Por qué Casado no
Perspectivas de VOX
26 julio, 2018
P. En tuíter le han criticado por no dar una oportunidad a Casado, ni siquiera los famosos cien días. Por lo menos debe admitir que es mejor que Soraya
– Yo no tengo la capacidad de dar oportunidades a nadie, y a Casado le da igual las “oportunidades” que yo pueda darle. Simplemente no creo en sus promesas. Soraya es la peste, desde luego, esa clase de señoritos y tiorrillas maquiavelos de aldea típicos del PP, incultos e intelectualmente corruptos pero muy aferrados al poder. Con Rajoy y Soraya, el PP ha seguido a ZP en todo: financiación y apoyo a los separatismos, marginación de la resistencia a ellos, ataque al español en las comunidades donde ha gobernado o gobierna, como Galicia, Valencia o Baleares, colaboración con la ETA, ataque a los símbolos de España, como en Andalucía, imposición de la “memoria histórica”, doblemente abyecta en su caso porque supone escupir sobre las tumbas de sus padres y abuelos, algo que define muy bien a esos sucios señoritos, me es imposible emplear un lenguaje “educado” al mencionar a esa gentuza; por lo menos izquierdas y separatistas honran a los suyos, aunque sea mintiendo. Y no olvidemos el despotismo LGTBI, el abortismo, las leyes feministas antijurídicas y antidemocráticas, el engorde de Gibraltar, la entrega ilegal de soberanía a la burocracia de la UE, el engorde de Podemos para recuperar el voto del miedo y aislar a VOX… Los desmanes de esa chusma son incontables. No solo han seguido en todo a Zapatero, es que al mismo tiempo han impedido toda resistencia, han intentado bloquear toda alternativa, lo que lo vuelve un partido especialmente nocivo.
P. Pues razón de más. Casado está prometiendo enmendar esa política, precisamente.
–No creo que lo haga, y le diré por qué. Casado, como todos los cargos políticos del PP, ha colaborado con el rajoyismo-sorayismo. ¿Recuerda usted que alguna vez le hiciera una crítica? Él ha medrado, como los demás, al calor de las fechorías de Rajoy y Soraya. Solo que a raíz del “prusés” se ha dado cuenta de que aún existe en España un sentimiento patriótico, y trata de explotarlo. Alguien ha escrito: “el PP recupera sus principios cuando pierde las elecciones, y vuelve a olvidarlos cuando las gana”. Es una verdad a medias, porque realmente el PP no tiene ningún principio. Quizá lo de “la economía lo es todo” lo defina muy bien, junto con el engaño sistemático a sus ilusos votantes. Al mismo tiempo, el PP está empezando a alarmarse por la actividad de VOX, que poco a poco va rompiendo el muro de silencio que el PP y los demás han erigido en su entorno. Entonces trata al mismo tiempo de frenar el auge, todavía no muy fuerte pero sí significativo, de VOX. Observe usted este dato definitivo: Abascal estaba en el PP, pero terminó hartándose de sus traiciones, se salió de él y montó otro partido, con todos los enormes riesgos que ello entrañaba. Y ha mantenido la bandera en las condiciones más difíciles. Solo por eso tiene un gran mérito. Compárelo con el oportunista Casado. ¿Cómo puede usted equiparar a ambos? ¿Se ha vuelto usted tonto y ciego? Uno de los objetivos de Casado es, precisamente, impedir que VOX siga creciendo. Y ahora mismo se plantea una batalla de máximo contenido político y cultural en torno al Valle de los Caídos y el ultraje a la tumba de Franco. ¿Qué postura toma Casado? No es un problema menor, es definitorio.
P. Pero todo el mundo dice que VOX no tiene perspectivas, por lo que el voto a ese partido es poco útil
–El voto perfectamente inútil es el que va al PP con la ilusión de que se está votando una alternativa al PSOE. ¡Vamos a los hechos, hombre, aprendamos de la experiencia! Olvídese de la retórica de esos políticos, que es siempre la misma. VOX no es lo mismo que los demás partidos. Naturalmente tiene sus fallos, a mi juicio, derivados de un provincianismo que afecta tanto a los políticos como a los intelectuales e historiadores españoles en general. Ante todo, carece de un análisis de la posición de España en el mundo actual, por tanto carece de verdadera política exterior; está en contra de la colonia de Gibraltar, pero no entiende su alcance; la colonización cultural que sufrimos no le dice nada, es más, algunos de sus líderes la apoyan… Luego hay otras cuestiones: con respecto a la memoria histórica es preciso adoptar una posición firme de explicación y condena del antifranquismo, verdadero cáncer de nuestra democracia, y no contentarse con esas bobadas de “olvidar a Franco” y similares. Y así otros aspectos. Naturalmente, dada la demagogia que se viene haciendo sobre esas cuestiones desde hace cuarenta años, estas cosas precisan un análisis racional y una propaganda intensa, no se van a destruir los prejuicios y tópicos de la noche a la mañana, pero es indispensable una posición de principio bien explicada. Otro punto suyo, la eliminación de las autonomías. Esto exige también una explicación clara, porque va contra la actual Constitución y se han creado con las autonomías enormes intereses que van a oponerse con uñas y dientes, etc., por lo que es preciso explicar también cuál sería el proceso que llevaría a su eliminación… En fin, creo que VOX ya se diferencia de los partidos zapateriles, y que sus lagunas políticas pueden irse cubriendo. En cambio el PP está tan degenerado moral, política e intelectualmente, que seguirá siendo una especie de parásito de la masa de españoles que desean otra cosa, pero no encuentra cauce ni voz.
P. ¿Aun así, ¿no cree ud que Casado y VOX podrían llegar a un entendimiento, sobre la base de algunos puntos concretos, como el del antiseparatismo?
–Creo más bien que VOX sería fagocitada rápidamente por el PP en cuanto cometiese ese error. VOX tiene además otro riesgo: que se meta en él lo que podríamos llamar “franquismo casposo”, que ya denunciaba Ricardo de la Cierva como un peligro, porque con su simpleza y tópicos trasnochados hace el juego muy bien a sus enemigos. Ahora he visto a algunos de ellos empleando el inglés o esas imágenes propagandísticas de Abascal como un nuevo Franco… El balance del franquismo ha sido espléndido, pero en el terreno de la propaganda y de la estética no fue lo que se dice muy afortunado. Rescatar la memoria de Franco y del franquismo es esencial, pero pensar en la vuelta de aquel régimen revelaría falta de sentido común. Es preciso analizar ese pasado, extraer de él lo que pueda ser más valioso actualmente y desarrollar nuevas ideas. El análisis he procurado hacerlo en Los mitos del franquismo, pero queda mucho por hacer y parece que nadie se pone a la tarea. Y plantear nuevas ideas es igualmente necesario. Estamos en una crisis del sistema político e ideológico montado en la transición sobre la base de una especie de traición al legado del régimen anterior y a la decisión popular, claramente expresa en el referéndum de 1976. El resultado es una putrefacción creciente que cada vez más gente considera insoportable. Son precisas nuevas ideas, porque tampoco el mundo actual es el de hace cuarenta años.