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viernes, 11 de febrero de 2011

Gnosticismo e Islam. (78)

La docética, escuela gnóstica muy extendida, afirmaba que Cristo no murió en la cruz (posteriormente los cátaros sostuvieron lo mismo).

El Islam recogió la antihistórica versión gnóstica, responsabilizando a los judíos de la sentencia a muerte de Jesús. El Corán (sura 4.157) reproduce lo que dijeron los judíos: “Hemos matado a Jesús, hijo de María, mensajero de Allah, pero no le mataron ni le crucificaron sino que se les hizo confundir con otro a quien mataron en su lugar”.

Todas las herejías basadas en los falsos textos gnósticos y el propio Corán pretenden borrar a Jesús como figura histórica o como Hijo de Dios, al intentar suprimir la crucifixión del Mesías.

La ONU masónica y la Europa laicista pretende equiparar todas las religiones e implantar una religión universal (Nueva Era) al servicio de los poderosos. Se intenta hacer creer que el dios de Mahoma, es el Dios bíblico de los Patriarcas, de los Profetas y de los Apóstoles. Afirman la continuidad histórica del Judaísmo, Cristianismo e Islamismo, lo que es una absoluta falsedad.

Según el escritor mexicano Fernando Medina, Alá es el dios-luna gnóstico-pagano de los tiempos preislámicos. La adoración del dios luna era la más extendida en el Medio Oriente en tiempos de Mahoma.

Según el pastor evangelista K.Boa, los árabes eran idólatras politeístas. Uno de ellos era Alá, acompañado de demonios y ángeles. La Meca era el centro religioso con más de 300 santuarios para dioses diferentes. Uno de ellos era llamado Kaaba (roca negra), un meteorito que supuestamente había sido dado a Abraham por el ángel Gabriel.

Mahoma sufría violentas convulsiones acompañadas de mensajes que al principio creyó que eran de origen demoníaco, pero su millonaria mujer le persuadió de que procedían del arcángel Gabriel. Mahoma, comerciante viajero por Medio Oriente, intentó asimilar las creencias monoteístas de judíos y cristianos.

El viaje a la noche de Mahoma es una imitación de la historia mítica zoroástrica de Viraf que, después de severos ayunos, tomó una poción mágica (opiáceo) que le produjo un éxtasis de siete días durante el que recibió la doctrina metafísica y moral de Ahura –Mazda. El zoroastrismo inspiró también la creencia islámica de las vírgenes que esperan a los guerreros en su entrada al cielo.

El rezo, cinco veces al día, está tomado de los sabeanos, secta siria adoradora de la luna que ideó un sincretismo entre el politeísmo babilónico y el paganismo helénico. En definitiva, el Islam no es más que una herejía (del Judaísmo y del Cristianismo) ideada por un árabe ambicioso de “conocida” biografía. Para conseguir la sumisión de sus creyentes no le quedó más remedio que proponer la guerra perpetua contra sus infieles.

Fuente: Guillermo Buhigas. Los Protocolos. Sekotia (2008).