Larramendi, que englobaba a todos esos pueblos como cántabros. Una más reciente corriente historiográfica, formulada por Martín Almagro Gorbea, sitúa a caristios, várdulos y autrigones en la órbita de las lenguas indo-europeas célticas, localizando el territorio originario del proto-euskera en la Aquitania pirenaica.
Autrigones
La primera mención de los autrigones corresponde a Tito Livio, en el año 76 aC. en la acción de Sertorio en Hispania. Estrabón hace mención de ellos en su libro Geographika con el nombre de allótrigones. Pomponio Mela los situa en la zona norte de Burgos, Plinio el Viejo cita Virovesca (Briviesca) como capital del los autrigones y Ptolomeo los sitúa entre los ríos Asón y Nervión e indica que su territorio limitaba con el de los caristios por el este y los cántabros morecanos por el oeste.
Várdulos
Pomponio Mela menciona que habitaban las estribaciones costeras de los Pirineos y Plinio afirma que los Várdulos estaban constituidos por 14 tribus. El dato más antiguo conocido de los Várdulos posiblemente sea el aportado por Plutarco cuando afirma que hacia 114 aC. el general romano Cayo Mario tuvo una guardia personal de esclavos escogidos llamados Bardiaios con los que fue a Roma. La derrota de los cántabros ante Augusto no tuvo ningún efecto para los várdulos, que no se aliaron con los cántabros contra Roma.
Una cohorte de várdulos estuvo de guarnición en el Muro de Adriano al norte de Gran Bretaña, y en algún momento se ganaron el título de fidelidad. La última referencia a los Várdulos es la de Hidacio, que narra las devastaciones de los Hérulos (*) en las costas de la Vardulia (456).
Se discute si los várdulos estaban emparentados con cántabros, celtas, celtíberos o vascones, pero lo cierto es que los nombres de sus ciudades son claramente indoeuropeos, cuando no típicamente célticos, como ocurre con Tritium (desde el céltico Tritos "tercero"), Segontia "victoriosa", Tulloniom (desde Tulno o Tullo "valle") o los eventuales Brigantiom reflejados por los actuales Bergüenda y Berganzo (Álava). Por otro lado, no se constata ningún topónimo vinculable al eusko-aquitano con formas Iltur-, -berri, -egi/-eki, tan habituales en el Pirineo navarro. Otras consideraciones las realizó Julio Caro Baroja, indicando que la denominación várdulo no tiene origen vasco.
Algunos autores deducen, a partir de ciertos datos de los textos clásicos, que había una afinidad entre Caristios, Autrigones y Várdulos; y al ser absorbidos o desplazados Caristios y Várdulos por los Vascones en la Alta Edad Media, quedasen con el nombre común de Várdulos, y los que quedasen en sus territorios lo perdiesen al ser eliminados o absorbidos por los Vascones.
(*). El jefe hérulo Odoacro depuso al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo (476), y fue nombrado rey de Italia por sus tropas. Gobernó Roma hasta 493, cuando los ostrogodos se instalaron en la península itálica.
Fuente: Wikipedia
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