Píldoras Anti-Masonería

El blog CLAVIJO defiende los valores

de la Iglesia Católica y de España

amenazados por el proyecto masónico-luciferino

"Nuevo Orden Mundial"


e-mail: ClavijoEspana@gmail.com



jueves, 17 de marzo de 2011

Homosexualidad. (93)

Es la atracción erótica hacia personas del mismo sexo. Las culturas antiguas de Egipto y Mesopotamia la juzgaban moralmente reprobable. Durante la edad de oro de Atenas, su práctica fue declarada contra la ley y se castigaba severamente aunque socialmente era bastante tolerada. Platón, que fue víctima de la sodomía por parte de un personaje, declaró que fue la experiencia más degradante de su vida.

El Antiguo Testamento la considera una conducta indigna del pueblo de Dios. El Nuevo Testamento condena la homosexualidad por contraria a la naturaleza y a la ley de Dios. Tanto en la cultura judeo-cristiana como en la musulmana se la considera como conducta condenable.

La psiquiatría científica identifica la conducta homosexual como un trastorno mental o un desarreglo físico. Freud, que no era creyente, la incluyó entre las perversiones o aberraciones sexuales. Adler y Jung no modificaron este juicio, aplicando tratamientos curativos contra las inclinaciones homosexuales. En los años 60, Bieder y otros psiquiatras afirmaron que la homosexualidad era un trastorno psicológico derivado de las relaciones familiares patológicas durante el periodo edípico. Las tesis de Kinsey, un mediocre zoólogo, fueron negadas totalmente por la psiquiatría. Los medios de comunicación controlados por la socialmasonería han creado la opinión de que la homosexualidad es una opción sexual y un derecho normal. En 1973, los activistas gays lograron eliminar la homosexualidad del catálogo de enfermedades mentales de la APA (Asociación de Psiquiatras Americanos).

La presión masónica del movimiento gay priva a los enfermos del tratamiento necesario y trata por todos los medios (Educación para la ciudadanía, TV, Cine) que los niños y jóvenes practiquen la homosexualidad.

No es cierto que la homosexualidad tenga su origen en los genes o sea un desarreglo hormonal, la prueba está en los numerosos casos de gemelos, educados por separado, que no tienen la misma orientación sexual.

Los homosexuales sufren desorden emocional, cuyas causas más frecuentes son:
  1. Padre violento, alcohólico, hostil o distante. 
  2. Madre sobreprotectora. 
  3. Madre con trastornos emocionales que no transmiten cariño adecuadamente. 
  4. Timidez extrema, condicionada por un mal desarrollo físico. 
  5. Ausencia de figura paterna en el hogar por muerte o divorcio. 
  6. Falta de identidad con iguales del mismo sexo. 
  7. Abuso sexual o violación. 
  8. Narcisismo, etc. 

El fracaso de cualquier relación adulta, a la hora de llenar el vacío de la soledad infantil y adolescente, es la mayor causa de la extraordinaria promiscuidad en el estilo de vida homosexual. La conducta autodestructiva, adictiva y sadomasoquista nace de un intenso disgusto hacia uno mismo. La homosexualidad se puede prevenir y tiene cura, aunque existen pocos terapeutas que puedan ayudar a resolver el problema. Los doctores Nicolosí (USA) y Polaino (España) son pioneros de la Terapia reparativa de la homosexualidad masculina.

La Iglesia Católica siempre ha enseñado que el acto homosexual es un pecado grave, pero distingue entre la inclinación y la actitud, condena el acto pero trata con misericordia al pecador. Las personas con tendencias homosexuales deben mantener una vida casta hasta que corrijan su problema, como todo católico. No discrimina al homosexual, aunque prohíbe el matrimonio homosexual y la adopción por homosexuales o lesbianas.

El Catecismo de la Iglesia Católica (2357) informa que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la Ley Natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una complementaridad afectiva y sexual verdadera. Por lo que no pueden recibir aprobación en ningún caso.

Es una obligación moral ayudar al homosexual, pero aceptar su estado como algo normal y natural es apartarlos de una posible solución. Además, está comprobado que las personas que conviven con homosexuales terminan también enfermos de los mismos trastornos psíquicos.

Para encontrar cura y solución, gracias a los avances de la ciencia, es necesario aceptar que se está enfermo. Hay quien acusa a la Iglesia de odiar a los homosexuales, cuando es quién más esfuerzos está haciendo para ayudarles.

Citas bíblicas:
  • Génesis 19, 5-8.
  • Levítico 18, 22-23 y 20,13.
  • Denteronomio 23,17.
  • Jueces 19, 22-24.
  • Reyes 14, 24.
  • Romanos 1, 24-27.
  • Corintios 6, 9-11.
  • Timoteo 1, 10-11. 

Fuentes:
  • José González Horrillo. Católicos sin complejos. Sekotia. 
  • Clavijo. Píldora nº20: Ideología de género. Blog 2010.