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sábado, 21 de marzo de 2015

PARAISO en Iberia-Hispania: Jardín de las HESPÉRIDES, situado en las cercanías de Cádiz desde la civilización de los Tartesos, herederos de los míticos Atlantes. Imitación pagana del Génesis en la mitología griega: Manzana que da la inmortalidad, Ninfa por Eva y Hércules por Adán (1747)

El jardín de las Hespérides de Frederic Leighton
En la mitología griega, las Hespérides eran tres ninfas que cuidaban un maravilloso jardín de manzanas de oro en un lejano rincón del occidente, que el poeta griego-siciliano Estesícoro, en su poema la Canción de Gerión y el geógrafo griego Estrabón, en su libro Geografía, situaban en el reino de Tartessos, al sur de la península Ibérica.
Las Hespérides eran tres como otras tríadas griafas. Se las llamaba Doncellas del Occidente, Hijas del Atardecer o Diosas del Ocaso. Hésperis es la personificación del atardecer, como Eos es la del amanecer. Según otras fuentes eran hijas de Atlas o de Zeus. 
Eritía ‘la roja’ era una de las Hespérides. Este nombre se aplicaba a la isla cercana a la costa del sur de Hispania que fue la ubicación de la colonia púnica original de Gades, actual Cádiz. Plinio el Viejo: «En el lado que mira hacia Hispania, a unos 100 pasos hay una isla larga sobre la que estuvo la ciudad original de Gades. Por Éforo y Filístides es llamada Eritea, por Timeo y Sileno es llamada Afrodisias, y por los nativos la Isla de Juno». La isla era el hogar de Gerión, que fue derrotado por Heracles.
El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el occidente, donde estaba el árbol de las manzanas de oro que proporcionaban la inmortalidad. Los manzanos fueron plantados con las semillas que Gea "la diosa tierra" había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. A las Hespérides les encomendó la tarea de cuidar el jardín, pero como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón.
El undécimo trabajo de Heracles
Robar las manzanas del Jardín de las Hespérides
Después de que Heracles completase sus primeros diez trabajos, Euristeo le asignó dos más afirmando que no contaban ni el de la Hidra ni el de los establos de Augías. El primero de estos dos trabajos adicionales fue robar las manzanas del Jardín de las Hespérides. Sin saber el camino, el héroe marcha al Azar a través de Grecia. en Macedonia encuentra al bandolero Cicno, hijo de Ares (Marte), al que mata para librar a los viajeros. Heracles capturó después al anciano del mar Geron, para saber dónde estaba ubicado el jardín. Heródoto afirma que Heracles se detuvo en Egipto, donde el rey Busiris decidió hacer con él su sacrificio anual, pero Heracles rompió sus cadenas.Al llegar al Jardín de las Hespérides, Heracles convenció a Atlas para que sostuviera el cielo mientras iba a buscar a la ninfas, entonces Heracles las manzanas y se marchó. Con el resurgimiento de la cultura clásica en el Renacimiento, las Hespérides volvieron a su posición destacada, y el propio jardín tomó el nombre de sus ninfas. Robert Greene escribió sobre «el temible Dragón... que vigilaba el jardín llamado Hespérides». Shakespeare insertó un verso en Trabajos de amor perdidos: «is not Love a Hercules, still climbing trees in the Hesperides» (Acaso no es el Amor un Hércules, siempre subiendo a los árboles de las Hespérides). Y John Milton mencionó a las «señoras del Hespérides» en El paraíso recobrado, así como también en El paraíso perdido.
Cretenses: Tribus del Creciente Fértil (amorreos, jebuseos, hicsos, filisteos o fenicios) o de Anatolia, ante la presión del imperio sumerio-acadio de Mesopotamia, llegaron a Creta hacia el 2.000 aC, época en la que Abraham emigró desde Ur a la tierra de Canaán por mandato de Dios.
Atlantes-Tartesos: Atlantes emigrados de Creta al final de la civilización minoica, destruida por la catástrofe de Santorini (1.500 aC), se instalan en la costa Sur de Iberia y en el valle del Guadalquivir.
Fenicios: Gadir (Gades-Cádiz) en tiempos del rey Salomón (1.000 aC) es la más importante colonia comercial de los Fenicios en el Mediterráneo occidental.
Iberos: Entran en España por el Sur y el Pirineo Oriental, ocupando el Levante (1.000 aC).
Celtas: Entran en España por el Pirineo Occidental, ocupando el Norte del Duero (800 aC).
Griegos: Descubren el rio Ebro y bautizan como Iberia a la Península celtíbera. Platón (360 aC) en Diálogo con Critias, describe la guerra entre la Atenas prehelénica y la Atlántida, hipotético imperio occidental en una isla misteriosa. Critias sostiene que existió en una época muy remota, más allá de las columnas de Heracles y que fue tragada por el mar.
Cartagineses: Conquistan Sagunto (212 aC) y el Levante peninsular a las tribus íberas.
Romanos: Bautizan "Hispania" a la Península y "Astura" al rio Esla. Hispania significa «tierra abundante en conejos», citado por Cicerón, César, Plinio el Viejo, Catón yTito Livio. Para Cunchillos en su Gramática (2.000), "span" en fenicio, "sphan" en arameo es "spy", que significa «batir metales». Así "i-spn-ya" sería «la tierra en la que se forjan metales». Roma conquista Numancia (133 aC) a las tribus celtíberas.
Celtíberos Leoneses (Astures cismontanos), Astures trasmontanos y Cántabros, en las estribaciones de los Picos de Europa, se rinden al emperador romano Augusto (20 aC). Es el fin de la conquista y unificación de Hispania  que ha costado dos siglos a Roma, mientras Julio César dominó la Galia en dos décadas.
Atlántida: Isla Mítica descrita por Platón
Atlántida es el nombre de una isla mítica mencionada y descrita en los diálogos "Timeo y Critias", textos del filósofo griego Platón, que sitúa la isla «delante de las Columnas de Hércules»; la describe como "más grande que Libia y Asia juntas", y la señala como una potencia marítima que 9.000 años antes de la época del legislador ateniense Solón habría conquistado gran parte de Europa y el norte de África, siendo sólo detenida por una hipotética Atenas pre-helénica, después de lo cual habría desaparecido en el mar a causa de un violento terremoto y de un gran diluvio, «en un solo día y una noche terribles».
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